Encuentro en el baño (Melinda Waterson)

Una muchacha de cabello lacio y largo se encontraba en el baño, trataba de mirar su reflejo en el espejo, cosa que le era imposible, ya que era una vampiresa. Entonces saco su varita, se apuntó a sí misma y formuló unas palabras, una luz naranja y delgada salió del extremo de la varita y dio contra ella, en el pelo, salió gran cantidad de humo. Nata se miró nuevamente en el espejo, tal vez esta vez si había dado resultado y podría apreciar por primera vez su reflejo. Sin embargo, no pudo ver nada. Lo que ella no contaba era que su cabello lacio se había vuelto al estilo afro.

Era ya buen tiempo que ella trataba de hacer un hechizo de este tipo, sin resultado positivo en todos los intentos, ese pequeño detalle del reflejo era lo único que ella detestaba de ser vampiresa. La chica se apoyó en el lavatorio, suspiro. Cuando en eso la puerta del baño se abrió dejando pasar a una joven de Gryffindor.

Entré en el baño, me acaba de chocar con unos niños de primero que iban corriendo con unos pastelen en la mano y me habían dejado la túnica perdida de crema y chocolate. Iba concentrada en mi túnica y preocupada por si no salían esas enormes manchas, me apollé en unos de los lababos y froté con un poco de agua, al ver que no salía apunté con mi varita y un pequeño rayo salió de mi varita que impactó contra mi túnica dejándola limpia.

Después alzé la vista y ví a una chica de Slytherin con el pelo a lo afro en frente del labavo, ¿qué la habría pasado? Pensé que sería su intención tener el pelo así, pero luego la miré de nuevo y supe que esa no había sido su intención, nadie podía desear tener el pelo asi.

-¿Perdona, pero... ¿Necesitas ayuda con el pelo?-Dije intentando no parecer mal educada, yo sabía un hechizo para arreglerlo que a lo mejor le venía bien.

La joven estaba concentrada en su túnica, la cual estaba manchada. Luego miró en dirección a Nata, de una manera cortes le preguntó si necesitaba ayuda. La Slytherin no sabía a lo que se refería, aunque cuando la otra chica le dijo sobre su pelo, Nata lo comprendió, algo había salido mal con el hechizo anterior, su primera reacción fue de terror porque pensó que se había quedado calva, así que se toco la cabeza rápidamente, al sentir su cabellera se tranquilizo de que todavía estuviera ahí, sin embargo no era la misma textura que siempre sentía al peinarse.

- ¿Hay algo raro en mi cabello? – le preguntó preocupada a la Gryffindor – creo que lo he estropeado – se lamentó la muchacha – ¿sabes de algo que pueda hacer?

Al ver a la chica tocarse el pelo entendí que ella no era consciente de la forma que tenía, me acerqué un poco a ella y miré más detenidamente el pelo, tenía pinta de un hechizo que había salido mal.

-Espera un segundo...-Dije mientras apuntaba con mi varita a su pelo.

Una luz naranja salió de mi varita y el pelo le quedó liso, ese pelo le quedaba mucho mejor que el anterior, y era el que tenía antes de su hechizo fallido, ya que el hechizo que yo había usado devolvía las cosas a su anterior estaso.

-El pelo te queda mucho mejor así.-Dije sonriéndola.-¿A ti que te parece?

La chica rubia apuntó con su varita a mi cabello, una luz naranja salió, sentí que mi cabello poco a poco iba disminuyendo el frizz y volvía a ser lacio. Lo toque con mis dos manos y suspiré aliviada, no podría imaginar lo que hubiera sucedido si es que salía del baño de ese modo.

La chica se veía amable, aunque no podía ver mi reflejo, con el tacto si sentía que todo estaba en orden – Tienes razón – le dije sonriendo – muchas gracias – le extendí mi mano – soy Nata Reeve, y ¿tu cómo te llamas?

Nata no conocía a muchos por acá, y la chica se veía amable.

Ella me agradeció lode su pelo, la verdad es que estaba mucho mejor así, luego me dijo su nombre, se llamaba Nata Reeve, lo más seguro sería que la razón de por qué no la había visto nunca era porque era de Slytherin, ya que no me juntaba mucho con ellos, pero ella parecía buena persona, y no la había lanzado un hechizo al verla, eso era una buena señal.

-Yo me llamo Melinda Waterson, pero me llaman Mel.-Dije dándola la mano como saludo.-¿A qué curso vas?-Pregunté yo, nunca la había visto en clase, puede que fuera por no prestar atención o por que no iba a mi curso.

- Mucho gusto, Mel – dijo Nata con una sonrisa que reflejaba amabilidad en el rostro. – Voy al sexto curso, no conozco a muchos ya que recién entre a Hogwarts en el cuarto año.

Era extraño que una Slytherin reaccionara muy amablemente ante una Gryffindor, si bien los pleitos entre estas dos casas habían disminuido un poco, siempre existiría esa rivalidad que viene de años anteriores como si se heredara. Sin embargo, Nata era una muchacha diferente, de la cual uno no sabría qué esperarse. – Y ¿tu?

-Yo también voy a sexto, pero no recuerdo haberte visto nunca... Puede que sea porque siempre voy algo despistada.-Dije asintiendo con la cabeza.

La verdad es que en las clases siempre me ponía a pensar en mis cosas y no solía prestar atención a mi alrededor, por lo que no conocía a la mayoría de los compañeros de mis clases.
Había muchos chicos de mi casa que no se juntaban con los de Slytherin, algunos por miedo, otros por que solo de juntaban con lo de su casa o otros por la enorme rivalidad que había entra ambas casa.

-Si, será agradable poder hablar con alguien después de clase.-Dije yo, la verdad es que antes y despues de las clases solia estar sola, con mis amigos me reunía después, ya que en clase no nos solíamos sentar juntos.

Luego miré mi túnica, la mancha se había ido, pero había quedado una marca por el hechizo, lo que me fastidió mucho, di un suspiro y le miré a ella.

-¿Tu no sabrás algo para arreglar esto?-Dije señalando la marca.

Miré a la chica mientras sacaba una especie de poción del bolso, luego la virtió sobre mi túnica y todos los restos del hechizo desaparecieron al instante, me dijo que ella siempre llevaba algo de eso encima y que era bastante útil.

-Muchas gracias.-Dije mirando mi túnica, estaba realmente limpia.-¿La poción la has fabricado tu?-Dije con curiosidas, yo era algo mala en pociones, pero seguramente si me daba la receta y le dedicaba algo de tiempo conseguiría hacer algo parecido.