No me convecerás, chica. [Lucy Brown]

Arianne pasaba por el puente, no tenía qué hacer, el saltarse las clases la dejaba sin actividades, aunque prefería eso que tener que escuchar como un profesor hablaba y hablaba. "Aburrido", piensa al imaginarse en esa situación.

No llevaba mucho camino recorrido cuando una chica se le cruza en su camino. Bufa, pero no quiso mostrarse prepotente porque no tiene deseos -por el momento- de discutir.

―¿Puedes darme permiso, querida? ―dice ella con voz suave.

Andaba por el puente decidida de camino a la lechucería, tenia ganas de encontrarme con Addie y enviar una carta para mi hermana, pasé por el asimétrico puente cuando me topé con una chica rubia ~Claro pasa ~contesté con una voz un tanto sarcástica no se que me pasaba si era yo o el tiempo y el estrés que llevaba últimamente, me quedé pensando que tal vez me precipité al contestarla así aunque no era mi forma de ser, me quedé mirando su rostro para familiarizarme con él, era un rostro nuevo para mí

Arianne arque una ceja, incrédula. ¿Quién los entiende? Cuando ella es la sarcástica, reaccionan como si la serpiente los hubiese mordido, pero cuando trata de ser amable -hecho que le salio bastante bien en ese caso- le responden mordazmente. "Increíble", se dice mentalmente, para rodar los ojos.

Sin embargo, al cruzarse de brazos se da cuenta que no conoce a la chica. Claro, es de Ravenclaw, su uniforme la delata pero ¿algo más? No que la rubia recuerde.

―¡Y dicen que los Slytherin somos los volátiles! ―repite esa frase en un susurro, como siempre. Mira a la chica, sonriendo inocentemente y agrega―: Pues gracias.

Sabía que si era sarcástica o cualquier otra característica, terminaría discutiendo con la chica. Y de verdad que Arianne no quería arruinar su buen humor por culpa de una Ravenclaw.

Escuché y observé los gestos de la chica, lo cierto es que me había precipitado demasiado hasta parecía yo la slytherin aquí, negué con la cabeza lamentándome por el sobresalto quizás no tenía que haber actuado así, simplemente me lo preguntó bien, llevé una mano a mi pelo para peinarmelo hacia atrás con la vista al suelo de madera del puente, volví a alzar la mirada hacia la chica ~Lo siento me he precipitado ~añadí reconociendo mis actos, me costaba reconocer mis errores y más con alguien de la casa slytherin.

Arianne iba a comenzar a caminar cuando escucha las disculpas de la Raven. La observa para poder ver algún rastro de burla en sus ojos pero se da cuenta que era sincera. Bufa al saber que tenía que agregar algo, pero lo primero que se le ocurría era una burlesca frase.

"No, no" comenzó a pensar, regañándose, "habías quedado que no se mofarías."

―Tranquila ―dice, haciendo un gesto con su mano para quitarle importancia al asunto. A ella no le gusta disculparse, por lo que tampoco le agrada que lo hagan, al menos claro que se vaya a reir de esa persona―. Tampoco es para tanto, una mala reacción la tiene cualquiera.

Y eso era verdad, aunque Arianne se preguntaba el porqué se lo había dicho a aquella desconocida. Se encoge de hombros al no tener respuesta y prosigue a hablar.

―Soy Arianne Sinclair ―comenta estirando su mano para que la estrechara. Saber el nombre del otro es de real importancia para ella, podrá saber el cómo debe actuar―. ¿Y tú eres?

La miré con los ojos llenos de sinceridad esperando a ver su reacción y esperando por su parte que ésta fuera positiva, no tenia ganas de pelea y menos con aquel temporal de frío que hacia, al escuchar su primer comentario algo dentro de mi se quito un peso de encima un peso que ya no quería cargar más, escuché su segundo comentario pensando en lo que dijo, aquella rase estaba repleta de razón me quedé unos instantes pensando en ello de modo que la chica decidió proseguir hablando, escuché su nombre con atención ~Yo soy Lucy Bronw ~le correspondí su saludo estrechándole la mano de forma amigable con una leve y fina sonrisa en mi rostro ~ Y respecto a lo de la frase anterior tienes razón ~ concluí aún estrechándole la mano, aunque a primeras no me dió muy buena espina tal vez podríamos llevarnos bien.

"Lucy Brown", repite, tratando de reconocer el nombre de ella, pero como se estaba volviendo costumbre nada llegó a su cabeza. Frunce el ceño levemente por ese hecho, pero lo deja pasar, tenía otro nombre para decirle a su padre. Y Arianne espera que él se digne pronto a comunicarse, que si sigue conociendo gente así como va, ya pronto se le olvidarían.

―Por cierto, ¿ibas a la lechucería? ―le dice ella, tratando de mantener una conversación amigable―. Te pregunto porque casi está congelada y es peligroso.

Sí, estaba dando un buen consejo, pero aunque no muchos lo crean, Arianne puede ser buena. Ya, ella siempre saca un provecho de todo, tal vez la chica ser de ayuda en un futuro no muy lejano.

Arianne mantiene una sonrisa tranquila, actuar de esa forma mantiene una faceta de ella que no había tenido la necesidad de mostrar. Sin embargo, se ha dado cuenta de que es momento de hacerse de aliados, de personas que estén a su lado, por mucho que le agrade trabajar sola. No es momento de darse el lujo de que a todos no les agrade.

—¿Y por qué no hechizas tus zapatos? —pregunta curiosa, al darse cuenta de lo que la chica había dicho—. Así te evitas caídas y... visitas a la Enfermería.