Un caldero...

Llegue a la tienda de calderos, después de ir a comprar mi varita. Había poca gente, pero esto no hacia menos interesante el lugar.

Revisé un poco los calderos que ahí había y me decidí por el grande, sería el indicado.

Me acerque al mostrador, donde se encontraba, la dependeinta de la tienda.

-¡Hola!- Saludé sonriendo -Mmm... me gustaría comprar el caldero grande por favor- Pedí amablemente.

Garabateaba tonterías en una hoja cuando una chica que ya conocía de Ollivander's entró a la tienda. Dejé la pluma a un lado y me dispuse a atenderla.

- Hola de nuevo - la saludé, sonriendo divertida - Ahora mismo te lo traigo.

Me levanté de la silla en la que estaba sentada y caminé hasta las estanterías donde se hallaban los calderos. Cogí uno grande y lo llevé hasta el mostrador.

- Ahí lo tienes - le dije - Son... 20 galeones.

Reconocí a la chica, ya que era la que me había atendido en Ollivander's.

Sonreí cuando me volvió a saludar, ya que parecía una especie de dejabú. Me dice que ira por el caldero y asiento mientras observo todo lo demás de la tienda, era tan agradable como la de las varitas.

Segundos después regresa con el caldero - Gracias - Sonreí y coloco el dinero en el mostrador. - Aqui tienes. -

Cogí su dinero y lo guardé.

- No es nada - le dije - Y, ah, por cierto, me llamo Alexandra Peverell - me presenté, sonriendo - Por si me vuelves a ver en alguna otra tienda - reí - O en Hogwarts... porque estudias allí, ¿Verdad?


[[OFF= Te resto el dinero y pongo el caldero en tu baúl ^^]]

Se presentá y hago lo mismo.

- Mucho gusto Alexandra. Pues yo soy Allie Blake y si, también estudio en Hogwarts, estoy en Gryffindor - Le dije sonriendo.


[[OFF: Claro gracias ]]

Escuché su presentación.

- Yo soy de Slytherin, pero sin problemas ¿eh? - le dije bromeando - Soy totaaalmente tolerante con la gente - sonreí simpáticamente.

Sonreí, ya que no era una de los Slytherin que tenían problemas con los Gryffindor, nunca había entendido tal rivalidad, pero bueno, esperaba que esocambiara algún día y al parecer así era, pues Alexandra, no tenía ningún problema con que yo fuera una Gryffindor.

- Menos mal... no muchos piensan igual que tú, pero me alegro que así sea - Sonreí. - ¿En que año estas Alexandra? - Pregunté curiosa.

Reí.

- Hay más como yo, en serio, y ya verás cómo te los vas encontrando - le dije alegremente - Yo voy a séptimo, ¿tú?

Asentí, ante su respuesta.

- Eso me gustaría bastante - Sonreí sin poder evitarlo. - En el mismo año que tú... creo que entonces tomaremos algunas clases juntas - Dije tratando de recordar si a ambas casas tomaban clases juntas.

- Si - asentí, sonriente - Creo que tenemos bastantes clases comunes este año. ¿Tienes ganas de empezar con alguna en concreto? - le pregunté.

Pensé durante unos instantes - Pues... lo que es Historia y DCAO son las que más que llaman la atención, así que son las que espero con ansias, ¿Tú tienes una una que sea tu favorita? - pregunté

La miré sorprendida.

- ¿En serio que te gusta Historia? - pregunté intrigada - ¡A mi también! Pero a casi nadie más le gusta... la consideran aburrida.

Hice un mohín.

- Yo en cambio considero muy interesante conocer el pasado, sobre todo para no volver a repetir los mismo errores - sonreí.

- Aunque a mi es que me gusta aprender sobre todo - reí - Sólo que a veces algunos profesores me quitan las ganas...- rodé los ojos.

Veo su sorpresa y me imagino que no le gusta la Historia.

- Si, me gusta bastante - respondí sonriente - ¡Eso es excelente, no conozco a nadie que le guste! - Dije sorprendida.

Escuche lo que piensa sobre el pasado y asentí.

- Es cierto, ademas de que para tener mejor noción del presente y del futuro, se debe conocer bastane bien el pasado, pues es un complemento bastante importante, en la vida de las pesonas -

- Creo que aprender todo lo que se pueda es emocionante - Reí con ella - Si, algunos profesores tienden a desilucionarte, ahciendo que pierdas las ganas por aprender.... es como si no les gustara lo que hacen -

Sonreí, Allie me había caído bien. Pero entonces caí en la cuenta de que ella probablemente tendría más cosas que hacer.

- ¡Ay, lo siento! - me excusé - Te estoy entreteniendo ¿cierto? Además, con el mal día que hace tiene pinta de ir a llover dentro de poco...

Miré por la ventana, los nubarrones cubrían todo el cielo.

- No elegiste muy bien la mañana para ir de compras ¿no? - le pregunté bromeando.

Bueno, era la primer chica con la que me llevaba bien, desde hacia un largo rato, y había caido bastante bien, puesto que no era como las Slytherin clásicas.

- Esta bien no te apures, hacia rato que no conversaba con alguien, así de bien como lo he hecho contigo.- comenté de forma sincera. - Eso parece - Miré por la ventana, el cielo tenía un color grisaceo, bastante intenso.

