Llamada del Lord Oscuro. He vuelto. [Mortífagos]

Como había hecho desde que el Lord había ido a algún lugar del cual solo él sabía Bella se encontraba en la casa de un sangre sucia, que trabajaba en el profeta y ya sus escritos habían colmado la paciencia de Bella, por lo que había decidido hacerle una pequeña visita, de esas que le gustaban. La casa era sencilla, era pequeña, justa para una persona que viviera sola, lo impresionante es que el mago no había puesto ninguna resistencia, usualmente le era más divertido a Bella cuando se defendían, y por eso prefería atacar a los aspirantes a aurores. La casa, apenas iba a comenzar con la tortura, le había reventado algunos dedos con unos hechizos bombarda, haciendo que la habitación del reportero se llenara de sangre, apuntó su varita hacía el hombrecito que parecía al borde de un colapso, con los ojos rojos de tanto llorar y ya sin voz de las suplicas que había lanzado a Bella, cuando esta sintió que algo pasaba, una extraña sensación, su brazo en el que tenía la marca tenebrosa, esta se estaba moviendo y eso solo podía significar una cosa: el Lord Oscuro había regresado. Una sonrisa que denotaba felicidad, éxtasis y un toque de maldad se logró vislumbrar en el rostro de la mortífaga, esto asustó mucho más al reportero pues era tan sombrío que parecía que las cosas iban a empeorar para él, pero Bella solo le dedicó una mirada, no tenía tiempo de lidiar con aquel tipo tan aburrido.

Tienes suerte, el Lord ha vuelto – le dijo Bella mientras apuntaba con su varita al hombre que parecía no entender las palabras de la mortífaga – Avada Kedavra – un destelló de luz verde salió por la varita y le dio en la cabeza al hombre que estaba en el piso y al instante este quedó inmóvil en el piso, había muerto – Morsmordre – dijo mientras apuntaba la varita hacía el cielo, y encima de la casa se dibujaba una marca tenebrosa, típica de cuando los mortífagos mataban a alguien.

Después de la matanza Bella simplemente salió de la casa, eso había que admitirlo, tenía un buen hechizo anti desaparición la casa del reportero. Cuando llegó a la calle, simplemente se desvaneció en una nube de humo negro, para aparecer en la puerta que daba hacia la sala de reuniones de la guarida, Bella no quería aparecer enfrente de su Lord con sangre encima y con un peinado bastante feo, por lo que con un movimiento de la varita se limpió el rastro de sangre evidente, solo dejando un débil olor que muy pocos percibirían, seguido de esto ocupó otro encantamiento para acomodar su cabello y estar presentable ante el Lord Oscuro, abrió la puerta y lo vio, estaba sentado en la cabecera de la mesa. Rápidamente en su rostro se dibujó una sonrisa de felicidad suprema, hacía tanto que no veía al Señor Oscuro, Bella había ocupado una poción de rejuvenecimiento en su ausencia, y era posible que el Lord no la reconociera, incluso el joven Kyle al que no le prestó mucha importancia le costaría notar quien era la que cruzaba las puertas. Bella caminó a grandes pasos por alrededor de la mesa para después estar cerca del Señor Oscuro y con una reverencia, pero sin dejar de mirarle a la cara le saludó.

Mi señor, lo hemos estado esperando mucho tiempo, me alegra mucho tenerlo de vuelta – le dijo sin poder evitar que la felicidad se notara en sus palabras – han pasado muchas cosas en su ausencia mi señor y como notará, yo también he cambiado, soy Bella Lumiel, aunque no lo parezca mi Señor, pero de eso vamos a poder hablar luego.

