Un lugar tranquilo (privado)

Arianne estaba intranquila, algo hiperactiva, algo muy extraño en ella, que se caracteriza por saber controlar sus emociones. Los fines de semana para ella eran horribles, sin nada que hacer, por lo menos saltarse las clases la divierte en algo, pero ¿qué hacer esos dos días? Si sigue así, nada. Por lo que decida a por lo menos tener algo de acción, toma su túnica y comienza a caminar hacia el bosque prohibido. Cautelosa, pasa por los pasillos del castillo, subiendo hasta el vestíbulo y logrando salir sin ser vista.

El avance por el lugar fue rápido o eso es lo que ella cree, tuvo que utilizar la varita para guiarse muy pronto para su gusto. Observa el lugar y siente pasos al otro lado de un gran arbusto, atenta se acerca a estos y por entre las ramas logra reconocer a su acompañante. Kisa Sohma o Kiss como le dice ella.

Se aleja un par de pasos, haciendo algo de ruido, lo que llamó la atención de la otra chica. Se ríe entre dientes al escucharla hablar y antes de que su amiga pudiera atacar, Arianne mueve su varita, susurrando un Evanesco, que hizo desaparecer el arbusto.

—No es necesario eso, querida —le dice divertida, con las manos levantadas y sosteniendo su varita con sólo dos dedos—. No deseo luchar contra tí.

Le sonríe de medio lado, se veía relajada, pero de todas formas estaba preparada para un posible ataque. Siempre alerta, ¿no?

Conoce de hace bastante tiempo a Kiss, sabe lo que le había ocurrido y en todo el tiempo que llevan en Hogwarts, aprendió a convivir con ese lado dominante de la chica. Un punto que se enfrenta con el de ella, un punto que han sabido llevar. Arquea una ceja, arrogantemente y baja su varita al igual que su amiga.

—Me extraña ese comentario, Kiss —dice arrastrando las palabras, haciéndose la ofendida—, sabes que cuando eso ocurra, tú y Yuki estarán de mi lado. Imposible. —Rueda los ojos, el comentario en sí no le había molestado, está acostumbrada de aquellos—. Además, sabes perfectamente que si algo así pasara, mi padre sería el primero en... corregirme.

Y era verdad, aunque en sus planes nunca estaría cambiarse de bando, sería como ir en contra de ella misma. Vive día a día con sus ideales, lucha por ellos, los defiende con uñas y dientes. No, primero moriría a cambiar de opinión.

Comienza a caminar, con un Lumos en su varita, lo interesante de ese lugar es que nunca se sabe qué es lo que ocurrirá, siempre se camina a lo desconocido, algo que siempre ha llamado la atención de Arianne. A lo que la lleva a pensar, ¿qué hace Kisa en ese lugar? Se encoge de hombros, para mirarla inmediatamente.

—¿Por qué tan sola por acá, querida?

—Sí, mi padre me contó que había charlado contigo, querida —dice ella, sin darle tanta importancia al tema. Arianne está tan acostumbrada a todo eso que en muchas cosas ya había perdido el interés—. Me preguntó que tan cercana somos y se alegró bastante cuando le respondí —Rueda los ojos, recordando todas las indicaciones—. Dijo luego que si algo le pasaba, por lo menos nuestras familias seguirían unidas.

A Arianne nunca le ha agradado la idea de pensar que es lo que ella haría si a su padre algo le ocurriese. Es la única familia que le queda, los de Francia para ella no son importantes. Su abuelo materno nunca respondió la carta que ella le envió, ¿por qué mantener contacto con una familia que no la aprecia?

Caminando, se da cuenta que el lugar estaba muy tranquilo, demasiado para ser el Bosque Prohibido. Bufa molesta, ella quiere algo de diversión, no dar un paseo por el valle.

