Emboscada [batalla][privado]

Sí había una cuidad que me atraía era Hogsmeade, sus pocos habitantes y la tranquilidad de sus calles la hacían una cuidad perfecta para meditar. Junto con Meredith Avalon, la profesora que nos enseñaba pociones y algunos chicos de su clase habíamos acordado encontrarnos en la Cabeza de Puerco, uno de los mas conocidos bares del lugar.

Entré al bar sacudiendo mis pies en la alfombra de entrada, dejando algo de nieve que se despegaban de mis botas. Recordaba la primera vez que había visitado esta cuidad con el colegio, habíamos venido en Invierno y el frío era casi insoportable. Esta vez al menos se podía llevar, con la bufanda de colores rojo y amarillo, los característicos de Gryffindor, y un par de guantes ya estaba perfecto.

Caminé mirando hacia todos lados, el bar estaba algo vacío si no fuera por ese borracho y.. ¡Ahí está!. Me acerqué a la profesora que se encontraba en una mesa alejada, contra la ventana que daba a la calle, mi mesa preferida; siempre que venía me sentaba allí.

- Veo que llegó temprano, profesora .- dije sonriéndo, ya que yo también había salido de Hogwarts antes de tiempo.

Habíamos quedado unos chicos de la escuela y la profesora Avalon en vernos en un sitio de Hogsmeade para despejarnos un poco de la monotonía del castillo y las malas noticias que inundaban lo periódicos, aunque ellos no hablaban de todo lo que pasaba pues la verdad era mucho más cruda, era un realidad que teníamos que vivir todos los días, de hecho un día una chica en la mañana había salido corriendo envuelta en lágrimas pues habían anunciado en el periódico que su familia había sido encontrado muerta y con una marca tenebrosa en el techo de su casa. Esta era la realidad, la gente estaba en peligro.

El clima ya se tornaba frio, se acercaba el invierno, y presisamente por eso llevaba una larga bufanda azul cielo que me cubría el cuello y un suéter azul marino con una águila dibujada en la espalda también llevaba unos pantalones de mezclilla, antes de pasar a Cabeza de Puerco me decidí a ir a Honeydunkes a comprar una pluma de azúcar que tanto me gustaba. Después de eso me dirigí a Cabeza de Puerco, el pub donde habíamos quedado. Enseguida que abrí la puerta no te un ambiente relajado, seguramente sería por el alcohol que hacía que las personas estuvieran más relajadas, busqué con la mirada a la profesora Avalon, que se encontraba en una mesa del fondo, junto con otro estudiante. No conocía al chico que le acompañaba, solo lo había visto un par de veces por el castillo. Me acerqué a ellos mientras bordeaba algunas mesas.

Hola profesora – dije en dirección a la profesora Avalon, y seguido de esto me presenté con el chico que no conocía – Gael Taladius – seguido de esto me senté en uno de los asientos libres.

Otros dos alumnos habían llegado. Uno de ellos me parecía no haberlo visto nunca, en verdad no le parecía conocido en ningún aspecto. Escucha como él se presenta.

- Cedric Blair, un gusto.- dice amablemente, esa característica de él todavía no se le iba.

Tomó asiento y hizo señas al camarero, levantando su mano y haciendo un gesto con sus dedos, él ya sabía que hacer, siempre pedía lo mismo.

El otro alumno era una muchacha, de mi casa, nada más y nada menos que Hermione Granger, la había visto un par de veces y habíamos compartido alguna que otra clase, era muy aplicada e interesada por el aprendizaje.

- Y bueno, ¿Faltan más pesonas?.- dice estirando sus brazos, colocando sus manos detrás de su cabeza, para estar más cómodo.

Mientras me acercaba a la mesa la profesora me saludo, la profesora Meredith era de las mejores profesoras a mí parecer, sabía mantener el orden en clase y seguir resultando amable sin llegar a poder decir que era insoportable con sus reglas como algunos otro profesores, cuando el otro chico se presentó inmediatamente mi mente buscó algún lugar donde nos hubiéramos visto, pero nada, simplemente no lograba recordar nada, por lo que me contenté con sentarme en la mesa, pero no tardó mucho en abrirse la puerta y bueno con el ruido producido yo instintivamente debajo de la mesa llevé mi mano hasta la varita que se encontraba en mi bolsillo del pantalón, pero no resulto ser nadie amenazador en sentido agresivo. Era Hermione Granger como todos la conocían, la sabelotodo, ya había hablado una vez con ella y había resultado algo fuera de lo común, sabía defenderse, de eso no había duda. Pasó de largo de nosotros y fue a presentarse con la profesora Meredith.

