Día divertido (Privado con posibilidad de admisión [MP])

Ese día no tenía ni clase ni planes para aprovechar el día por lo que fui improvisando. Por la mañana fui a desayunar -lógicamente como todos los días, ahora incluso comía más que antes del momento en que había dejado de hacerlo por tanto malo recuerdo- y me puse a estudiar un poco y terminar los deberes para el día siguiente. Después del almuerzo me senté a ver los pájaros en el jardín mientras bajaba la comida y, más tarde, cogí mi escoba y sobrevolé el colegio durante un rato. Luego descansé un poco y me fui a jugar al pilla pilla con Luc, lo pasé realmente bien pero acabé agotada y sudando. Pensé en que podría darme un baño en el lago pero hacía mucho frío por lo que fui a los baños de chicas del segundo piso, donde tendría la compañía de Myrtle, era muy agradable para mí aunque a la gente no le gustara.

Rooobin.

- Hola, Myrtle, bonita.-reí mientras me desnudaba. Ella levitaba por el techo, en círculos, y después bajó y me rodeó, qué frío sentí en aquel momento. Ella gemía otra vez.- ¿Qué te ocurre? Te lamentas más que de costumbre.

Aaaahhh... Roobin, sabes que los fantasmas presentimos las cosas ¿Verdaaaad?

- Claro.-sonreí metiéndome en la ducha. Qué bien sentaba el agua calentita. Suspiré del gusto, hacía demasiado frío fuera del chorro de agua. Pero cuando Myrtle pasaba -sin mojarse, claro- volvía a transmitirme ese frío fantasmal. Pero no quise decirle nada por miedo a herirla.- ¿Por qué lo dices? ¿Presientes algo?

Aaaalgo malo... Aaaay...

- ¿A-algo ma-malo?

Aaaayyy... No salgas del colegio hoy.

- Sabes que no puedo, querida. Tranquila, no saldré.

Ooohhh.-a partir de ahí no me dirigió ninguna palabra más, se dedicó a dar vueltas en el techo y a lamentarse. Tenía que ser terrible estar así para siempre. Terminé de asearme y vestirme y volví a la habitación de las chicas de Hufflepuff para secarme el pelo y poder salir al jardín de nuevo. Una vez hecho, paseé por la orilla del lago y después me fui hasta el embarcadero. Allí jugué a hacer rebotar cantos en el agua, pero todos se hundían. Opté por otra cosa. Hice levitar una piedra y simulé el movimiento de los botes sobre el agua. Reí, no era lo mismo pero divertía hacer aquello.

Bella se aburría nuevamente, la verdad es que no tenía nada que hacer y ya se había cansado de atacar gente grande su mayor diversión siempre había sido atormentar niños, pequeños, jugosos y llenos de lagrimas que derramar por un corte y millones para lo que ella les hacía. Lo mejor es que ahora no tenía que estarlos cazando en las afueras de Hogwarts, ya podía ir a buscar a sus víctimas a su lugar de residencia y con algo de suerte torturarlas allí, lo único malo es que ahora necesitaba un lugar un poco alejado del colegio, por muy buena que fuera no podría con una panda de mocosos lanzando hechizos a diestra y siniestra…

Bella apareció en la Casa de los Gritos, con forma de un chico, un Hufflepuff, del cual había guardado un poco de sangre la primera vez que había entrado a Hogwart y la había ocupado en una poción multijugos, no podía llevar un uniforme del colegio puesto que no tenía ninguno pero con llevar ropa de joven a Bella le bastaba, caminó tranquilamente por el estrecho, oscuro y húmedo pasillo que iba desde la casa hasta el Sauce Boxeador en Hogwarts, cuando salió por el espacio que había en las ramas golpeó al Sauce Boxeador en un nudo que tenía para que este se quedara quieto, así pudo salir sin que este le hiciera ningún daño, Bella caminó por el patio de Hogwarts, había algunos chicos que estaban jugando, pero eran demasiados como para que alguien pudiese raptarse a alguno… Bella comenzó a penar en sitios alejados donde los estudiantes pudiesen estar y recordó que el Embarcadero era el sitio preferido por los estudiantes para ir a esconderse de los profes y fumar, beber he incluso tomar alguna que otra droga, ya se conocía los gustos de todos los del colegio o al menos en esos tiempos, el caso es que se encaminó para el embarcadero y se llevó una gran sorpresa. Había una chica estaba jugando con el agua, por lo que Bella simplemente y desde la puerta apuntó con su varita hacía la chica y lanzó un Incarcero no verbal, para aprisionar a la chica en unas cadenas, en ese momento Bella comenzó a moverse hacía la chica, y la colocó boca arriba para descubrir que ya la conocía.

