Algo valioso que recuperar (Elianne)

Maldición. Joder, joder, joder, joder. Era lo único que podía pensar ahora mientras apretaba fuertemente la herida sangrante de mi brazo. Sólo a mi se me podía ocurrir dar una vuelta cerca del bosque prohibido a estas horas de la noche...en medio de mi tranquilo paseo había aparecido una de aquellas arañas tamaño industrial, a las cuales yo les tenía completo pavor. En un intento de retroceder y defenderme, lo único que había conseguido era cabrearla y como regalito me habia llevado un señor picotazo en el brazo, el cual ahora sangraba. No sabía ni como narices había conseguido huir de allí. Me apoyé contra uno de las paredes del colegio, algo mareada por la perdida de sangre.

Intente tranquilizarme, tocando el colgante que llevaba en mi pecho. El problema vino cuando por más que tanteaba por mi torso el colgante no estaba allí. Mi cara empalideció visiblemente-No, no, no, todo lo que quieras menos eso...-simplemente, no podía perder aquello: dejando aparte de que era el símbolo de que pertenecía la familia Scarlet, era uno de los regalos que me había dejado en herencia mi abuelo.-Joder, debe de haberse caído mientras corria..Auch.-murmuré para mi misma, apretando mas fuerte la herida de mi brazo-Tengo que recupera...-callé de golpe, al escuchar pisadas no muy lejos de mi y ver aproximarse una sombra. No debería haber nadie a aquellas horas de la noche rondando por el castillo, así que preferí seguir oculta entre las sombras y rezar por que no se percatase de mi presencia.

Elianne estaba en el bosque por motivos evidentes: necesitaba mejorar sus hechizos de artes oscuras. Estaba obsesionada con intentar conseguir más habilidad aprendiendo a defenderse y como en el bosque prohibido había de todo...

Elianne escuchó una respiración profunda y agitada. se acercó a un arbusto y...

-¿Mirajane?- Exclamó Elianne sorprendida. Se acercó a la chica y vio que tenía un brazo lleno de sangre. -¿Qué mierda te pasó?-

Noté como mis músculos se tensaban a medida que la figura se acercaba hacía mi. Lo que me faltaba. Solo cuando estuvo a un metro de distancia pude relajarme y comprobar que se trataba de Elianne, una de las compañeras de mi casa. Respiré profundamente. Cuando ella consiguió reconocerme, me preguntó por lo que estaba pasando.

-Una jodida araña del bosque prohibido...les tengo fobia-no era una chica dada a decir palabrotas, pero de vez en cuando y cuando la situacion me sacaba de quicio, me salían practicamente solas-No es nada grave. Échame un Episkeyo y estaré como nueva. Yo no me atrevía porque estoy un poco mareada por la falta de sangre y no quería arriesgarme a quedarme sin brazo-le expliqué.-¿Que es lo que haces tú aquí?

-Sí, la verdad es que dan un poco de miedo. He leido que son la colonia más grande de europa.- Respondió Elianne. Cogió el brazo de la chica y le lanzó el respectivo hechizo curativo, la herida se cerró pero la sangre quedó allí, gelatinosa y apunto de coagular. Murmuró otro de limpieza curativa y Mirajane quedó como nueva. -¿Yo? Vine a dar una vuelta, me encanta el bosque en esta época del año.- Respondió,admitiendo indirectamente que era una mentira pero que no diría nada más. -[b]¿Qué sucede? ¿Por qué esa cara de preocupación?

Observé detenidamente como Elianne curaba con facilidad mi herida, también ocupandose de quitar los restos de sangre que quedaron por mi brazo. El dolor por fin había desparecido, gracias a dios-Gracias- le agradecí, sonriendo levemente. Oí como respondía a mi pregunta, frunciendo el ceño ante su respuesta. Sospechaba que no era pro eso por lo que andaba por allí, pero tampoco era asunto mío así que no le dí más vueltas.

-Verás...-resoplé fuertemente- se me ha perdido una posesión muy valiosa. Debe de haberseme caído cuando huía de aquel maldito bicho, supongo-me expliqué- así que no debo perder el tiempo, tengo que ir a recuperarlo-me compuse, quitandome el polvo y la sangre reseca de la capa y sacando mi varita.-Por si lo ves, es un colgante, un pedrusco verde con una S tallada. A no ser que te apetezca inmiscuirte por las oscuridades conmigo a buscarlo...-la tenté. A pesar de no congeniar con las serpientes, sabía como había que tratarlas. No es que Elianne me cayera mal ni mucho menos, era una colega, y a pesar de que no me gustaba hacer uso de nadie, no podía remediar que era terriblemente útil su ayuda en ese momento. Solo la estaba invitando y no pidiendo, al fin y al cabo.

