Solo[Gael]

Era fin de semana y todo mundo había salido nuevamente al pequeño pueblo que estaba cercano a Hogwarts, como ya lo había hecho en varias ocasiones esta vez tomé una dirección diferente alejándome del castillo, tal vez no era inteligente hacerlo últimamente todo era un poco más peligroso pues era bien sabido que los mortífagos se estaban reagrupando, pero eso no me importaba mucho, hacía tiempo que había aprendido a desaparecerme y aunque todavía no pudiera hacerlo de forma legal pues los aures llegaban después de notar que un menor de edad se había desaparecido y también sabía defenderme bastante bien, hacía frio pero no tanto como otros días por lo que solamente llevaba un sueter no muy grueso encima de mi camisa, no llevaba guates pero si una bufanda azul, con un águila dibujada en uno de los extremos, y un pantalón de mezclilla negro.

Comencé a caminar y caminar, no sabía por cuanto tiempo, pero el sol me decía que no mucho, estaba entrando en calor y de hecho unas pequeñas gotas de sudor podían recorrer mi cabeza, había llegado a lo que parecía ser una montaña, con el camino muy pedregoso, de pronto llegué a lo que sería un pequeño acantilado que daba a un lago cristalino, pero parecía a punto de congelarse, me entraron muchas ganas de nadar y sin embargo tenía miedo de que me enfermará, podría intentar hacer algo de magia, pero corría el riesgo de que los del ministerio se enteraran de que había hecho magia fuera de Hogwarts, bueno podría lanzar un pequeño hechizo, solo uno, total después si es que llegaban a enterarse podría ocupar mis fuentes en el ministerio para librarme del castigo, no, no podría hacer eso, por lo que me contenté con bajar caminando, hasta llegar al lado del lago y ya ahí pude distinguir a un chico leyendo, eso no era muy normal, por lo que tomé mi varita como precaución.

¿Hola? – pregunté con un deje de inseguridad, mientras me acercaba caminando hacia el chico.

Escuché las palabras del chico mientras me acercaba y al verle bien la cara imágenes borrosas vinieron a mi mente como si me dijera que ya lo conocía, pero no estaba seguro de donde todo recuerdo de él parecía borroso, recordaba un poco de agua y también a Lili y a un hipogrifo alado, pero no recordaba su nombre si es que me lo había dicho, tampoco recordaba a que casa pertenecía y de hecho en general el recuerdo que tenía sobre él era muy vago, algunas palabras que le dedicó a Lili sobre si era mi amiga no debería dejarme beber había sido un poco amable, y astuto por su parte en realidad tenía razón, el beber me hacía daño y era un completa estupidez pero nadie es perfecto.

Había bajado la varita y en vez de continuar acercándome al chico me acerqué al agua del lago que teníamos delante de nosotros, el agua siempre me llamaba la atención y esa me estaba pidiendo a gritos que me metiera a nadar en ella.

Pues aquí me han traído mis pasos – le dije al chico mientras me hincaba para tocar el agua del lago y resultó que si estaba bastante frio y la única forma de meterse en él sería calentando el agua mágicamente y lo tenía prohibido fuera de Hogwarts – creo que te debo una disculpa por el estado en el que me encontraste el otro día, no siempre estoy así sabes…

Si trataba de explicarme pero podía notar que mi explicación era vaga y posiblemente no serviría de nada pues el chico ya se había formado una idea de lo que yo era así que no podía hacer mucho, solo esperar que entendiera un poco que no siempre me encontraba tomando, ni mucho menos era de las cosas que prefería no hacer.

Escuché las palabras del chico mientras movía la mano que tenía dentro del agua de un lado al otro jugando con ella, se me estaba entumiendo pero era divertido hacerlo, sabía que pronto tendría que sacarla para no tener un problema con el flujo sanguíneo en la mano, las palabras del chico parecían sinceras aunque no podía saber cuánto, tampoco podía dar por hecho que no se había hecho un juicio sobre mi conducta aunque parecía entenderme, de pronto mi mano se comenzó a calentar, al principio no lograba entender porqué se calentaba y después me di cuenta de que toda el agua del lago se estaba calentado por lo que comencé a buscar explicaciones a esa reacción del agua, al principio pensé que abría sido yo involuntariamente pero eso era ridículo no podría hacer eso, después me di cuenta de que mi acompañante era también un mago y no sabía su edad por lo que fácilmente pudo haber conjurado algún hechizo para calentar el agua, por lo que le dirigí una mirada analítica mientras no podía evitar esbozar una pequeña sonrisa.

¿Has sido tú el que calentara el agua? – le pregunté divertido mientras me mojaba un poco la cara con el agua.

