The last goodbye [Rol final de Helena y Maxwell]

No estaba muy segura de cuando emepece a sentir aquellas cosas:los cosquilleos,la mariposas en el estomago,las horas frente al espejo cambiandome de ropa,las inseguridades,las horas en vela pensando en el,la falta de concentracion en clase y en todas mis activdades diarias,sin embargo,lo que peor llevaba sin duda alguna eran los temidos celos.Desde cuando me habia vuelto una persona celosa y desconfiada?desde cuando no confiaba en la palabra de Max? MI MAX.Supongo que el motivo era que todo eso del amor era nuevo para mi,nunca antes habia sentido todas esas sensaciones y menos con mi mejor amigo.Ahora me encontraba dando vueltas de un lado para otro en la casa de los gritos,esperando que la cabellera rubia y despeinada de mi novio apareciera por la puerta y tranquilizara mis nervios con alguna de sus frases que conseguian enamorarme una y otra vez.

Desde hacia un par de semanas habia estado oyendo los continuos rumores de su infidelidad con la Grifindor pelirroja con la que se beso en el baile,antes de que empezaramos a salir.Max no me habia dado pie para que creyera todos esos odiosos comentarios,pero queria oir de sus palabras que todo iba bien....lo necesitaba,ahora mas que nunca.Y es que,hacia un par de dias,recibi una carta de mi madre comunicandome que habia recibido los resultados de mis analisis y ya sabia la causa de mis continuos mareos.La solucion era sencilla y compleja a la vez: no quedaba tiempo y tendria que contarle la verdad a Max tarde o temprano,antes de que viera mi esquela en el periodico.


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Banda sonora: Airplanes Bob Feat Hayley Williams

Caminaba a paso ligero, ligeramente distraído. Había quedado con Helena en la casa de los gritos, uno de nuestros lugares habituales. A pesar de ser algo siniestra, para nosotros ya era bastante familiar ya que ambos pasábamos de sitios demasiado cursis. Sonreí pensando en la situación: Helena y yo éramos novios desde el día del baile. Algo que ciertamente, solo había pasado en mis mejores sueños. Desde entonces, me había vuelto quizás algo posesivo, pero había tenido el sentimiento reprimido durante tantísimo tiempo que ahora no quería malgastar ni un solo momento sin estar a su lado.
Con ella todos mis miedos hacia el compromiso habían quedado apartados en un cajón, había hecho que me olvidara de todo y que me centrara únicamente en lo que quería.

Circulaban algunos rumores sobre que yo le era infiel con Cassandra, difundidos por la gente que evidentemente, se aburre. Rumores que evidentemente eran totalmente falsos y que ambos ignorábamos, aunque Helena menos que yo. Jamás le había mostrado nada que le diera a pensar que yo le era remotamente infiel, pero se había vuelto ultracelosa y quizás algo desconfiada. Bueno, los celos son que quieres a una persona ¿no? Parecía que poco a poco íbamos adaptándonos a las situaciones y lo nuestro iba viento en popa.

Me adentré en la casa de los gritos, subiendo las escaleras hacía una de las habitaciones, en la que sentí el crujir incesante de la madera fruto de los pies de mi novia, la cual daba vueltas sin parar por la estancia. Me acerqué a ella con suavidad para abrazarla por detrás y darle un suave beso en los labios-Estabas impaciente por verme ¿eh?-sonreí ampliamente- No puedes vivir sin mí, lo sé.-le dije divertido, enarcando una ceja- Pero tranquila que ya ha llegado tu príncipe azul, que por supuesto se ha pasado por Honeydukes y ha traído esta bolsa enorme con alto contenido en azúcar.-Llevé una mano hasta mi capa y saqué la bolsa de plástico llena de dulces y chucherías, y la puse delante de ambos, mostrándosela. Acto seguido acerqué mi cara a la suya, poniendo la mejilla y mirando al techo, despreocupado- Agradécemelo ¿no?-puse voz de niño pequeño (cosa que se me daba de maravilla para conmover) mientras esperaba a que Helena reaccionara.

Me quede mirando la puerta unos instantes para después retomar mis pasos y seguir vueltas por la tenebrosa habitación de La casa de los gritos.No estaba muy convencida de cuanto tiempo llevaba alli,puede que fueran tan solo unos minutos pero yo ya lo sentía como si se tratara de horas.Por fin distinguí unos pasos que se juntaban con lo mios acercándose hasta mi posición,me estremecí y agarre la varita por si era un intruso,pero se trataba del hombre mas maravilloso del mundo y cuyo corazón me pertenecía desde hacia no mucho tiempo,Maxwell Tillman.

