Un cumpleaños movido (privado con posibilidad de admisión [MP])

Era 31 de enero, sábado y yo había decidido no salir de mi cuarto hoy hacía ya 17 años que mi madre había muerto, también era el día en que yo había nacido y por si fuera poco también era el día en que había a los siete años salido de la Mansió Lumiel en Italia, había cosas para celebrar no podía negarlo pero estaba acostumbrado a que mi cumpleaños fuera de casa, acomodado felizmente en el sillón de la sala, comiendo malvaviscos al lado de Loan, divirtiéndome mientras él con la varita hacía pequeños fuegos artificiales, escribiendo mi nombre en el aire mientras esperábamos la llegada de mi padre, él me contaba muchas cosas algunas que no esperaba que supiera, era tan inteligente y ahora que lo pensaba era demasiado… Había pensado varias veces en ello pero nunca podía descubrir que era lo que tenía Loan de especial. Cuando llegaba mi padre a la pequeña casa de un piso siempre traía un gran regalo con una sonrisa que se transformaba al ver a Loan y a mí sentados ambos en el sillón bastante cerca el uno del otro, ambos al ver su cara nos separábamos y yo corría a ver su regalo que siempre variaba, comíamos pastel y después nos la pasábamos hablando mucho rato hasta que Loan se iba, en ese momento la casa quedaba en silencio y mi padre se iba a dormir…

Sí, el cumpleaños que me esperaba no era lo que yo deseaba y posiblemente nunca volviera a tener uno de esos cumpleaños que tanto me gustaban pero las cosas cambian, odié a mi maldito apetito que me hizo bajar al gran comedor para la cena, no quería ver a nadie, me cercioré de no encontrarme con nadie que supiera la fecha de mi cumpleaños, la cena había transcurrido tranquila eso hasta que acabó y tomé el camino de regreso a la sala común, pero alguien me cortó el paso: Mei Lupin. Ella sabía que era mi cumpleaños y también era una de las chicas que había estado evitando, me dio un gran abrazo y me dijo que no podía quedarme encerrado en mi cuarto, por lo que no muy seguro de lo que hacía salimos de Hogwarts para dirigirnos hacia Londres, yo no sabía a dónde me llevaba pero ella parecía muy segura.

Por medio de la aparición aparecimos en un callejón al lado de una discoteca, ya me imaginaba que es lo que haríamos allí por lo que para evitar visitas no deseadas coloqué un hechizo anti-aparición sobre el lugar, seguido de esto entramos al lugar, pudiendo ver el montón de luces y de gente bailando, las bebidas y el sonido de la música que parecía ensordecer, me quedé un poco mareado al ver esto pero comencé a acostumbrarme al sonido de la música en muy poco tiempo.

Sábado... ¡Amaba los sábados! Dormir hasta tarde, refiriendome tanto a despertar cómo a irse a recostar. Apenas sentí el Sol en mis ojos cerrados, me desperté con mucha fiaca. Me dediqué a escribi largos ratos en mi cuaderdno de pasta con detalles de flores bordados, caminas por los jardines y mojarme toda con la nieve que se derretía en mi ropa. Tenía un cosquilleo en mi mente que me decía que ese día era especial por alguna razón, sólo que no lograba recordar por que. Suspiré rendida y regresé a Hogwarts para cenar, no tenía mucho apetito por lo que sólo tomé unas porciones pequeñas a escondidas y me escabullí a la sala común.

Iba pellinqueando la comida qu escondía mientras caminaba cuando un chico con quien compartía clases me detuvo de repente. No supe por que lo hacía, opté por irme de inmediato cuando me dijo: "¿No deberías estar con tu amigo?", sabía a quien se refería, pues era común verme siempre andando por los pasillos con Gael. Me volví hacia él y le pregunté la razón de su duda. Me contestó que lo había visto salir de la sala común e irse hacia la entrada del castillo con una chica alta, delgada y de largo cabello de cobre. Apenas oí aquella descripción, supe que se trataba de Mei... fue cuando caí en cuenta de lo que había olvidado: ¡EL CUMPLEAÑOS DE GAEL!. ahora entendía por que no lo había visto en toda la mañana, ni en la sala común frente a la fogata cómo siempre. Apenas si me dió tiempo de despedirme de auqel chico cuando me heché a correr de vuelta mi habitación.

Casi tropecé con media escuela cuando por fin dí con la torre que escondía la sala común de Ravenclaw, tan sólo faltaba poder entrar para ir a buscar lo que necesitaba, aunque sólo por esa vez me desesperó el ser parte de la casa Ravenclaw. No podría entrar nuevamente a la sala común si no respondía correctamente al acertijo, y si no podía revolverlo, tendría que esperar a que alguien más lo respondiera y no tenía tiempo para eso. Una puerta sin picaporte, en la que una aldaba con forma de águila, me amenazaba mi tiempo apenas la vi. Suspiré y me acerque a ella. El águila, apenas me acerqué formuló el acertijo:

"Si me nombras desaparezco, ¿quien soy?"

Refunfuñé muy molesta, no tenía la cabeza cómo para estar adivinando acertijos en ese momento, por lo que opté en sentarme en el piso y recargarme en la pared mientras pensaba en la respuesta. Siempre me han dicho que ese tipo de problemas se resuelven de la manera más simple: No pensando demasiado. Exhalé nuevamente y me acomodé el cabello. No quería hacer nada más que entrar a la sala común. Me levanté y pisoteé el suelo molesta. Respiré hondo para tranquilizarme un poco... Me sentía más tranquila al sentir el silencio a mi alrededor. Me di cuenta...

