Practicando tiros (Maxwell)

Me retire el sudor de la frente con la manga del brazo [si,muy femenino todo] y di una patada al suelo antes de echar a volar y colocarme en mi posicion.Estaba muy emocionada,por fin habia conseguido entrar en el equipo!!y queria hacerlo muy bien para darle a mi casa los premios y puntos que se merecia.Alcance la Bludger y la lance al aire,me acerque a ella a toda velocidad montada en la escoba y le di un buen golpe mandandola a uno de los aros.Sonrei orgullosa con el resultado y volvi a mi posicion inicial.Fue entonces cuando destingui un pelo rubio entre los espectadores,oh dios mio!seria el?.Baje volando a toda velocidad al suelo para comprobarlo y corroborar mis penamientos.

-Maxwell!!!!-exclame y me acerque a el corriendo euforica hasta pegarle un buen achuchon.Dios,como le habia echado de menos-que tal todo pequeño saltamontes?-pregunte con interes,mirandole de arriba a abajo-me incorpore a las clases hace un par de dias,donde te habias escondido eh?-dije entonces un poco molesta dandole un golpecillo en el brazo-te e echado de menos este tiempo-confese volviendo a darle otro achuchon-

No es que los secretos estuvieran a la orden del día en Hogwarts, ya que las noticias solían correr como la pólvora. Casualmente, acercando un poco la oreja en un pasillo, me entere de la nueva recluta del equipo de Ravenclaw: Helena Jenkins. ¿Con que había llegado a clase y no se había dignado a verme, eh? Muy bonito, muy bonito. Seguí caminando hacia los campos de quidditch. Sabía que, si la habían aceptado, lo más seguro es que estuviera allí practicando. Y así fue, según llegue al campo divisé una figura que me era imposible olvidar subida a una escoba. Decidí no interrumpirla en su pequeño entrenamiento, así que me senté en las gradas más cercanas y me limite a observarla jugar. Lo hacia realmente bien, se merecía totalmente su puesto en el equipo y sabia con seguridad que iban a apreciar mucho su trabajo. Tras propinarle un buen golpetazo a una bludger, volvió a su posición inicial, y fue entonces cuando me vio y se quedo mirando interrogatoriamente. Bajo a toda pastilla hacia el campo mientras yo me levantaba del asiento, sonriendo ampliamente. Corrió como una loca exclamando mi nombre y me abrazó tan fuerte que no podía casi respirar. Pero no me importó. Hundí mi cara en su cuello cariñosamente y la levanté dándole una vuelta. Si tan solo supiera cuanto la había echado de menos...

-Todo bien, señorita Jenkins. Comiendo mucho, diciendo muchas tonterías, faltando a clase por que me quedo dormido, acumulando el trabajo para el último día...lo de siempre, vaya. Escuché a unos chavales comentar tu incorporación al equipo y sabía que te encontraría aquí. Anda que te dignas en venir a verme ¿eh?-levanté el brazo dándole una colleja cariñosa, Me abrazo de nuevo.-Mucho te echo de menos, mucho te echo de menos, pero llevas dos días aquí y si no soy yo quien viene a verte no me ves el pelo- le puse pucheritos, con una cara de falso ofendido-Bueno ¿y tu que? ¿Novedades?

Amplie a un mas mi sonrisa sin perderme una sola de las palabras de Max,mirandole con atencion.No habia cambiado nada desde el año pasado,seguia teniendo los mismos pelos alocados de siempre y la mirada distraida.Sin duda alguna le habia echado un puñado de menos,aunque nos habiamos estado escribiendo por carta...pero no era lo mismo.Me dijo que habia escuchado a unos niños hablar de mi incorporacion al equipo y eso hizo que me abochornara un poco,nunca me habia gustado estar en la boca de la gente...digamos que prefiero pasar inadvertida.