Me abrazo por la espalda y deposito un dulce y cálido beso en mis labios,sonrei ante ese gesto y le devolví el beso.Después me mostró el cargamento de azúcar que habia seleccionado cuidadosamente para mi y mi sonrisa se agrando aun mas.Se lo agradecí,como el me pidió,con el beso mas puro,tierno y sincero que habia dado en toda mi vida.Pero toda aquella felicidad,todo aquel mundo de fantasía que habíamos creado entre los dos en muy poco tiempo estaba apunto de romperse,y yo no sabia ni por donde empezar....

-Muchas gracias por las chuches,ha sido un gesto muy bonito-cogí una de la bolsa y me la metí en la boca saboreándola con mucho gusto,pues desde que habia entrado se me habia quedado la boca seca por los nervios-gracias por venir tan rápido,se que entre las clases y unas cosas y otras no hemos tenido casi tiempo para vernos y yo....-cogí aire-te echaba mucho de menos-le rodee el cuello con los brazos y apreté los ojos con fuerza,cada vez se me hacia mas complicado afrontar los hechos-hay...una cosa-empecé a decir sintiendo como me temblaba la voz,me separe de el un poco para mirarle a los ojos y eso hizo que se me encogiera un poco mas el corazón-tengo que contarte una cosa,Max-agache la cabeza para reunir fuerzas de algun lado,pero ahora era mas débil que un corderito recién nacido-

Respondió a mi petición dándome un suave beso en la mejilla. Sonreí ampliamente. Me agradeció el haberle traído las chuches, mientras cogía una y se la metía en la boca al mismo tiempo que yo le devolvía el beso en la mejilla. Escuché atentamente cada una de las palabras que pronunciaba, notando como empezaba a ponerse nerviosa.

Me rodeó el cuello con los brazos, diciéndome como me había echado de menos. El gesto me pilló un poco por sorpresa, pero reaccioné abrazándola, mientras cerraba los ojos y aspiraba el olor de su pelo.-Yo también te he echado de menos estos días, Lena.-contesté, aún pegado a ella- Sé que no ha sido nuestra mejor semana, pero...intentaremos organizarnos a partir de ahora, ¿vale?-intenté tranquilizarla, parecía realmente bastante nerviosa y empezaba a sospechar que había algo más detrás de todo. Fue entonces cuando me dijo que tenía que contarme algo, mirándome con los ojos apunto de inundarse en lágrimas.

Los nervios empezaron a invadir mi cuerpo, así que cerré los ojos y respiré hondo para calmarme, ya que no quería ponerla aún más nerviosa. Sabía que Helena tenía tendencia a desmayarse y marearse cuando se sentía demasiado presionada, por lo que me agaché un poco para cogerla entre mis brazos y me acerqué a una de las mesas. La senté con cuidado, apoyándome yo en la mesa y quedando entre sus piernas, para que estuvieramos frente a frente. Entrelazé ambas manos con las suyas apretándolas con fuerza para que sintiera confianza, le dí un beso suave en la frente para tranquilizarla y acto seguido apoye mi frente en la suya para hablar-Darlin'...-susurré- nos prometimos que no más secretos. Sabes que puedes contarme lo que sea...lo que sea.-cerré los ojos. Yo también estaba nervioso (histérico, para ser sinceros), pero tenía que intentar comportarme si quería que ella estuviese bien-Aunque me duela. Pero por favor dímelo sin rodeos porque a mi también me esta empezando a dar un ataque de histeria.-confesé, mientras esperaba su respuesta, algún signo por su parte.

Max me guio hasta una de las mesas cercanas,cosa que agradeci por que mis piernas comenzaban a fallarme y me costaba mantenerme de pie.Entrelazamos nuestras manos y cuando enfrente mi mirada a la suya todo se me hacia mas complicado.Sentia un nudo en la garganta que no me dejaba respirar y la habitación me resultaba cada vez mas claustrofobica.
Cerre los ojos con fuerza e intente centrarme en lo que iba a decir pero,por mas que pensaba en las veces que habia ensayado ese discurso en el espejo del cuarto del baño, no conseguia acordarme de las palabras exactas que queria emplear.No podia contarle la verdad: Que estaba enferma y si seguiamos juntos solo iba a hacerle sufrir,si le decia eso iba a querer seguir a mi lado hasta el final pero yo no queria esa vida para el.Se merecia una relacion normal,con una chica sana.