Hola Hermione – la salude amablemente, tenía que reconocer que ella me caía bien la chica.

Sonrei a todos los alumnos antes de beber un trago mas de mi hidromiel, no era un licor fuerte, asi que no creo que les moleste que beba alcohol delante de ellos, ademas, estabamos fuera de los terrenos del castillo, por lo que no habia ciertas reglas que debiaramos seguir.

- No, la verdad es que decidi juntarme solo con ustedes - les respondi, pues mas de uno me habia hecho ya esa pregunta.

Me quede dubitativa durante un momento, hasta que me acorde de un pequeño detalle, asi que comence a hablar nuevamente.
- A decir verdad, creo que harry le habia mencionado que estariamos aqui en caso de que quisiera venir - les comente.

En ese momento senti un pequeño dolor de cabeza, lo cual era muy raro porque no me daban muy a menudos, a noser que estuviera pasando un mal momento, cosa que no era el caso encontrandome aqui con los chicos, asi que decidi no prestarle atencion alguna a mi malestar.


OFF: aqui el nuevo orden (ya le di yo asi que ahora viene Bella)

yo
bella
cedric
kyle
gael
arianne
harry
hermione
jacob

Había recibido el soplo de una pequeña reunión de estudiantes en Cabeza de Puerco, pero lo que llamó la atención de esta reunión es que cabía la posibilidad de que se encontrará ni más ni menos que el pequeño Potter, y aunque no tuviera una orden directa de su señor Tenebroso Bella quería darle una visita y asegurarse de que no se hubieran olvidado de ellos, pero lo tenía todo contemplado pues también sabía que asistiría una de las mejores amigas de este, una sangre sucia llamada Hermione Granger que en el caso de que Potter no apareciera sería ella la que le llevaría el mensaje. Como fuera Bella había organizado un pequeño grupo par atacarlos, entre ellos se encontraba una chica ala que no conocía de nada y en un primer momento era su padre el que iba a asistir a la emboscada, pero por mala suerte su padre le había pedido a Bella que la llevara con ella para enseñarle un poco de cómo se trabajaba, Bella había aceptado porque sabía que su padre era un gran seguidor del Señor Oscuro y además muy buen mago, esperaba que la chica hubiera heredado esta cualidad también si no resultaba ser así, solo sería un estorbo. También la acompañaba un chico llamado Jacob, un Mortífago que en realidad no tenía nada que hacer con ellos, sabía que era un incompetente que se dejaba llevar por sus sentimientos y aunque no era de mi agrado llevarlo, necesitaba gente así que no tuvo más remedio que llamarlo para la misión. Otro más del grupo era el Mortífago favorito de Bella, y al mismo tiempo el chico en el que más desconfiaba, Kyle me había demostrado saber mucho sobre magia además de ser muy hábil con la varita y sabía que sus poderes le serían de ayuda, además de que también sería buen momento para observar su forma de pelear y darle algunos consejos. Todos estaban cubiertos por las túnicas de los mortífagos, además de sus respectivas mascaras.

Pero el plan principal no era llegar todos en bola desde la entrada principal, sería tonto, así que el plan era que Bella y la chica candidata a mortífago se aparecerían en el baño de las chicas mediante la aparición conjunta, Kyle y Jacob por su parte aparecerían en la puerta exactamente al mismo tiempo que Bella y la candidata. Pasados 10 segundos Kyle y Bella aplicarían al lugar un hechizo anti-desaparición para evitar las huidas. El resto del plan era sencillo, a Bella le dejarían la pelea contra la profesora, y Jacob se enfrentaría a la sangre sucia, mientras los demás peleaban contra los alumnos hasta poder dejarlos sin varita, y cuando esto pasara quizá divertirnos un poco con ellos.

Bella apareció junto con la candidata en el baño de mujeres de Cabeza de Puerco, para su mala suerte había una señora lavándose las manos, que enseguida cayó al piso al ser noqueada con un hechizo Desmaius de Bella, que simplemente soltó una pequeña sonrisa de satisfacción, esperó los 10 segundos levantó su varita hacia el techo y aplicó el hechizo anti-desaparición del lugar, volteó a ver a la chica que la acompañaba, Bella era la única que no tenía mascara, no la necesitaba, todo el mundo mágico sabía que era un gran seguidora de el señor oscuro, así que la chica pudo notar en la cara de Bella una sonrisa maliciosa.

