Serenata (Kaley)

Después de media noche, cuando ya todo el mundo estaba dormido, a mí se me ocurrió una idea para conquistar a mi princesa. Me levanté de la cama - ya que no podía dormir - , me puse la bata de dormir y salí del dormitorio de los chicos bajando hacia la sala común. Chasqueé los dedos y con la varita hize que aparecieran unos mariachis tipo estilo mexicano. Les pagué y les dirigí hacia el dormitorio de Kaley diciendoles que canten una canción de amor.

Rápidamente hize que en mi mano apareciera un sombrero tipo mexicano y me vestí - con la ayuda de la mágia - en un estilo mexicano. Les dí permiso para que comenzaran a cantar.



Canté con ellos, sin importarme que podría despertar a los demás chicos y chicas, mientras esperé a que ella bajára.

Estaba junto a la ventana a punto de saltar e irme a dar una vuelta como de costumbra ya que no podía dormir cuando escuché ruido .. parecía música y decidí asomarme para ver qué estaba pasando..
Me asomé y ví a Harry Potter y a unos mariachis cantándo..

Seguía cantando, acompañado por los mariachis. Levanté mi sombrero al estilo mexicano xD y seguí cantándole con más ganas.

Noté que había salido en la ventana, le sonreí y le mandé un beso al aire. En mis labios se podía leer suavemente un "te quiero!".

No enrojecí porque no podía al no ser mortal.. pero me moría de la verguenza en el momento..
-Harry.. ¿que haces?
No daba crédito.. apenas había hablado con él y también apenas nos conocíamos..
Bajé del todo para hablar con él y parar la música antes de que despertara a todos..

Me dí cuenta de que no se sonrojó ni nada, pero en su voz se notaba que estaba un poco avergonzada. Por lo menos eso me hacía no creer que hago el papel de ridículo.

-¡Bueno, pensé darte una sorpresa...! Agaché la cabeza. -Era una sorpresa para demostrarte lo importante que eres para mí! A pesar de que solo cruzabamos unas palabras... tú me gustas y creo que me estoy empezando a enamorar de ti! Y digo creo, porqué yo núnca conocí el amor y no sé que se siente. Le dije de manera más inocente y con una sonrisa en mi cara, aunque para hacer el ridículo la sonrisa sobraba.

Me contó que se podia estar enamorando... Eso me hacía perder a mi porque él es posible que solo me quisiera porque al ser un vampiro.. Todo le atraía a mí... Le incitaba a acercarse y decidí hablarlo con él..
-Ven Harry siéntate aquí con migo.. quiero contarte algo..
Me senté en un sofa y le hice una señal para que hiciese lo mismo pero a mi lado.

Les hize un señal a los mariachis que ya les había pagado para que se fueran. Obvio, les pagué el camino extra para el castillo.

Me acerqué a ella y me senté a su lado con la cabeza agachada. Seguro venía un rechazo.

Se sentó y suspiré aunque no tenía ya que parecer humana puesto se lo iba a contar..
-Harry escucha, lo que te voy a contar es algo íntimo y es importante que no se lo cuentes a nadie, puedo confiar en tí ¿verdad?..
Ví que estaba triste, se esperara un rechazo por mi parte o algo así..

Cogí sus manos en las mías y miré sus ojos. -¡No te preocupes! En el que más debes confiar soy yo! Le sonreí. -Si se trata de Voldemort, no te preocupes, cualquier cosa se puede solucionar! Le dije.

Sonreí y supe que podía confiar..
-No, tranquilo no es nada con Voldemort, lo que sucede es que..
Me costó decirlo.. y más allí en voz alta..
-verás yo ..
No me salían las palabras de modo que simplemente se lo mostraría..
Sonreí y saqué mis colmillos para que los viera.. cerré los ojos y al fín lo dije:
-soy vampiresa..

No pudo decir y más en voz alta, quizás alguien estaba allí al asecho... pero no había nadie. Al final mostró sus colmillos y dijo que era vampira. No me asusté y decidí ayudarla... y más ahora que conocía su secreto.

-¡No te preocupes! Le dije, mientras cogía sus manos en las mías. -¡Yo te voy a ayudar a que nadie más te descubra! ¡Puedes confíar en mí!

Se mostró comprensivo con migo.
-Es lo que sucede, hace muy poco que lo soy y aún tengo sed siempre de sangre humana, por eso para mi es complicado tener una relacion.. Espero que lo entiendas..
Sonreí porque no se había asustado, era algo poco común ya que la gente huye normalmente aterrorizada ante la idea de que le chuparan la sangre.
-Yo no soy como algunos vampiros que sólo se alimentan de animales, yo bebo sangre humana, la otra no me satisface..

Sonreí. -¡No te preocupes! Te comprendo... Miré sus ojos y le sonreí. Me gustaba mirar a las personas a los ojos para que notaran sinceridad. -Aunque no debes de tener miedo por eso... si quieres te puedo apoyar a que no tengas ese temor siempre. ¡Hay que vencerlo! Le dije sonriendo.

Escuché lo que dijo sobre su alimentación. Ella bebía sangre humana y no animal. -Mm... pues sí, es bastante difícil conseguir alimentarte...! Y entonces ¿cómo le haces? Pregunté curioso.

Me alegraba que todo hubiera salido bien y que estubiera interesado en ser mi amigo.
-Pues verás, me alimento de la gente que hace daño a otras personas.. como "terroristas" o, ahora en Howarts.. Los mortífagos..
Era extraño hablar de ello con un humano..
-No me gusta ser una asesina, pero si bebo sangre animal, después no tengo fuerzas suficientes para estar en compañia de humanos..

Escuché detenidamente. Pero como se daba cuenta de quien es mortifago y quien no. -Mm... ¿pero cómo te das cuenta quién es mortífago y quien no? Pregunté.

La escuché detenidamente. -¡No te preocupes! Si necesitas ayuda, puedes confíar en mí! Le dije. -Pero me podrías ayudar en algo. Si te enteras de quien es mortífago y quien no, ¿me ayudarías con la lista de los nombres? Le pregunté.

Era normal que tubiera preguntas y le respondí.
-Verás como no duermo por las noches siempre me voy a merodear por ahí y es cuando normalmente se reúnen grupos "misteriosos" de gente.. Y, bueno, muchas veces me entero de quién es.. y sino.. siempre puedo mirar las noticias..
En ése momento me sentí mal, como una asesina, pero yo no lo era, era buena gente..

Le miré y escuché con atención. -¡No te preocupes! Desde ahora en adelante puedes decirme y te acompaño. Me gustaría protegerte. Le dije.

Noté que se sentía mal. -¡No tienes porqué sentirte mal! Debes agradecerle a la vida que te dió ese don! Por algo será ¿no crees? Le pregunté suavemente, casi afirmando.