Nombre:Danielle Everniss Grigori -del griego Egrḗgoroi-, llamada mayormente Danny.
Edad:16 años cumplidos el doce de diciembre.
Preferencias:Chicos; y aunque nunca lo reconocería, le gustaría poder encontrar a alguien que la hiciera sentirse protegida.
Raza:Bruja.
Sangre:Pura, pero como no ha tenido una educación sobre la cultura mágica, no le da importancia. Así mismo, a pesar de pertenecer a la casa de las serpientes, no discrimina a nadie por su estatus de sangre.
Profesión:Estudiante.
Casa:Slytherin.
Aspecto:Danielle posee una media melena castaña que contrasta con sus profundos ojos azules, felinos y atrevidos, a veces perfilados con oscuras sombras que remarcan su inolvidable y hechizante mirada de hielo. Bajo su pequeña nariz unos finos pero sugerentes labios suelen dibujar sonrisas irónicas y pocas veces sinceras. De pómulos marcados y suave barbilla, su rostro recuerda al de una inocente muñeca de porcelana, nada más lejos de la realidad.
Su estatura de 1,70, sus delicadas pero bien formadas curvas y sus esbeltas piernas hacen de su cuerpo una figura elegante y grácil a la hora de moverse. De apariencia rebelde, suele vestir con un estilo rockero y cómodamente despreocupado, rozando a veces la provocación. En sus prendas predominan los tonos oscuros, los rotos y descosidos, pero es capaz de dar la mejor apariencia si así lo quiere, llegando a parecer una joven formal y educada.
Carácter:Su estado de ánimo es tan cambiante que intriga y marea a la gente con sus variaciones de actitud. Nunca sabes qué esperarte de ella. Comúnmente se mostrará como una chica enigmática, intrigante y complicada de conocer, ya que oculta sus sentimientos y miedos bajo una máscara de silenciosa frialdad y dureza. Sin embargo, con la misma frecuencia puede llegar a ser abiertamente amable y simpática.
No pretende caer mal a las personas, pero tampoco le importa lo que opinen de ella. A pesar de todo, es buena amiga y apoyará valientemente a quien lo necesite, aunque en caso contrario nunca se dejaría ayudar, quiere ser totalmente independiente.
Su complicado carácter es una reacción al ambiente en el que ha crecido.
Más detalles de su personalidad:- No suele confiar en nadie, por tanto, casi nunca habla de sí misma, prefiere escuchar.
- Le gusta ayudar, solo que su carácter a veces se lo impide. Sin embargo rechaza que la gente se preocupe por ella, jamás pediría apoyo, su orgullo no se lo permite.
- A veces es tan objetiva y realista que llega a parecer pesimista, pero no es cierto, sólo tiene una visión muy cínica y fría de la vida. Según ella, esperar o desear cosas es inútil, la vida se centra en el presente, el pasado es para los cobardes y el futuro para los ilusos. Sólo los valientes lograrían que el instante merezca la pena.
- Le gustan las fiestas y divertirse, en esos aspectos está bastante descontrolada, pues se deja llevar por los peores vicios y la degradación. A la hora de hacer locuras no le teme a nada.
- Pasa totalmente de las reglas.
Historia:Hace diecisiete años, incluso antes de que los cristalinos ojos de Danielle se abrieran a la luz de una nueva vida, sus padres, una pareja de importantes magos ingleses, ya habían tomado la decisión de dejarla en un orfanato muggle, pues su nacimiento nunca había sido deseado. Allí se crió como una niña más hasta que sus poderes empezaron a desarrollarse. Ella sabía que aquel don que poseía no era algo normal, por lo que trataba de ocultarlo. Sin embargo, su magia, como es común en los infantes, se descontrolaba a menudo, causando pequeños desastres que provocaban el miedo y el rechazo en la gente. Nadie quería adoptarla, todo el mundo la apartaba, y el sentimiento de soledad comenzó a ser su único acompañante.
Fue a la edad de nueve años que sufrió un incidente que daría un cambio radical en su vida. Danielle estaba siendo acosada sin piedad por un niño algo mayor que ella. Mientras la pegaba y se burlaba de ella duramente, sus poderes se descontrolaron, generando un violento incendio que prendió fuego a la habitación en la que estaban y a gran parte del orfanato. Ella pudo escapar incluso cuando parecía imposible, sin embargo, el otro niño no tuvo tanta suerte. Aún se siente culpable por lo sucedido.
