Alexander Albert Mathews

•Nombre•
Alexander Albert Mathews

•Edad•
17 Años

•Preferencia como pareja•
Mi gusto está en las mujeres
Y dentro de ello, mi gusto está en todas ellas

•Raza•
Mago

•Sangre•
Pura

•Ocupación•
Estudiante con intenciones de pertenecer al ambicioso séquito de los Mortífagos

•Casa•
Slytherin

•Descripción Física•
Alexander es un chico de una estatura media que está acompañada de una complexión que peca de delgada y de la que no luce más músculos de los necesarios. Lo más característico y vistoso de él puede que sean sus ojos y sus labios. Su labios por su apariencia gruesa y levemente salida como si se tratara de unos pequeños morritos que mantenía siempre, mientras que sus ojos tienen una terminación que podríamos catalogar de alargada y achicada. El color de sus orbes es de un azul claro, tirando a gris, un peculiar matiz que no heredó ni de su padre, ni de su madre, si no una especie de ''mezcla'' de ambos. Sus cabellos son de un castaño oscuro que normalmente lleva cortos y que pocas veces deja crecer más de lo oportuno, molestándose siempre en llevarlos arreglados.

Es algo tiquismiquis con su aspecto. Ante su creencia de que los Sangre Pura son superiores a los sangre sucias y a los mestizos, le gusta demostrarlo con cada cosa que tiene. Puede vestirse de la forma que le de la ganas, elegante para las cosas importante, informal para paseos intrascendentes, pero siempre destilando en sus ropas la cantidad de galeones que abordan su cuenta en Gringotts. Por regla general los colores que abundan en su vestimenta es el negro. Nunca le falta.

•Descripción Psicológica•
Si hay algo que una persona debe tener en cuenta al toparse con Alex por primera vez, es que a él no le importas una mierda. A primeras impresiones muestra un digno desinterés por todo lo que le rodea, al menos en las personas. Tiene un alto grado de egocentrismo y aunque no cree que sea el ombligo del planeta, si que puede conseguir todo lo que se propone. Por lo que presume de una seguridad increíble. El trato para con los demás es según como le pilles, cuando le pilles, y quien seas, sin embargo por lo general suele ser algo serio, irónico, pedante y, quizás, algo cínico. No le gusta ceñirse a las normas, que le controlen o le digan lo que tiene que hacer, es de los que se basa exclusivamente en él a la hora de hacer algo, de puro interés personal. Claro que, eso cambia cuando las normas que hay que seguir con las que están en su familia o las que, quiera o no, tendría que seguir para ser un mortífago que se valga.

No es de los que confía con facilidad, por ello para ser un verdadero amigo de él hay que dar mucho sin esperar nada de su parte, por muy injusto que parezca. Por ello puede parecer ser de lo peor, pero lejos de lo que pueda creer la gente, cuando se le conoce a fondo y se le llega, puede que sea el amigo más leal y sincero con quien uno se haya topado. Aunque no se le puede pedir que sea una buena persona. Es celoso, quizás demasiado, y con su pareja lo es aún más. Su filosofía, injusta pero real, es que él puede tocar todo lo que se le antoje, pero a su chica no se la toca NADIE. Aunque le cuesta, si para Alex eres una persona confiable, lo eres todo. Si te tocan, mueren. Es muy fiel, hablando de amistades, y entregado. El problema reside en que simplemente él no confía en nadie de esa manera, cuesta ser ''alguien'' a los ojos de Alex.

En resumidas cuentas, solo hay tres cosas que le importen sentimentalmente hablando, él, su familia y sus verdaderos amigos.


•Historia•
Alexander Mathews nació el 30 de Enero de 1979, justo cinco minutos después de que su hermano, ''el mayor'', naciera. Tuvo la suerte de pertenecer desde un principio a una familia conocida por guardar con recelo la pureza de su árbol genealógico, del que aún no tiene mancha oscura que lo despreciara. Con un linaje limpio y espléndido y que tenían - y tienen - un considerable nivel económico. Desde temprana edad no le faltó nada ni a él ni a sus hermanos. Desde siempre ha disfrutado de una buena educación llevada por tutores pagos (antes de cumplir sus 11 años y ser enviado a Hogwarts), siempre conservando el matiz refinado de su familia y, quizás, siendo esta educación muy cerrada a unos principios que se imponían desde sus antepasados familiares. Su padre en su estancia en Hogwarts había caído en Slytherin, su madre también y, por regla general salvo alguna que otra excepción, la mayoría de los magos de su familia habían caído en la orgullosa casa de las serpientes. Por ello cuando él y su hermano pisaron pro primera vez los terrenos de Hogwarts era de esperar que ambos quedaran en esa casa.

En casa se le había enseñado lo que era la magia oscura y el increíble poder que esta ostentaba, por lo que al llegar a Hogwarts su mayores y, prácticamente, únicos conocimientos eran sobre ella. Se había enganchado, por decirlo de una manera, a esa magia y aún hoy en día forma parte de su día a día. Para ser algo que ha impuesto su familia en sus creencia, a diferencia de la mayoría de los ''críos'' que se revelaban contra la imposición familia, Alexander siempre aceptó lo que le llegaba. Y lo aceptó por que le gustaba. Por que nunca le importó realmente eso del bien y el mal, lo de la magia negra o magia blanca en el fondo también le era intrascendente. A él le habían enseñado velar por si mismo y por su familia, y es lo que a lo largo de los años ha ido reforzando en su cabeza. Puro interés personal. Ahora cursa su último curso, y lo único que tiene en mente es que su padre, mediante sus influencias, y lo que el vale, consigan hacerlo entrar en ese núcleo que forman los mortífagos. Graduarse, para él, no es más que una forma de demostrar que está capacitado y que puede avenirse a todo.

