Un trago a la luz de las estrellas {Elianne}

La luna no estaba llena, casi nisiquiera brillaba, Edmond estaba pensativo, pues había vivido muchas cosas este ultimo tiempo, en realidad de golpe habia comenzado a sentir un montón de cosas y a vivirlas, el cambio era realmente radical entre una escuela para hombres y una escuela mixta, todo era extraño, todo era nuevo... y sin embargo, todo era placentero y no le temía casi a ninguna de esas sensaciones fantásticas, que conllevaban emociones y finalmente sentimientos.. casi todos eran maravillosos. Se recostó sobre las tablas del embarcadero y comenzó a mirar las estrellas que iluminaban el lugar, danzaban en su reflejo en el agua, Edmond había amarrado una botellita de Vodka en una de las tablas y la dejó en el agua, para enfriarlo, pues no había estado en un lugar muy... frío por así decirlo.
El pasiaje era bastante prometedor y romántico, y sin embargo Edmond yacía allí solo, mirando... ese punto fijo e inexistente que estaba entre las etrellas y el cielo oscuro, nocturno y misterioso, profundo...
eterno, en un instante los recuerdos de la mente del chico le transportaron a la torre de Astronomía, donde había estado hacía unas semanas.. donde había disfrutado de una excelente compañía.. bastante placentera por lo demás... una compañera fantástica y hermosa.

- Ahh... creo que dormiré aquí esta noche

Murmuró mirando hacia el cielo, sin pensar en nada, mas rato bebería toda esa botella solo y pensaría así mejor sobre todo, todo lo que le había tocado vivir.

Elianne estaba a borde del colapso. Su madre le había enviado otra carta. Sí, de esas cartas que empezaban con un "Cariño, ¿conoces a...?" un sangrepura que le doblaba la edad y acababan con un "que se te está pasando el arroz". Elianne empezaba a plantearse seriamente fugarse al mundo muggle. Cada minuto de una estúpida guerra sumado a la molestia de su madre... Tenía un nudo horrible en la garganta, le sonaba sumamente horrible todo: la guerra, la muerte, su madre... Incluso sus notas daban un poquitín de asco.

Elianne se fijó en que había dejado de estar en los jardines para llegar al embarcadero ¿cuándo había sucedido eso? Se fijó en que había un chico (o chica, con esa iluminación cualquiera veía) sentado en el embarcadero.-¿Es posible que pueda ahogar mis penas aquí?-. Preguntó la chica, tocandole el hombro.

- Creo que viniste al lugar correcto... estaba por abrir una botella de vodka para...- se volteó para contestarle a la voz femenina que le preguntaba si acaso podría compartir aquel sitio donde Edmond tenía planeado pasar sus penas y sus confusiones, donde tenía planeado recapitular sobre todo lo que había vivido y pensaba sobre lo que no quisiera volver a vivir, mas atónito se quedó al ver se cabello rubio, conocido, esa baja estatura y esos ojos brillantes de la otra vez, a su mente vinieron con inmediatez recuerdos de la torre de astronomía, su cuerpo se entumeció por completo, su mente se transportó a aquel momento en el que habían compartido una noche de luna llena y donde se habían poseído, pertenecido, al chico vinieron los recuerdos y las sensaciones, las cicatrices, las marcas, los chupones, todo lo que ella le había dejado tras esa noche de desenfrenada pasión, deseo y amor.

- E..Elianne?-Preguntó, la respuesta era obvia, pero no sería un pecado preguntar por si las moscas, quizá una gemela maligna de ella andaba rondando por allí, y si fue con esa gemela maligna con la cual hizo todo lo que hizo?.. bah, iba a tener que dejar esas conjeturas estupidas para otro dia y para otra ocasión. Edmond se quedó mirando a Elianne, esperando que viniera y se sentara a su lado.

Elianne no sabía si estar alegre o deprimida, de entre todas las personas con las que podría haber coincidido coincidía con Edmond. No le molestaba ni nada por el estilo, pero ciertamente le parecía incómodo. Era como si la dama destino, hermana de la crueldad, hubiera decidido que a Elianne le tocaba vivir un día... Complicado. Normalmente los ligues de una noche eran eso, de una noche, pero Edmond le había transmitido cierta atmosfera de paz y amor hippie que... Desvariaba. Era incómodo. Pero había vodka

-La última vez que me miré en el espero sí, era Elianne.-. Comentó, examinandose de broma.-¿Y tú? ¿Eres Edmond o el doble?

