Buscando no llorar (Jacob & Elizabeth)

La tarde caía sobre el suelo, los cálidos rayos del astro rey se reflejaban en el manto celestial que le abría paso a la noche con suma elegancia. La primeras estrellas de la bóveda celestial comenzaban a despertar y a compartir su plateado brillo ante quienes pudiesen verlos. Yo en cambio no me fijaba en ello, tan solo corría… corría y corría, con una impresionante cantidad de lágrimas en mis ojos que empapaban mis mejillas. Detrás de mi, venía Mushu, llevaba tiempo persiguiéndome y llamándome por mi nombre, quería que me detuviese a calmarme, pero yo sólo quería huir y alejarme de todo. Justo esa misma semana me había llegado una carta de Tacher, diciéndome que mis hermanos habían desaparecido, inmediatamente pensé lo peor, intenté comunicarme con mi padrino de todas las maneras posibles, más no respondía… de cierta forma me sentía culpable al haberlos abandonado… yo tan sólo quería desaparecer. Me sentía tan tonta y avergonzada contigo misma, había roto a mi familia por culpa de un simple hechicero, que vivía por los terrenos de Tacher, que ni valía la pena.

-¡Sally! ¡Sally! ¡Espera!- gritaba a lo lejos Mushu

Yo seguí corriendo, con las lágrimas nublando mi vista, fue hay cuando tropecé con las raíces del árbol muerto, caí y pude sentir c0omo la sangre de mi pierna se escurría por mi piel, tiñendo el suelo de un suave carmesí.

Era tanto el desprecio que me tenía en ese momento, que le di poca importancia a la herida que recién e había provocado accidentalmente en la pierna. Sólo llore hasta que mi garganta ardió: Mushu me alcanzó y con sus pequeñas garras reacomodo el cabello que había caído sobre mi rostro mojado. Pude oír una voz familiar a cuantos metros de distancia de mi paradero. Me volví y me encontré con la extrañada mirada de Jacob Akane.

-¿Akane?... Lo siento, no sabía que estabas aquí- hice un esfuerzo para levantarme, pero la herida de mi pierna me obligaba a estar en el suelo, con mi cara llena de rasguños, al igual que mis manos, toda llena de tierra.