Mira a quien tenemos aquí, pequeña sangre sucia – le dijo Bella entre divertida y asqueada, y con una sonrisa burlona en la cara – así que solo el Señor Oscuro puede entrar en Hogwarts… ¡Pues te equivocaste! Y ahora no podrás escapar

Me estaba riendo por lo divertido que era jugar con las piedras sobre el agua, me lo estaba pasando muy bien, algunas las dejaba hundirse en el agua y después la hacía volar por los aires sin soltarla. Reí una vez más, pero después fruncí el ceño al escuchar unos pasos, la madera del embarcadero había empezado a crujir, estaba claro que alguien estaba andando por allí, pero no me dio tiempo a girarme. Sólo escuché su hechizo y, antes de caer atada al suelo, escondí mi varita en la manga de mi túnica sin soltarla. Me había resultado conocida su voz, pero no la reconocí hasta que no se acercó y me dirigió unas palabras. Escuché sus pasos acercarse a donde yo me encontraba y después me giró, dejándome boca arriba. Me llamó sangre sucia. ¡Pero era un chico con voz de mujer! Una voz que yo había oído antes y que jamás podría olvidar. Además, lo último que dijo me lo dejó todo claro. Era ella, era la mujer que me había creado un trauma psicológico que no olvidaría nunca, era la anciana que me había arrebatado mi virginidad con un aguamenti. El miedo me paralizó completamente y el recuerdo de aquel día en la Casa de los Gritos volvió a mi mente. No podría escapar esa vez como ella decía... O tal vez sí, no podía dejarme amedrentar aunque tuviera miedo, no permitiría que volvieran a hacerme daño. Aferré mi varita con fuerza sin sacarla de la manga e hice una floritura como pude.

- ¡Expulso!-exclamé y rápidamente apunté a las cadenas que me aprisionaban con fuerza. Apenas podía moverme pero hice un esfuerzo.- Evanesco.-una de las cadenas desapareció y me sentí más libre.- Relashio.-murmuré y quedé completamente libre cuando las cadenas que quedaban se aflojaron. Respiré hondo y me levanté rápidamente, alerta. Tenía miedo, sí, mucho miedo, pero no podía dejar que eso me hiciera más débil.

Bella había logrado aprisionar a la chiquilla en las cadenas del hechizo que había lanzado, pero no había encontrado rastro de su varita, eso no importaría mucho, ahora la chica se encontraba encadenada y por su reacción había logrado adivinar pese al camuflaje que llevaba la verdadera identidad del chico que la había atacado, Bella podía notar un aura de miedo en la chica lo cual le encantaba la excitaba de alguna manera, haciendo que quisiera más… De pronto las cadenas comenzaron a hacer unos movimientos un poco raros, como si alguien estuviera haciendo algo con las cadenas, tratando de liberarse. Bella giró a todas partes, a la entrada del embarcadero la cual daba hacía unas escaleras que partían hacia el castillo y no había nada, en la otra entrada que daba a un camino de rocas, también estaba vacío, el agua que entraba al embarcadero estaba quieta desde que había amarrado a la chica con las cadenas por lo que no podría haber nada allí…

De pronto el sonido de metal golpeándose más fuerte llamó la atención de Bella, la chica había desaparecido una de las cadenas y ahora había logrado liberarse de las demás, parecía que quería pelear un poco, de primer momento Bella se había enojado un poco pues la chica había logrado ocultar su varita en la manga de la túnica, pero ahora lo veía como un reto interesante, no esperaba mucho de esa mocosa sangre sucia, pero ella sabía que sería entretenido darle unos buenos golpes antes de empezar por una verdadera tortura.