-Jaja muy chistosa- Contestó mirándole para invitarle a sentarse a su lado con la mano - Bueno.. yo creo ser Edmond, al menos así me llaman por acá - Le miró y movió la botella de vodka para lograr el fecto hipnótico que esta tenía en toda persona, el vodka, era irresistible, por sobre muchos, el mejor trago que había, en especial si venía de mugglelandia, el hecho de que fuera un licor extraño en el mundo mágico, le daba un plus exótico y delicioso.

- Al parecer no estás muy contenta de verme- Dijo al notar los gestos de la muchacha, y la marcada lejanía que esta mostraba con elementos que iban más allá de lo que decía, lo proxémico y lo kinésico le hacían sentir a Edmond que Elianne estaba incómoda, o algo por el estilo. Pero al chico le importo poco, pues entendía de cierto modo, que quizá el había sido solo un ligue de una noche, abrió la botella y apareció dos vasos, le miró y luego preguntó curioso. - Lo tomas puro, o le mezclas con algo?-

Elianne se rió con ganas de la broma del chico y se sentó a su lado, manteniendo discretamente las distancias, no le apetecía pillarse por ese tío. Principalmente porque no le conocía nada. Y aunque lo conociera, no era precisamente un buen momento.

Aunque por lo visto lo de la discresión no funcionaba-¿Yo? ¿incómoda?- Preguntó, acurrucandose en el hombro de Edmond. -Si lo estuviera no me apoyaría así, ¿no te parece?-Preguntó, no le gustaba que la leyesen con tantísima facilidad, le creaba bastante inseguridad y a ella la inseguridad no le gustaba.

-Bueno, mejor puro... Que a saber que cosa mágica le pones en sustituto de las bebidas muggles- Bromeó Elianne, cogiendo su paquete de cigarrillos del bosillo. -¿Te importa?- Preguntó mientras cogía uno.

- Umm sí, creo que tienes razón - contestó Edmond al sentir el rostro de la chica sobre su hombro, a lo cual instintivamente cruzó su brazo tras la cintura de ella, a Elianne al parecer le gustaba ocultar sus estados internos... bueno, en realidad eso era algo que le hacía muy parecida a Edmond, pues el nunca diría que está incómodo, o que está a gusto, solamente se marcharía o se quedaría, sin hacer comentario alguno.

- Jaja.. yo?... usar cosas así?... no creo necesitarlas para lograr mis cometidos, cariño - Contestó fugazmente, mirándole sacar un paquete de cigarrillos y preguntarle si acaso se le hacía incómodo, en realidad para Edmond... esa era una muerte lenta y dolorosa, significaba aquello, pero no le importaba que otros la eligieran para acortar su vida lentamente, cada quien tiene libertad de elegir no? -Y qué haces por acá tan tarde, Elliane?... que yo sepa, a las sirenas no les tocaba salir a cantar el día de hoy- En una simple analogía que resultaba levemente confusa le comparó con una sirena, y bueno, ella lo era, era solo cosa de mirar su cabello, su rostro, sus ojos y sus formas... era de una figura atractiva y enternecedora al mismo tiempo.. era posible?. Mientras tanto Edmond servía dos vasos de vodka puro y le tendía uno a su acompañante, con una media sonrisa, pues estaba analítico observando el rostro de la chica, algo en su mirada era diferente.

Elianne se rió dulcemente con la respuesta del chico. De verdad le encantaba que el chico fuese así... Tan natural. Sintió como Edmond le rodeaba la cintura con absoluta confianza y ella solo pudo acomodarse mejor.

-Doy fe. Sí señor-. Dijo Elianne con voz de damita tímida, -Mmm... Te molesta.- Comentó, podía notarlo en la mirada del chico, era consciente de que probablemente era porque se fastidiaba los pulmones y... Bah, si conseguía vivir lo suficiente como para que el tabaco la matara, ciertamente no le molestaría. Sin embargo no quería incomodar a Edmond. -Da igual, al menos hay alcohol-. Dijo, guardando el paquete de cigarrillos en su bolsillo.

