Descansando

El fin de semana habia llegado y yo no podia estar mas agradecida. Entre las clases y mis obligaciones como Prefecta habia tenido una semana agotadora, y lo peor era que todavia me quedaban algunas tareas por terminar. No queria pensar en eso, me negaba a hacerlo y arruinar el minuto de paz que tanto necesitaba.
Paseaba por los pasillos del colegio sin rumbo fijo. Siete años en el castillo y todavia podia encontrarme con cosas nuevas, haciendome dudar de si en verdad hubo alguien capaz de conocer todos y cada uno de sus secretos.
Habia llegado a un pasillo lleno de aulas en desuso, me parecia vagamente familiar, pero podia deberse al echo de que todos los pasillos de este estilo eran parecidos. Todas las aulas tenian las puertas cerradas, menos una. Por curiosidad me acerque a ver y me encontre con una grata sorpresa. Alex estaba tirada en un sillon, parecia dormida, y sospechaba que la limpieza del lugar era tema suyo.
Me cruce de brazos y me apoye contra el marco de la puerta, observandola con una sonrisa tonta. La dejaria dormir un rato y despues la despertaria.

Me sobresalate al escucharla hablar aunque, rapidamente, el sobresalto se convirtio en sorpresa. Sin siquiera haberme mirada habia sabido que era yo.
- ¿Se puede saber como hiciste para saber quien era? -
La mire con una ceja levantada mientras, con algo de pereza, me separaba del marco y aceptaba su invitacion a entrar. Estaba cohibida por haber sido descubierta, no era algo que estuviera realmente en mis planes, y se notaba en mis movimientos.
Por su puesto, y a pesar de mis movimientos traicioneros, no iba a dejar pasar la oportunidad. Me incline sobre el sillon para quedar a pocos centimetros de su rostro, mirandola a los ojos, sin siquiera rosarla.
- ¿Acaso me olfateaste? -
Le pregunte con un susurro seductor.

Tal parece que Alex habia entrado en confianza. Era la segunda vez que me contestaba sin inmutarse, y tengo que admitir que las dos fueron muy buenas contestaciones. Bueno, tendria que esforzarme mas para hacerla sonrojar.
Igualmente, en ese momento estaba mas preocupada por recordar como respirar que por cualquier otra cosa. No era para nada saludable tenerla susurrando contra mi piel. De echo, era bastante contraproducente a la hora de pensar algo coherente para responder.
- E irresistible tambien -
Habia tardado demasiado, pero finalmente logre recomponerme. Me habia movido solo un poco, lo suficiente para exibir la parte de mi cuello que quedaba a la vista despues de haber acomodado un mechon de pelo detras de mi oreja.

Me causo bastante gracia que me obligara a sentarme a su lado, dibujando una gran sonrisa en mi rostro. Sonrisa que se borro completamente en el momento en que senti su mano acariciando suavemente mi cuello. Cerre los ojos, disfrutando del contacto, concentrandome en esa leve caricia.
En el momento en que cambio su mano por sus labios aspire con fuerza, estremiciendome de pies a cabeza con el sutil roce que proponian. Tragando con fuerza cada vez que su calido aliento golpeaba los puntos mas sensibles.
Sabia que se habia separado de mi, sin embargo todavia no habia vuelto a abrir los ojos recreando en mi mente todas las sensaciones que habia vivido. Finalmente, al abrirlos, pude verla a escasos centimetros con una sonrisa descarada y sus ojos clavados en los mios. Un nuevo estremeciento recorrio mi cuerpo.
- Te... Te lo dije -
La voz me salio ahogada, no era para menos despues de lo mal que me lo habia echo pasar Alex. Estaba tan cerca mio y yo tan tentada de borrarle esa sonrisa de un beso, que no se como hice para controlarme. Sin sacarle los ojos de ensima en ningun, momento comence a imitarlar. Con una mano aparte un mechon de su pelo, rozando delicadamente la piel que encontraba.
Sostuve su mirada hasta el ultimo segundo, antes de dedicarme a recorrerla con mis labios, del mismo modo que ella habia echo conmigo, desde la base del cuello hacia su mandibula.
Con movimientos suaves y lentos me separe, solo unos centimetros. Ahora, la sonrisa descarada me pertenecia.
- Tu olor tambien es irresistible -

Me rei con ganas de su comentario sobre la pareja de perros. Mas que nada porque se notaba el esfuerzo que habia echo por no hacer nada cuando la habia imitado.
- Es una pena que no quieras parecer una pareja de perros. Olfatear no es lo unico que hacen -
Le guiñe un ojo con picardia despues de ese ultimo comentario. Al verla recostarse decidi imitarla, solo que en ves de recostarme contra el respaldo opuesto, me acomomode de tal manera que mi cabeza quedaba apoyada en su abdomen, con las piernas apoyadas en el respando contrario.
- Creo que la de los planes maleficos y las conquistas sos vos. No creo que este aula haya estado tan limpia cuando llegaste, asi que tengo derecho a pensar que la limpiaste para cualquiera sea el plan que tengas y yo te encontre en tu momento de relax -
Movi la cabeza para poder mirarla hacia atras por unos segundos, con una sonrisa divertida en mis labios, antes de continuar riendo levemente por mi ocurrencia.
- La verdad es que estaba paseando por el colegio y creo que me perdi -

Habia cerrado los ojos, disfrutando de la suave caricia que me estaba regalando, frunciendp el entrecejo con inquietud al escucharla hablar tan seriamente sobre otras conquistas. No es que tengamos un compromiso ni nada, pero si esta con alguien mas, minimo meresco saberlo.
Relajandome visiblemente con su siguiente comentario (uff.. hay que admitir que su sentido del humor es bastante pesado), me levante para poder voltear y mirarla con una sonrisa.
- Que quede claro, podes no ser una persona nueva, pero que nadie nunca te escuche de decir que no sos interesante -
Le dedique una ultima sonrisa antes de retomar mi posicion anterior, poniendo su mano sobre mi pelo en clara señal de que no dejara lo que estaba haciendo.