-Dios, es tan obvio -sonreí aliviada y me acerqué nuevamente a la puerta para dar la respuesta del acertijo. Había sido más fácil de lo que esperaba.

Apenas hablé y la puerta se abrió ante mi, entré apresurada, y por accidente atravecé el gélido ser de la Dama Gris que se paseaba por donde estaba la chimenea. Di un respingo por el frío que sentí en mi columna. Tuve que volverme, un poco apenada para disculparme con ella, no era mi intención hacerle algo cómo eso; ella tab sólo sonrió. Subí lo más rápido que pude a mi habitación y me hinqué frente a mi baúl. Saqué un pequeño saco con un puñado de galones y los metí a mi túnica. Ya estaba por salir de la alcoba cuando me detuvpo en seco una pregunta: ¿Dónde estarían Gael y Mei?, desesperada me tiré a la cama boca arriba. Me había apresurado tanto que ni me detuve a investigar a donde habrían ido. Cerré mis ojos y pensé un rato. Ya comenzaa a punzarme la cabeza cuando de pronto me llegó la idea a la mente. Conociendo cómo era Mei, seguramente llevaría a Gael a un lugar ruidoso y lleno de gente. Sonreí y volví a mi baúl a buscar algo que ponerme, quería sorprender a Gael.

Saqué el primer vestido que me encontré y lo coloqué a un lado, tamién buscaba unos zapatos con los cuales ir y que no me tuviera que quitar a la media hora de usarlos, pero al estar sacando y revolviendo las cosas en mi baúl, encontré una pequeña cajita de madera. Me dió tanta curiosidad que la dejé sobre mi cama para después abrirla. Me cambié y arreglé, aprovechando que mis compañeras de habitación no habían regresado de la sala común. Me miré en el espejo de cuerpo cimpleto que teníamos en el rincón... necesitaría una gabardina o una capa para cubrirme, no pensaba salir así de la sala para luego andar en las calles. Definitivamente no, no lo haría, lammaría demasiado la atención

Spoiler:

Una ves vestida, maquillada y peinada, me senté al borde de la cama para mirar lo que contenía aquella cajita maltratada de madera fina. La abrí con magia pues estaba cerrada de la misma forma. La sorpresa que me llevé al ver el interior provocó en mi una gran ola de sentimientos encontrados: Quería reír de emoción, llorar de nostalgía, gruñir de rabia... Cerré la cajita y lo metí dentro de mi capa casi del misno color que mi vestido. Ya me sentía lista para salir. Así que aproveché la soledad del lugar para salir in ser vista por nadie más, tan sólo la dama gris sabría donde estaría por si preguntaban por mi. Confiaba en ella.

Cuando por fin lleué a Londres me dirigí a un oscuro cllejón en donde tenía oculto una discoteca. Era el lugar más lógico a donde Mei pudo haber llevado a Gael. Claro que si yo me hubiese avordaddo bien, talvez las cosas serían BASTANTE diferente. Apenas entré y unos chicos se me quedaron viendo fijamente, intenté no hacerles caso y me adentré por el lugar, tratando de localizar a Mei y a Gael. Era dificil encontrarlos entre el tumulto de gente, hasta que una risa reprimida me llamó la atención, volteé y reconocí el largo cabello de Mei y el rostro de Gael. Surpiré aliviada y me acerqué delicadamente a ellos, quería asustar a mi amigo, no podía resistirlo, así que apenas vi mi oportunidad y me lancé contra su espalda.

-¡Feliz cumpleaños, Gael! -le dije prácticamente gritando, pues la música estaba a muy alto volumen. También saludé a Mei con un abrazo.

Una vez instalándome con ellos, saqué la cajita miniatura de madera y se la entregué a Gael, le dije que era su regalo de cumpleaños y que era demasiado especial, prácticamente un pedazo muy grande de mi se lo estaba otrogando cómo obsequio. Dentro de la cajita había un bellísimo Colguije pequeño de dragón de vidrio soplado color amarillo, en una pata sujetaba una bellísima gema, la cual estaba encantada con un hechizo de protección. Aquel valioso objeto le hábía pertenecido a mi padre. Varias cosas de los fallecidos en mi familia, las habíamos conservado. Era lo mejor que le podía dar a mi mejor amigo.

Spoiler:

Hoy era de esos dias en los que me apetecía darle un poco de marcha al cuerpo, el exceso de estudio siempre me pasaba factura y esa semana llena de examenes que acababa de pasar me había dejado con mucho estrés en el cuerpo, así que rebusqué en el baúl una ropa adecuada para salir, pasada media hora estaba listo, pero me faltaba algo...luego de meditar un momento ya sabía que era, me acerqué a la mesita de noche que tenía junto a mi cama y saqué de una cajita dos Pulseras.

Spoiler:

Eran un regalo de mi hermano para celebrar que entraba en Hogwarts, en mis visitas a San Mungo nos la pasabamos hablando sobre en que casa quedaría seleccionado, él estaba seguro que acabaría en Gryffinfor y yo por el contrario pensaba que acabaría en Ravenclaw , cuando me seleccionaron para gryffindor tube que darle la razón a mi hermano, pero él a verme desilucionado me mandó a comprar esas pulseras que tenían el águila grabadas, según él para que apesar de no estar en esa casa tener un recuerdo.