-lo típico, problemas con mamá. ¿Y usted, caballero?-. Preguntó, aceptando el vaso lleno de vodka.-¿Propones un brindis, cariño?-

- Tus deseos son órdenes, preciosa - Contestó con un guiño, para mirar su vaso y luego mirarle a los ojos pensativo, allí vino a su mente aquella frase perfecta para un brindis. - Por que nunca inventes, ni robes, ni engañes ni bebas... y si lo haces, inventa un mundo mejor, roba un corazón, engaña a la muerte.. y bebe... bebe esos momentos inolvidables...- Llevño su vaso al de Elianne chocándolos ambos, y dar posteriormente un sorbo largo y extasiante de vodka, valla que estaba fuerte, pero bueno al mismo tiempo delicioso, extrañaba esa sensacion de algo quemando su garganta, hacía mucho que no bebía, y esperaba no caer bajo los extremos efectos de la bebida, por el bien de su acompañante, quien seguramente no quería verle en ese estado. Edmond se quedó mirando a Elliane de costado, para estirar su mano y robarle la cajetilla de cigarros, sacar uno, y tomarlo con los dientes con suavidad en sentido contrario, con la delicadeza suficiente como para que este no se partiera, y lo acercó al rostro de Elianne, ella necesitaba relajarse, y por lo demás, era demasiado sexy ver a una mujer fumando.

Elianne le dio un trago al vodka, se sentía bien tener una amiga rusa que te enseñara a beber, desde luego eso sí que estaba fuerte. Le gustaba la sensación de ardor por su garganta y sentir el saborcillo amargo del mismo. También le gustaba la compañia, para qué negarlo. Y más aún cuando el chico cogió un cigarrillo y se lo puso en la boca, con un... sex appeal increible. El corazón le dio un pequeño vuelco y se sonrojó, ese comportamiento no era lo que se decía habitual. Cogió su varita y lo encendió, disfruto de la calada con absoluto placer. -En el momento en el que te empiece a molestar dímelo ¿vale?-. Dijo, sonriendole al chico. Se sentía muy cómoda en su presecia y eso, a decir verdad, no era del todo normal pero no le disgutaba. -¿Me vas a decir que hacías tan solito aquí? ¿O tendré que quedarme con la duda?-. Preguntó, pestañando con la suficiente fuerza y velocidad como para causar un tornado, dulcemente.

- No te preocupes, cuando me empiece a molestar lo apagaré yo mismo - Dijo mirándole de costado con una sonrisa, soltando la cintura de Elianne para recargarse sobre sus brazos, descanzando un poco de su posición, aún un tanto pensativo, pero ahora se sentía mucho menos solitario, en realidad... la compañía de Elliane... era ideal para un día como este, o mejor dicho una noche... estrellada, brillante, fantástica, y oscura al mismo tiempo, pues la luna se había ocultado quien sabe con qué intención. Sentir el aroma del rubio cabello de la chica hacía a Edmond avivar aún mas los recuerdos de la torre de astronomía, a ratos incluso sentía ese roce y ese calor interminable que ella le había brindado y que habían compartido a la luz de la luna en una noche.. una sola noche, una noche maravillosa.

- Quizá a medida que pase la noche lo averigues, no te daré la información tan facilmente- dijo juguetón sacándole la lengua, para luego alzar su ceja y mirarle con una faz de tentación y deseo, que lentamente sedesvaneció al recordar lo que ella había dicho acerca de los problemas que tenía con su madre - Y eso de los problemas con tu madre... te gustaria conversar de ello, o es algo que quisieras olvidar con otro trago?- Pregunté alegremente tomando lo que quedaba del vaso y levantando la botella, con intenciones de servir la segunda ronda del maravilloso licor Ruso.

Elianne se rió dulcemente hasta que escuchó mencionar a su madre. -No es la cosa más interesante del mundo, es sólo que cree que debería casarme con algún sagrepura que me triplique la edad en el menor tiempo posible. Pero lleva años así, cada semana me envia a uno distinto.-Respondió Elianne encogiendose de hombros, su madre estaba para ir a psiquiátrico pensó, mientras le daba otra calada al cigarrillo. -¿Tengo que esperar toda la noche? ¿No hay forma de convencerte?- Preguntó, dandole un sorbito al vaso mientras enarcaba una ceja. Realmente debía presentar la imagen de la decadencía, bebiendo y fumando... Le daba igual.

