Comprando el uniforme

Entré en la tienda y me quedé mirando el local. Siempre me había gustado cómo era aquella tienda...

Salí de mi enmimismamiento y sonreí a la persona que había tras el mostrador.

- Buenos días. Querría comprar una nueva túnica, por favor.

Estaba sentada anotando los uniformes que debía tener listos para los próximos dias en mi agenda. Traía puesto un jean gris claro, con una camperita gris oscura de hilo, en el cuello tenía unos boladitos y era bien ceñida en la parte de la cintura donde tenía todos los botones abrochados, con un gran escote, por donde se podía ver mi remera blanca lisa. Traía puesto unas botas de caña corta negras con un taco de ocho centímetros.
Una chica esbelta y de pelo verde entró a la tienda. Cerré la agenda marcando donde había estado escribiendo y me levanté para atenderla.

- Buenos días, - dije cordialmente. - dime que talle eres y a que colegio asistes, así te podré ayudar. - le dije con una sonrisa.

- Mi talla... eh... no estoy segura, creo que la 38 -la verdad es que nunca me acordaba-. Y soy de Hogwarts, concretamente de Slytherin

- Bueno yo te daría un 39 -. Le dije después de que la examiné con la mirada. - Oh Hogwarts, supongo que te veré en algún momento ya que yo estudio allí también -. Le dije con una sonrisa.

- Por favor, sígueme -. Le dije haciendo un movimiento de manos para dirijirnos a la derecha, donde había un perchero con las distintas túnicas de las 4 casas de Hogwarts.

- Bien, entónces Slytherin y talla 39 -. Dije para mis adentros mientras agarraba una bolsita que contenía un uniforme talla 39, ya que estaba segura de que un 38 le iba a quedar ajustado, pero si ella así lo quería entónces se lo ofrecería.

- Aquí tienes un 39, estoy segura de que te va a quedar bien, el 38 te va a quedar un poco ajustado, pero si así lo quieres te lo doy para que te lo pruebes también -. Le ofrecí amablemente.

- Oh, tú eres la experta, así que me fío de tu palabra -la sonreí y me dirigí a los probadores. Una vez allí me puse la túnica. Me miré en el espejo, no estaba mal. Salí de nuevo con ella aún puesta-. Tienes buen ojo, sí jeje

Ella decidió probarse la que le recomendé y una vez que salió del probador puse un escabel, para así poder medirle el largo de la pollera y túnica.

- Párate aquí, por favor. La túnica te queda un poquito larga y me temo que la arrastrarás por todo el camino si la dejo así -. Le dije con una sonrisa -. Así está bien el largo de la pollera ?

Me miré en el espejo.

- Uhm... creo que sí, pero como tú lo veas, seguro que tienes más ojo que yo, que soy un poco dejada con la ropa -reí.

Me reí ante su comentario.

- Ese es el largo correspondiente al uniforme, igualmente siempre pregunto si así les gusta. - le dije con una sonrisa.

- Quieres esperar a que te acorte la tunica o prefieres hacer otras cosas y después vueves a buscarla ? - le dije amablemente con una sonrisa, cuando no tenía mucho trabajo siempre daba para elegir, además acortar una túnica era algo que me llevaría no más de diez minutos.

Miré la pollera, me gustaba así, sí que no importaba.

- Espero mejor -dije tras pensarlo-. Así al menos le hecho un ojo a alguna que otra cosilla para venir otro día.

- Por supuesto, mira todo lo que quieras y cualquier consulta me decis -. le dije con una sonrisa.

Marqué con alfileres el largo correspondiente de la túnica, y luego pidiéndole permiso anteriormente, se la saqué cuidadosamente para evitar que se pinchara las piernas con los alfileres.

- Estaré en el mostrador acortándote la túnica -. Le avisé antes de que entrara al probador a cambiarse.

Fui hacia el mostrador llevándome conmigo el escabel y los alfileres junto con la túnica; puse un banquito detrás del mostrador donde había una mesita corrediza para cocer, me senté y comencé a acortar la túnica.

Meentretuve viendo la ropa de la zona de las mujeres.

Vi unas cuantas faldas y suéteres bonitos. Encontré a su vez una trenca verde botella especialmente bonita, pero fuera de mis posibilidades (ahora que mis padres se habían enfadado con mis tíos no sobraba el dinero)

Me estremecí e inconsciente me llevé una mano al muslo.

Siguiendo como si nada volví a mirar la ropa, fijandome en unas camisas de cuadros realmente bonitas.

Ni bien terminé de acortar la túnica fui hacia donde estaba la chica a la que estaba atendiendo, que estaba en la sección de camisas de mujeres.

- Aquí esta la tunica, mejor probatela, no valla a ser que cuando te la tengas que poner te quede mal -. le dije con una sonrisa.

Cogí la túnica que me tendía y sonreí.

- Muchas gracias, ahora mismo me la pruebo.

Fui hasta el vestidor más cercano y me cambié. Salí de nuevo de él y me miré en el espejo, desde más distancia.

- Creo que ahora sí está perfecta.

- Sí, ahora si te queda perfecta. Cambiate tranquila mientras voy a preparar la bolsa - dije amigablemente y me fui hacia el mostrador a hacer lo que había dicho anteriormente.

Sonreí y fui a desvestirme al cambiador. Una vez cambiada doblé la túnica con sumo cuidado y salí del pequeño habitáculo.

- Toma -dije dejándolo encima del mostrador.

Una vez que dejó la túnica en el mostrador, la puse prolijamente en la pequeña bolsita junto con el resto del uniforme, luego la puse en una bolsa más grande que tenía el nombre de Madam Malkin y su eslogan con unas finas líneas onduladas.

- Serían sesenta galeones. - le dije con una sonrisa.

Rebusqué en los bolsillos de mi cazadora y le tendí las monedas.

- Toma -dije sonriendo. Cogí la bolsa-. Muchas gracias

- [cololightblue]Adios[/color] - dije con tono amigable, luego volví a ordenar unas túnicas que estaban arriba del mostrador con un hechizo.

[Off: Pondré el uniforme en tu baúl y Sombra o la Directora te restarán los sesenta galeones en cuanto puedan (:]

- ¡Hasta luego! -dije. Tras ello salí de la tienda feliz por haber terminado ya con las compras.


OFF: Ok, ahora mismo voy a ello, gracias ^^