Amigos de batalla (Gael)

Terminé de escribir la carta, poniendo mi nombre al final y soltando un largo suspiro. Dado que eran las primeras vacaciones que pasaba en el colegio y no al lado de mi familia, así que mi madre me hacía que la mandase cartas constantemente. Cerré el bote de tinta y guarde la pluma cuidadosamente, mirando a mi pergamino orgullosa. Me levanté de la cama y me dispuse a ir a la lechucería para mandar a mi pequeña Aqua de viaje.

Repasaba mentalmente todo lo que había escrito mientras caminaba hacía allí. Había procurado poner todo aquello que se me paso por la cabeza para que mi madre no se preocupase por nada, ya que había sido mi decisión la de quedarme en Hogwarts y me sentiría mal si no le contase las cosas.

Me detuve de golpe en la puerta de la lechucería. Había una persona dentro a la que había reconocido al instante, y era una de esas pocas personas a la que me faltaba por ver desde que había vuelto a Hogwarts: Gael Taladius. Aquel que había conocido en aquella horrible y traumatica batalla del colegio, y que sin embargo se había convertido en una de las personas en las que más confiaba. Esbocé una sonrisita traviesa y caminé camuflándome todo lo posible entre en sonido de las lechuzas. Cuando estuve al lado, le tapé los ojos por detrás antes de que le diese tiempo a reaccionar a cierto Ravenclaw-¿Quién soy?-le pregunté, divertida-Te daré una pista, soy alguien que hace bastante tiempo que no ves-le dije, entre risas-Bueeeeeeno vale, si insistes te daré otra, soy Slytherin-comenté, mientras seguía esperando a que me contestara.

Estaba en la Lechucería mandando una carta con dirección a Francia, hacía mucho que tenía que hacer eso pues sería liberarme un poco del pasado, tenía la carta en mi mano cerrada con un pequeño cello, buscaba alguna lechuza que pudiera con un recorrido tan largo, pero ninguna parecía dispuesta a hacer un viaje tan largo, se dedicaban a pelearse entre ellas y hacer algunos ruidos, era lo malo de no tener una lechuza. Seguía tratando de elegir una lechuza cuando unas manos me taparon los ojos y al principio me sobre salté un poco, al menos hasta que escuché la voz de quien me estaba tapando los ojos, me estaba preguntando quién era, por su voz sabía que la conocía pero no lograba ubicarla del todo, después me dio una pista, era alguien que hacía tiempo no veía y de primera instancia me había imaginado a Cassandra, pero no podía ser porque sus voces no concordaban y después me dio otra pista, era alguien de Slytherin y no conocía a mucha gente de Slytherin con la que me llevara demasiado bien, de hecho conocía a muy pocos Slytherins y pensando que era una chica solo quedaba un nombre: Mirajane Scarlet. Una chica que había conocido en unas circunstancias muy especiales, pues los mortífagos atacaban el castillo y ella era de los estudiantes que estaban defendiéndolo, me había ayudado a sacar a los estudiantes más jóvenes, después de eso había descubierto que era buena amiga y pese a lo que su casa podía significar, ella era una de las pocas personas en las que confiaba plenamente, además de que también era miembro de la Orden del Fénix.

Déjame pensar – le dije siguiéndole el juego, con una sonrisa divertida – además de no verte en algún tiempo eres una buena amiga, así que solo puedes ser Mirajane.

Terminando de decir estas palabras me di la vuelta para verle la cara con una sonrisa, hacía mucho tiempo que no nos veíamos y quería saber que tanto había cambiado, aunque físicamente no parecía haber cambiado mucho – que bueno que estas de vuelta – le dije acercándome a darle un abrazo.

Tras el sobresalto inicial, pude ver como se tornaba también una sonrisa divertida en su cara mientas me seguía el juego, adivinando perfectamente mi identidad. Se giró, todavía con una sonrisa en la cara, para darme un abrazo y una pequeña bienvenida. Sonreí ampliamente, devólviendole el gesto muy contenta.-Yo también me alegro mucho de verte Gael-dije. Le había echado de menos este tiempo, como a todos.-Eres el único al que no había visto desde que volví, ya hace unas semanas-comenté-y eso que me he ido fijando siempre por si te veía, pero nada. ¿Has estado escondidito?-bromeé.-Nah, en serio. Te eché de menos.-le dije, sonriendo.

