Escucho como se cierra la puerta de entrada. “Papá se ha ido”. Vuelvo a estar a solas en casa. “Por las barbas de Merlin, ¡cuánto odio el silencio!”. Me acerco al aparato de música y sintonizo la radio mágica, un grupo de magos cantan una singular sinfonía.
-Bueno, no lo puedes retrasar más Maggie. Tienes que escribir un expediente para Hogwarts.- inspiro hondo, cojo pluma, tinta y una impoluta hoja de pergamino del cajón.- Allá vamos.- hago girar la pluma entre mis manos esperando alguna clase de inspiración. Odio hablar de mi familia.- Venga Maggie, se valiente.- mojo la pluma en el tintero.
Expediente estudiantil de Margaret Durham
-Bueno, eso está bien.- comento mirando el encabezado del pergamino.- Sigamos con mi historia.
Historia:
Nací un 12 de Marzo de hace 15 años en un pueblo
-¡No, no! No me gusta.- tacho lo que escribí.- Venga Maggie, se tienen que dar cuenta de lo que vales y esta es tu carta de presentación.- Miro el pergamino enfurecida.- ¡Esfuérzate!- mojo la pluma.
En la madrugada del 12 de Marzo hace 15 años mi madre, postrada en una camilla, dio a luz a una niña de grandes ojos color azul.
Fruto fui yo de la unión de dos magos. Mi padre Tom Durham era un joven mago representante del ministerio de educación en la ciudad de Cowes en la Isla de Wight dónde hay una pequeña escuela preparatoria para los magos adultos que desean perfeccionar su técnica. Allí trabajaba mi madre Carrie. Al poco de conocerse mis padres se casaron en nuestra pequeña ciudad pesquera junto a la orilla del mar. Todos dicen que fue una ceremonia preciosa. A los cuatro años de su enlace yo vine a este mundo.
-Hasta aquí todo bien.- releo las últimas líneas.- Ahora toca mi infancia.- vuelvo a mojar la pluma y tomo unos segundo para ordenar mis ideas.
Mi padre siempre dice que de bebé era bastante tranquila y que no les di demasiado la lata. Pronto aprendí a andar y a hablar, (enseñarme a hablar fue el peor error de mis padres), desde que dije mi primer papá y mamá no he parado de parlotear. Cuando era una niña no hacía otra cosa que bombardear a todo el mundo con preguntas. Mis padres solo encontraran una forma de que parase de hablar: la lectura. Aún recuerdo el primer libro que leí yo sola: “Lucie Pop y su zapato encantado.”
“Creo que sigo guardando ese libro en alguna de mis estanterías.”
Desde ese momento la lectura me ha acompañado en cada tramo de mi vida.
Toda mi infancia fui una niña feliz, pasaba las mañanas jugando con los niños de los magos a quien mi madre daba clase y por las tardes me divertía con los niños muggles del pueblo.
Cuando tenía 7 años la felicidad que siempre me había rodeado se truncó: mi madre cayó enferma. Fue doloroso. Mi padre y yo pasamos muchísimo tiempo en el único hospital mágico de la isla que se encontraba a kilómetros de nuestra casa. Poco a poco el hospital se fue convirtiendo en mi hogar. Tras una larga agonía de seis meses mi madre murió.
“Odio hablar de ello…”
Nada volvió a ser igual. Mi padre tardó mucho tiempo en recuperarse y ya no volvió a ser el de siempre. Se enfrascó en el trabajo y llegó a convertiste en el representante del ministerio para toda la región de las Isla de Wight, puesto que ocupa actualmente.
Yo crecí gran parte de mi vida sola y los estudios se convirtieron en mi principal preocupación ya que se lo debo a mi madre.
Hace menos de un mes recibí la carta para ingresar en Hogwarts, a papá le costó, no quería perderme a mí también, pero sabía que era lo mejor. Así que hice las maletas y con un poco de dinero me encaminé hasta Londres. Todas las noches hablo con él.
Cuando llegué al colegio y me dieron la noticia de que era una Ravenclaw todo se iluminó y las cosas empezaron a coger mejor camino. Haber donde acaba esto.
“A sido difícil pero mi historia está acabada.”
Releo todo el pergamino. Estoy conforme. Sigamos.
Descripción física:
Tez pálida, grandes ojos azules y cabello rubio y ondulado (acabado con unos graciosos tirabuzones a la altura del cuello). Mido 1’63 metros. Mi figura atlética me delata como una gran deportista.
Carácter:
Soy bastante madura y tengo un carácter de mil demonios. Suelo ser demasiado borde(a veces sin pretenderlo) y el sarcasmo y la ironía son mi tarjeta de presentación. Procuro estar feliz y cuando no es así intento disimularlo. Odio mostrar mis emociones y hay veces que llego a ser un poco fría. Sobre todas las cosas detesto llorar en público porque quiero que la gente vea a la Margaret fuerte que es difícil de herir y que no se rinde ante nada.
Soy cabezota y muy despistada. Hay veces que mi carácter impulsivo me trae disgustos ya que odio la injusticia y me cuesta demasiado no revelarme contra ella. Pero en las grandes decisiones es mi razón la que me guía. La lógica es mi mejor asesor y procuro que ella guie mi vida lejos de los sentimientos.
Me considero una persona valiente y decidida que siempre defiende sus ideales, le pese a quien le pese. Mi sinceridad llega a ser un poco insensible pero no me gustan las medias verdades y considero que lo más justo para todos es hablar con la verdad.
Soy una persona singular, incluso rara llena de contradicciones y con un comportamiento que a mas de un@ trae de cabeza. Soy capaz de dar la vida por un buen amigo ya que la lealtad es muy importante para mí y, siempre que lo merezcan, mis amigas saben que me tienen ahí.
Me encanta el color ROJO: pasión, sangre, amor, deseo, sexo… (¿Qué hay mejor?)
Adoro las rosas blancas y ROJAS (como no).
Mi lugar preferido es la playa, la orilla del mar con el sol fundiéndose entre las aguas, precioso.
Mi estación favorita es primavera, odio el verano.
Mi cosa favorita es un buen libro, nunca salgo de casa sin un libro.