Una noche afuera sin razones. [Ayame Nightray]

- Es que estoy tomando distancia, desde donde estábamos no alcanzaría a apuntarlo y se me vendría encima.. - Dije mientras corría, tirando de la mano a la chica asustadiza, que dijo algo que no me esperaba. Jamás creí que me aconsejara enfrentarlo, pero qué se le va a hacer. Tal como dijo, el dementor nos seguía, y no me molesté en pensar por qué había uno allí.. pues estaba y eso era lo primordial ahora. Ya teníamos algo de ventaja, cuando me giré al detenerme, y apunté al dementor con la varita.

- Hasta la vista, baby.. ¡Takatakatakataka!~ - Comencé a decir, como si estuviese disparando con una metralleta. Hermoso momento para jugar, ¿no?

Oh, si, cómo se me había ocurrido que Ayame huiría del peligro... Nos detuvimos y giré con ella, me quedé casi 2 segundos paralizada con el aspecto del dementor, pero lo que más me sorprendió fue que mi amiga seguía jugando, ¡en una situación así! Me dieron ganas de golpearla y a la vez reirme, pero pensé en el enemigo antes. Apunté con mi varita a la mounstrosa criatura y grité Expectro patronum. No estaba concentrada y sólo logré que saliera la luz plateada sin forma de mi varita, lo volví a decir y esta vez tomó una forma un poco indefinida de un delfín.

Seguí disparando, y tal como esperaba, Lyra reaccionó, siendo ella quien utilizó correctamente la varita. Se podría decir que estaba jugando con ella, quería probarla, y si no lanzaba el hechizo obviamente tendría que hacerlo yo. Logré mi objetivo: Lyra defendiéndose en vez de correr o paralizarse. Miré al dementor, que se acercaba más, pero lamentablemente apareció otro más, que se veía a lo lejos.

- ¡Vamos delfín! ¡A por él! - Le di ánimos a la chica, sonriendo como si no hubiese peligro. La luz que emitía su varita alumbraba bastante, y teníamos más probabilidades de ser descubiertas, pero teníamos que defendernos.

Ayame no había lanzado su patronus como yo lo esperaba. ¿Acaso esto era una prueba de valor o qué? No importaba, el hecho es que en serio seguíamos en peligro. El dementor se alejó un poco pero mi patronus se desvaneció, lo conjuré de nuevo y esta vez si lo ahuyentó, pero había otro que se acercaba. El delfín volvió a desaparecer y yo estaba asustada, pocas veces había hecho que mi patronus fuera una forma bien definida. Miré a mi compañera y ¡estaba sonriendo! En serio, en situaciones así... Tuve ganas de golpearla de nuevo. Dije Expectro Patronum otra vez, pero ya no salía mi delfín, sino una pequeña luz plateada.

- Estás distraída, ¡concéntrate! - Exclamé a Lyra, cuyo patronus se desvaneció, el delfín era un recuerdo, sólo quedaba la luz. Tuve suerte de practicar algo con Roi en el embarcadero. El otro dementor venía rápidamente, tomé con firmeza la varita y apunté. - ¡Expecto Patronum! - Grité concentrándome en el recuerdo de la pequeña Aiko. ¿Soundless Voice? Sí, esa canción era una de mis favoritas, pues me identificaba con ella.. por eso se la dediqué alguna vez al recuerdo de mi gemela. Una luz comenzó a brotar de la punta, y finalmente un pequeño zorro ártico se formó de ella. Éste corrió y chocó al dementor, quien se alejó al contacto con mi patronus. Sonreí satisfecha, lo había logrado.

- Será mejor irnos de aquí antes de que vuelvan.. - Propuse a la Ravenclaw. Luego la miré. - Lo hiciste bien - Le comenté para después avanzar rápidamente hacia el castillo, deteniéndome más allá para me siguiera. Aún hacía frío, y la niebla también estaba presente.

Claro que estaba distraída, no es fácil concentrarse en ese tipo de situaciones... Me rendí de intentar usar mi patronus de nuevo y Ayame lo consiguió, de su varita salió un zorro... ¿ártico? si, plateado. Espantó al otro dementor que se acercaba y todo dejó de estar helado, aunque seguía hacendo frío. Escuché a mi amiga y caminé detrás de ella sin decir ni una palabra, pareciera que yo seguía un poco en estado de shock.

Ahora debíamos escapar antes de que volvieran. Mientras caminaba rápidamente de vuelta al castillo, advertí a Lyra. - Ninguna palabra a nadie sobre esto.. - Quizás no era necesario advertirle, era algo casi obvio.. Me pasé una mano por la cara, pues sentía que la sangre del rasguño estaba ya seca y me incomodaba.

En eso, vi una especie de luz proveniente del castillo. Quizás era Filch o algún profesor haciendo guardia. Sonreí diabólicamente, pues ahora tendríamos que entrar sin que se diesen cuenta, y requería de mucha habilidad. No sabía que pensaría mi amiga de eso..

