Paseo por Londres [Lilieth Ccora]

Era Sábado, y no tenía nada que hacer así que decidí viajar a Londres, necesitaba respirar de nuevo sus aires y vivir alejada de la magia durante al menos unas horas.
Me puse unos pantalones vaqueros y una camiseta negra, un gran abrigo con una bufanda, un gorro y unos guantes de color caqui. Y bajé de mi sala común dispuesta a abandonar el castillo.

Tras dar un largo paseo por las calles decidí acercarme hasta el Támesis, cuando era pequeña, solía ir con mi padre a merendar a las orillas...
No le comenté nada a mi padre, ni a mis hermanos sobre mi visita a Londres, necesitaba estar sola, necesitaba pensar...

Me senté cerca de la orilla, apenas había gente ya que la tarde era fría. Miré al cielo suspirando y comencé a tirar pequeñas piedras al agua, haciendo que botasen varias veces antes de hundirse.

Me desperté muy temprano, era sábado y no tenía nada que hacer. Estuve leyendo largo rato hasta terminarme el libro, algo del final me llamó la atención. El Támesis, me recordó las veces que iba con mi madre, echaba de menos aquello momentos, siempre me había gustado ese lugar y se me ocurrió que tal vez podría ir a pasar el día en Londres. Y como última visita ir a las orillas del Támesis.
Me quité el uniforme y me puse ropa normal que tenía dentro del baúl, busqué mi abrigo largo grisáceo que tanto me gustaba, un gorro y unos guantes más por el fondo. Cuando estuve lista, salí de Hogwarts dispuesta a pasar lo que quedaba del día fuera, necesitaba aire, el aire de la ciudad.

Estuve comprando en algunas tiendas algo de ropa y accesorios, después me tomé un café en un Starbucks. Ya era por la tarde y decidí ir al Támesis, iba cargada con unas tres bolsas en las que había metido dentro lo que había comprado dejando las otras bolsas sin uso.

Me senté y dejé las bolsas a mi lado mientras me tomaba el café. Vi que el agua hacia ondas a causa de piedras que tiraba una chica, me quedé mirando como rebotaban en el agua cada piedra que tiraba.

Una chica se sentó cerca, llevaba varias bolsas, y se estaba tomando un café.
La miré, me resultaba raro ver a alguien paseando, pero supuse que ella también necesitaría relajar la mente.
-Buenas tardes-Dije por educación antes de volver la vista al río
Su cara me sonaba, la miré de nuevo, detenidamente, aunque con disimulo, no quería incomodarla.

Volví a tirar varias piedras y suspiré.

Rodeé mis piernas con los brazos y puse la cabeza sobre mis rodillas, mientras observaba las aguas del río, que se habían quedado algo mas tranquilas cuando dejé de tirar piedras.
En ese momento miles de cosas invadieron mi mente; mi padre, mis hermanos, los estudios...
Cerré los ojos y negué con la cabeza.

- Buenas tardes - dije con una sonrisa a modo de respuesta. Me dio la sensación de haberla visto antes. Me terminé el café antes de que se enfriara y tiré el vaso en una papelera que había cerca, volví a sentarme y seguí mirando las ondas, observé con calma el paisaje, se me empezaron a ocurrir miles de cosas para componer una canción, lo malo es que no tenía nada donde apuntar, tendría que hacerlo cuando llegase a Hogwarts, ahora no podía hacer magia, no delante de los muggles. Se me ocurrió que tal vez aquella chica tuviese, aunque lo dudaba.

- Perdona, no tendrás una hoja y algo con lo que escribir... - le pregunté, pero me detuve al verla. -¿Te pasa algo? - la miré con el ceño fruncido. Tenía que haberla visto en alguna parte, su cara me sonaba mucho. - ¿Te conozco? Es que tu cara me resulta familiar.

Mientras seguía pensando en mis cosas la chica me habló, me preguntó si tenía algo dónde escribir, le sonreí, y saqué de mi bolso una pequeña libreta y un boli -Espero que te sirva...- Sonreí y volví a mirar al río -No.. No me pasa nada, solo pensaba en mis cosas...
La miré de nuevo, a ella también le sonaba mi cara, pero no podiamos conocernos, si fuese una vecina, la hubiese conocido, ¿quizás una amiga de la infancia? No... Tampoco podía ser eso... -Lo cierto es que tu cara también me suena... Pero... No se... Yo no estudio aquí... No suelo venir mucho por Londres... Ya no- Suspiré

- Gracias - dije con una pequeña sonrisa tomando la libreta y el boli, cogí una hoja y le devolví la libreta. Anoté rapidamente unas notas y le devolví el boli. - Mm... vale. - no insistí, tampoco es que fuera una cotilla.

