Comiendo (Gael)

Después de un día tan productivo, tenía hambre así que como ya era hora para la cena, entré al Gran Comedor. Mi dirigí a la mesa de Gryffindor y me senté en mi silla de siempre. La mesa estaba llena señal de que los elfos ya se habían encargado antes de que los alumnos llegasen a comer. Los alumos de las demás casas también estaban sentados en sus mesas. Al parecer la gente tenía hambre.

Me llené el plato y comenzé a comer.

Ya hacia hambre y el día había sido muy agotador y eso que todavía no había empezado las clases, tendría que acostumbrarse al ritmo de la vida y no estar revisando el castillo de arriba abajo. Cruzo las grandes puertas del comedor, era la primera vez que entraba en aquel sitio tan extraño lleno de gente con mucha comida demasiada “como podrán servir tanta comida y tan rica” fue lo primero que pensó al ver la comida, era todo muy confuso todavía, apenas conocía el lugar y menos a la gente, empecé a caminar entre las grandes mesas no sabiendo muy bien en donde estaba mi sitio, al final decidí sentarme en la mesa con las banderas azules, esa tendría que ser mi casa y decidí sentarme en el rincón más apartado

Seguía comiendo. Después de pasar ese día en la enfermería tenía un poco de hambre.Que un poco, demasiada. Me serví nuevamente del rico pollo con ensalada xD y después me eché jugo de calabaza. Era el mejor jugo que lo podían preparar. Hace tiempo que no comía tan bien. Al fin y al cabo Hogwarts era mi verdadera casa, ya que de la casa de mis tios ni quiería llegar ni en mis peores pesadillas.

Ví un chico entrar... al parecer era nuevo que no parecía conocer demasiado esto. Por suerte atinó la mesa de su casa. Al parecer era bastante tímido que se sentó en el rincón más apartado de la mesa. La mesa de los Ravenclaw era vecina a nuestra mesa. Como yo estaba al margen de mi mesa estaba cerca de él. -¿Eres nuevo? Volteé mi cabeza a la izquierda y le pregunté.

Estaba sirviéndome la comida, el gran comedor estaba lleno de gente, me sentía perdido entre la multitud, no sabía muy bien si había sido una gran idea dejar las clases particulares en Francia pues esto no se parecía en nada, claro que papá había insistido demasiado, incluso se había mudado a Londres “Diablos tengo que enviarle una lechuza para que sepa que estoy bien”, estaba pensando en cómo se lo estaría pasando el buscando un nuevo trabajo cuando oí una voz que no conocía, y aunque era no era una novedad pues casi no conocía a nadie se me hiso raro que quisiera hablar conmigo. Me volteé para verle la cara “Extraño, ¿Porqué se habrá hecho un tatuaje en la cara conforma de rayo” fue lo primero que pensé “A lo mejor se cayó y es una cicatriz, en cualquier caso no es asunto mío”.

Yo creo que si soy nuevo

Le dije con unas palabras un poco temblorosas “tengo que acostumbrarme a hablar con la gente” pensé

Noté que el chico era bastante tímido. Enseguida ví que me estaba mirando la cicatríz en cuanto le hablé. ¿Por qué será que la gente - a pesar de que pasaron los años - me sigan mirando como objeto de museo... como el niño que sobrevivió a Quién-No-Debe-Ser-Nombrado? Me pregunté para mí mismo. Todas eran preguntas sin respuestas... o por ahora lo eran.

-¡Si necesitas ayuda, puedes contar conmigo para lo que quieras! Le dije ofreciendo mi ayuda. -Por cierto... soy Harry. Me presenté. -¿Y tú? Terminé lo que tenía en la boca y dí un sorbo del jugo de calabaza.

Después de mi respuesta me volteé por un poco de conejo que a mi parecer era delicioso, también me serví algo de Lasaña, tenía que admitir que era lo único bueno que tenía en la Mansión Lumiel, después, para no ser mal educado volví a ver al chico con el que estaba hablando “¿Tan perdido me vi al entrar?, claro si no sabía donde sentarme, bueno igual y me puede decir algunas cosas sobre el castillo”, se llamaba Harry, no había conocido a muchos Harry en mi vida, me pareció un nombre común, el chico parecía bastante amable “¿Será verdad?” pensaba “deja de ser tan paranoico y contesta su pregunta que ya te estás tardando” me repetí a mí mismo.

