Más sólo imposible, genial [Aricia Mclaggen Circe]

Luego de que el sol se ocultó por el horizonte y las horas pasaron, Cedric sintió la necesidad de estar un momento en exclusivo silencio, silencio que en Hogwarts no creía conseguir. Abrió su baúl y comenzó a vestirse, se puso un abrigo de lana, la bufanda que por sus colores delataban que era de Gryffindor, un par de guantes que cobijaban sus manos y botas de nieve; sí, pensaba ir a Hogsmeade.

Al llegar a las rejas que perimetraban todo el colegio, se limitó a escalarlas y saltarlas. A medida que caminaba por ese largo sendero camino a la cuidad próxima, el viento frió de esa noche penetraba las telas de su abrigo, haciéndole sentir fríos e incómodos escalofríos. Ya dentro de esa cuidad, y después de recorrer sus calles, se topó con el viejo y solitario bar "Cabeza de Puerco". Entró caminando y se sentó en la última mesa de allí, la que daba hacia la ventana. Levantó la mano llamando al tabernero, mientras sacó unos recortes de diario y los empezó a acomodar en su mesa, buscándo algo.

Aburrida, era como estaba, casi siempre.

Recostada en mí cama leyendo un libro (como siempre) decidí buscar algo de emoción; me levante de un salto y me arregle el cabello con los dedos. Me acerque a mi baúl y saque un simple sueter de manga larga negro, unos jens entubados y unos zapatos.

Tome mi cartera y me dispuse a salir.
Todo en el castillo era tan...

-*Normal* -retumbó en mi mente como un rayo esa palabra tan desconocida y que a pesar de todo la aborrecía.

¿Qué era ser normal? ¿Resignarse a una vida aburrida y sin nada interesante?... Pues entonces lo rechazo, tanto como ser muggle.

Camine por los pasillos con la cabeza en alto y con las manos en los bolsillos.
Llegue a la reja del castillo, trepe y salte, era simple, no era como si estuviese en Azkaban.

Camine hasta ver el largo sendero que me llevaría a mi destino.
Y tras una ligera caminata llegue a "Hogsmeade", recorrí por afuera los establecimientos, ya que ninguno me llamaba tanto la atención como para entrar.

Me quede parada en medio de la calle al ver uno un tanto... por así decirlo pintoresco. Era distinto a los demás. Así que decidí entrar.

Una campana sonó al abrir el lugar, mire a mis alrededores y solo pude ver a un chico, que por los colores de su vestimenta podría jurar, era Gryffindor.

El lugar era callado, tranquilo, tal y como me sentía a gusto.
Me senté tres mesas después que el, mientras esperaba que alguien me atendiera. Mientras, comenzaba a jugar con mí varita.

Ninguna de las noticias de los recortes encajaban, todas daban pistas diferentes y la nueva cancelaba la hipótesis de la vieja, era un enigma sin resolución. De pronto el tabernero interrumpe su concentración, le pregunta que quiere de beber y Cedric le pide una cerveza de mantequilla, para empezar estaba bien.

Gracias al tabernero el chico se da cuenta que había otra mesa ocupada, era una chica de sueter negro que simplemente estaba ahí sentada, sola.

- Pss, ¿Hace cuánto está ahí?.- le pregunta al tabernero en casi un susurro.

El hombre le responde que recién había llegado. Cuando el chico se concentraba, las horas pasaban como minutos y los minutos como segundos.

Decidió no darle demasiada importancia a la chica, aunque no sabía porque pero algo en ella le resultaba familiar.

"¿No es una serpiente?"- se preguntó a sí mismo mientras ya empezaba a beber la cerveza que le habían traído.

Spoiler:

El mesero se acerco a mí con una sonrisa, asentí ligeramente ante su gesto -- Una cerveza de mantequilla por favor -- le pedí mientras volvía a poner mi vista sobre la pequeña mesa de madera.

No habían pasado ni un minuto cuando levante la cara y mire nuevamente al chico. solo lo podía ver de espaldas, era obvio que iba conmigo en Hogwarts, pero quizá nunca nos hayamos encontrado en algún lugar...

La desventaja de ser nueva es no conocer a nadie.

Puse mis codos sobre la mesa mientras me recargaba ligeramente. Mire hacía la ventana, la cual tenía una capa de hielo. Sonreí ligeramente, me gustaba mucho el frío...

--Genial -- dije mientras soltaba un fuerte suspiro.

Spoiler:

Luego de varios tragos, el chico se acabó su bebida demasiado rápido, levantando su dedo para pedir otra, el tabernero entendió el gesto e inmediatamente se puso a prepararle una nueva cerveza. Mientras esperaba repilcaba los dedos sobre la mesa, produciendo un sonido que indicaba su impaciencia. De lo aburrido que estaba decide saber quien era esa chica, así que sólo se limitó a pararse y acercarse a ella, corrió la silla del acompañante y se sentó frente a ella sin previo permiso, con la silla dada vuelta, así podía apoyar sus brazos sobre el respaldar de ésta.

- Ya, ¿Quién eres?, me suenas conocida - preguntó sin pelos en la lengua - ¿Vas a Hogwarts? -

La tranquilidad con la que veva aquella bebida fue interrumpida, ya que el chico que había visto antes se acerco sin descaro alguno para sentarse frente a mí.

Arquee una ceja mientras le miraba de arriba a abajo. Debo admitir que fue extraño, grosero y algo raro que un joven que no conocía se acercara y me hablara como si nada.

-Aricia McLaggen - dije después de unos minutos de silencio -¿Y tú eres? - la verdad no era muy relevante, pero este lugar era aburrido y una charla podría distraerme un poco.

Apoyaba sus manos en el borde de la mesa repiqueteando con sus dedos allí, levanto una de sus manos y recibió su bebida del camarero, era ya una costumbre para ellos dos. Bebe un poco de su bebida para refrescar su garganta, luego suelta una fuerte exhalación indicando la frescura que le producía esa bebida.

- Cedric Blair, estudiante de Hogwarts - contestó él sin ningún tipo de restricción - La verdad es que me suenas de allí -

Recarge mis codos en la mesa mientras recorria con mis dedos el borde del tarro -- ¿Así? -- dije arqueando mi ceja sin mirarlo. -- Bueno, pues no te equivocas. voy en Hogwarts -- Creo que podría decirse que era algo obvio.-- Slytherin para ser más exacta -- alcé mi mirada-- por lo visto tu también estudias ahí... ¿verdad? -- Me volví a recargar en el respaldo mientras hacía a un lado mi cabello y volvía a tomar un poco de mi bebida, para después asomarme por la pequeña ventana que estaba un poco empañada, pero aun así dejaba ver el exterior, casi vacío.

La miraba mientras tomaba, por sobre encima de su vaso. ¿Slytherin eh?, bien de ahí la había visto entonces - Sí, voy a Hogwarts - dijo al terminar casi la mitad de su vaso y lo golpeó algo brusco contra la mesa, y devolverle la mirada - Y también soy, una serpiente, de ahí te debo haber visto - casi se le escapaba decir que era un Gryffindor, pff, la costumbre - ¿Qué año cursas? -