Reflexión al Amanecer (LIBRE ;))

Había salido a trotar como cada mañana, en realidad se estaba tornando algo un tanto repetitivo y seguramente lo dejaría pronto para cambiarlo por alguna otra actividad que no hubiera hecho antes, quizá salir a nadar en el lago o algo por el estilo... sin embargo, esperaría que el tiempo mejorase, pues aún estaba todo un tanto frío, y no pretendía morir de hipotermia a las 6 a.m en la profunda laguna, o quizá comido por un calamar gigante. La mañana y el deporte habían hecho efectos maravillosos en el comienzo de mi día, pues había tenido una mala noche, había dormido en el embarcadero escapando de una convivencia o algo por el estilo que harían los chicos de mi casa... en realidad no disfrutaba mucho de la compañía de los sabihondos Ravenclaws... muchos de ellos eran simpáticos, pero la otra gran parte no sabía realmente como divertirse, siendo sincero, había encontrado más diversion con gente de Slytherin, pues eran más extrovertidos y disfrutaban de los excesos, mas eso también era un tanto malo, bueno, tampoco me iba a cerrar a la idea de que solamente los Slytherins serían buena onda, debía haber alguien más en esta enorme escuela con quién pudiera pasar un buen rato. Una vez mi sesión de deportes en el bosque prohibido hubo terminado, me quité la chaqueta y me quedé en el pantalón del colegio y en una camiseta blanca sin mangas, apoyado en el puente mirando hacia arriba. Lo fantástico de trotar en el frío del invierno era que por más que corrieras y hicieras cosas, no traspirabas, puesto que el calor se enfocaba en mantenerse en tu cuerpo, y con suerte escapaba en forma de vapor desde la boca o desde la nariz, me apoyé en la barandilla y me quedé mirando hacia el horizonte, bastante maravillado ante la perfección del paisaje, Hogwarts era mucho más hermoso que Durmstrang, tenía muchisimos más paisajes, más verde, y definitivamente gente más simpática; Aún no podía sacar de mi mente los problemas que habia tenido en aquel colegio y que me habían costado pasar dos años sin poder terminar mis estudios, ya tenía 19 años y aún estaba en mi último año, pero por suerte nadie se habia burlado de mi aún, me había valido hasta ahora de mi fuerza y de las experiencias de autodefensa de Durmstrang para mantener a los chicos a raya, y a las chicas como que de cierta forma, les agradaba conocer a alguien mayor.

- Que hermoso amanecer

Dije jurando que estaba solo, pues la hora no era adecuada como para que un chico o chica merodeara en el castillo, y menos aún en un sitio como en el puente

Andaba lentamente en dirección al puente de Hogwarts, frotándome un poco los ojos y abriendo la boca. No sabía que me había pasado aquella noche, pero no había podido pegar ojo en absoluto. Me daba mucha rabia estar dando vueltas de manera continua en la cama, así que a pesar de se muy temprano, me levanté. Me vestí con mucha lentitud, y tras pasar por el Gran Comedor a desayunar algo, decidí dar un pequeño paseo para despejarme. Por las horas que eran, estaba apunto de amanecer. Iba a ser muy bonito contemplarlo.

Estaba completamente sumida en mis pensamientos mientras mis piernas me conducían de manera automática. No había apenas nadie vagando por el colegio a aquellas horas de la mañana, por lo que cuando me llegué al puente, me sorprendió ver una figura asomada, que extrañamente, me resultaba familiar. Llevaba tan solo el pantalón del uniforme y una camiseta blanca sin mangas, al contrario que yo que llevaba el uniforme completo y mi bufanda de Slytherin.

Empecé a caminar en su dirección, hasta que estando a unos pocos metros de él le reconocí, al mismo tiempo que le escuché murmurar algo sobre el amanecer, lo que me confirmó que no estaba equivocada. Me paré, sonriendo, pues parecía no haberse percatado aún de mi presencia. Me apoyé yo también en el puente, sacando la cabeza y los brazos ligeramente hacia afuera, contemplando la bella vista que tenía delante. Era un amanecer precioso.

-Tienes buen gusto, es un amanecer realmente bonito-dije, mirando al frente, esperando que me reconociera-Buenos días, Edmond-le dije, girándome ya hacía él con una sonrisa ladeada. Estaba segura de que no le había asustado, pero probablemente si sorprendido-¿Que haces aquí tan temprano?-Pregunté curiosa-y con tan poca ropa. Vas a coger un resfriado así-cogí mi bufanda para ajustármela-y no pienso ir a cuidarte-bromeé. No se me había olvidado que había estado pendiente de mí aquella vez que me dió esa extraña fiebre alta.