Dirigí mi mano hacia el bolsillo de mi capa, sacando mi carta de alli y después buscando con mi mirada a mi lechuza. La encontré algo remetida entre las demás, así que la llamé con un gesto y vinó rápidamente a posarse en mi brazo. Repasé mentalmente de nuevo el contenido de mi carta, esperando que no hubiese metido la pata en nada, ya que de ser así ahora era el último momento para rectificar. Tras cerciorarme, até la carta con algo de dificultad a su pata, y cuando me aseguré de que estaba lo suficientemente segura le murmuré-A casa, Aqua. Ten cuidado.-la lechuza echó a volar después de mis instrucciones y la observé durante unos segundos mientras se alejaba. Miré de nuevo a Gael para seguir hablando-Por cierto...siento haberme ido del colegio tan repentinamente. No era mi intención irme sin avisar, pero ni siquiera tuve tiempo para despedirme de nadie-me expliqué. Sabía que era probable que no hiciese falta una disculpa o explicación, pero a mi me gustaba decirla. Me sentía mejor explicando las cosas a aquellos en quien confiaba.-Digamos que he tenido unos cuantos de problemillas familiares...-agaché la cabeza ligeramente, aún me dolía recordarlo y eso que ya había pasado unas cuantas semanas. Continúe hablando-y bueno, eso es todo. Quería decirtelo-finalicé, levantando de nuevo la cabeza para mirarle de nuevo.-Y tú, dime ¿Que ha sido de tí durante este tiempo? ¿Algo que tenga que saber? Por que no has cambiado nada, eso se puede ver-pregunté curiosa, y al mismo tiempo dándome cuenta de que yo sí tenía un pequeño cambio físico del que no se había dado cuenta: la gran cicatriz de mi cuello. Me removí algo incómoda, recolocándome la bufanda de manera que pudiese cubrir la mayor parte posible.

Esperé su respuesta, expectante. Quería saber todo lo que había pasado en las vidas de los de mi alrededor mientras había estado ausente. Además, aunque aquel no fuese el momento más adecuado, quizás podría contarme si había alguna novedad en la Orden, o algo que necesitase saber.

Escuchaba las palabras de Mirajane y sinceramente pude decir que no era mi intención estarme escondiendo de nadie y fue en ese momento en el que caí en la cuenta de que últimamente solo salía de la torre de Astronomía para comer y tomar clase, pues siempre me la pasaba allí, se había vuelto un refugio de las personas que inundaban el castillo – últimamente no salgo de la Torre de Astronomía, se ha vuelto mi lugar favorito – le dije muy tranquilamente.

Después ella comenzó a buscar una lechuza para mandar su carta y yo seguía allí viendo a ver que lechuza valiente se animaba a dar un viaje hasta Francia, pero al parecer ninguna se encontraba de ánimos, me equivocaba, momentos después llegó una lechuza de la escuela que se posó a mi lado, era una lechuza que parecía joven y fuerte, la miré un momento y entonces tomé su pata, Mirajane por su parte había llamado a una lechuza que parecía ser suya, y le había dicho que fuera a su casa por lo que la teoría era cierta, esa lechuza era suya, después de dejar ir a mi lechuza me concentré en la explicación de Mirajane de su partida, la verdad es que me había preocupado un poco por lo que había sido de ella pues al ser una Slytherin peleando con mortífagos no esperaba que ninguno se lo tomaran muy bien y había tenido un poco de miedo por ella, pero también recordaba que era muy buena duelista y eso me tranquilizaba un poco.

No te preocupes, lo importante es que estés bien y tu familia igual – le dije tranquilizadoramente, viéndola a los ojos por unos momentos para que supiera que mis palabras eran sinceras, después di unos galeones a la lechuza mensajera – a Francia, quiero que le entregues la carta a Loan en Paris.

