Viendo las plantitas (Libre)

Desde pequeña siempre me habían atraido las plantas y las flores, por lo que decidí ir al invernadero a ver que tipo de plantas tenían. Eche un vistado a las plantas de la entrada y deteniendome a oler algunas o mirando más detenidamente otras que no me sonaban, aunque, tras mirarlas un rato, recordaba haberlas visto en algún libro u oido de ellas en alguna clase. Al final resultó que conocía cada planta, aunque en la mayoría no sabía para que se utilizaba.

Me volví a la chica antes de contestar. Por la bufanda supuse que sería Slytherin.
—Pues sí. Ahora que lo dices, estoy congelada—Me abrigué aun más, metiendo las manos en la túnica y frotándolas contra mi cuerpo haber si entraba un poco en calor. Me perdía en mi mundo mirando las plantas, que un poco más y acababa congelada. Y para colmo, olvidé mi bufanda...

Vi como entraba otra chica, y la miré con una sonrisa extrañada, ¿es qué no tenía frío? Quizás es que tubiera acostrumbrada por venir del norte, muy al norte, donde hacía más frío... ¿Quién sabe? Me límite a saludarla con la mano anter de mirar a la chica que se acababa de presentar, haciendolo yo también.
—Yo soy Audrey Kollers. Sexto curso.—Luego señalé su bufanda—Eres Slytheirn, ¿Cierto?—Prefería preguntar, antes de llevarme una idea equivocada

Me volví hacia el chico que acababa de entrar, tampoco llevaba abrigo, y observé como iba hacia la otra chica, al ver a los dos sin más ropa, pensé que quizás eran parientes, y tenían la misma sangre nórdica.
Vaya, los invernaderos le interesaban a muchas personas, fue lo único que pensé al respecto, mientras miraba a Norah y su sonrisa.
—¿Qué pasa?—Le preguntó. Normalmente me costaba pillar las cosas.

La miré antes de responder. Sin saber por qué, sentía que era ajena a algo que estaba pasando a mi alrededor, y no me gustaba aquella sensación...
—Oh, bueno—Reí algo nerviosa—La verdad es que soy una Ravenclaw algo diferente al resto—En efecto. Mientras que el prototipo de Ravenclaw, era la alumna perfecta, a mi me habían expulsado de mi antiguo colegio. Sí, yo siempre tenía que ser la diferente. En todas partes.
Además, las plantas eran muy interesantes, pensé mirando la flor morada, y sonriendo.

Miré como Norah se cortó, antes de volverme al chico que se acaba de mover. Le observé mientras se acercaba a otra planta, cuyo líquido ayudaría a Norah, y la cortaba, junto con un trozo de su propia ropa, y se lo tendía a la chica en forma de ayuda.
Tardé unos segundos en reaccionar despues de oirle hablar, aunque luego, mis palabras salieron demasiado rápido.
—Yo soy Audrey Kollers.—No sabía como responder a su reverencia, por lo que sólo me limite a añadir, en tono de cortesía—Encantada de conocerte—Esperando que fuera suficiente

No podía imaginar el hecho de que aquella chica morena, tras ver como Norah había comenzado a sangrar, hubiera pedido su sangre. En mi mente pasó el nombre de una criatura, aunque no daba con su nombre, sabía que había oido hablar de ella, y estaba presenciando el "ataque" de una. Luego estaba el otro chico, Kyle, como la inmovilizaba. Él tampoco era normal. Miré a Norah, e intuí que ella ya lo sabía. ¡Qué tonta me sentía! Dos vampiros en la sala, una chica sangrado, y yo preocupandome por las presentaciones.

—¿Qué ocurre?—Susurré. Sabía perfectamente lo que ocurría, pero necesitaba oirlo en boca de otra persona, para asegurarme de que había llegado a la conclusión correcta, sin poder dejar de ver la escena.

Kyle intentó separarme de aquellas chicas, y después de forcejeos y forcejeos, lo consiguió sacándome de ese lugar apestoso a sangre de humano, ya casi no lo olía apenas, pero aún me estaba durando el estado de embriaguez hacia Kyle, vamos lo que se dice atracción total e incontrolable, así que aún agarrándome para que no me moviera, hice la acción contraria: en vez de moverme hacia fuera, o sea escaparme de él, me moví hacia él, pasándole los brazos por la cintura y besándole los labios.

El beso, fué largo y muy intenso, ya que mi yo interno, aprovechó al máximo este momento, ya que después de lo pasado, nunca se hubiera atrevido. Después del beso me separé un poco de Kyle, y aún en pleno momento de atracción máxima le dije:

-¿Me quieres?.-Le dije con tono meloso.

Después me junté de nuevo a él, y le besé el cuello varias veces y de forma apasionada, mientras posaba mis brazos entorno a su cintura.