-Max,hay otro-solte de sopeton y yo misma me odie por mis palabras,agache la cabeza para no mirarle a los ojos.No podia hacerlo,era superior a mi-no ha pasado nada todavia pero creo que siento cosas por el,a si que no puedo seguir engañandote-me levante dispuesta a marcharme-siento que esto no haya salido como nosotros lo teniamos planeado,si pudieras marcharte ahora...necesito estar sola-le pedi rogando que me hiciera caso,no podia reprimir las lagrimas durante mucho mas tiempo-

Observé como ella volvía a cerrar sus ojos con fuerza, como si no se decidiera o algo le impidiese contarme aquello. Seguí mirándola, esperando su respuesta, nervioso, y sin separarme de ella. Fue entonces cuando me soltó de sopetón la 'noticia': Hay otro. De momento no ha pasado nada. Una disculpa. Sus palabras retumbaron en mi cabeza. Como acto instintivo ante aquello, me separé de ella bruscamente, dando un par de pasos hacia atrás. ¿Era posible que Helena me estuviese haciendo esto? ¿Precisamente ella?

Se levantó de la mesa, dispuesta a marcharse y rogándome que quería estar sola. Me agarré el pelo con fuerza, con rabia. Sentía como todo se desmoronaba y mis miedos me invadian: Mi mayor miedo, el de que las cosas salieran mal y perderla.-¿Pero que coño estas diciendo Helena? ¿Como se supone que he de asimilar que primero me dices que me echas mucho de menos...y luego que no me quieres? No...no lo entiendo-susurraba pensamientos sin sentido, mientras apretaba mis puños con tanta fuerza que me hacia daño-No puede ser verdad lo que me estás diciendo...

Entonces, por un momento, intenté usar la cabeza y pensé en mis propias palabras. Levanté mi cabeza para mirarla. Ninguna de las palabras que me había dicho tenían sentido...y no me había dicho nada mirándome a la cara. Nada. Y Helena sería cobarde, pero estas cosas las decía como tenía que hacerlo...Me estaba mintiendo. La pregunta era ¿por que? Tenía que haber algo más detras, sino no tendría razon para intentar separarme de ella que era lo que pretendía.

Me calmé un poco y caminé hacia ella, arrinconandola contra la pared de manera que no huyese de mi. La cogí del mentón obligándola a mirarme.-Mírame. Mírame a los ojos y dime que de verdad hay otra persona...-estaba tan cerca de ella que no me pude resistir a unir mis labios con los suyos durante un momento-dime que de verdad no sientes nada cuando te beso...si me lo dices a la cara te creeré. Terminaremos, y te prometo que te dejaré sola.-mi semblante estaba serio como jamás había estado. Estaba cabreado, y al mismo tiempo, triste, preocupado y decepcionado....Suspiré fuertemente antes de seguir hablando-Y si no eres capaz de hacer eso...dime la verdad. Dime que me estás ocultado. No quiero más mentiras, te lo suplico...si necesitas llorar, llora. Si quieres pegarme, pégame. Si quieres lanzarme un hechizo, hazlo.-me acerqué a su oído lentamente- Pero cuéntame la verdad. No pienso irme de aquí hasta saberla.

Las palabras de Max resonaban en mi cabeza y se clavaban en mi corazón.Pero tenia que reunir fuerzas de donde no tenia para seguir adelante,ya habia tomado una decisión y tenia que seguir adelante con ella.Consegui enfrentar la mirada de Max y eso dolio aun mas.Nunca antes habia visto aquella expresión en sus ojos,tan indescriptible y dolorsa.

-Lo siento Maxwell Tillman pero es lo que hay,puedes aceptar la realidad o no,eso es cosa tuya-intente aparentar frialdad e indiferencia y por su expresión parecia conseguirlo-No se como lo vas a hacer pero tienes que olvidarte de mi,de lo que ha pasado entre nosotros,no quiero hacerte sufrir mas-retroci unos pasos evitando todo contacto fisico que podria hacer que me viniera abajo en cualquier momento-quiero que sepas que te llege a querer de verdad,demasiado-y te sigo queriendo,pense-pero supongo que hay personas que,simplemente,no estan destinadas a estar juntas-le mire-y no se puede luchar contra el destino.