Me había encantado el gesto del muchacho que me acompañaba, parecía que me había leído la mente, sus palabras las pasé un poco por alto tal vez mi paranoia estaba yendo demasiado lejos, sonreí un poco pues podría mojarme en el agua y jugar un poco con ella, rápidamente me quité ambos zapatos sin preocuparme por desamarrar las agujetas, no estaba de ánimo para andarme tardando en esas pequeñeces más tarde podría desamarrarlas para ponerme los zapatos aunque seguramente estaría mojado y con mucho más frio y menos ánimo de hacerlo pero ya se vería ahora lo importante era el agua calientita que me esperaba a tan solo unos centímetros de mí. Cuando terminé de quitarme los zapatos continúe con el suéter que llevaba puesto, y seguido de este había una camisa la cual no me molesté en desabrochar los botones, simplemente igual que había hecho con el suéter la pasé por encima de mi cabeza, dejando mi torso no tan marcado como otros chicos pero si esculpido desnudo y sintiendo el frio de la atmósfera pegarme de lleno, la carne se me hizo de gallina, sentía que si me tardaba un poco más comenzaría a temblar. Después de la camisa continué por quitarme el pantalón negro, desabrochándolo y sacándolo por debajo de mis pies, tomé el montón de ropa y lo aventé un poco lejos del lago para que no se mojaran. En ese momento dudé un poco pues tenía mis bóxers azules con figuritas de sirenas por todas partes, y me di cuenta que el chico también estaba pensado en meterse al agua, pronto mi cara se vistió de un ligero rojo, sabía que mis bóxers también se iban a mojar si me metía así al agua pero no estaba seguro de que me agradara la idea de que me viera completamente desnudo y no estaba seguro de que le agradara la idea, un pequeño viento helado soplo, lo sentía más frio que de costumbre porque estaba semidesnudo de todas formas me vería desnudo de una forma u otra pues al salir tendría que quitarme los bóxers pues me haría daño si me ponía la ropa encima de estos mientras estaban mojados, por lo que la idea más racional aganó, me quité los bóxers y tontamente me cubrí con una de las manos mientras aventaba el bóxer al resto de la ropa. Seguido de esto corrí hacia el agua cubriéndome con ambas manos para evitar que el chico viera algo hasta que el agua me cubriera hasta la cintura. El agua estaba tan calientita que me daban ganas de quedarme allí un buen rato.

Gracias por calentar el agua – le dije para después sumergir mi cabeza en el agua y mojarme completamente el cuerpo y luego sacar solamente mi cabeza para observar lo que hacía el chico.

Había comenzado a nadar, alejándome cada vez más de la orilla en la que se encontraban nuestras cosas, el agua comenzaba a hacerse más profunda, el chico se había desvestido con una inusual calma, posiblemente hubiera ocupado un hechizo para evitar el frio que hacía, era un lastima yo no poder hacer algo así, me había alejado mucho de la orilla cuando me fui a dar cuenta y también del chico que parecía disfrutar mucho del agua al igual que yo. Pero ahora quería saber que tan profunda estaba el agua, así que le dediqué una ligera sonrisa a mi compañero, tomé una gran bocanada de aire y con un impulso me sumergí en el agua abriendo bien los ojos para encontrarme con que el lago era más profundo de lo que pensaba, no alcanzaba a ver al chico que había calentado el agua, pero ahora mismo me llamaba más la atención ver el fondo que buscarlo a él, por lo que me seguí sumergiendo, sintiendo como si algo comenzara a apretar mis pulmones ligeramente, al fono pude distinguir pierdas de todos los tamaños y formas, similares a las que había al entrar en el agua. El aire me empezaba a faltar, no sabía cuánto tiempo había pasado sumergido, pero si sabía que era mucho tiempo pues era una de mis cualidades, había aprendido a aguantar mucho la respiración desde pequeño. Comencé a subir rápidamente a la superficie, notando la luz que pasaba por el agua era hermosa esa imagen siempre me había gustado como se veía… Cuando salí al aire di una gran bocanada de aire mientras salpicaba un poco de agua a mí alrededor, también buscaba con la mirada a mi acompañante era obvio que no me iba a atacar pero sabía que si se iba el agua comenzaría a ponerse fría y bueno no era mi idea morir congelado en un lago, todavía me quedaba mucho por hacer.

