Vive. (Libre)

Subi a la Lechuceria para visitar a mi lechuza Niri, cuando subi vi a una chica y pude oir lo que decia.

-¿Morir? Bueno, si, la hora llega siempre tarde o temprano nos alcanza a todos, ¿Solo? no estoy tan seguro, pero claro, siempre todo puede cambiar.-dije detras de ella.

-Si.-le conteste.-Mis padres, murieron juntos y se sacrificaron por mi.

-Murieron en el mismo lugar querrás decir, pero después cada uno esta solo- Lo dijo sin pensar aunque un segundo después se dio cuenta de que estaba siendo totalmente insensible- Quiero decir.... Mierda, lo siento, no tiene que resultar fácil para ti hablar de esto.

-Cuando alguien ama a otra persona y estos mueren seguiran juntos, esten donde esten, es un efecto secundario de amar a una persona, siempre estaras con ella.

-No es dificil cuando te enfrentas a su asesino y vives para contarlo, ni cuando te enfrentas al Señor Tenebroso y sobrevives a duras penas.

No debia de contarle esto...o la arrastraria conmigo.

-Sea cual sea el motivo que tienes, has errado, o al menos yo lo creo asi, cada uno piensa como piensa....-dije cambiando habilmente de tema.

-.... Una reflexión demasiado idealista para mi gusto, aunque preciosa sin duda. ¿A quien no le gusta pensar que le espera alguien a quien ama al otro lado?.-

Se mordió el labio inferior para guardar silencio, a ella no le importaba hablar de cualquier cosa pero entendía que el dolor ajeno no era algo que se pudiese introducir así como así en una conversación civilizada. Por algún motivo le vino a la cabeza el consejo de su abuela. "Podías intentar ser amable por una vez" se dijo.

-Tienes razón- Intentó sonreir- No suelo pensar lo correcto.

-No lo pienso, he sido capaz de verlo con mis propios ojos gracias al espejo de Oesed, pero como dije antes, eres libre de pensar lo que quieras.

-¿Y a que casa vas? ¿Que edad tienes? ¿Como te llamas?-asi la alejaria del espejo, pues volvia loco a muchas personas....-Perdon por la indiscreccion pero me gusta saber cosas de los demas.

-No me importa que preguntes puesto que no tengo problema en contestar. - Helena desvió la vista de nuevo hacía al cielo

- Mi nombre es Helena, soy de Ravenclaw y hace poco que cumplí los 17. Si necesitas algún dato más solo tienes que preguntarlo, aunque la verdad es que no escondo mucho más. - Con estas últimas palabras volvió a mirarle y sonrió.

No me gustaba usar la legeremancia, y menos para descubrir secretos, pero a veces aparecian pensamientos sin que yo pudiera controlarlo.

-¿A que viene lo de morir solos?

-Mi abuela se esta muriendo, quien sabe si ya estará muerta. -

Hizo una pausa intentando que su rostro reflejara algo de pena, pero la verdad es que no sentía ni lástima, y tampoco le gustaba engañar

-Y va a morir sola, ella se lo ha buscado pero aún así... Me preguntaba si tan dolorosa es la soledad.

(Me voy, continuo mañana bye!!!)

-Es que tú y yo hablamos de dos tipos distintos de soledad. La tuya es real, tangible. La mía sucede solo dentro de mi cabeza. Es peor y más injusta la tuya, no lo dudo, sobretodo porque la que yo sufro es, en su gran mayoría, culpa mía.

Se pensó un momento la pregunta.

-¿Sin pensar? No, por lo general le doy muchas vueltas a las cosas antes de hacerlas, aunque al final acabe haciendolas mal. Al menos se supone que los miembros de la casa Ravenclaw somos lo suficientemente inteligentes como para no ir por ahí haciendo estupideces. Los temerarios son los Gryffindor así que tal vez deberías preguntarle a uno de ellos- Se dio cuenta de que ni siquiera sabía a que casa pertenecía el chico, pero no fue eso lo que preguntó. - ¿Tú si? ¿Tú harías una cosa sin pensarla por muy arriesgada que pareciese?.