Terminando de decir estas palabras la lechuza partió por una de las grandes ventanas de la lechuzería perdiéndose en el inmenso cielo de afuera. Después de esto me volví para quedar frente a Mirajane y poder hablar mejor. Escuché su pregunta y la verdad es que habría un millón de cosas que contarle que habían ocurrido y algunas tal vez eran temas peligrosos pero ella estaba en la Orden y aunque solo fuesen rumores también necesitaba estar informada para que también estuviera atenta a algo fuera de lo normal en Hogwarts, no sabía por dónde empezar, así que comencé a ordenar mis pensamientos para saber cuáles de las cosas eran más importantes.

Creo sinceramente que te has perdido de algunas cosas – le dije serio, el tema a tratar lo ameritaba – hace un tiempo los mortífagos habían estado algo inactivos, según mis investigaciones, por los periódicos, el tipo de ataques que estaban haciendo podría decir que estaban muy desorganizados, ahora los ataques han cesado de manera muy brutal – hice una pequeña pausa para tomar un poco de aire y después continué – creo que Voldemort estaba fuera del país, buscando algo y ahora ha regresado, es más creo que regresó el día 27, pues hubo un caso que me llamó la atención de un trabajador del profeta al cual las pruebas indican, estaban torturando y por el tipo de torturas esta se dejó a medias comparándola con las demás. Se avecinan tiempos muy oscuros y para colmo, Tonks, Lupin, Sirius, Severus, todos han desaparecido, por ahora solo quedamos tu y yo en la Orden pues tampoco he visto a Cassandra – terminé de decir con tono un poco preocupado por nuestra situación.

Escuché a Gael atentamente mientras me contestaba, dándose cuenta el mismo de que casi no había salido estos días de la torre de Astronomía, razón por la cual no le había visto por ninguna parte.-Ya veo. Así podía andar yo buscándote y claro...¡Ni rastro!-le puse cara de falsa enfadada, la cual no me duro mucho, a los pocos segundos ya me habia echado de nuevo a reir.

Tras mi explicación sobre mi repentina marcha del colegio, Gael me dirigió unas tranquilizadoras palabras, mirándome directamente para infundirme confianza. Levanté la cabeza y sonreí un poco, me alegraba de que se preocupara por mí. Por otra parte, aunque había sentido la obligación de contarlo, también me alegraba de que fuese el primero que no me preguntaba el por qué. Suspiré algo aliviada, era lógico que cierta gente me pidiese una explicación, pero no me gustaba nada tener que explicar todo aquello de nuevo, era como revivirlo todo y no quería ponerme echa un mar de lágrimas.
Pareció encontrar una lechuza de su gusto, y tras darle unos galeones, la mandó a Francia, más concretamente a París.

La lechuza voló fuera del castillo perdiéndose en las inmensidades. Ya ambos habíamos cumplido nuestro cometido y habíamos enviado lo que veníamos a mandar a la lechucería, así que, tras mi pregunta sobre las novedades, se quedó frente a mí para contestarme y qué pudiesemos entendernos. Estábamos, por el momento, completamente solos en la lecuchería, por lo que aunque tuviesemos que tocar temas delicados nadie estaba allí para escucharlos. Y en caso de que llegase, estaba completamente segura de que escucharía antes el sonido de todas las lechuzas aleteando que nuestras voces.