Salió por la puerta del baño, y según salía levantaba su varita en dirección a la mesa, donde localizó a la maestra con los demás alumnos, en cuestión de milésimas de segundos Bella identificó a la sangre sucia, que era la única mujer, y también algo inesperado a su nieto Gael, pero ahora tenía que ceñirse al plan, también estaba la profesora, sentada bebiendo Hidromiel, ilusa. Con la varita apuntando al centro de la mesa donde todos estaban sentados conjuró un no verbal Bombarda, con lo que podría dejar de primer golpe noqueado a todo el grupo.

El silencio en esa noche todavía se hacía presente, sólo los pocos comentarios de la profesora y los demás alumnos cortaban ese clima. Escuchó como Meredith mencionaba al tan conocido Harry Potter, parecería que también lo había citado a este encuentro. Cedric se rascaba el brazo derecho, aburrido, recostándose sobre su asiento, mirando a las personas en su alrededor, esperando a que el mesero se digne a traer su bebida. Por suerte eso ya estaba por suceder, observó como un hombre de mayor edad, con barba descuidada canosa y con algunos mechones negros, caminaba hacia su dirección, llevando en mano un vaso largo y delgado, era el aguamiel que había pedido con sólo hacer una seña al camarero, hacía unos minutos. La bebida llegó hasta su propia mesa, estaba allí a centímetros de su mano. Al estirar su brazo y estar a punto de tomar el vaso entre sus dedos, ve como en el reflejo del vidrio de éste se forma una figura extraña, todo vestido de negro, pero eso no era lo que había llamado la atención de éste joven mago; era lo que parecía la mano derecha de este reflejo, que los apuntaba.

Todo pasó demasiado rápido, aunque giró su cabeza con total ligereza no pudo advertirles el hecho a todos, sólo se sorprendió abriendo de par a par sus ojos, mientres se tiraba detrás de la mesa, escuchaba las primeras explosiones, el sonido al vidrio quebrarse y se lamentaba de no haber podido probar un sorvo de su Aguamiel; sin duda era obra de un Bombarda y en verdad agradecía que no haya sido un Bombarda Máxima, porque ahí si que no la contaría. Rodó algunos metros más hacia la pared, quedandosé cubierto por una de las mesas y sin más sacó su varita desde la túnica. Esto era verdaderamente un aprieto, la persona que los estaba atacando no era una cualquiera, al ver esa figura más detalladamente por sobre el borde de la mesa se dió cuenta de eso. Era nada más y nada menos que Bella Lumiel, una conocida seguidora del Señor Tenebroso. "¡Mierda, mierda, mierda, mierda!, ¡No puedo dejar que me vean la cara!", pensaba el chico, necesitaba una forma de que no lo reconocieran. Recordó uno de los trucos que le habían enseñado en la escuela, así que se llevó la varita a su rostro y con un agite de ésta, su cara se deformó por completo.

Ya ahora sí, podía defenderse con total libertad, pero antes de lanzar cualquier hechizo de ataque debía asegurarse de cuantos mortífagos habían y donde, en verdad no creía que Bella hubiera venido sola.

— Homenum Revelio — alcanzó a decir cuando su cara mostraba más preocupación. Cedric había estado viendo las personas que allí estaban, y no creía que fueran más de 10, pero con este hechizo persivió varios más; debía esconderse.

— Caeca Temporalis — conjura en un breve murmuro, desapareciendo, volviéndose invisible. Estaba listo para un hechizo de ataque, así que se levantó y apuntando con su varita a esa primer figura que los había atacado, pronunció un — Expulso —, confiando en que esto haría mandar por los aires a su enemigo.

No entendía el por qué del ataque, si en verdad buscaban algo o sólo decidieron hacerse aparecer para que sepan que todavía existen, para que el respeto y el miedo que se les tiene no disminuya.

Miré a Hermione, había sacado un libro, seguramente lo acaba de comprar y bueno mi curiosidad era grande, pero en el lugar en el que estaba no podía ver nada, por lo que me acabé el dulce que tenía en la mano, mientras veía como el camarero le traía una bebida a Cedric, yo no estaba muy seguro de si pedir algo, le verdad es que se me antojaba mucho un Whisky de Fuego pero todavía no cumplía la mayoría de edad y no podía pedirlo en presencia de la profesora, me daría muy mala imagen ante ella, no pasaron 10 segundos desde que el camarero había dejado la mesa cuando pude distinguir una figura negra apuntándonos con la varita, eso no era buen indicio, así que al ver esto lo único que pude hacer fue empujar mi silla hacia atrás, al mismo tiempo que mi cuerpo giraba, para tirarme al piso, al mismo tiempo que mi mano derecha bajaba hasta la bolsa de mi pantalón pasa sacar mi varita . Una explosión me indicó que había sido un hechizo Bombarda, también había sentido que sobre mi espalda habían caído algunos trozos destrozados de lo que antes era una mesa, mi mente trabajo de prisa, pese al miedo que quería inundar mi cuerpo, parte de mi cerebro me decía que escapara, pero no podía hacerlo, tenía que ser valiente y ayudar a los demás, solo esperaba que estuvieran bien y el hechizo nos les hubiera afectado, apreté mi varita contra mis manos y me apoyé en mis rodillas para levantarme y hacer una análisis rápido de la situación: Cedric, había logrado escapar del hechizo y había desaparecido, la profesora Avalon y Hermione se encontraban bien, por la puerta principal entraban dos mortífagos, y por el baño estaba Bella...