(Lamento lo que hara Roi xD)

-Claro, ¿Asi que tu no te arriesgas?...dicen que si no te arriesgas no ganas...asi que habra que cambiar tu punto de vista.-dije cogiendola de la mano y saltando desde la lechuceria.-Agarrate fuerte.-dije sin soltarla de la mano, habia hecho esto muchisimas veces

Si bien el edificio se encontraba a unos diez metros de altura, por donde saltabamos habia una gigantesca depresion del terreno, lo que aumentaba la distancia de la caida, al saltar silbe fuerte, y el viento me respondio con un gran rugido.

Estabamos apenas a cinco metros de una caida mortal, pero un dragon de tres metros de envergadura de color negro con rasgos plateados, y de ojos azules, paro nuestra caida, haciendo que nos sentasemos en su lomo, me voltee y le mire a los ojos, esperando cualquier reaccion.

Helena no gritó. No estaba en su naturaleza gritar, pero de haber podido habría soltado un chillido que habría despertado a todo el castillo. En lugar de eso, y en cuanto se dio cuenta de lo que el chico estaba haciendo, cerró los ojos con fuerza y se dejó llevar, esperando un golpe que no llegó.
No se decidió a hablar hasta que no estuvo segura de que ya estaban a salvo.

-Vale, no hace falta que me lo digas. Déjame adivinar- Murmuró entre dientes aún con los ojos cerrados- Eres un maldito y temerario Gryffindor.

Intentó parecer enfadada pero lo cierto es que adoraba las sorpresas. Incluso en un colegio de magia muchas veces la rutina podía con ella.

-Abre los ojos, no pasa nada.-dije con una sonrisa.- Y si, acertaste de lleno, ahora dejame preguntarte, si me dices otra cosa a lo que quiero oir no lo hare mas: ¿Como te sientes? ¿Te sientes viva? ¿Querrias repetir? ¿Te ha gustado?

Shion alzo el vuelo aun mas, dirigiendose y quedandose en a unos cincuenta metros sobre el lago.

Hubiera podido mentir pero no se le daba demasiado bien.

-Vale, he de reconocer que el subidón de adrenalina se agradece- Guardó silencio un momento- Pero eso no quiere decir que los Gryffindor tengais el poder para decidir cuando queremos arriesgarnos los demás, ¿Entendido?

Helena intentó que su tono de voz fuera serio pero no le salió como esperaba, en lugar de eso soltó una pequeña carcajada.

-Joder, tengo que reconocer que ha sido divertido, no es tan fácil sorprenderme ¿sabes? Enhorabuena.

-Bien, aumentemos aun mas lo que sientes, abrazame fuerte.-dije abrazandola y saltando desde Shion.

Al saltar caeriamos justo al lago, con la velocidad a la que ibamos y la altura a la que estabamos nos volteamos, por lo que caeriamos de cabeza contra el lago, apenas cinco metros para sumergirnos Shion nos agarro con sus manos y nos sumergimos, luego Shion nos volvio a colocar sobre su lomo.

-¡¡Dime tienes ganas de mas!!-pregunte feliz y sonriente.

Helena abrió mucho los ojos y se llevó las manos a su cabello rubio, ahora empapado.
-Estas loco. Tú y tu condenada casa de leones estáis todos locos.
Se echó a reír suavemente mientras sentía las gotas de agua resbalando por su frente.

-Ahora es cuando me despierto- Lo dijo en voz baja, pero convencida de que él le estaba escuchando. - Si, justo ahora es cuando abro los ojos y estoy en mi cama. No ha estado mal de todo el sueño... Eres un tipo curioso.

-Loco, condenado a muerte...son cosas que me definen a mi , no a mi casa.-rei, si, mi muerte llegaria y pronto.-Lamentandolo no es un sueño, ¿deberia tomarme eso como un cumplido? Dime ¿como te sientes?

-¿Que como me siento? - Lo meditó unos instantes -Bien, la verdad es que me siento bastante bien. - De pronto le vino a la cabeza la carta de su abuela y su peculiar consejo- De hecho estoy haciendo justo lo que se espera de mi.

Era cierto. Vive le había dicho su abuela. Bueno, pues estaba viviendo, de una manera un tanto peculiar puesto que ponía su vida en peligro, pero viviendo al fin y al cabo.

-¿Se supone que tengo que darte las gracias por intentar matarme?- preguntó con una pequeña sonrisa.

-¿Intentar matarte?-rei.-Creo que lo unico que he hecho ha sido aumentar tus ganas de vivir...dime ¿te atreves a seguir?