—Entiendo —dice ella y de verdad la comprendía, Kiss buscaba relajarse y poder aclararse. Ella necesita moverse, actuar, para dejar de pensar en su progenitora. Buscarla se ha hecho más dificil de lo que creía, si tan solo su padre le diera una pista de su paradero—. Estoy para lo que necesites, querida, sé que desconfías aún de mí por mis pocas ganas de unirme a los Mortífagos, pero mi palabra es lo que vale y no me crees el Veritaserum siempre es una opción.

Esas últimas palabras sonaron socarronamente, como una burla, pero son verdad. Mantener alianzas es importante pero no todos son dignos de una, una Sinclair debe estar unido con otros como ella, y Sohma es una de ellas. Sabe que el Veritaserum no es una opción, es tan falible como cualquier otro suero, pero le está dando a entender a la chica que es capaz de pasar una prueba, al fin y al cabo, al momento de que pruebe a Arianne, ella estará evaluando si vale la pena o no.

-No solo han sido charlas Aria, son platicas de negocios pese a que aun no pertenezco a los mortifagos, tu padre sabe que pronto formare parte de las filas del Lord, por lo que le conviene estar en buenos tratos conmigo, creeme amiga si fueras chico creo que no dudaria en comprometernos-comento lo ultimo con un tinte de broma.

Kisa trata de divertirse lo mas posible mientras aun pueda sabe que ella no es igual que Aria o los demas Slytherin, tiene un gran peso sobre sus hombros, no puedo permitirse el morir sin importar lo que suceda, no al menos antes de tener hijos, esta conciente que si muere sin descendencia el apellido Sohma perecera con ella y no puede permitirlo.

Al caminar me frusta bastante el que todo este tran tranquilo, si he venido aqui a sido en busca de algun peligro que enfrentar, un buen desafio para probar mis habilidades.

-Aria yo desconfio de todo el mundo aunque fueses lo mas leal de los seguidores del Señor Tenebroso, aunque lo dudes entiendo tu deseo de ser libre, es algo normal todos creo que queremos lo mismo; pero algunos como yo no podemos obtener algo asi, mis antepasados se revolcarian en sus tumbas si dejo morir nuestro apellido-Le digo de forma aparentemente sin emocion.

Se que no ocupo usar Veritaserum si se diese la ocasion puedo usar la legeremancia aunque no la domine muy bien todavia, pero seria en un caso muy extremo si el Lord dudase de la lealtad de Aria que espero no dude, no me agradaria forzar la mente de una poderosa aliada.

-Que mal parece que no encontrare nada peligroso con lo que divertirme-comento

—No me hables de compromisos —dice Arianne estremeciéndose un poco, tratando de evitar que Kisa pensara más de lo necesario. Aún con su varita en alto y observando todo con total atención, tal como su padre le había enseñado, agrega—. Mi padre cree que es momento de que me comprometa, ya sabes con eso de que mi hermano está desheredado, soy la responsable de mantener en el mundo a los Sinclair. —La chica no puede evitar bufar molesta, primero lo de los mortífagos y ahora un compromiso—. Y al parecer hace bastantes años que tiene pensado quién podría ser el chico.

Arianne mira a Kisa por unos segundos, su amiga es bastante más lógica que ella y eso ya es bastante que decir. Sinclair muy de ves en cuando se deja llevar por lo que siente, como en estos casos, por lo que sabe perfectamente que es la otra rubia la que la puede aterrizar.

—Si quiero ser la matriarca en un futuro lejano de mi familia, debo estar casada con alguien a nuestro nivel —termina de decir, suspirando levemente.

Sigue caminando, sorprendiéndose de que en el mismisimo Bosque Prohibido nada interesante esté ocurriendo. Bufa nuevamente, aunque en esta ocasión por distintos motivos, ella quiere divertirse por eso había ido a ese lugar. Se acerca a un arbol y golpea levemente el tronco de este. Al ver que nada ocurría se afirma en él y mira a la chica.