Se quedó primero algo pensativo antes de iniciar la conversación, tornándose algo serio, lo que me hizo pensar que no me aguraban muy buenas noticias. Empezó diciéndome que me había perdido algunas cosas, explicándome detalladamente todas sus investigaciones y teorías sobre los mortífagos. Cogió un poco de aire para seguir y terminó tocando el peor tema: todos estaban en paradero desconocido. Abrí los ojos con aparente sorpresa y le dejé finalizar mientras me decía que no había visto a Cassandra tampoco y que por tanto los únicos restantes eramos él y yo. Suspiré profundamente antes de iniciarme a hablar-Vamos, que nos han dejado solos. Pues que bien...luego dicen que confiemos en los adultos, claro-dije, algo enfadada, mientras empezaba a pensar en qué era lo que podíamos hacer, ambos solos al frente de todo-Y lo peor esque según me dices ellos se reorganizan mientras nosotros nos desmoronamos...-puse dos dedos de mi mano en mis sienes. Esto iba a ser un dolor de cabeza muuuuuuuuuy grande.-Oye, ¿y qué me dices de Alex? Ahora que lo pienso, es otra de las que no he visto-dije, de repente-el caso es que bueno...debido a la que se nos viene encima creo que deberíamos hacer algo. Quiero decir, evidentemente, no podemos hacernos cargo los dos, y menos estando en el colegio-explique-pero si pienso que tal y como tu has hecho, deberíamos seguir con los ojos bien abiertos, a ver que podemos aveiguar desde aquí. Es importante al menos intentar aparentar ante ellos que estamos perfectos. Y cuanto a los miembros...-trasladé mi mano al mentón, apoyandome pensativa-creo que ahí si podemos hacer algo al respecto. ¿Revisar nuestra lista, quizá? ¿Ver a quién podemos inmiscuir en el asunto? Está claro que no se puede meter a cualquiera, pero puede que nos encontremos a alguien que sea de fiar y pueda echarnos una mano con todo esto. ¿Tú que crees?-le pregunté, girándome hacía él para mirarle, buscando una respuesta.

Se nos iba a venir encima una buena como los mortífagos atacaran cualquier punto y nos pillaran manga por hombro. Era una situación que necesitaba resolverse, si o si.

Escuché las palabras de Mirajane mientras el sonido del las lechuzas se escuchaba bajo su voz, era tan increíble que tuviéramos una reunión de la Orden en la Lechucería en donde debatiéramos temas de vital importancia con nada más y nada menos que la protección de el ulular de las lechuzas, pero no me parecía suficiente, sabía que en Hogwats había gente bastante silenciosa como para estar escuchando desde la puerta sin que nos diéramos cuenta, por lo que saqué mi varita y apuntando hacia la puerta ocupé un hechizo muffliato no verbal para estar seguro de que nadie nos estaba escuchando.

Las palabras de Mirajane me tomaron por sorpresa, diciendo un nombre: Alex. El hermano de esa chica había sido mi novio y esa era otra de las novedades de la escuela, el se había ido y no sabía hasta cuando, hacía mucho que no lo veía y todavía por ocasiones en los momentos más inesperados y cuando me encontraba más débil me daban ataques de nostalgia llegando incluso a llorar por no tenerlo cerca, tampoco había visto a Alex y era algo que había dejado de preocuparme un poco pues estaba intentando olvidar ese tema y sacarlo completamente de mi cabeza y más ahora que había tanto en lo que pensar por lo que no era momento de deprimirme con mis líos amorosos, era una cosa que llevaba repitiéndome mucho tiempo.

Creo que tienes razón, no podemos quedarnos así ya que si se dan cuenta de nuestra debilidad podrían atacar antes de lo que estén planeando – le dije después de que terminara de hablar sobre el tema – creo que por el momento lo que podemos hacer es ir a los lugares donde hayan aparecido los ataques y tratar de investigar un poco, lo que se nos va a hacer muy difícil pues seguro que los aurores ya lo habrán limpiado todo, así que lo mejor sería hacernos amigos de algunos aurores para tener información de primera mano pero esto también sería difícil porque los aurores no son gente que confie fácilmente en alguien – hasta yo mismo me perdía con lo que estaba diciendo, comenzaba a dar teorías de lo que podríamos hacer y yo mismo las descartaba con tanta rapidez que parecía que estaba hablando solo – todo esto es muy complicado y de momento nos esta superando Mirajane. Pero de lo que si tengo una idea es de los miembros, aunque por el momento estemos solos podemos comenzar a reunir gente en Hogwarts, y tal vez darles poción veritaserum para estar seguros de su fidelidad y aunque no sean oficialmente de la Orden podemos hablar de ellos cuando los mayores reaparezcan. De hecho tengo una buena candidata a miembro, es una chica que conocí hace unos días y creo que podría ser un miembro potencial.

Si, estaba pensando en Lucy Lovering, una chica que me había dado una muy buena impresión aparte de ser muy lista y tener potencial con los hechizos, además de tener padres mortífagos lo que podría significar una ventaja, siempre que ella estuviera de acuerdo en ser una buena fuente.

