Estoy fuera en la calle, me paro en el mostrador, y observo los distintos tipos de varita que hay. "Necesito una nueva varita", pienso, y saco de mi bolsillo mi vieja varita partida, con la que compartí grandes experiencias en el pasado. Guardo la varita, y tras observar el mostrador me decido a entrar en la tienda.
Abro la puerta y entro al centro de la tienda y pregunto:
-¿Hay alguien el cual pueda ayudarme?-Pregunto con modales.