Una madrugada más. [Lilieth Ccora, Chiara D'Ascolli]

El chico rió ante lo dicho por Lilieth – el chocolate es rico, disfruto de él, pero si como en exceso me dan nauseas – le dijo con una sonrisa.

Michael le devolvió la sonrisa a Maud – pues en este caso si lo cumpliré, un gusto Maud.
- Mich, suena bien – le dijo tomando un cigarrillo y una vez encendido le respondió a Chiara con una sonrisa – Gracias, no te preocupes, estoy en deuda contigo – el chico se acomodó y empezó a hacer aros con el humo.

Le di otra calada.
- ¿Cómo haces los aros? - le pregunté mirándolo curiosa hacer los aros de humo.

Miré mi cigarrillo, no sé, pero me habían entrado ganas de comer chocolate por hablar de él. Aunque comiese mucho nunca engordaba ni un gramo, cosa que me gustaba mucho.
- ¿Qué contáis?

El chico, no se había dado cuenta que su comentario le había causado desagrado a Maud, no era su intención, era algo despistado para esas cosas. Miró como Maud trataba de hacer los aros, en realidad eso era difícil y casi recién la había podido salir bien a él.

- Si es difícil – dijo – a mí no hace mucho que lo he logrado hacer, es cuestión de práctica, dejas que golpee tu garganta, y poco a poco vas votando el humo, con la boca en forma de O, como Maud.

Escuchó a Chiara y le preguntó - ¿Bola de fuego chino?

Michael se rió, le gustaba estar rodeado de personas con buen sentido del humor – parece ser que ustedes son muy divertidas, - les dijo sonriendo – ya veo que puedo pasar buenos momentos con ustedes.

Él era un chico que fácilmente se contagiaba del buen humor de sus acompañantes. – Una pregunta por pura curiosidad – les dijo – no interrumpí ninguna conversación de chicas ¿verdad?

Tenía curiosidad, así que intenté hacer los aros tal y como había dicho Michael.
- Caray, que difícil- dije después de varios intentos.
Me reí a lo que dijo Chiar, le di otra calada al cigarrillo y me fijé de que ya lo había terminado.
- Uh... que rápido.- susurré.

El chico vio como las dos chicas tosían, realmente eso de los aros también le había costado aprender, riendo con ellas le dijo a Maud – es cuestión de práctica.

- Lilieth, te lo acabaste rápido – dijo Michael sorprendido al ver que la chica había terminado su cigarro.

- Qué bueno que no interrumpo algo – dijo sonriente – ¿sobre mi vida? – preguntó el chico tratando de recordar algo interesante – mi vida ha sido una vida normal, sin sobresaltos, - contestó sin saber muy bien que decir – vivo con mis padres y mis dos hermanos, - luego añadió – ah! Y me encantan los deportes, juagaba quidditch, y también me gustan los deportes muggle.

Off: No hay de que, Maud, me alegro que te haya salido bien, yo me demoré mucho en que me salga XD

- Sí, creía que me iba a durar un poco más, pero al parecer no- dije apagando el cigarrillo. Dejé la colilla a un lado y me aparté un mechón de la cara.

- ¿Mi vida? Pues se podría decir que ha sido normal si quitas lo que me pasó en Londres cuando me mudé... - me callé y añadí como si no hubiera dicho lo anterior- Vivo con mis padres y con mi hermano que esta en Hogwarts y es de Slytherin. Mm... leo mucho, sobretodo libros muggles a pesar de que eso a mi padre le pone de los nervios porque según él los muggles son inferiores y tal. Hago mucho deporte, más bien del muggle, salgo a correr y a nadar mucho. Me encanta la música y toco la guitarra, aunque esto último lo sabe muy poca gente, en teoría, mi familia y ahora vosotros- dije tranquilamente.

Off: Disculpen por mi desaparición.

Michael escuchó lo que decía Lilieth sobre su padre, era algo similar a su situación solo que en el caso de él la que aborrecía a los muggles era su madre, la cual influía sobre sus dos hermanos. Por el contrario Michael quiso seguir a su padre, el cual era lo opuesto a su progenitora. A pesar de ese pequeño inconveniente el chico quería a su familia y se llevaba bien con ellos. Respondiendo a la pregunta de Maud:

- Tuve que dejar de jugar por una lesión – dijo – por eso ahora solo practico deportes muggle.

Lo que dijo Lilieth sobre Londres también lo dejó con curiosidad, así que esperó a que responda la pregunta de Maud.

También quería saber sobre las otras dos Ravenclaws y mirando alternadamente entre Chiara y Maud les preguntó:

- Y ustedes chicas, cuéntennos un poco sobre sus vidas.

Off: No importa

Escuché lo que dijo Michael, debía de ser un fastidio eso, que por culpa de una lesión uno no pudiera seguir.
- Seh, vidas tranquilas, al menos eso son - dije con una sonrisa.

Conté hasta tres, sería la primera vez que le contaría a alguien eso. Nunca antes lo habría mencionado, para mí había sido algo que me había cambiado completamente de personalidad. Ya habían pasado años y aquello seguía en mi mente por pesadillas que tenía a veces.

- Bueno, es la primera vez que lo digo, así que puede que... no parezca nada comparado con lo que fue y no soy muy buena contando este tipo de cosas, además, creía que nos os gustaba que la gente fuera contando su "tragedia"- dije con ironía y con una sonrisilla tonta.

- Veamos, ocurrió un año después de mudarme de Canadá a Londres. Era verano y volvía de la casa de una amiga, estaba oscureciendo y algo en un callejón me llamó la atención, claro, era una muñeca, solo tenía ocho años y esas cosas me encantaban. Algo me impulsó a ir hasta allí, encontrándome como no, con dos vampiros que... bueno... se podría decir que me atacaron, pero no morderme y ya está, sino que de otra forma... - Me quedé callada, analizando lo que iba a decir, pero al final no dije nada más, supongo que tampoco es que necesitasen saber lo que pasó.

Cuando oí a Michael preguntarles me volví hacia ellas dos - Eso, eso. Que nosotros ya os hemos contado nuestra vida, ahora os toca a vosotras. - Me senté, para mirar a los tres.