Mucho gusto dije con un matiz de inseguridad yo me llamo Gael

Sin poder contener mi mente de nuevo me pregunté “¿A quién se le ocurre dibujarse una cicatriz en la frente?” y desvié la mirada hacia el piso

-¡Mucho gusto, Gael! Le dije sonriendo. -Tenías mucha hambre ¿no? Le pregunté, mientras noté su plato que se acaba de llenar. Bueno, yo también me había llenado el plato así que estabamos a mano.

Noté también que estaba mirando mi cicatríz y eso me hizo sentir nuevamente como objeto de museo. Y antes que vuelva a decir algo le aclaré el porqué. Tampoco soportaba las mentiras. -La tengo desde pequeño. Le dije enseñando mi frente. La verdad es que no podía decirle que me la hizo Voldemort.


off: perdon por la tardanza... he estado de guardia en el hospital >.< xD

off: no ay problema n_n

Estaba mirando el piso cuando el chico me dijo que la marca extraña que tenía en la cabeza la tenía desde chico entonces seguramente no habría elegido hacérsela pero aun así me seguía llamando la atención, mi curiosidad era grande, pero no tanto como para preguntar sobre ella, dijo un comentario sobre mi plato, y si que tenía hambre hoy había sido un día bastante complicado y gasté muchas energías.

Si, es que tengo un poco de hambre- le dije tomando un bocado de lasaña- pero tu tampoco te quedas atras

Estaba seguro de que mi explicación no lo convenció y quiería saber más sobre mi cicatríz. Pero en este momento no pensaba hablar con nadie sobre eso. Quizás, en unos días, me anime a platicarle sobre lo que pasó. Pero por el momento no confiaba ni en mi propia sombra.

La discusión desvió hacia la comida. -Sí... es que con las clases que tenemos dan hambre. Sonreí y le dí un bocado al pollo que me lo puse en el plato. -Pero los postres son los mejores. Creo que hoy tenemos pastel de calabaza con jugo de calabaza. ¡Mmm...! Para chuparse los dedos. Le dije sonriendo.

Lo escuche, sonaba algo raro yo nunca había probado comida así, pudiera ser porque vivía en Francia o porque simplemente era comida que comían los magos, no estaba seguro pero no perdía nada probando un poco del postre que según el chico que me acompañaba estaba bastante rico.

Vale entonces guardaré un poco de espacio para el postre- dije esto y acto seguido me metí un gran bocado de conejo- bueno ya veré que tal me va en las clases- no estaba seguro de si seguiría el ritmo de la escuela pues yo había aprendido de una manera muy diferente, pero eso estaba por comprobarse- espero acoplarme bien a las clases

Sonreí al escucharlo. -Mmm... te recomiendo que no comas mucho ya que en la noche después te puede agarrar el estómago. Eso núnca me ha pasado, pero Hermione me lo dijo ya que sus padres eran médicos.

-¡Ya verás que sí! Lo animé. -Además tenemos buenos profesores. Añadí. -¿Asististe a alguna clase? ¿Qué te parecen? Le pregunté. -Cláro, si necesitas ayuda bien te puedo ayudar. Le dije. -No soy el mejor, pero Hermione y yo te podemos ayudar. Terminé mi pollo y me serví otro con la ensalada y el pure xD.

Terminé de comer el conejo antes de contestar a las preguntas que me hacía Harry, el conejo estaba delicioso, me limpié la boca y le conteste.

Pues si he entrado a la clase de pociones- le dije tomando un pequeño bocado de lasaña- y bueno es interesante, creo que soy bueno en pociones- le dije y acto seguido me acabe la lasaña de un bocado.

Tomé un trago de jugó de calabaza, nunca había probado uno en mi vida por lo que el sabor era nuevo y claro eso se reflejo en mi cara con un aire de felicidad y un toque de fascinación, cualquiera a simple vista diría que en mi vida había tomado jugo de calabaza y estaría en lo cierto.