—Si hubiese sabido que esto iba a ser así de monótono me habría quedado en el castillo molestando a algún chiquillo. —Rueda los ojos, aburrida—. Deberías hacer algo contra eso pero nada se me ocurre, ¿alguna idea, Kiss?

-Quisiera evitar hablarte de compromisos Aria; pero sabes tan bien como yo que eso para los de nuestra clase es algo inevitable, son cosas que han sido establecidas desde antes de nuestro nacimiento-Menciono con actitud inexpresiva, al quedar huerfana siendo una niña mi corazon se habia ido endureciendo junto con mis propios sentimientos, convirtiendome poco a poco en una fria muñeca sin sentimientos que en lo unico que pensaba era en vengar la muerte de toda su familia, de aquellos que la condenaron a una vida de soledad, obligandole a aceptar compromisos que no le correspondia a tan temprana edad.

Aun mantengo mi varita firmemente sujeta, nunca se sabe cuando pueden atacarte, desde ese dia que marco mi destino, jamas volvi a bajar la guardia ante nadie, estaba conciente que si yo moria antes de tener hijos, una de las familias sangrepuras mas antiguas se extinguiria del mundo magico y eso no planeaba permitirlo.

-Sabes Aria admiro que aun seas capaz de dejarte guiar por tus sentimientos aunque sean contadas ocasiones, algo que yo casi nunca puedo hacer, desde que mi familia fuese asesinada, mi actitud cambio me fui volviendo fria e insensible al grado que ahora no me importa con quien me case, todo sea por preservar el apellido Sohma- le digo mirandola a los ojos, para que vea la verdad en mis palabras, mis padres estarian orgullosos de mi al ver que no mido consecuencias por lograr mis metas.

Idea para matar el aburrimiento, ¿Que seria bueno?-Podriamos tener un duelo amistoso, o esperar si nos encontramos con alguna criatura obscura, un dementor o un bogart podrian ser divertidos-murmuro lo ultimo con malicia aunque preferiria un dementor a un bogart no me agradaria se descubra mi mayor miedo

La rubia chica mira a su acompañante cuando esta termino de hablar, no pudo evitarlo. Una de sus cejas se alzó curiosa y aunque quiso de verdad desviar el tema de aquello, su boca casi habló por voluntad propia.

―Y yo admiro el que tu no lo hagas ―aclara ella, pasando su mano libre por su rostro, muchas veces eso le ha jugado una mala pasada―. Pero tal como tu dijiste nuestras situaciones son distintas, Kiss, si yo estuviera en tu misma postura no podría tampoco guiarme por los estúpidos sentimientos que ahora complican mi existencia.

Observa su alrededor, ¿era su imaginación o algo raro estaba pasando a su alrededor? Todo de la nada cayó en un extraño silencio, uno que le erizó la piel por unos segundos.

―Para mí, la idea de casarme es... inaudita, estoy acostumbrada a hacer lo que quiera, cuando quiera y con quién yo quiera; al casarme tendría que tomar un papel de responsabilidad marital que no me agrada, sé que mi futuro es marcarme, lo tengo claro y de una u otra forma lo estoy aceptando ―dice, encogiéndose de hombros, caminando con cautela hacia un arbusto que llamó su atención―. No pienso perder lo que me queda de libertad con un hombre al que ni siquiera tendré algún tipo de aprecio o un mínimo de atracción.

De la nada murmura un Incendio, que cayó en el arbusto que había llamado su atención. Da media vuelta, mirando a su amiga y sonríe maliciosa, respondiendo a las palabras de ella. Coloca una de sus manos en su cadera y siente el calor del fuego en el aire.

―Pues... sabes perfectamente que no existe un duelo amistoso, nuestros egos no permitirían que lo sea. ―Deja escapar una pequeña risa seca―. Llamemos la atención de los seres de este bosque con un poco de... calor, querida. De seguro que algo interesante aparecerá.

Y sí que lo estaba, algo en ella le decía que algo bueno se acercaba, algo que iba hacerla dejar de pensar tanto.