Aburrimiento Total *Libre*

Había llegado al colegio hace más de una semana.
El pequeño "mapa" que me había dado un alumno de Gryffindor me había servido un poco.
Aunque aun así seguía aburriendome, ya que no encontraba nada interesante que hacer.

Aquella noche decidí ir a caminar por le lago, despejar mis ideas, y dejar que el aburrimiento se fuese con ellas.

Miraba las nubes, las cuales era iluminadas por la luz de la luna, se veía bien.

Una noche algo tenebrosa, como me gustan.

Me quede enfrente del lago, moviendo con mis dedos el lago, ya que estaba sentado en la orilla.

--Que aburrido -- susurre al viento esperando divertirme un poco...

Los delicados circulos concentricos lentamente recorreron la superficie del agua, al ser agitada suavemente. Aquel movimiento fue captado por una joven de cabello púrpura que distraidamente recorría el borde del lago a una peligrosa distancia de caer. De inmediato notó la precensia de una chica a una corta distancia.

Ante la sorpresa de encontrar a alguien en un sitio tan alejado, tranquilo y silencioso, sin mas estudiantes al rededor, contempló una fugaz y tentativa idea, se imaginó simplemente yendo hacia la pequeña rubia y atravezando su cuello en una mortal y deliciosa mordida. Se emocionó al instante, pero controlando su impulso sangriento pellizco su brazo y respiró profundo, olvidando los pensamientos inapropiados.

Se acercó lentamente hacia la recien hallada, la miró por un segundo y sin mucha sutileza dijo. - Si metes un poco mas la mano puede que conozcas al inquilino del lago. En todo caso es inofensivo, pero tocar sus tentáculos definitivamente es desagradable.

Tranquilidad, eso era lo que tenía, relajada, mirando esa profundidad.

Me estire un poco, acaricie mi cuello levemente, y pase mis dedos por mi cabello.
Estaba todo bien hasta que comencé a sentir la presencia de una desconocida, alcé la mirada.

La culpable: una chica de cabello purpura, bonita, pero con una mirada fría, vacía.

-- Me parece tentantíva la idea, pero prefiero no hacerlo -- dije arqueando mi ceja, volví a mirar el lago.

Por un momento una corriente eléctrica recorrió cada parte de mí cuerpo, intente calmarme, sentí que lo mejor sería irme de ese lugar.

Me levante y la mire a los ojos, y la corriente regreso, pero esta vez no podía moverme...

Miraba el lago desde un árbol tratando de repasar las lecciones que Robin me había explicado cuando vi a dos chicas en el lago hablando, una parecía demasiado pálida y la otra parecía maga...

Preferí observar desde lejos, tampoco quería interrumpir, aunque por la mirada de la chica pálida era capaz de sentir mi presencia, o al menos eso pensaba...

El lago tenia una calma anormal en ese día, no me había percatado hasta ese momento, incluso los pájaros que solían revolotear y cantar permanecían en silencio...

Una fuerte ráfaga logro moverme un poco, aun así no perdí contacto visual con la chica de cabello purpura.

Un leve crujir de hojas me saco de aquel trance que tenía con su mirada.

Mire hacia todos lados y desde mí punto pude ver a un niño, por la obscuridad no pude ver de que casa, mire de nuevo a la chica.

-- Al parecer tenemos compañía -- le susurre levemente, mientras con la mirada le enseñaba dondé estaba escondido el intruso.

El olor amargo de un individuo varón llegó hasta ella apenas un segundo después de que Aricia lo avisara. Tal ves aquella interrupción fue un golpe de suerte para todos, tal ves si no hubiera estado ahi aquel chico, Sophia hubiera hecho algo que ameritara su expulsión.

La chica giró la cabeza en la dirección señalada con el ceño ligeramente fruncido y examinó al sujeto, comenzando por el color de su uniforme.

- Que oportuno... - dijo con cierta ironía en la voz.- Creo que nos encuentra "interesantes", algo no muy sensato de su parte.

- En ves de que me siga mirando tan cínicamente referiría encontrarle una utilidad a su precencia... deseas jugar con el? - Preguntó suave y confiadamente, como si no necesitara la cooperación del Hufflepff.

La mire y arquee mi ceja.

Molestar a un Hufflepuff, ¿quién mejor que ella para molestar a un patético mocoso de otra casa?.
Le sonreí — claro — solo hacían falta cinco letras, cinco letras para poder empezar la verdadera diversión.

Mire sus ojos un instante, y luego le hice una señal para que caminara a mí lado en dirección al "intruso"

Pobre individuo, en ese momento estaba en el lugar y la hora incorrecta, hubiese sido mejor que se quedase en su casa, con lo demás cobardes que solo se dedican a ... a nada.

Su cara de nerviosismo la pude ver desde lejos, lo cual me provoco una ligera sonrisa, me encantaba poner a las personas nerviosas.