Gracias por la ayuda- le dije tomando otro sorbo de jugo y haciendo la misma expresión

Escuché lo que dijo de la clase de pociones, mientras me servía un poco de lasaña también. -¡Hay que probar de todo jeje! Sonreí.

-Bueno, pues la profesora me parece mejor que Snape. En primer año, Snape era tremendo...! Suspiré. Aún recordaba como gozaba torturarme a mí y al pobre Neville.

Bebió del jugo. Por su cara, me dí cuenta que tomaba por primera vez. -¿Está rico? Pregunté, aunque seguramente por su cara la respuesta vino afirmativa. -¡No hay de qué! Para eso somos los amigos. Le sonreí. -Porqué sí somos amigos ¿verdad?

Terminé el sorbo y acabé con la lasaña, Harry me pregunto si el jugo de calabaza estaba rico, indudablemente era cierto, nunca había probado ese jugo, posiblemente habría otras cosas que no he probado del mundo mágico, pero las descubriría poco a poco.

Snape, no lo conozco puede ser que allá sido lo mejor que no esté- dijemientras bebía otro sorbo del jugo de calabaza que tanto me había gustado- nunca había probado una cosa así, sabe delicioso- le dije mientras dejaba el baso en la mesa- después menciono la amistad, era un concepto algo difícil de asimilar, hacía apenas 72 horas pensaba que sería uno de esos que dejan de lado, pero ahora ya había conocido a gente bastante amigable, lo mire y pensé que no podría ser tan malo- claro

Terminé la comida y me serví un poco de los dulces y pasteles que habían en la mesa. Me tomé un poco de jugo de calabaza que me gustaba demasiado. Núnca había comido tan delicioso. Odiaba las vacaciones de verano cuando las pasaba con mis tios.

-Snape no es tan malo... sólo hay que saber llegar a su corazón. Le dije. -Yo, por lo menos el año pasado logré hacer que me entrenára con él y la verdad no es tan malo como lo creía en mis primeros años aquí al castillo. Hize una pausa corta, tiempo que me comí unas galletas y bebí un poco de jugo de calabaza. -Fue compañero de mis padres cuando ellos estudiaban aquí... antes de que Vold... Paré en seco ya que no le había contado mi historia. Prometí hacerla en la cabaña de Hagrid cuando estabamos solo nosotros dos. -Antes de que murieran. Finalizé la frase.

Yo no conocía al profesor del que estábamos hablando así que lo que le hubiera pasado tampoco lo conocía, pero después mencionó otro nombre o parte de él no estaba seguro pues se calló cuando lo estaba pronunciando, ahora mismo no sacaría el tema, si no quería hablar no lo obligaría.

Lo siento- le dije acabándome lo que tenía en mi plato- no…no lo sabía

-¡No te preocupes! Sonreí y cambié de tema. -Ehh... ¿qué quieres hacer después de comer? Pregunté. -Podemos ir al lago a ver si existe ese calamar gigante del que me habló Ron. Me dejó una tarea hasta que él llegase... averiguar si existe o le mintieron Fred y George.

Calamar gigante, gente del agua, pasadizos secretos el castillo lo tenía de todo, el lugar seguro me iba a encantar, ahora mismo pensaba en las muchas cosas más que escondería el castillo.

Claro vamos a ver si es cierto- le dije animado por la idea de tener algo que hacer

Me gustó su ánimo de ir a descubrir cosas... con cada día que pasaba descubría más cosas, y este chico se parecía demasiado a mí... por lo menos en lo curioso.

Terminamos de comer. Me limpié con la servilleta. -Bueno, pues como prefieres... podemos ir ahora o nos quedamos unos minutos más para que la comida se acomode. Le dije.

No sabía que era mejor, había comido mucho y por el ejercicio de nadar, podría ser que vomitara nadando y no quería que eso pasara, pero sin embargo podríamos caminar hacia el lago para bajar la comida y espera un rato en los alrededores del lago.

Pues si quieres vamos poniéndonos en camino- le dije algo pensativo- así se nos baja la comida

Sonreí y al final le dí la razón. Me levanté. -Bueno, pues por mí perfecto! Le dije, mientras salíamos del Gran Comedor para ir al lago.

off: abro ? ^^

Off: plis n_n