Ficha de Angelina Riddle

*Nombre: Angelina Riddle

*Edad: 15 (para 16 el 6 de junio)

*Preferencias para pareja: de si misma edad o 2 ó 3 años mayor. Le da igual chico o chica.

*Raza: Bruja

*Sangre: Adoptada en una familia muggle

*Ocupación: Estudiante de 5º año en Hogwarts

*Casa: Slytherin

*Aspecto físico: Es una joven alta, 1'70 aproximadamente, de cuerpo delgado y aparentemente frágil. Tiene una sonrisa preciosa, pero que rara vez se deja ver. Sus ojos, negros como el azabache, transmiten más de lo que ella quisiera mostrar, por lo que los oculta tras una cortina de pelo negro. Le gusta llevar su larga melena rizosa suelta, dejándola caer por su espalda como una cascada infinita de bucles negros cruzados por mechas azules. Sus facciones en general son suaves y su piel, dorada. Algo muy característico de Angelina es que sus uñas siempre están mordidas.

*Carácter: Es una chica con cabeza y las ideas claras. Asombra su capacidad para conseguir que todo salga tal y como ella quiere y adora el control. Pese a lo poco que le gusta abrirse a los demás, le encanta ser el centro de atención. Es justamente por eso por lo que se suele esconder tras una máscara de egocentrismo y superioridad. En el fondo es mucho más compleja que todo eso, pero le gusta mantener un poco de misterio en torno a su personalidad.


*Historia: Los Riddle, un matrimonio joven, tomaron cierto día la decisión de adoptar un hijo. Rose (así se llamaba la mujer) no gozaba de buena salud, por lo que no hubiese sido buena idea tener un hijo propio. Finalmente, y tras mucho papeleo, Rose y su marido, Philip, llevaron a su hogar a una niña de a penas dos meses. Era un anormalmente frío 6 de Agosto a las 5:59pm cuando la recién formada familia cruzó el umbral de la puerta entre risas y carantoñas. Puesto que nadie sabía el día exacto en que nació la niña, decidieron que celebrarían su cumpleaños ese mismo día de junio (pues la niña ya tenía dos meses cuando la adoptaron).

Los meses pasaron, como en una familia normal y, tras el primer cumpleaños de la pequeña Angie (diminutivo de Angelina, en honor a su difunta abuela), la salud de Rose comenzó a mejorar, por lo que el año siguiente, al poco de finalizar las vacaciones estivales, un nuevo miembro se unió a la familia. La pareja adoraba a sus dos hijos por igual y jamás hicieron distinción entre su hijo biológico y Angie. Pese a ello, no podían evitar sentir cierto miedo hacia la niña, pues a su alrededor solían suceder cosas bastante extrañas: lámparas que estallaban, cuadros que se caían... Por esta razón, el matrimonio Riddle trató por todos los medios de obtener información sobre los padres biológicos de la pequeña. Finalmente, solo lograron descubrir que la entregó un extraño hombre de aspecto adinerado acompañado de una joven (aparentemente la madre de Angie), que parecía encontrarse en un estado demencial. De todos modos, no habían dejado datos de importancia, por lo que desistieron en su empeño.

Según crecían los dos hermanos, se iban apreciando las diferencias genéticas entre los dos. Angie, con 10 meses aprendió a caminar con serias dificultades y dijo su primera palabra ocho meses después; Por el contrario, Zacharias (así se llamaba su hermanito), echó a correr a los 11 meses, pero tardó hasta su segundo cumpleaños en lograr articular palabra. Además de todo esto, el contraste físico entre los hermanos era abismal: los bucles de la mayor tardaron unos meses en aparecer, y sus ojos, en contraste con su piel, llamaron la atención de todo el mundo nada más conocerla; sin embargo, los ojos de Zach eran marrones y su pelo, rubio completaba junto con su piel completamente blanca el aspecto de niño corriente.

