Había sido un día largo, aburridísimo, y no había encontrado nada qué hacer, me había desaparecido unas horas en el bosque prohibido a correr y hacer ejercicio, aún no perdía esa costumbre desde mi estadía en Durmstrang, tampoco había logrado ejercitarme mucho, pues había sentido a alguien en el bosque y habría jurado ver a alguien de altura sobrehumana y barba sobresaliente, no deseaba tener problemas con Hagrid, por ende decidí escaparme al lago, pasar la tarde allí, pues ya me había perdido todas las clases del periódo, y en mi Sala Común de seguro no había nada interesante que hacer .
Había pasado ya más de dos horas sentado a orillas del lago, apoyando en un árbol, mirando hacia las aguas de éste, parecían infinitas, era casi comparable con un brazo del imponente océano, sin embargo, su color era diferente, algo tenía su color que daba la impresión de menos profundidad que el mar, miraba alrededor algo emocionado al principio, esperando que alguien apareciera, sin embargo las horas pasaban y me convencí de que estaba destinado a pasar la tarde solo.
El calor de repente inhundó mi cuerpo, pues había estado haciendo ejercicio y la tarde no estaba precisamente fresca, no pretendía sudar o algo por el estilo, pues en ese aspecto era bastante pretencioso, casi como un reflejo me deshice del sweter y la camisa, quedando en una camiseta sin mangas y el pantalón del colegio, siempre era importante estar fresco, reí ante las tonteras en las que pensaba, para luego volver a recargar mi espalda en aquel árbol y seguir mirando el lago, como esperando algo o a alguien, sin saber precismente qué o a quién....