Tras aquello, y siendo considerada culpable aunque no había maneras de probarlo, fue trasladada a un reformatorio, donde fue obligada a crecer y madurar rápidamente. Castigos, peleas, fiestas, vicios, descontroles… la niña inocente se perdió en la crueldad de la realidad. Estudiaba como una muggle más, usaba aquellos colchones apolillados que impedían cualquier descanso, comía los mismos platos descompuestos, utilizaba los mismos baños plagados de mugre, paseaba por los jardines muertos…
Sin embargo, dentro de ese caos de degradación, Danielle conoció a un chico que se encargó de guiarla en aquel mundo, de acompañarla y protegerla. Rápidamente se hicieron amigos inseparables, y más aún cuando descubrió que él poseía el mismo don de la magia que ella. Juntos comenzaron a practicar, convirtiéndose en autodidactas.
A los once años le llegaron a ambos las cartas de admisión a Hogwarts, pero como no tenían manera de escapar, y desconfiaban de la existencia de tal colegio, siguieron encerrados en aquel centro donde su comportamiento se iba pareciendo cada vez más, en una ascensión casi imperceptible, a la forma de ser del resto de ‘criminales’ que allí había. Empezaron a juntarse con malos grupos e influencias, distanciándose lentamente el uno del otro.
El cambio más radical vino de dos sucesos consecutivos: el inicio de una relación por parte de su amigo y otra chica del reformatorio, y la llegada de noticias de los padres de Danny. Estos, corrompidos por su conciencia cargada de culpa tras años de remordimientos, la sacaron del reformatorio con el propósito de formar una ‘familia’. Propósito que terminó desastrosamente con un intento de suicidio por parte de Danielle, la cual se sentía utilizada por sus padres y traicionada y abandonada por su amigo. La última frase que le dirigieron sus progenitores antes de devolverla al centro fue:
“
Sentimos haberte convertido en lo que ahora eres; un error que no sabemos cómo solucionar”
Tras eso, Danielle fue sometida a unos cuidados intensivos que incluían psicólogos y pastillas para reformar su conducta. Ella fingió eficazmente que estos daban resultado, pero nada más lejos de la verdad. Por dentro el resentimiento y la soledad la consumían, ya que a su regreso se había encontrado con que su amigo parecía rechazarla. Justo cuando más necesitaba su apoyo.
Así Danny comenzó a convertirse en la líder de todos los movimientos rebeldes del reformatorio, causando los peores destrozos y reivindicaciones que sólo levantaban una barrera aún más infranqueable entre aquel chico y ella. Estaba destrozando su vida, y hubiera seguido así de no ser por un misterioso personaje que llegó un día al reformatorio. Este se trataba de un miembro del Ministerio de Magia, concretamente del departamento de educación, que consideró adecuado que tanto ella como su amigo comenzaran a instruirse correctamente en el Mundo de la Magia. Tras recibir algunas clases intensivas y rápidas, concluyeron en que ambos chicos debían realizar el último curso en Hogwarts.
Otras Cosas:
- Canta especialmente bien, por eso se apuntó (en parte obligada por sus profesores) a un grupo de música en el reformatorio.
Sin embargo, siempre prefirió cuando su maestro de gimnasia la instruyó en el arte del tiro con arco.
Desde entonces es una de sus actividades favoritas.
- Le encantan los bandas muggles con estilos como rock, grunge, metal... Aunque puede apreciar una buena canción de rap o una sonata para piano, no tiene problemas con ello.
- Tiene una libreta en la que siempre apunta sus frases favoritas.
- Aunque no tiene precisamente un aspecto de intelectual, sus calificaciones podrían competir fácilmente con unas de un alumno de Ravenclaw. Es muy astuta e inteligente, algo que le permite manipular con considerable habilidad.
- Le gusta leer y pasear bajo la luna. Adora las noches estrelladas y los días lluviosos; dejarse empapar por la lluvia la hace sentirse libre, así como observar durante horas el cielo nocturno.
- Uno de sus sueños es viajar por todo el mundo.
- Sabe montar en moto, y de hecho, está ahorrando para comprarse una.
- Le apasionan las aves, especialmente los cenzontles. Es más, quiere ser una animaga con esa forma.
Aparte:- Fuma a menudo, pero no es un vicio, lo hace solamente cuando quiere. Ha llegado a probar cosas de mayor nocividad.
- Odia que se vean las cicatrices de su muñeca izquierda, por eso suele taparlas con alguna pulsera, brazalete o guante. Se avergüenza de aquel 'momento de debilidad'.
Jue Abr 14, 2011 5:35 am por 