-¡Oye!que as sido tu el que parecia que se escondia de mi,hombre ocupado-proteste lanzandole una mirada asesina,tocandome donde me habia dado una colleja-¿Moi?Pues lo de siempre,ya sabes..-resople a modo de respuesta y me encogi de hombros-mi madre tan preocupad acon que algun dia vuelva a casa sin algun ojo o con una pierna de mas,mi padre tan obsesionado por los coches antiguos y el pequeño Jenkins babeando y berreando como todo bebe muggle sanote-rei recordando al pequeño con una sonrisa de hermana orgullosa en los labios-y tu que?alguna novedad en mi ausencia?-le pregunte mientras empezabamos a alejarnos del campo de Quiditch pues ahora que nos habiamos encontrado pensaba gastar el resto de mi tarde en un profundo interrogatorio al señor Maxwell-

-¿Yo? Yo nunca estoy ocupado Helena, no intentes escurrir la culpa-contesté, devolviéndole su mirada asesina. Escuché atentamente sus palabras. Todo seguía como siempre, entonces. Nuestras vidas no habían cambiado mucho.- ¿Tu hermano sigue sin manifestar poderes? Sigues siendo la rarita de la casa por lo que veo…-tracé una sonrisa traviesa en mis labios-Va, no te enfades Lena. -la llamé por el mote cariñoso que había adoptado ya hacia unos años y la achuche amistosamente mientras caminábamos-Te he observado ahí arriba, mientras practicabas…me alegro mucho de que por fin estés en el equipo. Estoy muy orgulloso de ti, pequeña-le revolví el pelo cariñosamente. En realidad, aquí el pequeño era yo en cuanto a edades, pero era mas alto que ella- Y yo…sin novedades en frente, señora, si, señora-bromeé poniendo mi mano en la frente a modo militar- Casi todo te lo he contado por carta. El otro día fui a casa de mi padre y estaba su novia. No veas la que casi lío. Ya sabes que soy un torpe en potencia. Se me calló un vaso en la mesa y como estoy acostumbrado saque la varita para soltar un ‘Reparo’ y dejarlo como estaba. Según saque la varita y apunté, Meredith se me quedó mirando con cara de póker. Tuvimos que decirle que en mi supuesto ‘colegio interno’ habían descubierto mi talento oculto dirigiendo música y que eso la varita era mi batuta nueva…Surrealismo por todas partes, ya te imaginaras.-gesticulé con las manos y dirigí mi mirada hacia ella inquisitoriamente- Tu turno para las novedades. No pienso separarme de ti hasta haberme puesto al día así que tenemos todo el tiempo del mundo. Aparte de lo del quidditch ¿No te habrás echado novio y no me lo has contado, no? Recuerda que soy celoso…-bromeé. En realidad, para mi mismo no estaba bromeando...aunque ella aún no lo supiese. Era feliz siendo su mejor amigo, su confidente. Algún día tendría que confesárselo o iba a notarlo ella misma si es que no lo había hecho ya. Pero mi miedo al compromiso no ayudaba en absoluto. Se me acababan los años en Hogwarts, pero tenía tanto terror a perderla que no sabía que hacer.

Segui mirandole con cara de odio cuando volvio a insinuar que no queria verle,si pudiera meterse en mi cabeza por un instante veria que era todo lo contrario.Mi mirada asesina se multiplico por un millon cuando dijo que seguia siendo la friki de la familia y ante eso se llevo un buen collejon,vale que era cierto y bien orgullosa que estaba yo de serlo.Segundos mas tarde,al escucharle relatar el encontronazo con su padre y la novia de este,mi mirada asesina plusultra fue sustituida por varias carcajadas que resonaron por todo el bosque.

-Yo tengo una historia mas buena todavia-empece a decir haciendo memoria-este verano mis primos descubrieron mi equipo de Quiditch y los muy mamoncetes se lo enseñaron a mis tios sin que yo me diera cuenta-sonrei recordado el momento-no se como sus brillantes mentes llegaron a la conclusion de que eran elementos para jugar a un inovador juego que fusionaba el beisbol con la petanca-empece a reir-imaginate la estampa-comente entre risas-

Dijo que era mi turno para las novedades y yo me quede un segundo en silencio,pasando la bludger de un lado a otro en mis manos,con la mirada perdida al infinito.