Me puse las dos y me vi en el espejo * Estás arrebatador* pensé y no me pude aguantar un pequeña risa por hablar conmigo mismo, estaba listo y lo único que me faltaba era elegir el sitio donde ir..., me decanté por una discoteca que acababa de conocer hacía poco, me desaparecí y al tratar de aparecer en los baños de aquel lugar una barrera me bloqueo *Mierda, una barrera anti-desaparición* enseguida me concentré en el callejón de detrás de la disco y aparecí.

Estaba un poco enfadado con el mago que había puesto la barrera, me habían estropeado el día *Tan contento que estaba de poder salir al fín...*, como no podía hacer nada me dirigí a la entrada de la Disco, enseguida que estube dentro del local me acerqué a la barra para pedir algo de beber.

Enseguida me habría ido hacia la pista si mis oidos no hubieran sentido el nombre de esa persona que no me podía quitar de la cabeza - ¡¡Feliz cumpleaños Gael!!- mi cabeza giró inmediatamente, enseguida pude encontrar a Gael junto con Mei y otra chica que no conocía, de la nada apareció Kyle que se acercó a esa chica sin que ella se diera cuenta y le comenzó a decirle cosas al oido.

No sabía que debía hacer..., sería inapropiado que me acercara ya que por lo que parecía estaban celebrando el cumpleaños de Gael y no me habían invitado...,pero al ver la cara de Gael me di cuenta que parecía triste así que me acerqué a ellos - Hola, que tal? - Dije mientras le dedicaba un sonrisa sincera a Gael.

Wow!! era 31 de Enero y era un dia muy especial y no por que fuera año nuevo, sino por que era el cumpleaños de Gael, hace bastante tiempo me habia dicho cuando era su cumple y por supuesto me habia sorprendido bastante por la fecha en la que era y por lo tanto no lo podria olvidar nunca y el esperaba que no le diera nada por el o que no hiciera algo, pero estaba muy mal si de verdad pensaba que no haria nada al respecto. Lo primero que hice fue investigar cuales eran los mejores clubs de Londres para poder ir a celebrar en grande. Cuando por fin tuve los datos del lugar a donde iriamos sonrei y despues fui a buscar en mi armario algo que ponerme, y no encontraba nada hasta que por fin encotre algo que ponerme.


Ahora solo me faltaba reunirme con el cumpleañero. Baje a la sala comun y muchos se me quedaron mirando por mi atuendo pero poco me importo que lo hicieran ya que no me pondria una capa para despues quitarmela, no me iria asi como estaba le gustara a quien le gustara. Sali de la torre de Griffindor caminando por los pasillos buscandolo por todas partes, no me agradaba la idea de no encontrarlo por ningun lugar y me estaba comenzando a frustrar hasta que se me ocurrio algo para encontrarlo facilmente. fui hasta donde estaba la entrada de la sala comun de Ravenclaw y me quede parada alli esperando a que llegara y cuando finalmente lo vi caminando muy tranquilo me abalance sobre el dandole un fuerte abrazo -Feliz cumpleaños!! tenemos que celebrarlo, y no aceptare un no por respuesta, no te puedes quedar encerrado en tu habitacion en un dia como este - le dije mientras me lo llevaba casi arrastrando por el lugar, pero pare para poder darle su regalo -Espero que te guste.


Aparecimos en el callejon que estaba al lado de la discoteca a la que nos dirigiamos y el hizo una hechizo anti-aparicion sobre el lugar por "seguridad" aunque yo pensaba que no hacia falta hacerlo deje que lo hiciera para que se sintiera mas tranquilo. Entramos al lugar que estaba abarrotado de personas, la musica perforaba mis oidos y las luces me cegaban por unos momentos hasta que pude ver claramente en pocas palabras era un estupendo lugar para divertirnos un buen rato. Al poco tiempo de haber llegado Eli se aparecio por detras de Gael Felicitandolo con un grito por el cual me rei, mas que nada por la cara de Gael, despues me saludo tambien con un abrazo y se lo correspondi mientras veia como las otras personas bailaban y bebian -Ya vengo, voy por un trago - les dije, camine abriendome paso entre las demas personas hasta que llegue a la barra en donde pedi un Bloody mary y despues cuando regrese a donde estaban los demas alguien mas habia llegado. Kyle le estaba diciendo algo a Eli en el oido y me quede sorprendida por eso, pero no le di mas importancia y tome un sorbo de mi vaso.

Antes de que pudiera decir nada mas llego Maximo saludandonos, vaya que se estaba reuniendo los de hogwarts aqui -Bien y tu? - le conteste antes de tomar mas de mi vaso mirando alrededor como los demas se divertian. Suspire y mire a los demas -Bueno...que no piensan bailar? - les dije con un gesto de interrogacion en mi cara mientras esperaba sus respuestas.