Le miré atentamente esperando su respuesta, cuando de repente ví una leve expresion de tristeza reflejada en su cara. Fruncí el ceño extrañada, intentando adivinar qué es lo que había dicho mal...¡Oh, claro! ¡Alex Russo era la hermana de Justin!. De eso si que me había enterado, de que el chaval había desaparecido de la escuela, y esa era otra de las razones por las que quería ver a Gael, para ver que tal estaba. Muy bien Mirajane, muy bien. Me mordí el labio inferior mirándole con preocupación- Lo siento Gael, no pretendía...-en realidad no sabía que decir, me sentía algo culpable por recórdarselo. Moví los brazos hacia él, algo nerviosa-Perdona.-Me acerqué un poco a él para darle un corto abrazo de disculpa.

Me puse de nuevo frente a él para mirarle expectante mientras me hablaba. Empezó a explicarme que evidentemente, no podiamos quedarnos así, que los mortífagos vieran nuestro punto débil podía ser algo fatal. Me pareció bien la idea de trasladarnos a los lugares para investigar e intentar sacar conclusiones-Es cierto que los aurores lo habrán limpiado todo pero siempre queda algún rastro, asique creo que no está de más que echemos un vistazo disimulado-comenté-lo que sí creo es que no deberíamos ir solos...no están las cosas como para que investiguemos por nuestra cuenta. Deberíamos ir juntos y si conseguimos reunir gente para la Orden, establecer parejas o algo así.-adopté una pose pensativa intentando esquematizar mis ideas en la cabeza, tratando de responder a todo sin que se me olvidara nada- En cuanto a lo de los aurores yo estoy descartada. Seguramente no confiaran en mi por mi linaje.-me llevé automáticamente la mano hacia mi pecho, aprisionando entre mis dedos el emblema de mi familia por encima del uniforme-Y en cuanto a los miembros, conozco esa cara, tienes a alguno que otro en mente, ¿verdad?-le sonreí ladeadamente, casi adivinando sus pensamientos-la poción veritaserum nos va a costar, pero me parece un muy buen sistema para ver las verdaderas intenciones de la gente que meteremos a bordo del barco.Y aunque como tu has dicho, no sea todo de manera muy oficial, si que podemos ir escogiendo miembros potenciales para cuando tengamos un orden propiamente dicho. En fin, que los ojos bien abiertos allá donde vayamos-finalicé con un suspiro, pensar tantas cosas a la vez me estaba dando dolor de cabeza.-No te preocupes, saldremos de esta...-le dediqué una sonrisa lo más tranquilizadora que pude, aunque yo misma por dentro me estuviese muriendo de los nervios y la preocupación. Le apreté la mano en señal de apoyo.-no se como, pero saldremos.

-Está bien, ¿te parece bien si empezamos investigando nosotros dos?-le propuse, había que apresurarse todo lo posible aunque de momento solo quedaramos nosotros-Si es así, tú diras, eres el que mejor se ha informado estos días ya que yo he estado un poco en desconexión con todos mis ajetreos. Te toca escoger un lugar.-le miré una vez más esperando su respuesta.

La reacción de Mirajane me dejó adivinar que sabía, más o menos, lo que estaba pasando, me dio un abrazo y se disculpó por lo que había dicho aunque en realidad yo sentía que no había dicho nada malo, era simplemente mi memoria que todavía me seguía dando vueltas lo sucedido, aunque si lo pensaba bien no había ocurrido nada, me dio un abrazo de disculpa, al que correspondí.

No tranquila, no ha sido tu culpa – le dije amablemente mientras me separaba de ella – es un tema que ya debería ir olvidando…

Las palabras de Mirajane sobre ir a investigar me había parecido buena idea, puesto que como ella misma había dicho las cosas no estaban como para ir arriesgándonos de esa manera a que algún mortífago acabara con lo que restaba de la Orden del Fénix, por lo que cuando terminó de hablar simplemente asentí de forma que diera a entender que estaba de acuerdo. Después dijo lo del los aurores, era cierto que ella era una Slytherin y bueno siempre esa casa tenía su historial de magos tenebrosos, y aunque no conocía muy bien la historia del linaje de Mirajane podía adivinar que como una compañera, se trataban de magos no muy legales… Sea como fuere nos iba a costar entrar al círculo de los aurores pues yo tampoco tenía una historia muy buena. Vi que llevó su mano hacía su pecho mientras agarraba lo que pensaba yo sería algún collar especial para Mirajane, no iba a preguntar sobre eso pues tenía la ligera idea de que se podía tratar de lo que le había pasado y no parecía estar dispuesta a hablar de eso.