- Yo tampoco estudio en Londres, tengo una casa aquí, pero se podría decir que me paso la mayor parte del año viviendo en un colegio. Me suenas de haberte visto por allí, tal vez en la sala común... - esto último lo dije en un susurro. Tenía que ser de Hogwarts, sino ¿por qué me parecía haberla visto antes? Puede que fuese algo despistada, pero siempre solía observar todo, aunque no lo pareciese.

Me llamó la atención lo que dijo sobre el colegio -Yo también vivo en un colegio... -La miré sonriendo, sería mucha coincidencia pero decidí preguntarle -Y ese colegio... ¿Qué estudias?-Miré hacia los lados, para comprobar que no hubiese nadie por allí -No hay muggles cerca.. - Me mordí el labio inferior, si esa chica no sabía a que me refería me sentiría demasiado idiota

- Anda, que coincidencia... - A lo mejor era verdad e íbamos a Hogwarts las dos. - Bueno, estudio... cosas... como cocina, historia... - dije sin saber muy bien que decir, en realidad, con cocina me refería a pociones y con historia, historia. Me reí de eso último. - ¿Muggles? - pregunté, entonces, sí, ella era una alumna de Hogwarts. - Así que estudias en Hogwarts, yo estoy en Ravenclaw, quinto año. ¿Tú? - hablé más tranquilamente.

Sonreí cuando comenzó a explicarme.
-Por eso me suena tu cara... Yo también estoy en Ravenclaw.. Sexto año- Sonreí mirándola -Vaya sorpresa... No imaginé encontrarme a alguien de allí por Londres... Y menos a las orillas del Támesis... ¿Tu también te aburrías hoy?-En ese momento pasaron varias persona por detrás, me callé hasta que se alejaron -Yo estaba cansada de tanta... magia... Necesitaba volver al mundo real-Comenté riendo

- Bueno, cocina es pociones- dije riendo. - Yo tampoco creí que me encontraría con alguien de Hogwarts por aquí. Más o menos, me acababa de terminar de leer un libro que finalizaba aquí, en el Támesis y me recordó cuando venía con mi madre de pequeña, entonces decidí venir a dar una vuelta por Londres y como última parada aquí. - Me reí con ella. - Cierto, uno se acaba cansando.

Por cierto... Me llamo Evelyn... -Sonreí y ofrecí mi mano a modo de presentación -Yo también recordé cuando venía con mi padre... -Suspiré -Si se entera de que he estado aquí, y no le he avisado, me mata... - Sonreí mirándole -Así que espero que no se entere..

- Yo soy Lilieth, no me había dado cuenta de que no nos habíamos presentado aun - Sonreí y extendí mi brazo, se la estreché - ¿Te mata?- pregunté divertida. - ¿Acaso no puedes venir sin avisarle? Quiero decir, ¿sin que venga él? - miré hacia el agua, se veía reflejado el cielo en él, no quedaría muchas horas para que empezase a anochecer. -A mí mi hermano por haberme ido del colegio sin avisarle de que me volvía a Londres por hoy, en cuanto se entere, me empezará con su sermón de que debería haber ido al menos a visitar a mis padres. - dije con cara aterrada.

Sonreí de nuevo mientras la miraba -Mi padre no quería enviarme a Hogwarts... Por eso quiere pasar el mayor tiempo conmigo cuando vengo... Pero, siempre viene bien relajarse sola... - Me habló de su hermano -¿Tu hermano tambien estudio en Hogwarts? Yo tengo dos hermanos... Pero... No son magos -Sonreí -Otra de las razones por las que mi padre quiere verme siempre

- ¿Por qué no quería enviarte a Hogwarts? - nunca había oído de nadie que no quisiese llevar a sus hijos a Hogwarts. - Sí, está en Slytherin, en el último año, se está haciendo mayor. - lo último lo dije como si fuera una madre que le apenaba que su hijo se hiciera mayor. A decir verdad, odiaba a mi hermano, ya no soportaba más que me controlase cuando era él el que no paraba de ir a fiestas, beber y fumar, a pesar de que mi padre ya lo había pillado en otras ocasiones y le tenía completamente prohibido fumar y beber. - Sí, tener un momento para estar sola, es algo que yo necesito muy a menudo. - dije con una pequeña sonrisa.

-Bueno, es una larga historia... Pero resumiendo... No quería perder a su hijita, soy la única chica en la familia, le costó mucho aceptar que en algún momento debía dejarme ir... -Sonreí
-En ese aspecto, le debo mucho a mis hermanos, ellos fueron quienes le insistieron en que me dejase ir lejos de casa... - Miré al río, pensativa.

