dando un paseo [libre]

habia salido de la torre gryfindor para dar un paseo y conocer un poco mas el lugar, llegue al jardin -dios que jardin mas grande-dije sorprendido mientras me sentaba en la hierba

Estaba de mal humor, se acercaba la luna llena. Tenía poción matalobos de sobra, pero me molestaba el echo de que tendría que pasar una noche en las heladas mazmorras del castillo convertido en un pequeño lobo, era de lo más desagradable. Caminé por el jardín buscando un poco de soledad y tranquilidad. Mi aspecto en los días cercanos a mi "indisposicón" no era el mejor y no me gustaba parecer un sonámbulo ojeroso.

Vi a un chico sentado en la hierba, ¿no tendrá frío?, pensé las Navidades estaban cerca, pero para ir a mi ruinosa y congelada casa, mejor me quedaba en el colegio, me acerqué al chico, pues el castillo estaba muy solitario y echaba de menos la presencia de humanos.

-¿La hierba no está mojada?- le pregunté, no tenía mejor tema para hablar, que patético.

un poco si pero no me importa que la hierba este humeda-le dije al chico , tenia pintas de estar muy nervioso ,por su olor descubri que el era tambien un licantropo como yo-valla parece que la luna llena se acerca -dij con una sonrisa inocente en la cara

Enarqué las cejas al oír el comentario del chico, entonces el viento cambió y el olor del chico chocó contra mi nariz. Una de las pocas cosas buenas de ser un hombre lobo (que no compensaba para nada las transformaciones y demás cosas) era la notable mejoría del olfato y la vista. Era obvio que ese chico era un licántropo como yo, su olor se parecía demasiado al mío.

-Se acerca, pero tengo suficiente poción y no tengo porqué preocuparme- dije con una pequeña e hipócrita sonrisa.

yo tengo que hacer mis pociones , por que las que iba a traer se me olvidaron en casa -comence a reir nerviosamente

Curvé mis labios en algo que podía ser entendido como una sonrisa, pero que en realidad era una mueca un poco extravagante que mostraba mi nerviosismo. Encontrarme una noche de luna llena sin poción era uno de mis mayores temores y deseaba que nunca me sucediese, pues yo era nulo en pociones y seguramente terminaría la noche corriendo por el Bosque Prohibido.

-Pues que tengas suerte y te de tiempo a preparartela- le dije, pero algo se revolvió en mi interior, no podía dejarle a su suerte- sabes, de echo creo que me sobra un poco, lo suficiente para una noche, ¿lo quieres?- le pregunté.

oi su oferta de darme una pocion matalobos-muchas gracias -le sonrei-te debo un favor