- Ummm que lástima... bueno, no te doblo la edad, y tampoco soy sangre pura por lo que sé... ya sabes, el gen se saltó una generación- Comentó como quien habla del clima o de algo trivial, en realidad necesitaba salirse de sus pensamientos y recuerdos de la noche en la torre de astronomía, pues de no hacerlos terminaría hecándosele encima como aquella vez... Edmond le sonrió y luego rió levemente, tras aquella risa, terminó sonriendo de costado, realmente debía ser dificil esa vida de alta alcurnia, es decir, las familias de sangre pura que necesitan crear lazos con otros sangre pura para conservar su casta, en realidad es una tontería, sin embargo, qué sabía él de eso? Si hasta lo que recordaba, sus dos padres eran muggles...

- Supongo que de existir alguna forma de convencerme, tendrías que averiguarla tu, no crees?, preciosa?- sonrió acercándose a ella y besando su mejilla, para luego volver a su posición... realmente la piel de Elianne tenía el mismo dulce sabor de siempre, seguía teniendo esa dulce fragancia y ese dulce sabor que mejoraba a medida que la temperatura aumentaba. Pero no.. esos pensamientos no eran convenientes para el momento, se sirvió otro poco, y dió un largo sorbo

-Gracias a Merlín que no lo eres. Me gustas así. Si me doblases la edad me parecerías un pederasta. En cuanto a tu sangre... Bueno, es roja ¿no?-. Preguntó, dando a entender que la sangre era toda igual: roja y con un sabor metálico.

Elianne se sorprendió gratamente cuando el chico le besó en la mejilla después de decirle que era posible convencerlo. Elianne se recostó en el regazo del chico y le dio una calada profunda al cigarrillo. -Bueno es saberlo. ¿Sabes qué? Tenho una idea, ¿y si jugamos a pregunta-respuesta?- Comentó Elianne.

- Umm conque pederasta.. suena interesante - Contestó riendo a medida que meditaba acerca del asunto de la sangre, en realidad era algo complcado, pues para algunas familias la sangre lo era todo, mas compartía ciertamente el punto de vista que tiene Elianne, toda la sangre era del mismo color después de todo, toda tenía la misma función y hasta ahora no había nada que demostrara que un mago de sangre "pura" fuera más poderoso o tuviera mayores talentos que un mago de sangre "impura" o "sangre sucia" como los chicos de la casa de las serpientes solían decir.

- Pregunta respuesta será entonces, preciosa - agregó mientras sentía y veia a Elianne recostarse en su regazo y darle una calada más a ese pedazo de papel, Edmond llevó una de sus manos a la mejilla de la chica y corrió el pelo de esta, para acariciar pelo y su mejilla, mirándole un tanto meloso, le parecía interesante la idea del juego, pues así podría cnocerla mucho mejor. - Y también podríamos agregarle un reto.. para darle más... emoción, no crees?- Inquirió entusiasmado

-No te veo ligando con niñas de trece. Me sentiría sorprendida, de saber que te gustan esas chicas.- Dijo, sintiendo las caricias del chico en su rostro. Eran sumamente delicadas, le gustaban. -Me parece bien, pero ¿cómo sabremos quién dice o no la verdad? Sabes, siempre llevo un frasquito de Veritaserum encima, nunca se sabe cuando podría ser necesario.- Dijo, sonriendole a Edmond mientras cogía la botellita, de pequeñisimas proporciones para agitarla levemente mientras se la enseñaba. -¿Aceptas, cariño?

- Jaja.. no creo... me gustan más de 16... bajitas, rubias en lo posible, con ojos azules y rostro angelical - Contestó sonriendo... pues eso era todo lo que ella tenía y que le había atraído a primera vista, sin embargo lo que guardaba dentro de esa envoltura era lo que al final le había terminado encantando, la mujer tras esa pequeña e inocente fachada.