Otra ola de terror inundó mi cuerpo, sabía que ella era capaz de todo, era despreciable y para colmo venía con compañía, tendría que se fuerte y estar a la altura de la situación, si traía amigos serían buenos, muy bueno, así que no era hora de tonterías y no había posibilidad para errores, me levanté de donde estaba y comencé a correr en dirección a la esquina del lugar, al mismo tiempo que conjuraba un Moviliarbo no verbal en dirección a los muebles que tenía cerca, moviéndolos detrás de mí y haciendo un pequeño escudo improvisado que me protegería de los hechizos que vinieran de la puerta principal, y con otro movimiento da varita, los envié a gran velocidad contra esos encapuchados, esperando interrumpir su ataque hacia un punto invisible, terminando este movimiento, vi que era demasiado tarde para ayudar a la profesora Avalon, ahora tenía que distraer a la maldita mortífaga loca.

Avis – dije en dirección hacia los baños de las chicas, y en el instante comenzaron a materializarse una decena de aves de color azul, de un tamaño un poco mayor al de una paloma, que comenzaron a revolotear alrededor de Bella, era una buena distracción que no la detendría y era muy infantil pero era una buena distracción – Deprimo – dije seguidamente mientras me pegaba contra la esquina del lugar, para tener una visibilidad el 100% del lugar, el hechizo iba dirigido hacía los mortífagos de la puerta principal, esperando que les callera encima y poder tener unos mortífagos menos a los que responder.

Arianne se miraba frente al espejo tratando de entender su situación, de asimilarla. Sentía su corazón bombear fuertemente y como sus oídos simulaban el correr de su sangre. Observa su ropa y la máscara que tiene en su mano. Parecía una mortífaga, verdaderamente se estaba convirtiendo en su mayor miedo. Su padre hablaba con Bella Lumiel, la mujer que la evaluaría de una u otra forma. Y tiene que pasar esa prueba pase lo que pase. Su objetivo está en peligro, la confianza de su progenitor depende de eso.

Suspira intranquila y cierra los ojos tratando de relajarse. Lo iba a hacer bien, el miedo no la controlaría. Siente unas manos en sus hombros y un leve apretón, pesadamente busca a su padre con su mirada a través del espejo y lo ve sonreír orgulloso de ella. Le devuelve la mueca con la arrogancia que la caracteriza, no debe sentir miedo, no puede. Sólo hicieron falta unos segundos y su padre desaparece a hacer lo que le impide ir a esa misión. Arianne no es idiota, sabe que él lo hizo a propósito.

Es la hora. Se coloca la máscara y por una ultima vez se observa. “Acostúmbrate. Éste es tu destino”, se dice, repite… una y otra vez para creérselo finalmente. Se aparecen en el baño de mujeres del asqueroso local de Hogsmade, Bella se deshizo a los segundos de una mujer que tuvo la desgracia de estar en el lugar equivocado. “Recuerda todo lo que has dicho” piensa, “harías cualquier cosa para demostrar la superioridad de tu sangre. Esta es una de las formas”.

Y por primera vez en el día logra sonreír con libertad, con ese brillo maniaco en sus ojos que aparece siempre con ese tema. Eliminar a unos sangre sucias sólo serían el preámbulo a lo que le espera a cierta mujer desaparecida de hace años.

"Auris Magna", susurra el encantamiento hacia ella misma y ensancha su sonrisa cuando las voces del otro lado llegaron a ella.

—Cuando quiera —le dice ella, sólo unos segundos antes de que la mujer atacara con un “Bombarda”. Desde su posición podía ver perfectamente a las víctimas, la profesora, que es el objetivo de la mujer que tiene al lado y sus tres compañeros.

