Hambre y heridas abiertas [Roikan Suir]

Chasquee un dedo, y la mancha de chocolate desaparecio de la comisura de mis labios. Rapidamente surgio una idea un poco descabellada en mi cabeza.

-¿Dijiste que el chocolate te gustaba mucho no? Pues creo que tengo algo que te encantara, pero, no lo veras hasta la hora de la comida, ¿Aceptas? -pregunte con una misteriosa sonrisa. -Eso si, te prometo como aliciente, que la mayoria de postres no te interesen lo mas minimo, de hecho hasta yo mismo ayudare a hacerlo.-dije mirando a un par de elfos que captaron mi mirada y asintieron en silencio. -Sera algo legendario, asi que asegurate de tener gente que quiera ayudarte o en su defecto ten mucho apetito.

Saque de mi bolsillo varios galeones los lance al aire y desaparecion, cada uno fue a los elfos con los que solia venir a comer a deshoras.

-Pues...si...yo no se que hace la gente con amigos cuando llega la hora de la comida, pero supongo que lo normal es que se pongan juntos y tal, hablen de como les fue el dia o que se yo, pues eso, que necesitaras ayuda para lo que te tengo preparado. -dije con una sonrisa. -Cuando quieras, no suelo estar ocupado nunca, a excepcion de posibles partidos de Quidditch o entrenamientos, el capitan debe asumir las tareas...aunque bueno, por lo menos pierdo clases.

Cierto era, no jugaba desde hace mucho al Quidditch, asi que debia de reunirme con el equipo rapido, si aun habia equipo.

-Hace bastante que no juego al Quidditch, espero no estar oxidado, un buscador debe de entrenar a diario.

-Nunca pude probar, no es que se me de mal, pero si, concuerdo con tu idea de mi autocontrol y de luchar contra mi mismo, pero bueno, intentare esforzarme al maximo para que eso no suceda mas. No, salgamos, no creo que puedan servirte a ti. -dije con una sonrisa mientras miraba sus ojos. -¿Te gusta mi pelo eh?

Me levante de la mesa y espere la contestacion de Ariel, antes de salir de ahi, obviamente con ella, si no habia inconveniente, ahora el quid de la cuestion es a donde.

-¿Juegas al Quidditch?

-Mejor excesiva sinceridad a que escasa, las mentiras solo sirven para desgaartar el poco tiempo vital que tenemos. Y bueno, si te encanta mi pelo podras tocarlo todo lo que quieras, no creo que haya una cola. -comente con una leve risa. -Bueno, creo que deberia de enseñarte a volar, ademas, asi creo que me quitare el oxido y, quien sabe, podrias apuntarte al equipo de Hufflepuff, serias una de las pocas jugadoras que no harian juego sucio. ¿Asi que, aceptas a que te enseñe a volar? Mejor dicho, te enseñare a volar, veras como le pillas el gusto, aunque no es lo mismo que volar con alas, pero bueno...

Con una sonrisa emocionante sobre mi rostro cogi su mano y la lleve al campo de quidditch, en cuanto a volar se referia, poca gente me superaba en Hogwarts, jugando limpio claro.