Sábado 31 de Enero. Mirajane Scarlet a las diez de la mañana metida en la biblioteca del colegio, la cual estaba prácticamente vacía dado que...¡era sábado!. Los sabados no eran para estudiar. Suspiré profundamente lamentandome por mi situación, si no hubiese vagueado tanto durante la semana no tendría que estar allí ahora mismo adelantando toda la tarea atrasada. Me consolé pensando en que aquella noche era la fiesta de cumpleaños de Gael y al menos tendría algo de diversión. Me aislé de mundo durante unas horas hasta que mi estómago comenzó a hacer ruiditos, señal de que ya era hora de comer y dejar los libros. Me estiré perezosamente en mi silla y recogí todas mis cosas, fuí rápidamente a las mazmorras, subiendo a mi habitación y dejándolo todo de cualquier manera sobre la cama, cerré la puerta y me dirigí al Gran Comedor.

Tras pegarme un buen atracón, el cual me dio bastante sueño, me dirigí de nuevo a mi habitación y me tiré en la cama. Después de leer durante un rato, comencé a sentir como me picaban los ojos, últimamente no descansaba nada bien, y para más inri aquella noche no había pegado ojo, asique Morfeo pudo conmigo y caí profundamente dormida.

Para cuando volví a abrir mis ojos de nuevo, no entraba ningún tipo de luz por las ventanas de la habitación. No podía ser...¿me había quedado dormida tanto tiempo?. Me incorporé frotándome los ojos y miré el reloj, ya era la hora de la cena...había dormido la gran parte de la tarde. Volví a estirarme, y cuando cogí conciencia de la realidad, me acordé subitamente del dato...¡El cumpleaños de Gael!. Sacudí mi cabeza rápidamente y tras adecentarme, subí medio corriendo al Gran Comedor para cenar. Me aseguré de que fuese una cena ligera para que no me sintiese pesada, pero sin quedarme con hambre. Tras engullirlo todo, retorné por tercera vez a mi habitación y abrí mi baul, donde tenía cuidadosamente guardado un vestido verde que me encantaba, era elegante pero fiestero al mismo tiempo, lo expandí sobre la cama para quitarle las arrugas y me quité el uniforme del colegio.

Spoiler:

Una vez vestida, me situé frente al espejo para peinarme y maquillarme y no desistí hasta estar satisfecha. Al final me lo deje suelto pero ligeramente ondulado y con un maquillaje acorde a mi vestimenta pero sin llamar demasiado la atencion, algo suave. Me puse algunas joyas, metí algunas cosas en mi bolso (entre ellas una cajita) y me miré por última vez: me gustaba como iba. Me eché una capa sobre los hombros para ocultar un poco mi aspecto mientras salía del colegio, ya que había conjurado mi bolso para hacerlo un pelin mas grande de lo que parecía y que así luego pudiese guardarla. Aún así, no me libre de unas cuantas miradas por la vestimenta que llevaba. Caminé hasta el pasillo más cercano, el de la playa, y cuando llegué allí me desaparecí, apareciendo en una heladería cercana a la discoteca a la que solía ir con mis padres en los meses de verano. Me quité un poco de arena que había entrado en mis pies y me guardé la capa, sacando antes el regalo.

Me adentré en el ruidoso lugar y ahora venía lo más dificil...¡encontrarles!. Iba alzando la cabeza mientras caminaba de puntillas intentando reconocer a alguien, abriendome paso como buenamente podía entre la multitud. Poco rato después distinguí la cabellera de Gael y fuí hasta él, y tal y como solía hacerle siempre le tape los ojos haciendo que se sobresaltara un poquito. Solté una carcajada divertida y me acerqué a su oido para poder hablar por encima del sonido de la música-¡Feliz cumpleaños, Gael!-dije, con una amplia sonrisa mientras soltaba mis manos y me giraba para darle un gran abrazo. A continuación, le tendí en las manos mi regalo-Espero que te guste, ya sabes lo mala que soy escogiendo regalos...-comenté, mientras me rascaba la nuca y sacaba un poco la lengua. En la pequeña caja había un colgante, que consistía en dos varitas cruzadas en diagonal y que pendían de una cadena de cuero negra. Las varitas cruzadas simbolizaban batalla, pero tambien dos caminos que se han cruzado, tal y como los nuestros se cruzaron en una batalla y al final terminamos llevándonos bien.

Me percaté de que había mas gente, la chica pelirroja que se llamaba Mei, con un vaso en la mano, al lado de un chico, y también se encontraba otra chica más la cual supuse era la amiga de infancia de Gael, que también tenía a otro chico detrás pero dude de si éste había aparecido porque sí o estaba con nosotros. Los saludé a todos con la mano ofreciendo una sonrisa, ya que dudé que me escucharan todos si lo hacía verbalmente.-¡Vamos a pasarnoslo bien! ¡Yuhu!-dije, levantando mi brazo muy contenta y empezando a bailar al ritmo de la música. Me apetecía pasarlo bien y seguro que iba a ser una noche para recordar.

Las luces de colores que pasban por todas partes, la música ruidosa me parecía que podría ser la canción The Times de Black Eyed Peas, pero no podía estar muy seguro, de pronto sentí unas manos (que por lo cuidadas que estaban parecían de chica) dándome un abrazo por la espalda, cuando me giré para verla, me había entregado una caja con un pequeño colguije de un dragón amarillo, hermoso por cierto y estaba a punto de abrazarla cuando se le acercó un chico por detrás, cuando las luces de la disco le iluminaron la cara pude notar que se trataba de Kyle que al parecer estaba tratando de ligar con Elizabeth y no se había dado cuenta, lo que era poco probable porque él era un vampiro y el olor de Elizabeth la identificaría, aunque también se podría tratar de una broma hacia ella ya que en Kyle era muy típico ese tipo de cosas, como sea esa imagen era graciosa, por lo que no pude evitar soltar una pequeña risita que se perdió entre el sonido de la música. Me volteé para ver a Mei, pero en su lugar pude notar que Max se encontraba también en la disco, una sorpresa bastante agradable y pese a mi intento de contenerme no pude evitar hacer una pequeña risita tonta que de haberla visto yo me hubiera dado mucha pena, cuando estuvo cerca nos saludó con un gesto, mientras nos preguntaba que tal estábamos.

