Encuentro con una serpiente [Elianne Nott]

Nuevamente se encontraba perdida, luego de haber cenado había decidido dar una vuelta en el castillo para acostumbrarse a el, sin embargo, luego de unas cuantas vueltas ya no sabía donde se encontraba.

Esto es tenebroso, quienes diseñaron este lugar no tenían ni una pizca de elegancia en ellos. Pensaba mientras miraba las lúgubres murallas, no es que ella fuera extremadamente elegante, pero si algo le había inculcado su abuela era la elegancia en la vida, y ya era parte de ella y de su vida diaria, al igual que su increible sentido de la orientación, que de nada le servía en este momento.


-Realmente amo la gran brujula que poseo...- Refunfuño con desesperación.

Elianne estaba dando una vuelta por las dulces, aunque tenebrosas para algunos, mazmorras. Se encontraba de un francamente agradable, además de estar algo pagada de si misma porque había conseguido ganarle a su... Eh, Tanya al ajedrez. Algo nada fácil. Entonces se encontró con lo que ella denominaría muñeca de porcelana que se estaba quejando de estar perdida.

-¿Te perdiste, muñequita?-. Preguntó, riendose suavemente.

Genial...lo que me faltaba, encontrarme con una serpiente, ¿seré atacada o se burlará de mi?... Pensaba mientras se daba vuelta para encarar a la persona que la había denominado "muñequita", más no esperaba encontrarse con una risa angelical viniendo de una singular chica.

Después de unos segundos aturdida se decidió a contestar -Eso creo...es decir, sé que estoy en la Escuela de Magia y Hechicería, Hogwarts... más no sé en que parte de Hogwarts estoy.- Intente ser creativa, no queria espantar a quien tal vez sería la persona que me sacara de apuros, pero no podia descartar la posibilidad de que sea la persona que me meta en más apuros aún...¿Quién sabe?.

-Les suele pasar a los nuevos, querida. Venís aquí, a la guarida de las serpientes. Tienes que tener cuidado, a muchos les encantaría comerse a una muñequita como tú-. Comentó Elianne, acercandose a la chica sin dejar de sonreir. Era agradable encontrar a personas más bajitas que ella.

-Mi nombre es Elianne y voy a sexto, ¿qué me dices de ti?-. Preguntó extendiendo la mano.

Se sentía intimidada, lo admitía, pero no podía saber si lo hacía con intenciones o solo era su personalidad. Nuevamente fue llamada muñequita y en su cara aparecio una mueca que intento camuflar.

-También voy en sexto, y mi nombre es Aída, princesita Elianne-. Y sostuvo la mano de la chica, era suave y pequeña, se sentía comoda, ya que no tenía que levantar mucho la cabeza para mirar a la rubia, ambas eran bajas.

-Vale, ya lo pillo. A ti también te revienta que te llamen muñequita o sus derivados- Dijo Elianne después de estremecerse por haber sido llamada princesita. -Cuentame querida, ¿qué hacías merodeando tan solitariamente? Creeme cuando te digo que no es buena idea y menos si eres una niña nueva- Dijo, seriamente. Había algún que otro tío que se tomaba demasiadas confianzas con las chicas en Slytherin. Y eso era bastante desagradable.

Sonrio ante la respuesta de la serpiente, parece que tenían unas cuantas cosas en común, aparte de la estatura.
-mmm, la verdad es que quiero acostumbrarme al castillo o seguiré perdiendome, no soy muy buena en esto de las direcciones- La observe a los ojos directamente, aquella princesita realmente era una princesa.
-Y... ¿Por qué mencionas que no es una buena idea pasear por acá?, tal vez... ¿Experiencia propia? o ¿Gustas de comerte a pequeñines?-. Estaba siendo mal intencionada, pero si ella mostró más de una feceta a la vez, ¿por qué ella no probar?, es entretenido.

-Yo llevo seis años aquí y me pierdo día sí, día también. Ne te esfuerces, es una perdida de tiempo.- Comentó Elianne, indiferente.

-Un poco de ambas querida, siempre un poco de ambas-. Dijo Elianne, mirandola la a los ojos, de un profundo color azul. Sí, siempre un poco de ambas.- Aunque en este momento me siento inclinada hacia la segunda opción, claro está,-

Tomaría en cuenta lo dicho por Elianne, es verdad... Uno siempre se puede perder y el intentar acostumbrarse al castillo no sería nada bueno si terminara perdiendose a cada momento.

Por un momento se sintió levemente estudiada por la chica, cuando sus ojos hicieron contacto con los de ella, de un gris increíble no pudo evitar sonrojarse, y más aún por el comentario hecho. No pense que diría algo como así...No debí haberle dado la oportunidad de atacar, las serpientes no pierden oportunidad... Pensaba mientras daba un paso hacía atras por precaución.

-Bonitos ojos, a todo esto....Bastantes llamativos-

Elianne observó con placer como Aída se sonrojaba levemente. -Tranquila, no está en mis planes devorarte... A menos, claro, que tú quieras, en cuyo caso me vería obligada a ceder a tus deseos.- Comentó, sonriendo de forma encantadora. Sabía como sonreir así y que pareciera verdad.

-Gracias.- Dijo, acercandose hasta coger un mechón de su pelo y observarlo.-Me gusta tu pelo, es rojo y brillante. Llamativo, sí señor.-

Nuevamente no esperaba una respuesta como aquella, por lo que el comentario la descoloco unos breves segundos. Al parecer jugar con serpientes nunca será bueno. Ese tipo de pensamiento rondaba por su mente, mientras miraba con intriga a Elianne, la princesita de Slytherin.

-Gracias-. Respondió después de un rato.

-No estaría mal que nos elogiaramos un momento, ¿no?, sin embargo, debo decir que esa sonrisa no te pega para nada-Sonrio encantadoramente para alivianar la tensión que había surgido en ella por los comentarios hechos anteriormente.

Elianne enarcó suavemente una ceja, podía ver perfectamente lo que pasaba por la mente de la muñequita. Sabía que los slytherins eran víctimas (y no tan victimas) de algunos prejuicios. Pero no esperaba de una novata algo así. -¿Mi sonrisa? ¿Pero no es típico de una serpienta malísima como yo intentar llevarte al lado oscuro?-Preguntó, con suave ironía. A Elianne no le gustaba que la odiasen por el color de su corbata o por su tipo de sagre. Elianne amaba ganarse el odio ella sola.

Aída se dio cuenta del cambio de humor en la princesita, claramente sabía que había sido su culpa...¿Era posible remediarlo?.

-Lo siento, sé que no debería meter a todos en el mismo saco...es la costumbre, pero a lo que realmente...iba con todo esto, es que esa sonrisa es realmente un arma, pero que tú no la necesitas-Estaba nerviosa, no sabía que decir.

Off: lamenta la tardanza!!! He estado muy cansada últimamente xd, es que decidí tomar clases en vacaciones x__x

OFF:

Spoiler:

Elianne suspiró, tampoco quería poner nerviosa a la chica, simplemente le molestó que la prejuzgará. Luego la miró de reojo, parecía nerviosa, seguramente era muy nueva. Elianne se acercó y le pasó el brazo por los hombros, como los guías que querían enseñar algo maravilloso. -Te voy a enseñar la joya de la corona de Hogwarts: las mazmorras. Algún que otro lugar que en algún futuro te podría interesar querida-. Dijo, guiandola a la mejor aula de por ahí: el almacén.

Elianne sonrió con cierta malicia, estaba a punto de corromper a una muñequita.