- Ah, comprendo. La única hija de tres hijos. Tus hermanos, debes quererles mucho.- dije pensativa - Creo que mi padre me envió más a Hogwarts con la esperanza de que el sombrero me pusiese en Slytherin que otra cosa, pero al final acabé en Ravenclaw. Se decepcionó, porque no le gustaba mucho esas características mías, como la de que me da pena ver a los elfos trabajar todo el día mientras nosotros no hacemos ninguna tarea de la casa. Mi afinidad por las cosas de muggles y demás, pero me quiere y no trata ya de forma brusca a los elfos domésticos que tenemos en casa por mí, porque yo soy amiga de ellos. - miré hacia la ciudad, reflexionando.

-Si.. Soy la única chica... -Miré a la chica sonriendo -Por una parte no está mal, pero siempre he echado de menos a otra mujer en mi casa.. Mi madre murió hace mucho-Me puse bien el gorro antes de seguir hablando -¿Elfos domésticos? Son una monada, si... - Miré al río -Yo siempre he vivido entre cosas muggle... Mi padre nunca me deja usar la magia, creo que no le gusta demasiado, a pesar de que el es mago...

- Vaya, lo siento. - Dije.
- Te cambio lo de vivir entre cosas muggles me tiene un poco harta la magia. - Dije con disgusto. - ¿No le gusta? Que raro... - creía que a los magos les gustaba vivir con magia, a no ser que hubiesen tenido una mala experiencia con ella. Tal vez sería eso, o sino, ni idea de que podría ser. Miré hacia la derecha, había una pareja que estaba haciendo un picnic algo lejos de nuestra posición.

Sonreí a la chica -No está mal vivir entre cosas muggles...- Recordé mi casa sonriendo mientras miraba el río -Por eso cuando fui a Hogwarts todo me sorprendió... -Volví a mirarla
-No.. No le gusta... A mi madre no le gustaba... Por eso me prohíbe usarla..

- Ah...
- Y... ¿qué tal el curso? Yo estoy algo liada con lo de encantamientos, no sé, pero el profesor no me cae muy bien que digamos... - dije para cambiar de tema. - Tengo la costumbre de llegar siempre tarde, no sé como lo hago, pero es así, me da la sensación de que el tiempo está en mi contra, como siempre. Me odia. - un extraño tono me salió al decir lo último. Me reí de como había sonado. - ¿Conoces a Gael? - pregunté cuando se me pasó la risa.

-El curso... Bien... -Sonreí mientras la miraba -De llegar tarde? Yo ultimamente tambien llego tarde, se me olvida que tengo clase, soy un despiste- Reí con su comentario

-¿Gael? Pues... Me suena, creo que le he visto alguna vez, pero no he tenido el placer de conocerle personalmente-La miré

- Me gustaría llegar a tiempo más seguido, si cuento las veces que he llegado pronto a clase durante mi estancia en Hogwarts se podría decir que el 20% del 100% he llegado a tiempo o pronto. - dije encogiéndome de hombros.

- Sí, Gael. Es un gran chico y un buen amigo. Un día te lo presento, seguro que te cae muy bien. - Sonreí mirándola. El día que estaba pasando en Londres me estaba gustando mucho. A parte de haber salido de Hogwarts, había conocido a alguien nuevo.

La miré sonriendo y comencé a jugar con la hierba que había a mi alrededor

-De acuerdo, será un placer conocerle.. Estoy seguro que me caerá genial - Miré hacia el cielo

-Londres me gusta mucho, sabes..? Sus olores, su ambiente... Todo es tan diferente..-La volví a mirar sonriendo

- Bien. - dije mirando el agua por una de las muchas veces que la había mirado ese día. La brisa que llagaba cada vez era más fresca y agradable.

- A mí me encanta, aunque a veces me vengan las ganas de volver a Canadá, a mi antigua casa, Londres es precioso. Es todo diferente, tal y como dices tú.

Un barco pasó cerca, lo miré hasta que se alejó lo suficiente para que se juntase a los demás que había navegando por el río - Me gustaría montarme ahora en uno de esos barquitos, ha pasado mucho desde que monté en uno.

-Nunca he estado en Canadá... Debe ser precioso tambien, espero ir algun dia-Miré al cielo sonriendo

Me levanté y me estiré un poco, limpié mi abrigo y me puse bien el gorro y la bufanda

-Y que nos impide montar en uno de esos barcos?-La miré sonriendo, luego miré otro de los barcos que pasó.