Burbujas [Harumi; Libre]

Las burbujas se despegaban del vidrio, subían y desparecían. Una y otra vez. Era deprimente ver que todas las burbujitas no hacían más que desaparecer, no tenían escapatoria. Al mismo tiempo, cuando pasaba mis dedos sobre el frío vidrio del pequeño jarrón, éste se desempañaba y dejaba ver la amarillenta cerveza de manteca que contenía con más claridad, de forma que parecía que aún más burbujas estaban muriendo.

¿Cuánto tiempo llevaba sentada en aquella mesa de Las Tres Escobas, sola, dándole vueltas a los mismos pensamientos una y otra vez mientras escuchaba conversaciones ajenas y observaba cómo desaparecían las burbujas desde mil ángulos distintos? ¿Minutos, horas? Seguro que podría haber encontrado algo más productivo que hacer en Hogwarts, pero había decidido ir a Hogsmade a tomar algo y, con el atropello producido por las ganas de salir del colegio en el cual pasaba casi todo el tiempo, me había olvidado de lo difícil que es socializar si no iba con alguien conocido.

"Ya aparecerá alguien", pensé, sin muchas esperanzas de que algo interesante ocurriera esa tarde. Si lo más interesante hasta ahora habían sido las burbujas de mi cerveza...

Me había quedado sola después de haber paseado por Hogsmeade, así que busqué un lugar donde pudiera hallar a alguien, ya que amaba la compañía. Pasé por Las Tres Escobas y entré automáticamente. Vi a una chica rubia sentada sola en una mesa jugando con un jarrito de cerveza de mantequilla y me pareció reconocerla de alguna clase, así que me senté con ella, esperando no incomodarla.

-Hola, ¿eres Shirley de Ravenclaw, cierto? Creo que te he visto en clases...- la saludé con una sonrisa dispuesta a quedarme allí con ella y tomar algo tranquilas, esperando a ver si alguien más venía o nos quedábamos solas.

Lentanté la vista en cuanto oí que alguien corría una de las sillas de la mesa donde estaba yo. Creí reconocer a una chica que compartía alguna que otra clase conmigo, pero con mi memoria para los nombres y las caras de la gente nunca podía estar segura. Me sorprendió que supiera mi nombre, pero no podía dejar que se diera cuenta de que yo no sabía el suyo, lo que sería un problema.

-Sí, nos debemos haber visto alguna vez en Hogwarts... y sí, soy Shirley de Ravenclaw... -luego de unos segundos de duda, finalmente me acordé de ella- ¡Harumi!

Oh, quizá no debería haberlo dicho con tanto entusiasmo, pero bueno, si tenía suerte, lo interpretaría como algo bueno.

Me reí un poco cuando casi gritó mi nombre, bueno, no era precisamente fácil acordárselo para quienes no saben japonés, creo... Además, apenas y nos conocíamos de clases.

-Sisi, soy Harumi Isamu de Hufflepuff.- le dije como presentándome, después de todo creo que nunca antes había hablado con ella... Me acomodé un poco más en la silla de la mesa, tal vez después pediría algo para tomar.

En cierto sentido, fue bueno que se diera cuenta de que aún no tenía muy claro quien ella, porque se presentó sin que se lo pidiera. Ahora creía recordar algún saludo por cortesía, alguna palabra intercambiada sobre que nos daban demasiada tarea...

Le di un sorbo a mi cerveza de manteca (que ya había dejado de estar fría hacía rato), repentinamente recordando que para eso la había pedido.

- ¿Vas a pedir algo? Yo invito -dije, y cuando mi bolsillo gritó desesperado que no podía permitirse lujos, agregué con una sonrisa:-, pero no te vayas a pedir lo mejor que la casa tenga para ofrecer, que tampoco tengo tanto.

Mientras me acomodaba Shirley me ofreció tomar algo y decidí aceptar, le devolvería el favor en cuanto pudiera.

-Oh, claro, gracias... Eh... Creo que pediré una cerveza de mantequilla.- le dije sonriente mientras pensaba en algún tema de conversación.

-Mmm... ¿Te gusta leer?- de algo teníamos que hablar y fue lo único que se me había ocurrido.

Harumi pidió una cerveza de mantequilla, y luego buscó tema de conversación. Los libros eran un buen lugar para empezar.

-Sí, por supuesto -repsondí-. Más que nada, de aventuras. Pero casi todos los libros que leí, salvo los que nos han dado en el Colegio, son escritos por muggles, no se si para vos serán conocidos -a decir verdad, no tenía la menor idea de si era hija de magos, muggles o mestiza.

Tomé un trago de cerveza mientras ella hablaba y la dejé sobre la mesa sonriendo, casi a punto de reir. Pero tenía lógica, un mago sangre pura no conocería los libros muggles.

-Si, conozco. Soy mestiza y vivo entre muggles, exceptuando a mi hermano.- le contesté, para que no se preocupara de hablarme de cualquier cosa muggle, pues entendería... Aunque yo tampoco sabía qué tipo de sangre tenía ella, ni tampoco me importaba demasiado...

-¿Aventura, eh? También me gustan, pero prefiero de terror o suspenso... A veces policiales, pero esos me aburren un poco...- comenté algo distraída, tomando después otro sorbo de cerveza.

Entré a Las Tres Escobas, aburrida de recorrer Hogsmeade. No estaba tan repleto como solía estar en las salidas escolares, aún así, había bastante gente.

Divisé dos muchachas conocidas, sentadas en una mesa junto a una ventana. Shirley McBride, de mi casa, a quien había visto múltiples veces por allí, y Harumi Isamu, a quien también había visto por el castillo, aunque con ella sí había conversado... algo.

Me acerqué, con una sonrisa, que se ensanchó al oír el tema de conversación.

-Hola, chicas -las saludé-. ¿Puedo acompañarlas? -pregunté, esperando su respuesta para sentarme.

Mientras hablaba con Shirley escuché una voz que se me hacía conocida, volteé a ver. Una chica rubia de ojos claros y pelo lacio, de Ravenclaw y venía con una sonrisa. Yo la conocía.

-¡Parece que estoy rodeada de Ravenclaws!- comenté en broma, pues la mayoría de los miembros de esta casa me caían bien.

-Hola Mer.- esta vez la saludé como se debía y con una sonrisa.