La verdad es que creo que fue mala idea dejarme convencer de venir aquí, aunque ya no estoy tan seguro de eso – le dije sin quitar mi sonrisa tonta, después escuché las palabras de Mei y me pregunté cómo guardar las cosas que tenía, las cajas de regalos de Mei y Elizabeth, no me quedaba otra opción que terminar con el hechizo anti-desaparición que había puesto para poder desaparecer las cajas de regalos y aparecerlas en Gringots, junto con una nota: “envíenlas a Hogwarts, Gael Taladius” deshice el hechizo anti-desaparición pero antes de poder enviar los reaglos apareció, alguien me tapó los ojos con unas finas manos que ahora ya podía distinguir con más facilidad que antes, noté que me felicitaban por mi cumpleaños y mi sonrisa se volvió más evidente todavía… Tenía muy buenos amigos y nadie podía negarlo.

Dejen llevo mis regalos a la barra para que los guarden y después regreso con ustedes – les dije a todos por encima del ruido para que pudieran escucharme, y también le hice una seña a Max para que me acompañara a la barra.

La Música me aturdía muchísimo, no me acostumbraba a tanto ruido y gente a mi alrededor, pero era el cumpleaños de mi mejor amigo y no iba a desperdiciar un momento como ese… ya estaba dispuesta aseguir a los demás de la fiesta pero un escalofrío en mi columna me dejó estática y mi sangre se heló en segundos… esa voz… tan delicada y seductora que me encantó desde que la escuché por primera vez que me habló, esa voz tan profunda y delicada, llena de sentimientos que salía desde sus labios, esos labios que por una vez, sólo por una maravillosa vez fueron míos. Tan cálidos al besar, a pesar de que toda su piel era un gélido bloque de hielo que al estrecharme entre sus fornidos brazos, me estremecía sin poder reprimirlo, sin embargo, me sentí protegida… por primera vez, después de tantos años de dolor, miedo y desconfianza… me devolvió un poco de vida… cuando más muerta me creía… tan abandonada dentro de ese inmenso castillo de piedra que se convertía cada año en mi hogar, pero era un hogar tan ajeno a mi que no terminaba de acostumbrarme a su gente que vivía a mi alrededor. El chico propietario de esa voz… era un vampiro… un vampiro joven, alto y atractivo, inteligente y con unos profundos ojos que se asemejaban a los de un basilisco; que te petrificaban cuando tu mirada se juntaba con suya. Esa vez todo fue tan diferente para mí… rompió mi monotonía y me brindo un sentimiento nuevo, uno que siempre leí en mis libros de cuentos, logró liberarme de unas cuantas cadenas que me ataban a una muerte solitaria y oscura, debido a mis atormentadores recuerdos de la infancia. Al sentir esa familiar calidez de su voz en mi oído no supe realmente cómo debía reaccionar ante ella. Sentí miedo al principio, no me atreví a verle de frente… los rumores que corrieron una vez en el castillo acerca de los mortífagos, me dejó una daga en pecho… conocía ese espectral secreto que se guardaba en su corazón… también sentí ansiedad y nerviosismo, hacía ya tanto, pero tanto tiempo desde que compartí un alegre momento con él a solas… sentí nostalgia debido al recuerdo aquel que me marcó tanto como con una sonrisa, como con una lágrima en mis orbes.

Tomé un gran respiro por mi boca… me tragué el miedo y le di media vuelta a mi torso, quedando a tres cuartos frente a él, volvía a petrificarme esa mirada, mi boca parecía caerse, intentando soltar un grito de miedo o emoción, no supe identificar del todo bien… sin embargo no le dedique ni una sola, mis ojos no podían separarse de la trayectoria que él tenía… pude ver mi reflejo en sus profundas y negras pupilas, que se veían cada vez más grandes a cada segundo que pasaba, no supe si era normal en él, pero no me importó del todo. De repente me sentí dentro de una inmensa burbuja, traslucida e impenetrable, dejándome sola sólo con aquel chico que juró por su vida protegerme, ser mi caballero y dar su vida para que yo fuese nuevamente feliz… tantos meses ya habían pasado, que sólo su imagen la revivía en mi mente durantes las noches de insomnio, cuando le daba una vuelta atrás al tiempo y leer lo que había escrito sobre el en mi cuaderno de pasta dura con adornos de flores decorándole. Suspiré ligeramente… quise sonreírle… pero el recordar nuevamente su verdadero ser, el ser malo y sediento de sangre me lo evitó por completo, tan sólo le seguí mirando, esperando que dijera algo… tarde comprendí que no me había reconocido debido a la ropa que llevaba, que para nada congeniaba con mi habitual forma de ser y vestir, era una situación extraña, llena de sentimiento encontrados… ya no existía nada en el lugar que no fuese él, incluso me olvidé por completo de Gael… lo más seguro es que él también lo hiciera y se concentrase nuevamente en su fiesta de cumpleaños, que también le hacía falta un poco de distracción, algo lindo alegre y lleno de vida…