Mmm... Acromantulas. Eso desde luego era un gran avance para sus hechizos defensivos.

-Te ayudo, tía. ¿Para qué si no están las colegas?- le dijo Elianne mientras la ayudaba a levantarse. Mirajane estaba medio desequilibrada pero recuperó su elegancia Slytherin al instante. Ambas empezaron a caminar según señalaba Mirajane hacía la guarida de las arañas.

Elianne aceptó mi propuesta y me tendió la mano para ayudarme a levantarme. Una vez equilibrada, comencé a indicar donde podría estar las arañas, mientras miraba sin cesar al suelo por si divisaba mi colgante.

-Pues a ver, el bichejo este vino de aquí-dije, señalando la dirección- asi que no creo que ande muy lejos.-al fin y al cabo, no había pasado demasiado tiempo desde mi incidente. Murmuré un Lumos que encendió mi varita y fui iluminando el camino, siempre apuntando hacia el suelo. Di gracias a que el pedrusco de los Scarlet fuese relativamente grande y no muy difícil de ver.-Espero que lo encontremos pronto. No me apetece encontrarme más criaturitas de estas y cada vez que pienso en las arañas me recorre un escalofrío...Ugh-maldita fobia, realmente les tenía un asco impresionante a aquellas arañas.

Elianne siguió buscando al rededor, miraba con suma atenció pues sabía lo importante que era el medallón para Mirajane... Creyó ver algo brillando en el suelo cuando lo escuchó: una rama crujiendo. Se giró y se encontró con una araña, de esas de tres o cuatro metros, con una acromantula.

-Jodida mierda- Se quejó mientras cogía a Mirajane de un brazo y empezaban a correr.

Ambas seguíamos buscando con toda nuestra atención mientras nos sumergíamos cada vez más en el bosque prohibido. De repente, escuché maldecir a Elianne y me cogió del brazo para salir corriendo. No me di cuenta de lo que pasaba, hasta que me gire y ví una de esas asquerosas arañas tamaño industrial frente a nosotras.-Mierda...-maldije yo también mientras echaba a correr.

Las dos corríamos tanto como nos daban los pies, pero no era suficiente, el bicho casi corría más que nosotras y no nos quedaba otra. Sentí un escalofrío de asco al pensar que pasaría si se acercase un poco más. Me giré sin previo aviso y grité-¡Araña Exumai!-tuve suerte ya que me salio bien y un gran resplandor salio de la varita espantando al arácnido. Respiraba muy fuerte debido a la carrera, asi que me apoye en un árbol para recuperar el aliento-Oh dios, eso ha estado cerca...-dije, girándome hacia Elianne, la cual estaba igual de exhausta que yo-Nos hemos desviado un poco, así que estate alerta, no sabemos que narices puede aparecernos ahora.-era lo más sensato dado que millones de criaturas poblaban aquel bosque-Bueno, ¿seguimos?-le pregunté, una vez hube recuperado mi respiración habitual.

-Sí, ¿pero dónde estamos?- Preguntó Elianne. En su carrera a toda velocidad no se había fijado por donde estaban. Elianne se fijó en el paisaje y vio algo que llamaba ligeramente la atención. Era de un verde brillante, probablemente una esmeralda.

-¿Ese es tu medallón?- Preguntó, desconcertada.

Elianne me preguntó por mi medallon y súbitamente me giré para mirar a donde ella me estaba indicando. Ví algo verde brillando, y me acerqué rápidamente, agachándome. Enganchado en un arbusto, distinguí mi medallón, algo lleno de tierra y con la cadena rota. Suspiré aliviada: Lo había encontrado, por fin. -Sí, lo es-Le quité la arenilla con los dedos de la mano y me lo guardé dentro de la túnica, cuidadosamente-Menos mal...pensaba que iba a darme algo si no lo encontraba-era una de las cosas que me habia dejado mi difunto abuelo, y sinceramente no sabía que habría hecho si lo hubiese perdido.

-Bueno, entonces ya podemos salir de aqui...-dije, girándome hacia Elianne-Gracias por tu ayuda-le agradecí, sonriendo-¿Nos vamos? Espero que no nos encontremos nada más por aqui.