Había salido precipitadamente y el pelo se me había apoderado de mi cara, haciendo que no pudiera ver muy bien, pero aún así distinguí a el chico que me acompañaba que momentos antes se había recargado contra una roca, ahora había comenzado a nadar y por alguna razón avanzaba despacio hacía mi, decidí no prestarle mucha atención a este hecho por lo que simplemente me contenté con comenzar a dar pequeñas brazadas, haciendo círculos, me hubiera encantado nadar boca arriba para descansar un poco pero por obvias razones no podía hacer eso además de que me daba mucha pena no era correcto por una infinidad de razones, por lo que me contenté con seguir nadando un poco, eso hasta ver que el chico se había acercado más de lo que abría esperado y en ese momento mi cara se volvió completamente roja, yo simplemente esperaba que el chico no lo notara, y si lo notaba que pensara que fuera por el calor del agua y no por el saberlo cerca conmigo desnudo. Me hiso una pequeña pregunta, no sabía mi nombre y ahora que caía en la cuenta yo tampoco sé el suyo.

Me llamo Gael, Gael Taladius – dije tímidamente mientras movía mis pies para no hundirme y lo seguía con la mirada – y ¿Cuál es tu nombre?

El chico se presentó como Peter, también su cara había adquirido un pequeño tono rozado, no se comparaba con el mío y lo más seguro es que fuera por cuestión de el calor del agua, no como me pasaba a mí que estaba incomodo porque me gustaba estar de esa manera con los chicos, era algo que no podía explicar muy bien y tampoco tenía ganas de hacerlo así que cuando vi que se alejaba un poco pude suponer que era porque había notado mi tono rojizo, no quería dejar que la conversación muriera por una estupidez que tenía mucho que ver con mi psicología, por lo que en vez de dejar que se fuera le lancé un poco de agua, devolviéndole el que él me había lanzado.

Me la debías – le dije con tono divertido, mientras le salpicaba nuevamente – y esa corre por cuenta de la casa.

El chico pareció notar el agua, aunque era súper obvio que iba para él, he intentó poner cara de enojado pero por el contexto podría decir que se estaba divirtiendo igual que yo, por lo que a sus palabras solté un pequeño bufido, mientras comenzaba a lanzarle agua, al mismo tiempo que él me la lanzaba a mí, eso era muy divertido, además de que él parecía competitivo, le daría toda la lucha posible además de que tampoco me gustaba perder. El agua había comenzado a moverse brutalmente, mientras nos acercábamos mutuamente para darnos mejor con el agua, llegó un ponto en el que apenas podía respirar y los chorros de agua chocaban entre sí, por lo que tomé una pequeña cantidad de aire para sumergirme en el agua… tenía un plan maestro para desorientarlo. Me sumergí lo más que pude y nadando muy rápidamente tomé sus dos pies y lo jalé hacia abajo del agua, haciendo que se sumergiera, mientras yo con el mismo impulso me movía hacia arriba para tomar un poco de aire que me hacía falta, con una sonrisa en el rostro.

Se había hundido mientras yo había salido a tomar una gran bocanada de aire, pero no contaba con que él se me tirará encima, rodeó mi cuello con uno de sus brazos mientras con el otro me agarraba las manos en la espalda, en mi cara se había formado una sonrisa inevitable, era tan divertido hacer ese tipo de cosas que aunque pudiese resultar un poco tonto eran de las cosas que más divertían. Ahora necesitaba pensar cómo salirme de esta pues el chico me tenía bien agarrado, no quería perder contra él por lo que mi mente trabajó deprisa tratando de encontrar una salida mientras el aire de mis pulmones se acababa, seguramente los del chico también estarían agotándose y lo único que se me ocurrió fue hacer una pequeña prueba de resistencia.

Con mis piernas envolví su cintura, agarrándolo fuertemente pero sin hacerle daño y luego con un movimiento de cadera intenté impulsarnos hacia abajo del agua hundiéndonos más de lo que ya estábamos. Sabía que estaba un poco impresentable pero eso parecía que había dejado de importar y ahora simplemente nos estábamos divirtiendo aunque no podía evitar que el sonrojo que me había atacado hacía unos momentos siguiera presente, pero claro que un poco difuminado por el agua que escondía un poco su color.

Por dentro me reía tanto, no esperaba terminar así, él me tenía inmovilizado así que no podía alejarme de él, era tan infantil que no recordaba que nunca desde que llegué a Hogwarts jugara con alguien de esa forma, de hecho solo lo había hecho con una persona a la cual prefería no recordar en ese momento, hacía tanto que no me distraía de esa manera, era como liberarse de todas las presiones externas, mi mente seguía diciendo que era peligroso, pero algo de mi me impedía romper el juego simplemente era algo agradable que no deseaba por nada del mundo parar. Bajábamos cada vez más algo que me estaba preocupando no sabía si el chico aguantaría mucho tiempo, desde luego yo aguantaría lo más que podría y por lo que había visto el chico también lo haría.

