Siendo buenas Slytherins [Arianne Sinclair]

Parecía mentira que hubiese sido tan sumamente fácil echar a los Slytherins, cada vez le daban más asco, casi hubiese preferido ser una... Beauxbaton en ese momento. Elianne y Arianne solo habían tenido que decir fuera, con ese tono de voz tan frío como el polo norte, y de repente Slytherin solo era una Sala Común son dos chicas sentadas en las butacas verdes más cercanas a la chimenea.

-Esto confirma totalmente mi teoria. De haber sido buenos Slytherins se habrían reído en nuestra cara, en cambio escogieron la solución más cobarde: huir.- Dijo Elianne quejandose. Segun lo planeado el veritaserum debería funcionar enseguida. Sonrió mientras esperaba la respuesta de Arianne.

—Era lo mejor para ellos —dice ella quitándole importancia—, saben perfectamente que por mi parte nada sacan con hacerme enojar. No soy una chica agradable cuando estoy realmente de malas.

Arianne se dio cuenta que habló demás, miró intensamente a la otra Slytherin y sonríe divertida. ¡Vaya! La chica tiene agallas, si es lo que cree que piensa Arianne tendrá un grave problema por delante con su padre.

Elianne le devolvió una sonrisa satisfecha: Arianne había picado con el viejo truco del veritaserum en el chocolate, casi se sentía decepcionada de lo fácil que había sido.

-¿Te gustó el chocolate?- Preguntó irónica, sabía que el veritaserum duraría una hora o dos pero no quería malgastarlo... Así que haría una prueba y luego iria a lo interesante.

—He probado mejores —le responde de la misma forma—, aunque lo interesante de este es que lleva cierta poción que el Ministerio regula..

Arianne había caído estúpidamente, pero será divertido ver qué es lo que intenta sacar de ella. Sonríe de medio lado, talvez no podría salvarse de todas las preguntas pero su padre le había enseñado lo suficiente como para lo menos evitar lo necesario. ¿Cómo creen que él se salvó de su juicio? El veritaserum no es infalible, y Arianne se procuparía de demostrarselo a la chica.

—Entonces me imagino que algo quieres saber. —La mira divertida y continua—. Soy toda lengua.

-Bueno, sí, he leido por ahi que el chocolate es al único alimento al que puede cambiar el sabor, pero, si te consuela, mi veritaserum es de cosecha propia.- Respondió Elianne sonriente.

Empezaba la guerra psicológica.

-¿Qué opinas de mi? ¿Qué opinas de Voldy? ¿Qué opinas de la guerra? ¿Vas a ser mortífaga?- Elianne trató la tecnica de bombardear con preguntas para que no tuviera tiempo para pensar una respuesta que no fuera verdadera.

—Entonces... ¿estás segura que funciona? —No podía mentir, bueno, no lo hacía, Arianne de verdad pensaba eso.

Al escuchar las preguntas de la Slytherin, Arianne sonríe divertida, ¡como si esas preguntas fuesen un problema para ella! Por lo que tranquilamente se dispuso a decir la verdad -¿le quedaba de otra?-.

—Eres una chica astuta que sabe qué hacer, me agradas a pesar de utilizar una poción, puesto que de todas formas hubiese sido sincera, no tengo problemas en decir lo que pienso, querida. Con respecto al Señor Tenebroso y su guerra, él es un mestizo con ansias de poder, pero si seguirlo significa cumplir mis objetivos no tengo problemas en que haga lo que quiera con el mundo.

La voz de Arianne era divertida, su padre le había hecho tomar la poción en una ocasión sólo para asegurarse de que ella no sabía del paradero de su madre. De esa ocasión a esta, se sentía muy diferente, ahora acostumbrada a decir lo que piensa sobre todo si son Slytherin no le es un problema hablar del tema del Lord.

—Y sobre si me uniré a los Mortífagos o no —continua luego de unos segundos pensando—, no lo sé, hay muchos puntos que aún debo ver como para tomar una decisión. Vamos, que no es un club de duelo.

-Desde luego, no es la primera vez que la utililizo, soy de las mejores pocionistas que conozco- Respondió Elianne encongiendose de hombros.

-Bueno, supongo que acabaráss uniendote a los mortítontos al final. No es muy dificil de decir porque es eso o casarte con uno.- Contestó mirando al fuego sin prestarle mucha atención a Arianne.

-Bueno, sólo me queda una preguntita: ¿qué opinas de la sanfre? No sonrías, querida, que es un tema muy serio. Ha habido muertes por el..-Dijo Elianne mirando a la Slytherin directamente a los ojos.

—Insisto —bufa ella pensando que las preguntas que la chica le iba a hacer iban a ser más comprometedoras—, ¿para ésto usaste veritaserum? —comenzó por responder la última pregunta, porque tanto ella como la poción parece que habían acordado que no había más que agregar a lo anterior.