- Eso parece, pero lso días nublados me encantan - respondí con una sonrisa.

- Bueno, espero yo tampoco haberte quitado el tiempo - Me disculpe algo apenadita.

- Si, los días nublados están bien, pero con el cielo que se está poniendo casi seguro que llueve, y no poco - comenté - Así que, salvo que te guste también sentir la lluvia, te puedo dejar un paraguas, últimamente les ponen unos hechizos impermeables realmente buenos - sonreí.

- Y no te preocupes, hoy no tengo mucho trabajo - la tranquilicé mientras cogía el pergamino donde había estado dibujando y se lo enseñaba. En él se podía ver un paisaje que había visto en Austria, que consistía en unas casas a la orilla de un lago rodeado por montañas; y algunos rostros de personas desconocidas en las esquinas del papel - ¡Si hasta me da tiempo de garabatear tonterías de estas! - reí.

- Tienes razón, seguro lloverá todo el día - regresé al vista a ella - Te lo agradecería bastante, pues como que no estoy de humor, para llegar al colegio como ratoncito mojado - comenté sonriendo y agradeciéndo su amabilidad.

Veo el dibujo que me muestra y luego escuchando la poca importancia que le da. - ¡Bromeas! eres realmente buena para dibujar... transmites mucho con la imagen, es como si estuvieras en el lugar, en este mismo instante - dije sincera, mientras veía aun impresionada el dibujo de Alexandra.

Reí por su comentario y fui a por un paraguas que tenía colgado en un perchero mientras ella veía el dibujo.

- ¿En serio? - pregunté insegura - Bueno, dibujo desde hace tiempo, pero nunca me he puesto de verdad a intentarlo - le expliqué.

Regresé con el paraguas, que era de un rojo intenso, y se lo tendí.

- Mm... siento que sea tan llamativo - me disculpé, observando aquel color que no me acababa de convencer - prefiero el verde esmeralda, pero no había en la tienda - me encogí de hombros, sonriendo.

Mientras ella iba por el paraguas, yo seguía observando su dibujo.

- Enserio - sigo admirando el dibujo - Pues eso si es raro, porque seguro que si te pones a intentarlo de verdad como dices, te harías muy famosa por tus dibujos, transmites mucho con ellos -

Veo el color del paraguas y eso hace que me recuerde algo, pero mantengo la calma, aun faltaba bastantes horas para que comenzará a sentirme más que hambrienta o sedienta.

Tomo el paraguas - No te apures, así esta bien, creo que va con mi casa - sonrei deivertida. - Bueno, mientras evite que me moje, no importa el color, aunque prefiero el negro - dije viendo el paraguas y luego sonreí.

Creí notar una leve vacilación por parte de Allie a la hora de coger el paraguas, como si se hubiera quedado pensando. Sin embargo, no le di importancia.

- Negro noche ¿no? - sonreí - Si, ese color también es bonito, ¡Con lo que me gustan a mi los paseos a la luz de la luna!

Con paraguas en mano, levante la mirada, viendo de nuevo a Alexandra.

- Si, un color bastante serio y tranquilo - sonreí y más por lo de lso paseos que menciono. - Esos son los mejores paseos que puede haber, son hermosos y más con el color plateaod que les brinda la luna - ultimamente estaba enamorada de las noches como de las que hablaba.

Sonreí al oírle hablar de esa manera.

- Por lo visto sales bastante a pasear por las noches ¿no? - le pregunté - Yo también salgo, y he tenido la suerte de no toparme aún con ningún profesor en mis escapadas - reí.

En ese momento se oyó un trueno en la lejanía, a la misma vez que una fina cortina de agua comenzaba a caer, mojando los cristales.

- Vaya, qué poco a tardado en ponerse a llover - comenté, viendo como las calles se iban encharcando poquito a poco.

- Así es, siento que es una de las mejores horas del día, todo se ve otra manera - respondí sonriente. - Menos mal, si no ya estarías cumpliendo un buen castigo todos los fines de semana, que poco nos entienden algunos profesores - reí junto con ella.

Un estruendo nos sorprendió, junto con esa fina lluvia que coemnzaba a caer, cubriendo cada lugar con esas gotas.

- Si, crei que duraría un poco más, pero veo que se ha adelantado - dirigi mi vista hacia las ventana, observando como la gente que había corria para cubrirse de la lluvia.

- Claro que todo se ve de otra manera por la noche... ¡Como que no se ve! - bromeé - A no ser que seas un gatito que vea en la oscuridad - reí.

Volví a observar entonces la calle.

- Bueno, así estaré segura de que le vas a dar utilidad al paraguas - comenté sonriente - Aunque si se intensifica mucho la lluvia me temo que ni el paraguas te salvará de mojarte.

Reí por lo que dijo - Cierto, es dificil, para una persona normal ver en la noche... a menos, que seas un animal nocturno... aunque tiene sus ventajas ser nocturno... hay bastantes cosas que se pueden hacer - eso último, casi lo dije más para mí, ya que mi "vida" era de noche.

Asentí a lo del paraguas.

- Creo que es lo más seguro, no creo que me salve de llevarme una muy buena mojada, las nubes estan como dapara dar más de lo que aparentan - vi por la ventana, mirando las nubes que se veían muy cargadas.