- Definitivamente, juguemos - Agregó al escucharle sobre el veritaserum, era el detalle que le faltaba al juego... no podrían mentirse, y los secretos mas profundos y oscuros saldrían a la luz por fin, qué mejor manera de conocerse? qué mejor manera de recorrer su mente y pensamientos ocn la misma intensidad que había recorrido hacía algunos días su cuerpo?... no había ninguna mejor manera. - Te concederé la primera pregunta- Agregó con un guiño

-Tienes un gran gusto. Por eso me caes tan bien- Rió Elianne, mientras se levantaba de su, cómoda, posición. Cogió los vasos y echó un chorrito a cada uno, debería durar una hora, aproximadamente.

-Empecemos por algo fácil ¿qué te gusta más?¿Chicas o chicos?- Preguntó, acabandose el cigarrillo. Le pasó un vaso a Edmond y se tomó el suyo de golpe. El sabor a nada del veritaserum le encantaba, siempre le aclaraba las ideas. Luego se apoyó, en en hombro del chico mientras enroscaba su brazo con el de ella.

Edmond miró su vaso y lo llevó a su boca sin dudarlo, el gustito del vodka aún permanecía, y predominaba sobre el sabor a nada del veritaserum, el chico pensó en decir algo antes de tragar el líquido, pero no podía, por razones claras, hizo con las manos un gesto de reproche, pues su vaso tenía un poquito más de pocion que el de ella, y el efecto de la pocion en Elianne se acabaría antes que el de él, Edmond pensó un momento, y una vez ella se recargó en el hombro del muchacho, este le dio un besito en la comisura de los labios, dejándole allí un poquito de poción, se separó lentamente y bebió la poción que quedaba, luego sonrió de costado y alzó una ceja, para tratar de responderle solamente con gestos, pero no sería cruel, y a parte, evidentemente la poción hacía su efecto, obligándole a contestar oralmente sobre lo que se le había preguntado.

- Las chicas me encantan- Dijo tragando saliva, para luego continuar tranquilamente - Aunque eso no significa que con un chico no puedas pasar un buen rato - le guiñió un ojo y se quedó mirándole, espectante por una reacción, dio por hecho que una sex simbol como ella disfrutaba lo mismo con chicas como con chicos, sin embargo la duda primó en él, y preguntó tratando de buscar otra forma de hacerlo para ser creativo - Disfrutas más los besos con sabor a miel, o los abrazos fuertes y las manos grandes?- trató de metaforizar, quizá demasiado, pero la miel era claramente el sabor que los labios de una mujer tenían.. y .. hasta ahora no había conocido a mujeres con manos grandes.

Edmond la besó suavemente en la comisura de los labios dejandole restos de poción. Elianne se encogió de hombros, no tenía nada que ocultar.

-Me gustan las personas, a decir verdad. Supongo que llegado el momento de "enamorarme" lo haré por sus acciones, no por lo que tenga entre las piernas, Por otra parte debo decir que no me sorprende tu respuesta, esperaba algo así de ti- Dijo la chica. El veritaserum tenía esos efectos en ella, en vez de responder con una palabra una pregunta tan simple como esa respondía un sermón. -¿Qué es lo que más te llama la atención en una chica?

- Ah si?.. y por qué esperabas algo asi de mi?... quisera saberlo- Preguntó antes de que escuchara su pregunta, luego la escuchó y ese mecanismo involuntario del veritaserum le obligo a contestar, pero mantuvo la calma y respiró profundamente, fingiendo estar "obligado" dijo sin chistar - Las boobies - Luego se largó a reír para estrechar a Elianne y acercarse y chocar su cabeza con la de ella suavemente, como una caricia - En realidad me fijo en como hablan, en lo que dicen... en su sonrisa, en lo que sus ojos demuestran... en lo que hay en su mente... en muchas cosas y en ninguna al mismo tiempo- . Guardó silencio un instante y volvió a tomar aire. -Eso me cautivó de ti la primera noche, y lamento si no lo hice notar lo suficiente-. Sonrió a Elianne y luego se quedó pensativo, y finalmente preguntar : - Alguna vez te has "enamorado"? -

-Porque te pega. Sólo espero que pudiendo elegirme a mí no escojas a cualquier tío por muy buenorro que esté-. Dijo ella. -Me parece bien que te fijes en todo eso a la primera, yo normalmente solo me fijo en los ojos.- Comentó ella, mirandolo fijamente a los ojos, de un color que aún no sabía describir bien. Marrón oscuro era demasiado poco y negro no era... -No, creo que el amor está destinado al fracaso por eso no dejo que mucha gente se me acerque demasiado-. Dijo, se había ido ligeramente de la lengua pero nada que no pudiese arreglar con otra pregunta.-¿Cuántas parejas has tenido?-. Preguntó con suavidad tras depositar un beso de mariposa en la mandibula de Edmond.