Después de estas palabras se fijó más en los ocupantes de la sala, solo estaba el Señor Oscuro, Kyle y el repugnante Colagusano, al que nunca se tomaría la molestia de tomarlo en cuenta. Se dirigió a un asiento, muy cercano al Lord Oscuro y sin embargo no a su lado y aunque a Bella le hubiera gustado ocupar alguno de los puesto más cercanos al Lord Oscuro solo a él le tocaba decidir quién estaría allí sentado. Cuando estuvo por tomar asiento, miró a Kyle y le dirigió unas palabras:

Joven Kyle, me alegra verlo aquí – eso fue todo lo que salió por su boca mientras volteaba a ver al Señor Oscuro con una mirada embelesada.

Bella como siempre hablaba con voz clara y respetable, y al mismo tiempo amable con el porte de una señora con buenos modales, quería poner al tanto de las pocas cosas que habían pasado en su ausencia, como el intento de aviso al engendro Potter de la existencia de los Mortífagos, pero ya abría tiempo para eso después, aunque a Bella se le había acabado el tiempo de hablar con el Lord oscuro cuando una mujer entró por las puertas con aire de aventurera y con mal la descares de presentarse ante el Lord sin siquiera arreglarse un poco, quizá, Bella no estaba muy segura tuviera algo de escombros en su cabeza, lo que significaba que había destruido algo, pero eso no fue lo que enojó a Bella, lo que más le había enojado era que la señora la había interrumpido de una forma poco grata y por si fuera poco hacía el ademan de estar por apuntar a Bella y claro que esta mortífaga se conocía bien estos gestos, hacía mucho tiempo que peleaba con todo tipo de personas y sabía los movimientos que estas hacían con las manos cuando estaban a punto de atacar, por lo que Bella también tomó su varita, demasiado tarde para lanzar un impedimenta a Lestrage, por lo que logró distinguir como unas cuerdas salían disparadas de su varita, pero un impedimenta no eran sus únicas armas.

Con un hechizo no verbal convocó un incendio lo suficientemente fuerte como para quemar todas las cuerdas que le lanzaban encima, iluminando la sala a su paso y dejando un pequeño olor a chamuscado dejados por las cuerdas que ahora eran censas en el piso de la sala, pero esto no era todo pues el fuego que había lanzado la mortifaga bien llegaba hasta Lestrange, no con la suficiente fuerza como para causarle quemaduras de primer grado, pero si lo necesarias para causarle unas de tercer grado a menos de que se hiciera para atrás. En ese momento el ruido de la serpiente del Señor Tenebroso llama la atención de Bella, la cual con un ágil movimiento de la varita desaparece las cenizas dejadas por la cuerda, no era el lugar ni el momento para pelear con esa chiflada.

No estás ante alguien que puedas intimidar Lestrange – fueron las únicas palabras que salieron de la boca de Bella, sabía que su Lord estaba cerca y había que guardar la compostura, eso le habían enseñado desde que era una niña. Después Bella escuchó las órdenes del Lord Oscuro y obedeció, se sentó al lado del joven Kyle Owen y el Sr. Sinclair, al que apenas notaba su presencia en ese momento y al cual le dedicó un movimiento a forma de saludo, conocía a su hija y podría decirse que no era tan mala candidata a mortífaga.

Al escuchar las palabras del Lord Oscuro Bella se sintió decepcionada con ella misma, pues este tenía razón, habían muchas cosas por hacer y ninguna estaba hecha, apenas se habían logrado algunos asesinatos aislados que no tenían ningún propósito fijo, después pido que se le enseñaran las varitas y Bella cumplió como lo pedía el Lord, mostro su varita y en unos instantes el Lord ocupó la legermancia en la mortífaga para transmitirle su misión y a ella le quedó muy clara. Seguido de esto pido que los mortífagos presentes se tomaran de las manos y Bella siguió esto al pie de la letra tomando la mano de Owen y Sinclair, y nos mandó a tomar un juramento inquebrantable, Bella sabía lo que significaba y lo aceptaba plenamente.

Juro serle fiel a mi Señor Oscuro, bajo la condena del Juramento Inquebrantable – pronunció Bella.


Off: Perdon por la tardanza, ya saben, cuestión de las fiestas...