Arianne se percata que luego de la explosión sólo había tres personas en vez de cuatro. Apresurada busca con su mirada, pero antes de poder encontrarle, unas aves se acercaban a Bella. La chica da unos pasos y levanta su varita, para exclamar: “Evanesco”. Mientras los animales se desvanecían, la chica salió de su lugar y se preparó para atacar. No hay tiempo para errores, era ese el momento de actuar.

—Incarcerous —exclama en dirección al chico que había enviado las aves hacia ellas. Estaba más preocupado en atacar a los de la puerta que poner atención nuevamente a Bella.

OFF: Saltaremos a Jacob ya que no ha estado activo estos ultimos dias


Si ese hubiese sido un momento cualquiera, en que no nos encontraramos rodeados de mortifagos, realmente estaria protestando por el hecho de que no alcanze a beber todo mi hidromiel ya que hicieron explotar la mesa en donde nos hallabamos.
Pero ese no era el caso, y saque esa estupida idea inmediatamente de mi cabeza y me preocupe solo por dos cosas muy importantes: Proteger a mis estudiantes y Sobrevir.
Nada mas importaba en ese momento.

La explosion nos tomo a todos por sorpresa, jamas imaginamos que nos ocurriria algo asi en una pequeña reunion lejos de la seguridad del castillo.
Aprovechando la nube de polvo que habia producido la explosion me fui corriendo a situarme detras de una mesa para no exponer mi cuerpo al grupo de mortifagos.
No habia tiempo de pensar, hace mucho tiempo que no me veia enfrentada a una situacion asi.

- Aqua Volatem - susurre, mientras iba apareciendo una gran vola de agua que lanze hacia a los mortifagos, sin preocuparme a cual de todos podia alcanzar, pero la mejor tactica de superviviencia era la distraccion. - !No se como lo hareis chicos, pero deben procupar que ningun hechizo les alcanze ¡ - grite por sobre el ruido de la batalla.

Luego de haber dicho aquellas palabras apunte mi varita hacia una silla - Ascendio - murmure y lanze contra una de las ventaas para tener mas vias de escape. Hize lo mismo unas cuantas veces mas quedando todas las ventanas del local sin vidrios.
Suficiente de hechizos estupidos en una batalla tan complicada como esta, ahotra era momento de atacar.

Me alce un poco detras de la mesa lanzandole un - Devasto - A LA MUJER QUE HABIA ENTRADO PRIMERO Y NOS HABIA DESTRUIDO LA MESA. No pude evitar pensar "Eso es por mi hidromiel, Estupida " . Vaya, soy una estupida yo al tener este tipo de pensamientos en un momento tan desagradable como este.

La batalla había empezado y todos habían salido sin rasguños del hechizo que había lanzado Bella, y Gael les había lanzado unos pajaritos que Arianne se había encargado de desaparecer, y después se había centrado en luchar contra Kyle y Jacob. La sangre sucia se había puesto ropa de combate con un hechizo y ahora era brillante, y al parecer quería lanzar otro hechizo pero esta vez en dirección hacia Bella y esta no lo iba a permitir, apuntó su varita hacía la chica y susurró.

Impedimenta – después de estas palabras el hechizo salió volando hacía la amiga de Potter, evitando que el hechizo que estaba a punto de lanzar ya no saliera de su varita. Pero ahora Bella tenía otro problema, en lo que se había centrado en la sangre sucia, la profesora había convocado una bola de agua y ya no podía impedir que esta saliera de la varita, por lo que tendría que atacar la bola, apuntó su varita al agua brillante y cristalina – Reducto.

Con el hechizo la bola de agua dejaría de ser un peligro inminente y su tamaño se vio reducido tanto que ahora era del tamaño de una canica, al ver el efecto de su hechizo Bella no pudo evitar esbozar una sonrisa, esto estaba resultando más emocionante de lo que había pensado, pero no había tiempo para que ella pensara en eso, pues la profesora había convocado un Devasto que se dirigía hacia Bella y tenía que encontrar una forma de contra atacar, pero ya no había tiempo para pensar – Protego Totalum – dijo, mientras un escudo se formaba delante de Bella, y detenía el efecto de destrucción producido por el devasto – Bombarda Maxima – susurró Bella en dirección a la mesa que la profesora estaba ocupando de refugio para destruir la misma y lograr acestarle un golpe a la profesora, pero seguido de esto lanzó un Verdimillious no verbal haciendo que una luz verde saliera de su varita en dirección a la profesora, el hechizo lo ocupaba para crear miedo pero también para causar daño a la profesora, era muy parecido a un avada Kedavra.