Visita (Jack)

La Casa de los Gritos era mi lugar favorito. ¿Por qué? Seguramente porqué aquí se escondió antes y era el lugar favorito del Lord. También me gusta su nombre... bastante atractivo para un lugar un poco siniestro.

Aparecí, como era de costumbre, cerca de la chimenea. Con un sólo movimiento de varita prendí el fuego de la chimenea vieja para calentar un poco el lugar y darle un poco de luz.

Me quedé de espaldas a la puerta, mirando el fuego de la chimenea. No sé porqué, pero el fuego me atraía.

Paseaba por Hosgmeade, con las manos en mis bolsillos, me dirgia hacia la casa de loss gritos, pase por Hosgmeade hasta encontrar la casa de los gritos, entre en ella, la verdad esque esa ccasa era muy vieja, subi al ultimo piso, donde habia una chimenea, vi a un señor, que parecia ser porfesor de Hogwarts, asi que me acerque a el le toque la espalda y cuando se dio media vuelta, supe que era Aldo Sirenio, entonces le dije. - Hola porfesor Aldo - le salude con la mano y despues le dije. - Usted... ¿Qué hace aqui?- le pregunte mirandole...

No me esperaba que nadie llegára a este lugar. Por suerte para mí, hoy no quedé en encontrarme con ningún mortífago mío, ni tampoco con Voldemort, así que no tenía nada de que temer.

Un chico se me acercó, me tocó el hombro y al voltear nos reconocimos. Se trataba de un chico Slytherin... no tenía problemas con ellos, sabía que eran discretos. Se asombró verme allí. -¡Buenas noches! Lo saludé. Me preguntó qué hacía yo allí. -¿Yo? Nada más salí a dar una vuelta... no podía dormir... me sentía ahogado en el castillo. Pero tampoco sabía porqué le estaba yo dando explicaciones a un alumno. Además él ¿qué hacía allí? Y eso mismo se lo pregunté a él. -Perdón... pero ahora viene mi pregunta: ¿qué haces tú aquí? Coloqué mis manos en la cintura. Con este gesto demostraba autoridad y poder, además de relajarme.

Vi la postura que cojio Aldo, y oi lo que me dijo... ¿Yo qué hacia aqui?... No lose... Solo paseaba por Hosgmeade... Asi que le dije.

-Bueno... Aldo... Yo solo estaba paseando por Hosgmeade... Y llegué hasta aqui... - le dije con la cabeza agachada... -La verdad profesor... No se que hago aqui... - le dije mientras subia mi cabeza y le mire a los ojos...- Usted... ¿Tenía algo que hacer aqui? - le pregunte... - ¿Reuniendose con alguien? - Le queria sacar todo lo que queria... Y lo are!

-Hm... Sonreí, con esa sonrisa típica de Aldo. -¿Sabías que la mentira no te queda, mijito? Ese mijito lo dije como siempre, en ironia, con mi típico acento.

Bajó la cabeza, siguiendo que después la vuelva a subir y agarrar valor. Me preguntó de que si me reuniera con alguien. -¡No seas estúpido! ¿De dónde lo sacas? ¡No tendría con quien reunirme! Le dije de lo más calmado y así nadie sospecha de nada. Por su mirada y sus preguntas noté que quiería sacarme algo. Pero como yo era con un paso más delante de él, era más inteligente que él, así que decidí seguir su juego y despistarlo.

Quedé de pie al lado de la chimenea con mis manos en la cintura. Con esa posición demostraba autoridad y fíjate que él que manda aquí era yo.

Vi otra vez su postura... En vez de parecer que le diera... Como decirlo..Autoridad... Parecia Gay... Me aleje un poco mas de el... No queria que pasara nada...

-Aldo, ¿te crees que soy tonto? - dije alzando una ceja... - Vale... No sere tan listo como tu... Ya que eres un profesor... Pero no soy tonto ¿saves?... Se que me ocultas algo... y... O me lo dices ahora... Oh esperare lo que sea para que lo sueltes... Tranquilo yo no duermo asi que tenemos todo el dia... - dije mirandole mientras me sentaba en una silla vieja que habia en la casa al lado de la chimenea...

Se sentó en el sillón, al lado de la chimenea. Éste ya empezaba a sacarme de mis casillas. -¿Tú me crees estúpido o qué? Supongamos que estoy yo escondiendo algo, JAMAS se lo diría a un pobre imbécil como tú. Así que más te vale que no empiezes a hartarme que entonces sí... Lo miré de arriba abajo. -puedes descansar, pero en el descanso eterno!

-Más cláro para tus oidos que parece que esta mañana no te los has lavado: soy un profesor respetable, un señor respetable, así que ni se te ocurra difamarme! Lo enseñé con la varita, pero sin hacer nada. -¡Fíjate que en mi vida he matado a alguien (que mentira más grande jaja xD) pero no me obligues hacerlo, mijito! Usé la ironía que me caracterizaba. -¡Mejor es tenerme de amigo que de enemigo! Le dije, mientras me acerqué y le dí una palmada en la mejilla. -¿Me entiendes? Puse esa sonrisa satisfactoria que siempre traía.

Escuché lo que me decia... Y vi como se acerco a mi para darme una palmadita en la mejilla, me levante de mi sillón donde estaba sentado, me puse a mirarle con mala cara y le dije.

-Me da igual que seas un profesor... Lo de respetable.. ¡no!... Me da igual lo que seas o lo que hagas... ¿Te queda claro? - Dije mientras le observaba de cerca... - Y que pasara... Si te quiero tener como enemigo... Y eso de que no has matado a nadie... No me lo creo... No te veo con cara de bueno... - Despues le volvi a mirar y pensaba en como me llamo Mijito... Oh algo asi.. No me gustaba nada ese nombre asi que me volvi a sentar en mi sillón y le mire atentamente, despues dije- Primero... No... No me llames Mijito... No me gusta... ¿Vale? haber si te queda claro... - Despues me volvi a levantar del sillón y me puse enfrente de el...

Esto ya empezaba a oler a podrido. Éste metía sus narices en donde no lo llaman y mucho estoy temiendo por su final. De todos modos, tendré que andar con cuidado y alertar al Perro Salazar, a Reynoso y al Chino, mis hombres de confianza.

-¡Más te vale que te andes con cuidado! Le advertí. -¡Te estoy checando! Le guiñé un ojo. -¡Uno no sabe cuando le llega el final! Dije como pensativo.

Éste ya empezaba a sospechar y eso no me gustaba para nada. Si yo soy un hombre respetable. Estaba demasiado tenso con mi manera de hablar, con lo de "mijito". -¡Por supuesto... Pausa corta. -mijito! Sonreí malvadamente, mientras le dí una palmadita en su mejilla.

(off: ya te vas? aun no empece con lo fuerte... pero bueno... u.u )