La luz del día comenzaba a invadir la oscuridad que la noche había sumido sobre el castillo y sus alrededores, el sol se alzaba imponente por sobre de la luna, sus rayos parecían consumir las gotitas de oscuridad que aún quedaban alrededor, y mis pensamientos estaban demasiado sumidos en esto como para darme cuenta si alguien se me acercaba. Podía sentir y ver como el rocío caía y cesaba antes de que la luz bañara todo por completo, esas ínfimas gotas de agua bañaban los verdes campos que rodeaban la cabaña de Hagrid y la entrada al Bosque Prohibido, desde el puente podía apreciarlo, desde allí todo podía verlo, todo podía sentirlo.

Incluso unas pequeñas gotas de rocío sobre mis brazos cayeron, los cuales desnudos, estaban fuera de las ventanillas del largo puente que unía los territorios del castillo con el edificio en sí. No me percaté de presencia alguna hasta ver como un rostro familiar ( y hermoso) se asomaba por la ventanilla contigua, acompañada de un par de brazos delgados y estéticos, miré de costado y sonreí, hacía tiempo que no le veía, incluso podría decir que había extrañado a aquella serpiente, le miré disfrutar el amanecer, de la misma forma que yo lo estaba haciendo hasta que ella hubo llegado y mi vista se hubo concentrado en ella, hasta que sentí como el rocío cesaba y mis brazos ya no sentían ese fantástico baño, volví mi vista al horizonte y noté como el sol se imponía, como el sol había ganado la guerra.

- Buenos días Mirajane - Contesté aún mirando al horizonte por unos minutos, para luego volver mi mirada a ella y contestando a su sonrisa con una amplia sonrisa de cordialidad, en mi mente me preguntaba como saludarle, quizá un abrazo sería demasiado, y un apretón de manos muy poco, en eso estaba mi mente hasta que escuché su pregunta y me decidí a contestarle, dejando de lado mis pensamientos vanales. - Andaba haciendo ejercicio - Luego al escuchar su comentario me miré, pues llevaba la camisa, menos mal que la llevaba, en el bosque me la había quitado - Oh... si, esque... tu sabes.. el ejercicio y todo eso.. pero no te preocupes... que no sudé nada de nada.. y por ende.. creo que no huelo mal- Me bromeó sobre que no me cuidaría y reí ante su broma, recordé que había estado colado en la SC de Slytherin cuidándole del resfriado - Por cierto, como vas con eso? se te quitó ya?- Pregunté interesado, mirándole con una sonrisa un poco más leve, pero de costado.

Edmond contestó cordiamente a mis buenos días, aún con la mirada puesta en el horizonte. Luego se giró para mirarme y devolverme mi sonrisa, con una expresión algo dubitativa. Entonces se dispuso a explicarme que había estado haciendo ejercicio de ahí el por que de su camisa, añadiendo algo sobre su higiene. Solté una pequeña risita divertida ante aquello-Tranquilo, si eso hubiese pasado ya te lo habría echado en cara, tenlo por seguro-dije, divertida. Después escuché como reñia ante mi comentario de cuidarle, dado que se acordaría de que él cuidó de mí. Posteriormente, preguntó sobre mi estado de salud.

-Estoy completamente recuperada, ¿no me ves?- le dije, aún asomada al puente y contemplando los rayos que salían por las montañas lejanas, haciéndose cada vez más grandes, a medida que encontraban un espacio al que iluminar.-Aunque hoy no he podido dormir...y no ha sido por ninguna enfermedad...-comenté, frustrada. Me embobé durante algunos minutos con la vista. Sacudí mi cabeza levemente volviendo a la realidad, y girándome para hablar con Edmond. Ambos seguíamos apoyados en el puente a unos metros de distancia-¿Cómo has estado, Edmond? En forma, por lo que veo-sonreí divertida-¿Estás ya un poco mejor adaptado a este colegio?-pregunté, curiosa. Y sabía que no debía meterme en los asuntos de los demás, pero era cotilla por naturaleza, y no lo pude evitar...-Hay rumores de que has conocido bien unas cuantas chicas-remarqué el bien conteniendo una risilla, era cotilla, sí, pero las cosas había que decirlas con sutileza. Volví mi vista al horizonte esperando que respondiera.

Reí divertido ante su comentario, extrañaba la sinceridad de Mirajane, era la chica más directa y sincera que había conocido en mi estadía en Hogwarts, a parte, era la más linda, mas no podía hacer nada en cuanto a ello, según las actitudes de ella y su forma de hablar, no éramos más que buenos amigos. - Me gusta saberlo, no podría hacerme el galán si apesto a transpiración- Agregué riendo, acercándome a ella los metros que nos separaban y dando una mirada más hacia afuera, casi al mismo tiempo que ella lo hizo, lo que la visa de ambos volvio a nosotros, reí, y luego asentí interesado, se veía mucho más saludable y eso era genial, puesto que la había visto bien enferma la última vez.