Otra mas, habia llegado una chica mas, no la conocia pero supuse que era amiga de Gael por la manera en la que lo habia saludado y reaccionado, me preguntaba si alguien mas llegaria a esta...fiesta? mas bien parecia ahora una reunion privada de parejas. Gael se habia ido con Max y Eli....bueno digamos que estaba bastante entretenida gracias a Kyle que sea lo que sea que le haya dicho la habia dejado como ida. Les dedique una sonrisa a ambos y un extraña sensacion me invadio, como si fuera la ultima vez que fuera a hacerlo y un escalofrio recorrio mi columna vertebral por completo, cerre los ojos por unos instantes tratando de hacer que se marchara ese estraño sentimiento que estaba creciendo dentro de mi, tome lo que quedaba en el vaso y despues abri los ojos nuevamente con una pequeña sonrisa en mis labios me aparte de ellos para dejarles....algo de intimidad y me fui a la pista a bailar con un chico al que tome de la camiseta arrastrandolo conmigo sin importarme que hubiera dejado a su pareja sola la verdad es que por alguna razon sentia la necesidad de hacer mucas cosas esta noche y ese extraño sentimiento no se marchaba ni me dejaba tranquila.

Me concentre en la musica y en mi pareja de baile que no se movia tan mal y me alegre por eso ya que si me hubiera tocado uno que no supiera que hacer lo habria botado inmediatamente, ya que en estos momentos solo queria divertirme y no para de hacerlo, si sonaba bastante raro pero era como si esta fuera mi ultima oportunidad para divertirme como yo queria y sin ataduras ni nada de ese tipo. Me acerque a mi pareja y sin decir nada le robe un beso y deje que el recorriera con sus manos mis costados y mi cintura y cuando me separe de el me dio risa la cara que habia puesto y mas la cara de la chica que lo acompañaba quien se acerco con toda la itencion de discutir, pero no me interesaba hacerlo -yo no quiero peleas, asi que los dejo para que arreglen sus diferencias y por cierto...tu chico no besa nada mal- les dedique una sonrisa burlona a ambos y luego me marche de alli hacia la barra donde estaban Gael y Max y al primero le señale la pareja que se mantenia discutiendo -Ya ves lo que acabo de provocar pero no me arrepiento - dije antes de pedir al barman otra bebida.

Era una fría y oscura noche en Londres, la mayor parte de la ciudad se encontraba descansando, pero había una calle en el centro de la ciudad de la que salían muchos ruidos, había una pelea entre dos magos, una de ellas encapuchada con una máscara oscura con una sonrisa. Una luz verde salida de la varita de esta maga chocó de lleno con el pecho del mago de unos treinta años, con pelo castaño, este cayó al suelo sin moverse. La encapuchada simplemente soltó una carcajada y con un movimiento de varita, dibujo con fuego las letras “BL”, pero algo había ocurrido un mago se había aparecido, y atrás de él otro mago más… La encapuchada rápidamente se transformó en un tigre siberiano, blanco con unas rayas negras muy bien marcadas y comenzó a correr en dirección contraria a los aparecidos. Recorrió varias calles esquivando algunos hechizos hasta que se encontró con un callejón bastante oscuro y una puerta abierta, se escuchaba el sonido de los aurores acercarse para buscarla por lo que la encapuchada solamente pudo meterse dentro de la puerta volviendo a su forma humana.

Para sus suerte dentro del edificio parecía haber nadie, hasta que comenzó a adentrarse en el edificio para escuchar una fuerte música de discoteca, un chico algo joven se acercó a ella, al parecer se encontraba en la parecer se encontraba en la bodega, pues el chico le pidió que saliera del lugar y volviera a la pista de baile… El chico recibió otro rayo verde y quedó inconsciente en el suelo (o eso es lo que parecía), la mure comenzó a caminar hacia lo que era la salida hacia la pista, mientras el ruido de la música se incrementaba y luces parecían salir de la puerta cuando la abrió para encontrarse con una discoteca.

Observó a su alrededor viendo a toda la gente restregándose entre ellos al ritmo de la música, seduciéndose, haciendo que sus instintos más salvajes de lujuria salieran a la luz. Pero algo excepcional ocurrió a lo lejos, había un grupo de tres chicos uno de los cuales era ni más ni menos que Gael Taladius, la persona que más odiaba en el mundo después claro de su padre, estaba acompañado de un chico y una chica, algo muy interesante parecía estarse divirtiendo con el chico. Si vista siguió inspeccionando la sala para encontrarse con Elizabeth Du Lune, acompañada de Kyle Owen y una chica que había visto en la subasta por lo que sabía que era compañera de Gael en la Orden del Fénix. Un extraordinario suceso, alguna excursión de los pequeños de Hogwarts seguramente… ¡no! La respuesta la acababa de dar su memoria, era el cumpleaños de su querido nietecito… Habría que darle un buen regalo al pobre diablo.