La verdad es que sí, si tengo algunos alumnos en mente, un par de chicas –le dije mientras sonreía tímidamente – ambas son Gryffindors y aunque de momento no estoy tan seguro de qué tan confiable sea una, es muy probable que esté de nuestro lado, su nombre es Lucy Lovering, va en séptimo curso y quiere ser aurora – le informé a Mirajane, mientras trataba de recordar más datos sobre ella – pero hay una cosa, sus padres son mortífagos, su madre murió recientemente. También tengo a otra candidata: Hermione Granger, en sexto curso, hija de muggles y amiga de Harry Potter, es bastante buena peleando, es una candidata segura, pero existe el riesgo de que si Harry se entera de esto quiera unirse a la Orden al igual que su amiga y no estoy seguro de que tan bueno sea eso, pues Harry no tiene que correr tanto peligro – después de esto hice una pausa, no sabía si quería decir el siguiente nombre, no estaba seguro de querer poner a mi amiga en un peligro así, me mordí internamente el labio, todavía no era momento para que Eli entrara a la guerra por mucho que esta lo deseara, después escuché su comentario sobre salir de esto – de verdad tenemos que salir de esto…

Escuché su comentario, sobre elegir lugar, había varios lugares en Londres, lo único difícil sería llegar a ellos ya que como bien todos sabemos yo sigo siendo menor de edad y aunque ya había aprendido a usar la desaparición para casos de emergencia seguía siendo ilegal, la única manera sería ocupar la desaparición conjunta. También estaba el problema de dónde comenzar, tenía el plan de comenzar por uno de los lugares que llamaban más mi atención, un ataque…

Me parce apropiado ir a investigar un ataque, que parece apresurado, es en Londres, la víctima fue atacada brutalmente, era un mago hijo de muggles que vivía solo y trabajaba para el Profeta, escribiendo sobre los mortífagos – le dije tratando de recordar todos los datos posibles sobre este suceso – es un ataque que parece no fue completado y ese mismo día hubo otro ataque, a un estudiante de Hogwarts, mataron a toda su familia, vivían cerca, podemos pasarnos a investigar ambas casas – le sugerí

Gael asentía a la mayoría de las cosas que le explicaba, dándome a entender que estaba de acuerdo con mis ideas. Cuando llevé mi mano al colgante pude observar como me miraba, y parecía entender que mi ausencia familiar y aquello estaban relacionados, así que me temí preguntas. No es que no fuera a ocultárselo, pero no me apetecía mucho hablar del tema por el momento. Sin embargo, ví una mirada comprensiva en sus ojos y me tranquilicé cuando volvió a abrir la boca para hablar de otro tema. Me comentó que tenía a un par de chicas rondando como miembros potenciales, Gryffindors, una que quiere ser auror pero el principal problema es que sus padres son mortífagos, muriendo su madre recientemente. Y la siguiente, y como era evidente, Hermione Granger, amiga de Harry Potter.

Le escuché hasta el final cogiendo el mayor número de detalles posibles antes de contestar-Respecto a ambas, podríamos probar el Veritaserum a ver como se nos da la cosa-comenté-sé que a ojo pueden parecer confiables pero creo que nunca esta de más. ¿no crees?-dije, buscando también su aprobación. Procedí a contestarle sobre el asunto de Hermione Granger y Harry Potter-Supongo que si se entera, será un peligro, eso está claro. Sería como un arma de doble filo por así decirlo: no podemos arriesgar su vida de esa manera y por otra parte el tenerle abordo del barco hará que vengan más a nosotros. Y quizás más tarde cuando estemos organizados no importe, pero ahora no creo que sea un buen momento. -agaché la cabeza una vez más. Noté como Gael se pausaba repentinamente, como si realmente dudase sobre si mencionar a alguien más o no. Fruncí el ceño, extrañada. ¿Me estaba ocultando algo? Fijándome detenidamente, su cara era más bien de preocupacion, asi que mi cerebro y yo acordamos que seguramente, estaría acordándose de alguien muy preciado y que como es evidente, no quería poner a esa persona en peligro. Sonreí para que estuviese tranquilo y él continúo, diciendo que de verdad teníamos que salir. Y saldríamos.