Pese a sus diferencias, los hermanos crecieron juntos, tenían una compenetración sin igual. Siempre juntos, eran inseparables, se complementaban. Todo era como sus padres habían soñado: donde iba una, iba el otro; lo que hacía uno, lo imitaba la otra... Nadie hubiese dicho que no compartían sangre. Pero como todo lo bueno, esto también se acabó y al cumplir los once años, la adorable Angie pasó a ser la esquiva Angelina y el travieso Zach pareció quedarse solo ante el repentino cambio de su hermana. De todos modos, al pequeño pronto se le pasó la impresión y aprendió a vivir ignorando a su hermana, y sus padres la trataban con cautela, me atrevería a decir que incluso con cierto miedo.

Al comenzar al instituto todo fue a peor. Los hermanos se siguieron distanciando, pero ahora parecía que Angelina decidía volver a dejarse oír, aunque lo que escucharon quienes estaban delante no fue nada bonito. Cierto día de Diciembre, mientras los padres y el hermano desayunaban en la cocina, llegó la mayor de los hijos y pronunció, con sumo cuidado, como acariciando cada sonido, las siguientes palabras:"Os agradezco el esfuerzo, pero no sois mi familia". E igual que vino, se fue, como un alma, sin hacer ruido.

Lo que ocurrió no fue ni más ni menos que el descubrimiento de una mentira. Rose y Philip, por miedo a que su hija no los considerase sus padres, mantuvieron en secreto el tema de su adopción. Pero como toda mentira, esta también se descubrió, y cierto día en el que Angie husmeaba por el despacho de su padre en busca de su regalo de cumpleaños, encontró una carpeta que contenía todos los papeles de su adopción. No fue por el hecho de ser adoptada, si no por la mentira, por lo que la niña decidió que aquella no podía ser su verdadera familia, pues las familias no deberían de mentirse entre si.

Después de aquello la tensión era palpable en el ambiente de la casa, y los padres intentaron conseguir el perdón de su hija de una y mil formas, sin conseguirlo nunca. Le compraban ropa, videojuegos... lo que pareciese interesarle, pero Angelina siempre devolvía los regalos sin ni siquiera abrirlos. Le regalaron todo lo que se les ocurrió, pero lo que Angie en verdad quería, lo que le apetecía pedir a gritos, era un mísero perdón, un lo siento...

Mil y una veces pensó en pedírselo, pero se dio cuenta de que entonces no serviría de nada. Tendrían que darse cuenta por sí solos. Los odiaba por ser tan ignorantes. A ellos y a toda su asquerosa familia. Un día, en un arranque de furia y desesperación, deseó con todas sus fuerzas desaparecer. Quería irse de allí, estar en un lugar tranquilo, lejos de ellos por un tiempo... Y, como por arte de magia, sintió un escalofrío. Intentó alcanzar la chaqueta de encima de la silla, pero lo que tocó no era su silla. Abrió los ojos y descubrió que se encontraba en el parque, tumbada sobre el césped, y lo que había tocado no era otra cosa que el columpio. Volvió a casa a pie y alegó que había salido por la ventana de su habitación, aunque nadie la creyó del todo.

No fue mucho después cuando llegó a su casa la carta en la que ella vio la posibilidad de escapar y sus padres una forma más de pedir perdón, así que tras firmarla y viajar hasta Londres en un vuelo de última hora, vieron a su hija correr hacia un muro de la estación King's Cross cargando con un baúl viejo y tropezando con los bajos de una túnica negra.

*Curiosidades:
-Habilidades: Es buena estudiante, con control y equilibrio sobre la escoba-
-Debilidades: Herbología, pese a que ador la naturaleza, no consigue desenvolverse con las plantas-
-Patronus: Zorro-
-Boggart: Es su hermano, de espaldas, y por mucho que gire a su alrededos nunca consigue verle la cara-
-Color favorito: Azul-
-No soporta: Las mentiras-
-Valora: La sinceridad, aunque duela-
-Manías: lleva siempre consigo papel y lápiz, ya sea para escribir o dibujar. Siempre que se encuentra en un momento
difícil (angustia, nervios, tensión) no puede evitar morderse las uñas-