-Yo creo que tu recuperación tiene mucho que ver con el enfermero- Comenté riendo, era increíble todo lo que me reía estando con ella, era tan divertido pasar el rato con Mirajane... - Yo?.. bueno... digamos que algo así.. tu crees?- Pregunté en cuanto a la idea de estar en forma, juntando mis brazos para hacer fuerza y que mis músculos se marcaran un poquito, a veces no estaba de más presumir, y era divertido hacerlo con ella, puesto que nunca sabía qué esperarme. - En realidad sí, he conocido mucha gente, todos muy amables por lo demás... aunque como en todas partes, hay gente no tan simpática- Agregué mirándole con cara de riña para hacerle creer que ella era una de esas personas y luego reír divertido, tomé valor y me acerqué lentamente para darle un besito en la mejilla y luego mirar por la ventanilla hacia afuera y escuchar su comentario, sutil y al hueso, definitivamente Mirajane sabía como matarte con una sola palabra, sonreí sin mirarle, aún con mis ojos pegados al sol y allí contesté - Algo así... estoy buscando.. pero aún no la encuentro- Contestó ante la idea de la búsqueda de ese ser querido. Luego de un rato de silencio, pregunté sin chistar. - Tu le has encontrado?-

Edmond acortó la distancia que había entre nosotros, situándose a mi lado y observando cómo aquel paisaje que teníamos delante. Presumió acerca de mi recuperación riéndose sobre ello, y posteriormente sobre su forma fisica, haciendo unas poses dignas de película, mostrando sus músculos de manera cuanto menos, cómica. Solté una pequeña carcajada yo también antes de responderle-Oye, tú te lo tienes un poquito creído ¿no?-bromeé-Al final va a ser verdad lo que dicen de los de Dumstrang...-esbocé una sonrisa maliciosa antes de echarme a reir de nuevo.-Pero tienes una forma estupenda, por eso no te preocupes.

A continuación, se dispuso a contestar a mis cotilleos. Quizás pense que había sido un poco entrometida, pero era algo que formaba parte de mi naturaleza y en fin, hay cosas que simplemente no pueden evitarse. Me afirmó que había conocido a personas simpáticas y otras no tanto, mirándome con una cara que hizo que me sintiese aludida. Fruncí el ceño exageradamente poniendo cara de enfado, mientras el reía y se acercaba a mí para darme un beso en la mejilla, gesto que me sorprendió pero solo ligeramente. Al fin y al cabo, ya había algo de confianza, para que nos ibamos a mentir.

Escuché, con una sonrisa en mi cara, como decía que estaba buscando algo, pero no lo encontraba. Al principio me extrañé y no cogí del todo la indirecta. Obviamente a aquellas horas de la mañana no esta una demasiado lúcida, y a pesar de mi desayuno aún me costaba poner a funcionar mi cerebro. Pero entonces, el hizo la segunda pregunta, y me quedó claro. Hablaba de aquella persona que todos buscabamos por naturaleza, nuestra media naranja, nuestra mitad. Alguien con quien compartir algo más que las alegrias y las penas que compartes con un amigo. Sonreí, sin apartar mi vista del horizonte.

Era una pregunta realmente complicada-No, no lo he encontrado-le respondí, sinceramente, mientras mi pelo empezaba a hondear ligeramente-No es que no lo quiera...pero tampoco lo busco desesperadamente...es sólo que...-agaché un poco la cabeza. Era uno de los temas que me tocaban un poco la moral.-Quiero que aparezca la persona correcta. La que yo sepa que es para mí.-Levanté de nuevo mi vista, juegueteando con los dedos de mis manos-No es como si nunca hubiese tenido nadie que me apreciase, no es eso...es sólo que yo no sentía nada por ellos. Y no me gusta ser la típica rompecorazones que va experimentando por ahí, para saciarse. No soy ese tipo de persona.-sonreí para mi misma ante la facilidad con la que le estaba contando todo aquello-Sí me preguntases si quiero tener a alguien...por supuesto que quiero. Pero prefiero esperar si cuando llegue será lo correcto.-concluí mi explicación para mirarle, ahora le iba a tocar responde a él.-Sé que soy un poco políticamente correcta en estos temas pero...por desgracia ya habras comprobado que no soy la tipica Slytherin. Está bien, basta de mi. Es tu turno. ¿Que hay de tí?-le pregunté, tornandome algo seria.