¿Quieres pelear? – preguntó Bella con tono burlón, mientras con un movimiento de varita hacía que las barcas que habían se movieran hacía ambas puertas, bloqueándolas completamente haciendo que la chica no pudiera salir corriendo – la ganadora será la que salga de aquí… Mobiliarbo.
Bella había apuntado a las cadenas que ahora se encontraban en el suelo, estas cuando Bella terminó de pronunciar ese hechizo salieron volando en dirección a Robin, haciendo el sonido típico de unas cadenas moviéndose. Pero se dirigían al cuello de la sangre sucia, para asestarle un buen golpe, no lo suficientemente fuerte como para que quedara inconsciente, pero si no lo lograba esquivar al menos quedaría un poco desorientada.

No me había dado cuenta hasta que me levanté pero el hechizo ofensivo que había lanzado contra la mortífaga –el Expulso- no le había golpeado, era de esperar, encadenada como lo había estado hasta ese momento no tenía la misma libertad de movimientos que ahora. Me sentí bien conmigo misma por haber logrado ocultar mi varita y soltarme de las cadenas sin que la bruja se diese cuenta, parecía un poco desconcertada. Pero luego me habló como si se burlase de mí, sabía que pensaba que yo era como una hormiguita para ella, a la que podría aplastar fácilmente. Y yo también sabía que ella era mucho más poderosa que yo, pero confiaba en mí misma y en poder salir de allí con vida. Aunque ella intentara impedírmelo. Sí, nada más decir aquello rodó las barcas de lugar hasta bloquearme las salidas. Di un sobresalto al escucharlas golpear el embarcadero, miré a ambos lados, en efecto no podía pasar.

- No, pero si es necesario lo haré.-dije con decisión, poniéndome en posición de ataque, con una pierna delante y la otra detrás, la varita en alto. Por eso fui rápida a la hora de actuar. Las cadenas de las que me había liberado sin hacerlas desaparecer se alzaron en el aire y volaron hacia mí como si tuvieran vida propia, me asusté al principio, pero después reaccioné. Moví rápido el brazo, como si estuviese cortando algo con una espada, mientras pronunciaba un hechizo.- ¡Diffindo!-exclamé. Las cadenas cayeron troceadas al suelo. Hice un círculo con el brazo y apunté a la mortífaga.- ¡Expulso!-estaba casi segura de que esta vez no fallaría mi hechizo.

La chica se había sobresaltado al escuchar el estruendo de las barcas chocando contra la apared cuando las posicionaba para bloquear las puertas, pero aún así parecía dispuesta a luchar. Bella se sorprendió de este comportamiento en la chica pues no esperaba algo así, más bien creí que la chica se pondría a suplicar por su vida pero no había resultado como ella creía al parecer había cambiado un poco desde la última vez que la había visto, esta vez sería una pelea un poco más seria y Bella estaba segura de que la chica no se dejaría engañar. El efecto de la poción multijugos se estaba terminando y cuando Robin partió las cadenas en la mitad Bella había tomado su forma original, pero no como la conocía Robin, pues había rejuvenecido y se podía ver en su pelo canas pero no era predominante es su cabello rubio, que le caía hasta los hombros, sus facciones seguían vislumbrando maldad pero su cara ya no era tan arrugada como antes... La chica sangre sucia había ocupado un hechizo para intentar tirar a Bella, pero esta estaba lista para cualquier cosa.

Impedimenta – dijo con un ligero movimiento de varita en cuanto vio que la chica comenzaba a mover su mano, para impedir que anda saliera de esta - Everte Statum.

Un rayo de luz, saldría de la varita de Bella en dirección a la joven sangre sucia para derribarla y mandarla contra la pared de barcas que se había formado detrás de ella, con lo que podría amarrarla nuevamente con un incarcero y poder “jugar” un poco más con la chica.