Fumos – susurró Bella en dirección a la pista de baile, mientras un espeso humo se hacía presente, entre el grupo de Kyle, Elizabeth y la chica que pertenecía a la Orden, y Gael, Maximo y Mei. Segundos después la bruja conjuró un Homenum Revelio no verbal, para luego volver a apuntar con su varita a su espalda, unos metros más adelante – Fiendfyre.

Del lugar en el que estaba apuntando apareció un gran serpiente de fuego que comenzó a seguir el camino que Lumiel le indicaba, haciendo una barrera entre los dos grupos ya antes mencionados, el fuego comenzó a quemar a las personas muggles que estaban en su camino, haciendo que estas gritaran de terror, para luego caer al piso muertas, otras tantas ya habían quedado muertas al ser tocadas por el hechizo, caminó en dirección a Gael y subiendo el tono para que su voz resonara entre el ruido dijo:

¡Feliz cumpleaños Gael!¿Te gusta tu regalo? – seguido de esto soltó una carcajada, esperando la reacción de Gael y sus compañeros...

Tras saludar a Gael y darle su regalo, se dirigió con una sonrisa más que evidente hacia la barra para dejar sus pertenencias, acompañado del chico. Observé el panorama. La chica amiga de Gael aún seguía medio paralizada, fruncí el ceño, extrañada. Mei por su parte, terminó de un trago su bebida y sin pensarselo mucho más agarró a un chico para ponerse a bailar apasionadamente con el. Resoplé, me había quedado como sola...así que simplemente me dirigí yo también hacia la barra, intentando hacerme hueco entre el tumulto para pedir algo en la barra. Conseguí llegar, unos cuantos metros alejada de Gael, tampoco quería entrometerme en donde no me llamaban. Ordené al camarero un 43 con lima, el cual me sonrió guñándome el ojo y se puso a ello. Yo también le devolví aquella sonrisa, coqueta. A los pocos segundos tenía mi bebida lista, me dispuse a pagarla pero el chico volvió a sonreir y me dijo que "invitaba la casa". Cogí mi vaso y le miré de reojo mientras daba un pequeño trago. Me dí la vuelta apoyando mi espalda y los codos sobre la barra para observar el panorama. Fruncí mi ceño, me extrañó no ver a Mei por ahí dado que estaba en frente hacia medio segundo. Giré mi cabeza hasta donde estaban Gael y aquel chico y ví como se había acercado a ellos y les contaba algo mientras señalaba a una pareja. Reparé en que era el mismo chico con el que había bailado antes y que ahora discutía con la que parecía su novia o algo por el estilo. Solté una carcajada, divertida, y pegué otro trago más a mi bebida.

Desde la otra puta de la barra, aquel camarero seguía mirándome. Le dí vueltas a la cabeza ¿realmente estaría bien que pasase algo? Bah, era una noche...había que aprovechar para divertirse ¿no?. Además, cada uno había encontrado ya su propio entretenimiento. Volví a ponerme de cara a la barra mirándole fijamente, con expectativas de que se acercase, mientras daba pequeños tragos. Finalmente se acercó a mi, esta vez lo tenía más cerca así que me aproximé a su oído para susurrarle por encima de la música-¿No tendrás un rato libre para mi, verdad?-sonreí. El chico soltó una pequeña carcajada mientras me mordía el labio inferior.

De repente, un humo negro comenzó a invadir la estancia. Me alarmé dada la rapidez del suceso, sí, solían alarmarme este tipo de cosas ya que había aprendido a estar a alerta por todo, por desgracia. Me concentré en pensar en que simplemente sería humo del típico que echan a veces en la discoteca, pero el latir frenético de mi corazón me hacía pensar todo lo contrario. Justo a continuación empezaron a escucharse gritos...eso ya no era normal. Me aparté rápidamente para intentar mirar entre el tumulto cuando observé una gran serpiente de fuego calcinando a las personas, que gritaban de puro terror mientras otras simplemente huían despavoridas. Me llevé una mano a la boca con horror: no había dudas...esto era un ataque mágico. Poco a poco la serpiente empezó a acorralar a un pequeño grupo...mis temores se intensificaron, encima, venían a por nosotros. Sin pensarlo ni un segundo, levanté un poco mi falda para sacar mi varita, la llevaba encima con una pequeña liga de silicona transparente. Era la única manera de llevarla encima si había una emergencia como aquella...llevarla en mi bolso habría sido peligroso dado que podrían robármelo. Tenía que llegar hasta el grupo de Gael, Mei y aquel chico. No veía nada, el humo negro me impedía ver algo a más de un metro y algo de distancia así que no podía distinguirles. Pero hubo un momento en el que conseguí ver un brazo, así que me acerqué para aferrarme fuerte, era la manga de Gael y por fin pude acercarme a ellos para verlos portando las mismas caras que ahora mismo yo tenía.

Un tono fuerte de voz femenina sonó por encima de todo el tumulto y la confusión...refiriendose a Gael. Oh dios mio...no me jodas que era su abuela Lumiel. Dios ¿sería la única o habría más respaldandola? Mi cabeza parecía a punto de estallar, miles de pensamientos cruzaban mi cabeza a una velocidad frenética. Esperé una reacción por parte de los demás mientras los miré, confundida, con la esperanza de que alguno de ellos ya hubiese pensando en algo.