- Jaja.. noo.. estás loca?... claro que te eligiría a ti, aún me eres misteriosa... y creo que hay muchas formas en las cuales nos podemos entretener - Agreguó con tono seductor y provocativo, pues Elianne no era una mujer de la cual te podías olvidar tras haberla probado una vez, ella tenía ese "algo" que te hacía mantenerte pensando en ella, recordándola, y el simple hecho de transportar tu mente a ella, a el recuerdo de haber estado con ella, lograba que ardiera cada poro de tu cuerpo... era una sensación milagrosa, pero no tanto como la de probarla a ella en persona. - Y pues bueno, espero que me prefieras a mi ante otro 18 o 19añero por acá, aunque estoy seguro de que hay muy pocos- dijo riendo mientras le escuchaba contestar, claramente la había embarrado, le había dejado claro que quizá esa había sido la razón por la cual no la había visto por un largo tiempo y no había contestado una o dos notas que él le había mandado, aunque tampoco podía exagerar, pues quizá nunca le habían llegado.

-Parejas?.. qué es eso?... para mi va de otra manera... para mi son... compañeras.. o compañeros - Contestó mientras sentía su besito y sonreía - Has tenido alguna vez pareja?- de cierta manera se sentía como que Elianne era de la misma linea de pensamiento, y claramente esa pregunta lo demostraría, Edmond se estiró y besó la mejilla de Elianne una vez más

-No, estarás encabezando mi lista, tranquilo.-Respondió Elianne, coquetamente. La sinceridad a veces ayudaba. Elianne observó como el rostro de Edmond se contraía, como si estuviera reflexionando sobre algo. -¿Pasa algo?- preguntó, sabiendo que el veritaserum lo haría hablar, quisiera o no.

Elianne se rió con suavidad al escuchar la respuesta de Edmond, -No, nunca he tenido nada como una pareja. Pero supongo que llegada la persona no veo motivos para no estar sólo con ella- Respondió la chica, encogiendose de hombros.-¿Con cuantas personas has estado? Sexualmente, quiero decir.- Preguntó, con inocencia.

- Estaba recordando lo que pasó en la torre de astronomía, lo maravilloso que se sintió- Contestó inmediatamente, por efectos de la poción, se avergonzó un poco, puesto que había revelado algo que podía ser inapropiado, ella podía ciertamente dejarle claro que había sido cosa de una noche.. y que no volvería a pasar, o quizá se le tirara encima y volvieran a hacer lo mismo, ambas opciones eran raras y posiblemente irreales, Edmond se calmó y le sonrió al escuchar su respuesta, estaba claro que Elianne también creía algo parecido, mas le sorprendió en desmanera el escucharle decir eso de SOLO ESTAR CON ELLA... era verdad... todos teníamos una persona ideal... una persona que era solo para nosotros y que seguramente estaba allí afuera buscándonos, esperándonos... deseando el encuentro, para estar juntos por siempre, o algo por el estilo... esas ideas de romance venían a la mente de Edmond muy seguido, sin embargo, varias experiencias le habían hecho pensar y casi asegurarse de que eso era poco probable o sino imposible... luego escuchó la pregunta de la rubia y se puso a meditar, tratando de contener lo que la poción le obligaba a decir. - En Hogwarts? o en toda mi vida?... pues en Hogwarts contigo son 2.. y antes, digamos que no me gustaría recordarlo- Muchos touch and go le habían hecho querer sepultar aquello, uno de sus grandes amores, lo utilizó como un trapo para luego dejarle allí, recostado en una cama, sin dinero y con una cuenta de motel estratosférica

- Y tú?- Preguntó, le temblaba la voz