Se quedó un poco pensativo ante mi proposición sobre ir ambos a investigar, parecía cavilar deliberadamente el sitio a donde debíamos ir. Le observé atentamente, escuchando su explicación sobre ir a Londres a investigar a un hijo de muggles que escribía sobre mortífagos y que fue atacado casi paralelamente a la familia de un alumno de Hogwarts.-Mmmm, me parece una buena idea-dije, poniendo una mano en mi barbilla, pensativa-No te preocupes sobre el cómo llegar porque, para tú información ¡He aprobado el examen de aparición!-confesé, sonriente y dando palmitas delante de mi rostro como a una niña pequeña cuando le dan una piruleta-Sé que dentro del colegio no se puede, pero...-ya había pensado también en eso-teóricamente, los lugares a los que se accede por los pasadizos secretos están fuera de los terrenos del colegio. Por lo que allí, la aparición no tendría que ser ningun problema.- la verdad esque me parecía un bastante buen plan, considerando nuestros escasos recursos.-Tendremos que ir con mucha precaución si no queremos ser visto, lo mejor sería que nos lanzáramos un encantamiento desilusionador antes de aparecernos por allí. Intentar ir con la mayor discreción posible, eso esta claro, concretar una fecha...y...-pensé de nuevo ¿de qué más nos deberiamos preocupar?-Sobre la residencia del hijo de muggles, hechar un vistazo a su casa no estaría nada mal, quizás encontremos algo. Y sobre la familia atacada, creo que será mejor si visitamos sus tumbas e investigamos un poco su linaje para establecer algún tipo de conexión ¿no te parece?-terminé, la verdad esque ya no se me ocurría nada más que tuviesemos que tener en cuenta, y simplemente esperé las palabras de Gael para saber su opinión.

Empezamos a hablar sobre las dos chicas a las que tenía en mente al parecer tenía la misma creencia que yo de aplicar veritaserum sobre Lucy, sabía que era necesario, aunque no me gustara mucho esa poción podría ser poco confiable si Lucy sabía que se la estábamos dando, por lo que tendría que comenzar a planear una forma de hacer que ambas chicas tomaran la poción veritaserum sin que estas lo supieran para después llevarlas a un lugar privado y poder interrogarlas, pero sería una cuestión de la que nos ocuparíamos después ahora lo más importante eran las investigaciones.

Bien, propongo que esta noche nos veamos en la estatua de la bruja tuerta – le dije tranquilamente, mientras recordaba la dirección del primer ataque – de allí saldremos hacía Londres con aparición conjunta, pienso que es mejor de noche así no solamente contaremos con el hechizo de desaparición, también la oscuridad nos puede ayudar un poco… Por cierto, felicidades por pasar el examen – de dije animado, era un punto a nuestro favor, algo que nos estaba indicando que la suerte comenzaba a estar a nuestro favor.

Me dediqué un momento a pensar en lo que estábamos planeando esta noche, cuanto antes nos pasáramos por la casa del periodista sería mucho mejor hacerlo pronto, era un sábado posiblemente era nuestra mejor oportunidad pues también no quería dejar de lado los estudios, trataría de investigar entre clases todo lo relacionado con la familia atacada.

La familia a la que atacaron, el chico iba en Hogwart, tal vez podríamos hablar con sus amigos – le dije a Mirajane después de pensarlo un momento – tal vez ellos sepan algo, si tenía problemas en su casa o algunos amigos un poco extraños, cualquier cosa de utilidad, posiblemente también necesitemos ir al Ministerio para encontrar registro de la familia y el árbol genealógico… Sería más fácil con alguien ayudando que trabaje en el Ministerio…

Terminando de decir estas palabras me quedé callado, quería saber si Mirajane estaba de acuerdo con lo que había planeado pues me había quedado con la sensación de que había tomado un poco la posición de líder y no me gustaba eso pues éramos un equipo.