Me acercó más a su cuerpo y el mío reaccionó erizando todos los bellos de mi cuerpo, al mismo, al mismo tiempo que un escalofrió me recorría el cuerpo debido al tacto de los dos cuerpos. Por dentro me moría de la vergüenza y esperaba que el chico no notara esto, mientras soltaba una pequeña risita que se convirtió en una bola de aire que subió a la superficie, dejándome un menos aire del que tenía previsto, ahora tendría que ser yo el que ceda… Pero no sabía cómo hacerlo, me tenía completamente agarrado, además de que me tenía del cuello así que no podía moverlo tampoco como había planeado antes, al menos le mordería el cuello y seguro me soltaría, pero como estaba no podía hacer eso. Mi mente trataba de buscar una solución al pequeño problema, lo primero fue soltarle la cintura, comencé a forcejear con las manos pero obviamente eso no serviría de nada por lo que dejé de hacerlo, comenzaba a quedarme sin aire… Por mi menté pasó el morderle el brazo que estaba agarrando mi cuello pero estaba demasiado abajo como para morderlo. Podría patearle pero no quería hacerle daño. Moví mi cabeza hacia atrás apoyando la parte de atrás de mi cabeza en su hombro, si no se daba cuenta de lo que estaba por hacer saldría libre, giré mi cabeza hacía su cuello y abrí un poco la boca, acercándome a este y dándole una pequeña mordida/chupetón, era lo único que se me ocurría lo más probable fuera que su reacción fuera de liberarme o empujarme, así que si eso pasaba simplemente sonreiría y saldría al aire, para respirar un poco, si no ocurría tendría que pensar en otro plan.

Mi pequeño plan no había funcionado, simplemente él ni se había inmutado… ¿Qué clase de chico es este? Me preguntaba mientras trataba de encontrar el porqué de su falta de reacción, cualquier otro se hubiera apartado de golpe ante eso pero al parecer ese chico no le importaba que lo mordieran en el cuello, tal vez en mi afán por no lastimarlo lo había hecho demasiado suave y apenas lo había sentido, no encontraba otra explicación más que no fuera normal, tal vez podría ser un vampiro pero era de día por lo que esa explicación se fue por donde llegó, lo más probable era la primera opción, aunque tal vez, cabía la posibilidad de que no fuera como los otros chicos a los que les disgustaba que… Borré la idea de mis pensamientos era ridículo, las posibilidades de que eso pasara eran mínimas, era bastante difícil.

No me había dado cuenta, estaba tan inmerso en mis pensamientos que apenas notaba que estábamos subiendo, no me di cuenta si no hasta que un rayo de luz nos iluminó, me encantaba ver la superficie del agua cuando estaba bañada por rayos solares, era un espectáculo muy hermoso a mi vista, simplemente me fascinaba verlo, por lo que mientras subíamos mi mirada se centró en lo bonito que se veía aquello, intentado ignorar que estaba por perder el conocimiento debido a mi falta de oxigeno, aunque por alguna extraña y perturbadora razón le tenía confianza a ese chico pensaba que no me iba a dejar allí. Por fin sentí el aire y entonces respiré profundamente, también escuché al chico que respiraba…

Es trampa, no pude aguantar la risa – le dije con todo divertido mientras notaba que me seguía agarrando - ¿No tienes para cuando soltarme verdad?

La pregunta me había salido demasiado espontanea para mi gusto, la verdad es que no me disgustaba en nada estar así, pero de todas formas era algo incomodo la posición en la que estaba, aunque sabía que forcejeando no ganaría nada…

Habían salido y yo había tomado un gran bocanada de aire, para después hablar, el chico me había contestado en el mismo tono juguetón y no pude reprimir una gran sonrisa, del alguna forma me encantaba este juego, no sabía exactamente por qué pero así eran las cosas, dijo que no pensaba soltarme y después me preguntó si quería que me soltara, la verdad es que no quería que me soltara me gustaba como estábamos y de alguna loca manera era una maravilla, ahora tendría que contestarle algo que no sonara como en mi cabeza sin que fuera mentira…

Pues no sería divertido se me soltaras porque yo te lo pidiera –le dije mientras pensaba en qué hacer para continuar con el juego…

La respuesta vino a mi cabeza de inmediato, estábamos muy juntos y mis manos podían tocar su torso, por lo que con mover los dedos debía bastar para hacerle un poco de cosquillas aunque no estaba seguro de que esto pasaría pues ya se había resistido a la mordidita en el cuello, así que además de las cosquillas le tenía que hacer otra cosa… pero nada se me ocurrío por lo que simplemente me dediqué a intentar hacerle cosquillas.