Muerta de hambre (Cassandra)

Chloe entró en la cocina por la puerta de atrás, estaba acostumbrada a entrar, ya que a menudo tenía ganas de comer y picoteaba entre comidas, lo que le daba la perfecta excusa para entrar en las alucinantes cocinas, llenas de elfos amables y serviciales que le ofrecían comida... era el paraíso. Una bandeja con patas llena de pastelitos pasó y Chloe cogió uno de ellos y se lo llevó a la boca mientras se sentaba en una silla que había aparecido uno de los elfos.

-¿Desea algo en especial señorita Chloe?- preguntó con voz chillona uno de los elfos.

-Un vaso de agua estaría bien- indicó con una sonrisa. Apoyó los pies en un pequeño puff que le trajeron y se estiró.

-Nací para mandar- dijo comiendo otro pastelito.

Chloe estaba felizmente rodeada de elfos amables y serviciales cuando se le acercó una chica desconocida. No le sonaba para nada, le hizo varias preguntas.

-Pues como, me moría de hambre, ¿sabes?, me muero de hambre continuamente, por eso suelo venir aquí, siempre me dan comida, hasta me conocen. Me llamo Chloe, ¿y tú?, te ayudo a irte, pero cuando me acabe este pedazo de tarta- dijo con una sonrisa, pidió una silla para la chica- ten, siéntate.

- ¿Me das un poco de tarta? - y a la vez que formulaba esta pregunta le pedí a los elfos pastelitos. Me acomodé al lado de Chloe. - Bueno, bueno, no hay por qué irse ya. Aquí se está bien, sabes de qué va la cosa, no eres tonta no...

- ¿Por qué nunca te he visto por el castillo? Es raro, eres llamativa. ¿Con quién te juntas? Lo mismo tenemos amigos en común y todo...

Chloe comió un poco de tarta, estaba deliciosa, como todo en esa cocina, bueno todo lo comestible, seguro que las sillas y las ollas no estaban buenas, y los elfos ya ni hablar...

-Pues tengo amigos de la mayoría de las casas, de Hufflepuff solo conozco a Robin, es extraño... pero esencialmente tengo amigos en Slytherin, mi mejor amigo es Sirious Leonard. ¿A qué casa vas tú?, yo voy a Ravenclaw.

OFF: no te preocupes =)

Chloe rio, ella estaba en Ravenclaw esencialmente para contrariar a su familia, pero se consideraba bastante inteligente.

-Seguramente tienes valentía interior y desconocida. Pues me gusta jugar al quidditch, hacer bromas y salir con mis amigos. Por lo general me aburro con facilidad así que siempre intento hacer cosas, ¿y tú?

Chloe sonrió, le caía bien la chica, se parecían bastante en relación a sus inquietudes. Ambas eran incapaces de quedarse quietas y tranquilas.

-Sí, tengo Aldie, un lechuza llamada Aldie, pero ya no me hace caso y no viene a mi habitación porque le lancé un hechizo cuando practicaba sin querer. Ahora deja que me acerque a ella y lleva mis cartas, pero no ha vuelto...¿y tú?

Chloe aplaudió emocionada, le encantaban los gatos, pero a su familia no y por eso nunca había tenido ninguno, pero era la gran ilusión de su vida.

-Oh, que bonita, si tiene bebés alguna vez, ¿me darás alguno?, porfis di que sí, me hace mucha ilusión. Siempre he querido tener un gatito...

- Ais... Pues, cuando encuentre un gato adecuado para ella... Jajajaja - sonreí - ¿No conoces a nadie que tenga un gato?

Chloe se lo pensó, había bastantes gatos por el castillo y la sala común, pero nunca había indagado de quien era cada gato y de sus amistades no sabía si alguien tenía.

-Pues no sabría decirte si alguno de mis amigos tiene gato. Gatos hay, te lo aseguro, pero no se si conozco a los dueños... puedo ayudarte a encontrar a los dueños si quieres.