OFF: ¿Podeis poner un orden de roleo please? Que ya me lio y no se cuando tengo que postear XD

Off:


Orden de post XD

Kyle---- su turno
Max
Gael
Elizabeth
Mei
Bella
Mirajane

Si kyle no postes para mañana (noche de Méx.) nos lo saltamos a Max

El sonido de la música retumbaba en todos los oídos con un ritmo bastante envolvente, las luces del lugar iluminaban segundo a segundo el lugar por completo, apenas se podía escuchar que era lo que pasaba alrededor, Elizabeth seguía con Kyle, mientras Max y yo ya estábamos enfrente de la barra, Mei se había perdido entre la gente y cuando logré divisarla de nuevo estaba bailando con un chico, miré de nuevo al camarero, ya había guardado todos mis regalos, me había sonreído y yo me puse rojo, miré a Max a los ojos posiblemente estuviera enojado… Pero sus ojos me perdían, eran tan lindos, tan cálidos… Para desviar la mirada busqué a Mirajane que al parecer se encontraba muy bien con uno de los camareros, todos parecíamos tener pareja con quien pasárnosla muy bien, al final este podría ser un cumpleaños como no había tenido otro, sin que el pasado me persiguiera… Este era mi día. Y como era mi día tampoco me iba a quedar atrás, me acerqué a Max con una sonrisa en mis labios mientras comenzaba a moverme al ritmo de la música, moviendo mis caderas de un lado a otro, mientras acercaba mi cuerpo al de Max, haciendo que estuvieran muy pegados. La voz de Mei llamó mi atención, haciendo que dejara de bailar y mirara hacia donde estaba señalando, había un par de chicos discutiendo y por lo que veía el joven era con quien Mei había estado bailando… ella había provocado la discusión y no se arrepentía de nada.

Tendrías que disculparte porque… – le dije entre divertido y enojado, pero algo había pasado.

Un humo negro había comenzado a salir en medio del lugar, en un principio creí que se trataba simplemente de el típico humito que salía del piso de toda discoteca para que la gente perdiera la visibilidad unos momentos, pero este humo era diferente, por donde lo viera se sentía magia aunque esto también podría estar disculpado dado el numero de magos que había en la discoteca, pero eso no era lo peor, la cosa es que el humo era negro y no blanco. Miré el humo fijamente mientras perdía de vista a Elizabeth y Kyle, seguían teniendo algo raro pero no podía explicar de qué se trataba, Mirajane por su parte también parecía haber notado algo raro, mientras el humo comenzaba a envolverla a ella también, pronto todos desaparecieron detrás de ese intenso humo negro. Gritos, muchos gritos de personas hicieron que mis sospechas se hicieran realidad, ese humo era mágicos y se trataba de una distracción, un aumento de las temperaturas me alertó del fuego que se estaba desatando en la discoteca, más gritos inundaban mis oídos tapando la música, eran increíblemente desgarradores, se oía a la masa de gente moverse de un lugar a otro pero no podía ver nada, lo único que podía hacer era sacar mi varita, por ahora tendría que quitarme el humo de encima para saber qué era lo que estaba pasando, me agaché un poco para tocar mi tobillo donde tenía mi varita amarrada pues se me hacía más cómodo traerla allí, me levanté y miré a ver a Max, el estaba a mi lado igual de desconcertado que nosotros, le lancé una pequeña sonrisa tranquilizadora. Una mano me agarró de la túnica por lo que instintivamente giré con la varita apuntando a la persona que me jalaba, se trataba de Mirajane que había conseguido llegar hasta nosotros, a estas alturas esperaba que Elizabeth se encontrara bien y hubiera logrado huir de todo este alboroto, Mei también se encontraba cerca y aunque apenas podía distinguirla sabía que se encontraba bien.

Agárrense fuerte de la barra – les grité a mis compañeros, tenía un plan y aunque un poco arriesgado era la única forma que encontraba de librarnos de el mandito humo que nublaba nuestras vistas – ventus.

Dije al mismo tiempo que comprobaba que todos mis compañeros se habían agarrado de la barra, pero eso no era todo, la voz de una señora había salido de entre la nada, una voz potente y al mismo aterrador que me terminó de poner pálido pues se trataba de la voz de Lumiel. Esto no importaba de momento pues ahora mismo por mi hechizo el viento dentro de la discoteca había comenzado a viajar velozmente moviendo vasos y botellas, estrellándolas contra el suelo, el sonido de vidrios rompiéndose me indicaron que se habían roto las ventanas, la fuerza del viento era tan grande que tenía que estar fuertemente agarrado a la barra para no sucumbir ante el viento y salir volando contra (aunque no supiera que existía) la barrera de fuego demoniaco. El humo comenzó a desaparecer por las ventanas hasta que no quedó rastro de él, dejándome ver lo que ahora era una enorme serpiente de fuego que estaba quemando además del piso y todo lo que se encontrara en el, muchas personas habían salido volando por la ventana lo que había sido algo buenos antes de que se toparan contra el muro de fuego que los quemaría sin que nada los pudiera apagar, otro tanto de cadáveres semi-quemados se habían quedado atorados entre los escombros de lo que antes era la disco… Delante de notros se había formado una especie de pasillo que terminaba en el lugar donde se tendría que encontrar Bella si había logrado superar mi ventisca (a la cual le había dado fin cuando se terminó el humo).


Off: Perdón por el doble post, es para que aparesca en las novedades y de paso el siguiente se entere (si se entera de que le toca), también me salté a Max y Kyle por incatividad