-Oh,bueno,ya sabes que del tema amorio no tienes de que preocuparte,soy solamente tuya en ese aspecto-empece a bromear-solo tines que crecer un poquito mas y seras mi hombre ideal-le giñe un ojo sin dejar el tono bromista-no en serio,hace unos meses,cuando fui a visitar a mis padres me tendieron una trampa e intentaron juntarme con el hijo obeso y con un serio problema de acne del pescadero-le explique con cara horrorizada recordando la incomoda situacion-y todo por que asi el pescado les saldria mas barato,viva la sensated de los padres-nege con la cabeza y suspire-me da a mi que seremos los eternos solteros de Hogwarts,eh?-dije agarrandole del brazo,atraida por esa idea.No necesitaba atarme a ningun hombre cuando tenia a Max de mejor amigo,siempre estaria ahi para reirs conmigo de San Valentin y tirarles escupitajos a las parejas...era divertido.Minutos mas tarde empezamos a caminar por los pasillos de la escuela-que te parece si me cambio en un tris y nos bajamos a las tres escobas a tomar algo y a seguir poniendonos al dia?-le propuse animadamente-

Estuvo contándome que ella también había tenido un gran fallo anecdótico con su equipo de Quiddich. Béisbol con petanca. Me eche a reír al mismo tiempo que Helena. La verdad es que la situación debía haber sido súper divertida. Observe como se quedaba mirando a la nada mientras me contestaba a mi pregunta de las novedades, mientras pasaba la bludger de una mano a otra. Escudriñé todos y cada uno de sus rasgos…y se decidió a hablar. Bromeó acerca del amor, diciéndome que yo era completamente suyo y que solo tenía que crecer más para llegar a ser su hombre ideal. Sabía perfectamente que no lo estaba diciendo en serio, pero a veces deseaba que fuera lo contrario. –Oye guapa, te recuerdo que aquí el alto soy yo- me piqué, sacándole la lengua. Comenzó a contarme otra anécdota entonces, sobre el hijo del pescadero y no se que más.- Bueno, voy a tener que ir a partir caras pescaderas por lo que veo-contesté, remangándome las mangas en gesto de pelea. Entonces soltó la frase clave: ‘Me da a mi que seremos los eternos solteros de Hogwarts, eh?’. Eran esos momentos los que me hacían debatirme terriblemente la confesión de mis sentimientos. Ella parecía mas a gusto teniéndome como amigo y burlándonos de las parejas ajenas. En ese sentido, yo también prefería tenerla como mi mejor amiga. Pero había algo dentro de mi que no paraba de crecer y que me decía que tenia que decirlo, mientras que la otra parte seguía asustada de perderla. Agaché la cabeza ligeramente ante esa idea, sinceramente no sabía que era lo que iba a hacer sin ella el día que tuviéramos que separarnos. Me saco de mis propios pensamientos cuando me propuso ir a las tres escobas a terminar nuestra conversación-Me parece perfecto. Yo debería cambiarme también y ponerme algo de ropa muggle. ¿Nos encontramos aquí en, no se, veinte minutos? A no ser que necesites más tiempo para colocar cada mechón de pelo correctamente…-le dije, picándola.

Se hizo la falsa ofendida y se burló ante mi comentario, diciendo como su pelo siempre estaba perfecto. Tenía razón: ella siempre se veía perfecta para mí. Daba igual si acababa de peinarse o de salir del campo de quidditch llena de barro. Sentí entonces como me empujaba para retarme a una carrera. Eché a correr como si me fuera la vida en ello, sorteando alumnos de cursos inferiores, que por desgracia estaban fijándose en nosotros y que estarían pensando que tenemos la misma mentalidad que un niño de tres años. Llegué un segundo más tarde que Helena, que se dedicó a llamarme lento como siempre hacía cada vez que echábamos una carrera. En realidad, Lena era realmente rápida y siempre me ganaba, pero no lo reconocería ni bajo tortura- Eres una tramposa, señorita Jenkins. Desde luego ¿te parece bonito ir empujando a tus mayores?-le dije, divertido. Me dió un suave toque en la nariz. Parecía que se estaba volviendo una costumbre entre la población femenina que me rodeaba. A continuación, se dedico a devolverme mi broma anterior –Yo también te quiero guapa. Que si pesada, que yo no tardo ni dos minutos en vestirme. –Levanté mi mano y le dí un pequeño golpetazo en la frente con mis dedos índice y corazón.-Nos vemos aquí. El que llegue más tarde…paga las cervezas de mantequilla. ¡JA!-dije, levantando las manos y enseñando las palmas, en gesto de desentenderme del tema, y salí corriendo antes de que pudiera reprocharme algo.