-Claro, ¡al primer profesor que vea le diré que estuvimos fuera del toque de queda y que tuvimos que enfrentarnos con dos dementores! le dije sarcásticamente.
Caminé más rápido porque sentí que me estaba quedando atrás, y quedé cerca de Ayame, pude verla tocar el rasguño de su mejilla. Luego caí en la cuenta de que debíamos entrar y... ¿Qué hora serían ya? ¿Las 2 de la madrugada o más tarde?

-Oye Aya-chan... ¿Cómo entraremos sin que nadie nos vea?-

Por su sarcasmo me tuve que girar a ponerle una cara entre "déjate de bromas", pero a la vez me hizo gracia. Quién era yo para criticarla, si yo andaba riéndome cuando me atacó el sauce y después usé una metralleta contra un dementor. ¡Por Merlín! Qué clase de chica soy.

- Supongo que burlando a quien vigile, ¿eso responde a tu pregunta? - Volví a mirar hacia delante. Las luces se iban, y denuevo volvíamos a ver nada más que oscuridad. Comencé a avanzar algo agachada, y puse mis manos como si fuesen pistolas. Todo era un juego para mí.

Parecía que mi broma no le causó gracia, y ella que andaba todo el tiempo jugando y bromeando...

-Bien, ¿y cómo lo burla...- me callé porque vi que se agachaba y... ¡¿Sus manos en posición de pistola?!

-Estás jugando de nuevo...- le dije mientras la seguía, pero esta vez había susurrado para no hacer ruido.

- Creo que terminaré en un manicomio.. o simplemente es porque me gusta llamar la atención.. - Le susurré de vuelta. Me regañaba, de cierto modo. Separé las manos y me senté en el suelo, con pose pensativa.

- Veamos.. las puertas están cerradas.. los vigilantes andan cerca.. - Miré el Sauce Boxeador, y recordé a los gemelos Weasley, quién sabe por qué. Me hablaron una vez de unos pasadizos secretos. - Tal vez haya una especie de pasillo secreto para entrar.. - Comenté al aire.

Suspiré.

-Ya, no creo que sea para tanto, pero a veces pienso que vas en serio y sólo juegas...- seguía susurrando. Vi cómo se sentaba en el suelo y me detuve detrás de ella, sentándome también. Sería difícil entrar...

-¡¿Pasillo secreto?! ¿Estás loca? Hogwarts es mágico y muy grande y hay miles de pasadizos que no conocemos, ¿cómo esperas que encontremos uno por donde escabullirnos y sin saber si hay alguien allí o cerca?- ya estaba desesperándome, aunque las intenciones de Ayame eran buenas y yo no sabría qué habría hecho de no haberme encontrado con ella antes.

-Lo siento, no estoy ayudando en nada.- le susurré como disculpándome, ¡a la mierda mi orgullo!

Abrí bastante mis ojos tras oír a la chica. Mi idea del pasillo secreto era buena, pero dadas las circunstancias habría que cambiar de plan. Ella tenía razón, había un 50% de posibilidades de perdernos en uno.. y más de noche.

- Entonces propone tú alguna idea, sabelotodo.. - Dije inflando mis mejillas amurrada como solíamos hacer los japoneses, mirándola de reojo tras disculparse. Lo bueno sería que ella también diera ideas, y quizás hagamos una mezcla de ambas. Me quedé mirándola atentamente, esperando reacción. Lyra era orgullosa y asustadiza, pero era una Ravenclaw, tenía que ser brillante en eso de crear planes.

Me mordí el labio y además mi cara se sonrojó un poco, no sabía por qué pero al menos en la noche no se notaría.

Bueno, es obvio que no podemos entrar por la entrada principal, puesto que de seguro está cerrada y hay alguien haciendo guardia. Un pasadizo no sería buena idea porque podemos perdernos y nunca se sabe qué hay del otro lado... Entrar por una ventana sería ilógico y estúpido. Podríamos probar con otra entrada, pero yo creo que todas deben de estar vigiladas... Aparecerse dentro de Hogwarts es imposible y tampoco tenemos la edad para ello...- hablaba rápido cada cosa que se me venía a la mente, se iban agotando las posibilidades..

Allí estaba. Lyra decía todas nuestras posibilidades, pero aún así ninguna era accesible. Me llevé una mano a la cabeza, sin saber que hacer. Piensa Ayame, piensa. Algo se te tenía que ocurrir. - Creo que nuestra única opción es ir por la entrada y evitar a quien vigile.. - Dije al aire, con la vista fija en una roja que había allí. No nos quedaba otra que burlar a los vigilantes, sabía que no sería fácil, y usar algún tipo de bomba fétida u otro producto para despistar alertaría que hay alumnos fuera. Así que, a oscuras y gateando. Y el otro problema sería cuando nos dividamos, yo tengo que entrar a mi sala común, y despertar a la señora Gorda. Creo agradarle asi que si le pido que no me delate quizás lo haga.

- No sé que haremos, pero vámonos de aquí. Los dementores pueden volver.. - Propuse, atenta a las reacciones de la chica, que seguramente volvería a poner un obstáculo.