•Otros Datos•
•Gustos•
Las mujeres. Si hay algo que puede volver loco a Alexander es que una chica lo seduzca. No tiene una preferencia especial, aunque no niega que las pelirrojas causan mayor atracción en él que cualquier rubia o morena. Aún así no le hace ascos a ninguna fémina: bajas o altas: morenas o rubias; Slytherin's o Hufflepuf's; con entero o medio cerebro. Tiene muy claro que el sexo es solo sexo, y no le gusta llamarlo de otra manera. Aunque, por supuesto, no es de los que descarta excepciones.

La competitividad. Le gusta competir, pero le gusta competir para ganar. Tiene un carácter muy fuerte en cuanto a eso se refiere. En su afán de demostrar que es mejor que la mayoría de los alumnos que hay a su alrededor, lo hace demostrándolo al pasar por encima de ellos. Por ello, también le gusta el Quiddith. El deporte mágico por excelencia y del que a él le gusta ocupar la posición de cazador. No es egoísta en el juego, pues a pesar de su individualidad, cuando se refiere a los suyos (Véase Slytherins o mortífagos) tiene un gran sentido de poder en grupo. Al fin y al cabo, una guerra no la libre una persona sola.

Las artes oscuras. Su pasión, evidentemente. Quizás por que representa la oscuridad, el mal y lo superior, Alexander se decanta más por este tipo de magia que por la blanca. Sin embargo, como seguidor de la magia y siendo mago, también practica y aprovecha al máximo lo que le enseñan en el colegio, que siendo Hogwarts, no es más que esa magia benigna y ''pobre'' que todos usan. Dentro de sus materias favoritas está 'Defensas contra las Artes Oscuras'. Pues según su cerrado criterio.. ¿Quién tiene más posibilidades de ganar? ¿Quien conoce solo una rama de la magia, o conoce las dos? O dicho de otra manera.. ¿Quien conoce solo los hechizos defensivos, o conoce tanto la parte defensiva como ofensiva?

La agresividad. Es algo que contrasta completamente con su yo de cara a la sociedad. Siempre se muestra elegante, soberbio. Pero para Alexander perder la paciencia es algo que le sucede con bastante facilidad, y no duda en mostrarse a la defensiva. Y es algo que le gusta, por que es otra de las tantas maneras de competir. El caso es que, eso no se queda ahí. Disfruta del torturar a alguien, aunque pocas - por no decir nulas veces - lo ha hecho. Pero esas escasas ocasiones han servido para levantarse un sentimiento de emoción y excitación. A veces, sin querer, se deja llevar y puede ser también algo brusco con alguna chica. Y le encanta, simplemente le encanta. Sobre todo si esta le llegara a seguir el juego con la misma intensidad.

•Odios•
Perder. ¿Y a quién le gusta hacerlo? A nadie. Pero a Alexander en especial. Es un chico que simplemente no sabe perder, que si ya de por si tenía algo contra una persona, ese algo se incremente se una manera que sencillamente es imposible remediarlo. Rencoroso y vengativo como es, no pararía de ''hacerle pagar'' a alguien, o desahogarse de mala manera. Y con ello viene de la manita el que no le gusta que lo dejen en evidencia. Es un sentimiento que no va con él, y que lo único que hace es sacar su parte poco ética y moral.

Los pesados. Y en ese ámbito entra la mayoría de las personas que no causan ningún interés en él. Los sangre sucia son los primeros en la lista, y detrás de ello la mayoría de compañeros que, por obligación a estar encerrados en las mismas cuatro paredes, tiene que relacionarse y convivir. Que le hablen de más, le fastidia. Con este tipo e gente solo le gusta cruzar cuatro palabras contadas.

Los traidores. De cualquier tipo. Los que traicionan su confianza, sus ideales o los que simplemente existen para traicionar a otros. Es algo que no le cabe en la cabeza y de lo que no se corta a la hora de despreciar. Por ello, los subnormales que le huelen el culo a un superior rompiendo sus propias creencias e ideales para quedar bien, le caen tan pedantes como una patada en el trasero. Por supuesto que, este desprecio, no es nada comparado si la traición se la hacen a él mismo. No es de los que le preocupa ganarse enemigos.

Las reglas. Le gusta hacer lo que le da la gana, por ello las normas no son, precisamente, las mejores amigas de este chico. Así que aprovecha cualquier ocasión para romperlas, y si alguien se le pone quisquilloso con ello lo haría solo por joder.

•Manías•
Para pasar el rato, a veces, juega con un galeón o una pequeña pelota
Tamborilear los dedos contra cualquier superficie cuando está desinteresado en clase o está impaciente
Sonreír de forma cínica, la mayor parte de las veces

•Boggart•
Los miembros de su familia (madre, padre y hermanos) muertos

•Patronus•
Aethonan

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