Un silencio sepulcral invadió el ambiente hasta que Helena levantó la cabeza para mirarme a los ojos. No aparté ni un momento su mirada, intentando encontrar las respuestas. Pero entonces, se reiteró en sus palabras, diciendome que hay cosas que no podían ser en esta vida. Hizo una más que aceptable actuacion de frialdad, indeferencia y desentendimiento...pero al fin y al cabo, una actuacion. Escuché sus siguientes palabras atento, viendo como se alejaba de mi. Pero lo que más me partió el corazón fue su te llegue a querer...pero hay cosas que no pueden ser.

Seguía apoyado contra aquella pared, dolido por sus palabras. Apreté mi puño con fuerza y le di un puñetazo a las maderas que recubrían la estancia.-¡Mierda!-grité, necesitaba desfogarme porque mi estado ya había pasado simplemente a la decepción y el puro cabreo. A pesar de haberme dicho todo a los ojos, la conocía demasiado bien como para saber que estaba mintiéndome. ¿Que cojones era lo que quería ocultarme? Porque estaba claro que estaba decidida a que quedásemos apartados. Me giré para mirarla desde aquella distancia.-Está bien. Haz lo que te de la gana. Vete con ese del que andas tan enamorada, corre-le dije, seco, serio y enfadado.-Pero sé que me estás ocultando algo. Y ya no solo como tu pareja...pensaba que al menos como amigo, me lo dirías. Allá tu y tus mentiras-me estaba descontrolando demasiado, pero ahora sentía tal rabia que lo único que quería era soltarle todo aquello que se me pasaba por la cabeza-¿Has conseguido lo que querías, no? Estaremos separados. Aunque no te creas que pienso darme por vencido. Voy a averiguar que cojones esta pasando aquí, como que mi nombre es Maxwell Tillman White-sentí como por acto reflejo mi puño volvía a cerrarse de nuevo, con fuerza, mientras la observaba allí, impasible-No hace falta que te vayas, te dejaré sola tal y como tu deseas-concluí, mientras empezaba a caminar hacia la puerta de la estancia, dando pasos fuertes y rápidos.

Mientras caminaba noté en uno de mis bolsillos la bolsa de golosinas de Honeydukes. Me paré a la altura del marco de la puerta, y sin ni siquiera darme la vuelta, se la lancé-Toma, son tuyas, no las quiero. Cometelas, no quiero que te de otro de esos bajones y te desmayes estando aquí sola.-Finalmente, me giré para mirarla por última vez-¡Ah, se me olvidaba! Si me entero de que ese nuevo amado tuyo te hace algo indebido, no necesitaré la magia, le partiré la cabeza con mis propias manos.-Volví a girarme, quedando de nuevo a espaldas a ella, y echando a andar direccion fuera de la casa de los gritos sin mirar atrás

Ya estaba todo hecho, no había vuelta atrás.

BSO:

Y alli me quede como una idiota,observando la espalda de Max alejandose a lo lejos,con las chucherias en una mano y el corazon en la otra.Deseé llamarle,gritarle y contarle toda la verdad,pero era demasiado complejo como para llegar a entenderlo e incluso a explicarlo.Cerre los ojos deseando desaparecer de la faz de la tierra,morir de una vez,pero lo unico que paso fue unas lagrimas resbalando por las mejillas y terminando en el suelo.Sin mas me desplome y empece a llorar desconsoladamente,sintiendo un dolor inmenso mas alla de las palabras.

Me acerque hasta una de las mesas y sobre ella saque de mi bosillo las pastillas que me receto el medico,las cuales no me tomaba desde hacia un par de dias,junto con un pergamino y una pluma.Comence a escribir dejando que el corazón hablara por si solo,relatando todo lo que sentia en ese momento y las circunstancias en las que me habia visto envuelta y me habian llevado a tomar las decisiones de las que tanto me arrepentia.

Cuando termine me guarde la carta en el bolsillo,guarde la pluma en el bolsillo y comence a caminar hacia la salida por la que Max habia desaparecido.Eche un ultimo vistazo a aquella habitación de la Casa de los Gritos donde tan buentos momentos habia vivido: la primera vez que hice el amor con Max,nuestro primer aniversario,nuestra primera pelea y nuestro final.Una pequeña sonrisa asomo en mi cara antes de dejar aquel lugar para siempre.