Sería muy difícil burlar a quien sea que estaba vigilando, supongo que nos atraparán. Maldito pesimismo... Además, cuando entremos nos separaremos y será más difícil que cada una llegue a su respectiva Sala Común.

-Está bien, mejor nos vamos pero...- ya no sabía qué decirle, ella sabía bien lo que yo pensaba, así que bastaba. Lo cierto era que afuera y a estas horas era extremadamente peligroso, así que irnos es la mejor opción.

Bien.. había dicho algo.. ¿positivo? Al menos no me dio la contra.. excepto por su "pero". Maldita palabra era esa. - Nada de peros.. además.. - En eso, se me ocurre una idea. Pongo mi rostro como si lamentara algo, triste. - Si fallamos en esto.. nos irá muy mal, ¿sabes? Y no podré volverte a ver a la cara, porque me sentiré culpable.. - Comencé diciendo en un susurro, mirando hacia abajo. - Así que antes de que nos arriesguemos.. quiero que sepas que yo.. tú.. - Me acerqué a ella, quedando frente a frente. La miré a los ojos, y pronuncié dos palabras. - ..Me gustas.. -

La cara de ella fue épica. Y antes de que dijese algo, comencé a reírme a carcajadas y le saqué la lengua. - Sólo bromeaba ajajaja te la creíste.. - Ya me estaba esperando una cachetada, o que me dejara petrificada allí.

Siempre había algún pero, siempre alguna excusa, eso era seguro. Cuando Ayame empezó a hablar me asusté, nunca la había escuchado con ese tono tristón. Con lo que dijo después, sin comentarios. No sabía si pegarle como un muggle o lanzarle algún hechizo como castigo. ¡¿Acaso no tenía tiempo para dejar de bromear y jugar?! Pensé que un hechizo sería más escándalo, así que le di un prominente zape en la cabeza y comencé a caminar hacia adelante fingiendo estar extremadamente ofendida.

- Itee... ¡oye! ¡Espera! - Exclamé después del recibir el zape, viéndola alejarse de mi. Vaya si se molestó. Tenía una de mis manos sobre el sitio golpeado, me puse de pie y corrí tras ella. - Fue sólo una broma, no tenías que enojarte.. - Intenté excusarme, esta vez sí con aires de preocupación en el rostro. Ya estábamos llegando a la entrada del colegio, y ahora teníamos que ponernos a ver bien dónde estaban los vigilantes, analizando todo.

Me detuve sólo porque ya estábamos cerca y todavía no tenía idea de cómo entrar.

-Siempre estás haciendo bromas, así que déjate de excusas.- ya estaba enfadada. Bueno, todas las amistades tienen sus pleitos de vez en cuando. Además, ahora la prioridad era entrar sin que nadie nos viera.

-Ahora que estamos aquí... ¿Cómo entraremos?- seguía hablándole de espaldas, mientras veía que adentro había una luz que se movía... Ese debería de ser el supuesto vigilante.

Me detuve cuando ella se detuvo. La miré esperando a que dijese algo, y las palabras de ella me chocaron en la cara. Sí, estaba enojada. Solté una risita nerviosa, intentando parecer niña buena, y quizás de ese modo me lograra perdonar.

- Supongo que por la puerta.. el problema es que cruje mucho, así que tendremos que pensar en un encantamiento que haga que el sonido disminuya.. - Comenté pensando, en voz baja. Me sabía un hechizo para volvernos invisibles temporalmente, pero no servía de nada si igual meteríamos ruído al abrir esa antigua puerta de la entrada. Y teníamos mucha suerte si era Filch el que andaba rondando, porque al ser squib, tenemos más posibilidades de tener éxito. - Podemos usar "Caeca Temporalis"... así nos hacemos invisibles como el viento~ Le propuse creyéndome una sabelotodo. ¿Muffliato serviría?...

Escuché su pequeña risa ante mi respuesta cortante. Yo era orgullosa, no perdonaría fácilmente... Aunque Ayame me caía demasiado bien.
Reflexioné lo que dijo luego: si el problema es el sonido, un Muffliato bastaría pero iban a vernos si había alguien allí.

-Para el sonido podemos usar "Muffliato", sé cómo usarlo... Aunque nunca he hecho un "Caeca Temporalis".- hablaba fríamente, todavía de espaldas a ella. Y sin embargo, logré sonrojarme por el hecho de no saber usar el Caeca Temporalis. La luz se veía alternando ventana tras ventana. ¿Quién estaría allí?

Miraba su espalda, pues aún estaba molesta y hablaba sin mirarme. Me pasé la mano por el cabello, sacando una hoja del sauce boxeador que se había enredado en él. Luego de retirarla, escuché que nunca había hecho un Caeca temporalis.

- Yo sé hacerlo, pero tendrás que ayudarme con el Muffliato.. - Comenté, sacando nuevamente mi varita, mientras caminaba hacia la entrada sin mirarle.
Llegué hasta cierto punto, y con ayuda de Lyra pudimos entrar. Ya lo que sucedería allá dentro es un secreto.. las luces de los vigilantes se apagaron de pronto.

CERRADO.