Arianne se levanta de su asiento y mira a su alrededor. Ningún Slytherin a la vista y ella suspira frustrada al ver los inútiles que pueden llegar a ser.

—Para muchos la pureza de la sangre es una completa equivocación, algo inútil, y tal vez tengan razón. Sin embargo, Noir, para mí es muy importante. —Vuelve a su lugar frente a la chica y la mira fijamente—. Más allá de repetir como loro lo que mi padre me enseñó, creo en ella como tu crees en tu habilidad por las pociones. Soy capaz de todo, Noir, de todo, para demostrar la superioridad de mi sangre de la de los hijos de muggles.

-Sí, nunca se saba cuando puede ser necesaria, además, tengo litros y litros escondidios por ahí.-

-Ya lo veo... Sí, eres una más, una pena, la verdad.- Reponde Elianne, aburrida.

-Bueno, el efecto de veritaserum se debería acabar en diez o quince segundos. Espero que, si tienes alguna duda, no te tiemble el pulso para preguntarme. Siempre soy una chica sincera, la verdad es más útil y molesta que la mentira.- Comenta Elianne, mientras procede a escribir el nombre de Arianne junto con los "Loros."

—¡Mentira! —dice ella tranquilamente—. Ni siquiera me conoces chica como para saber si de verdad hubiese omitido información. Soy bastante sincera con lo que me has preguntado, siempre.

No se sentía ni molesta, ni divertida. Como en pocas ocasiones Arianne se siente neutral, ninguna emoción embargaba su pequeña figura.

—Y ya que tu si que eres bastante sincera con todo —pregunta mirándose las uñas—, ¿para qué necesitas esa información?

-No he dicho que no lo fueras, simplemente me interesaba comprobarlo. Es una costumbre habitual.- Respondió Elianne sin alterarse, le daba bastante igual que la Slytherin se sintiera ofendida.

-Estoy haciendo una lista con los futuros mortífagos, tan simple como eso..- Contestó Elianne encongiendose de hombros, Arianne podía sacar las conclusiones que quisiera, la verdad.

Arianne la mira fijamente y sonríe. Ahora entendía a que se debía tanta pregunta inútil y sin mayor importancia. Bueno, que Elianne la coloque en la lista que quiera y que crea lo que estime conveniente. Ella trataría de todas las formas evitar el tener que marcarse, aunque haya veces que piense que su destino está escrito.

Habian pasado veinte minutos ya. Rápido, pero en tus pensamientos todo es más ligero.

—Ya veo —dice la chica, algo curiosa pero nunca al nivel de volver a preguntar en temas que no le interesen—, entonces sacaste mucha información de lo que te dije.

Trataba de recordar de adónde había escuchado el apellido de la chica, y pensó que debería ponerle más atención a su padre sobre ese tema.

—Pues le comentaré a mi padre de lo que ha ocurrido, para que esté al tanto. Ya sabes, nunca confiar en un Slytherin. fue divertido caer en tu juego, chica.

- Tu madre conoce a la mía. Son grandes amigas...- Comentó con sarcasmo. Odiaba todo lo referido a su madre, ella le daba tantísima pena: se había quedado en casa pudiendo haber conseguido muchísimo más. -Bueno, espero conseguir algo más de esta relación y, la próxima vez, no cojas nada que yo te ofrezca porque podria no ser veritaserum.- Se despidió Elianne, mientras la otra se levantaba.

Arianne se ríe rencorosa por la broma que había hecho. ¿Sus madres amigas? ¿Y cómo? Si la mujer que le dio la vida la había abandonado hace tantos años y como es obvio, cuando estaba felizmente casada viviía y penaba por su marido y su primogénito.

—Me imagino lo cercanas que deben ser —agrega ella siseante—, la mía desaparecida y la ¿tuya? ¿Sumisa?

La chica no necesitaba de más para saber que algo ocurría con la chica. Si al fin y al cabo es tan Slytherin como ella misma.

—No te preocupes, dicen que las personas son los únicos seres humanos que tropiezan dos veces con la misma piedra... yo soy la excepción. —La chica la mira y sonríe malévolamente—. Podemos sacar provecho una de otra, no creas que sólo tu te beneficiarás.

Arianne ya sabía para qué le podría servir la chica y ahora tendría más cuidado de lo que siempre ha tenido. Su guerra personal ha comenzado, antes de preocuparse por una guerra vería sus propios beneficios, antes de marcarse sabrá si su padre le ha estado mintiendo ultimamente, antes de cualquier cosa ella conseguiría la verdad. Y sería libre.

—Buenas noches, Noir —le dice subiendo a su habitación—, y como ya te dije, fue divertido jugar a tu juego por ahora.