Gael pareció estar de acuerdo con mis planes de que ir a husmear un poco, proponiendo el quedar al anochecer en la estatua de la bruja tuerta. Era un buen plan, ya que cerca estaba el pasillo que desembocaba en las cascadas y nos bastaria para salir y desaparecenos dirección a Londres. Comentó el factor de que la oscuridad nos ayudaria, punto para nosotros, y tras eso me felicitó por haber aprobado al fin mi examen.-¡Muchas gracias!-le respondí, agradecida.-Me parece buena idea, quedamos después de la cena, nos meteremos por el pasadizo de las cascadas y allí nos aplicaremos un hechizo desilusionador antes de partir. Después, nos apareceremos en Londres...-Me puse un poco nerviosa porque aunque había practicado la aparición conjunta no lo había hecho muchas veces, y me asustaba poder causarle una despartición. Pero eran riesgos que había que correr, y sabía que el era consciente y si me apoyaba era que los asumía porque confiaba en mí. Me mordí el labio inferior y salí de mis pensamientos internos para seguir hablando- e iremos a investigar un ratito.-resoplé-Es posible que sea peligroso, tendremos que andarnos con bastante ojo.

A continuación, comentó que dado que el chico estaba en Hogwarts, podríamos investigar también sus relaciones por aquí, en caso de que dieramos con algo. Era más facil meter las narices por aquí, dado que Hogwarts es nuestro colegio es más sencillo escurrirse para enterarse de las cosas. En ese aspecto, jugábamos en casa.-¿A que casa pertenecía? Si es serpiente es bastante probable que lo lleve chungo-comenté, sonaba contradictorio, pero dado que era repudiada por mi casa me parecía bastante improbable-pero si es de otra lo mismo puedo intentar meterme en alguna de sus clases y fisgonear un poco, a ver que me encuentro-adopté de nuevo mi pose pensativa con la mano en la barbilla.-Respecto a lo del ministerio, la llevamos chunga, la verdad...-suspiré-yo no puedo, tú tampoco, y considerando los posibles nuevos ingresos: Hermione ni soñarlo y la otra chica tiene padres del otro bando. Creo que también deberíamos buscar un contacto de confianza para asuntos de este tipo. Si no estamos más perdidos que un pulpo en un garaje-finalicé, mirando a Gael pensativa.

Él se quedo callado, haciendo reinar un silencio sepulcral que me extraño bastante. Le miré, para intentar adivinar que era lo que estaba pensando o le preocupaba. Casi podia decirse que ambos teníamos legeremancia, podiamos leernos los pensamientos, y algo me decía que simplemente estaba esperando alguna aprobación por mi parte. Sonreí ampliamente, tendiendo mi mano para que la chocara-Todo saldrá bien. ¿Somos un equipo, no? Dos cabezas piensan mejor que una, y más si uno de los cerebro es Ravenclaw-bromeé, esperando a que chocara. Siempre había pensado que eso era lo que nos llego a unir: que nos escuchábamos el uno al otro para intentar idear lo mejor, sin pisarnos entre nosotros. La unión hace la fuerza, o eso dicen.

No era seguro que permaneciesemos mucho más tiempo allí, en cualquier momento podría aparecer un alumno y a pesar del muffliato, siempre cabía la posibilidad de ser descubiertos. Adecenté mi capa y andé un par de pasos separandome de él en dirección a la salida-Quedamos en el lugar acordado. No cenes mucho o el viaje podría sentarte mal-le recomendé, girándome para hablarle. Me disponía a irme pero agaché la cabeza y me volví a acercar a él rápidamente, dándole un fuerte abrazo-Y me alegro mucho de verte, idiota. De verdad-mis palabras eran sinceras, realmente me alegraba verle a pesar de todas las malas noticias y el follón que se nos venía encima. Ahora sí, me dirigí con paso ligero hasta el marco de piedra de la lechucería y me giré para despedirme con la mano.

A investigar se ha dicho.