Un vampiro, un animago y la pobre ravenclaw que pasaba por allí (Maximo y Lilieth)

Estava en mi habitación, sin saber que hacer... aburrido completamente. Y para estar en mi habitacion aburrido sin hacer nada, preferia almenos salir... Y, asi hice... Sali de mi habitación, y me dirigia a algun lugar tranquilo... y, lo primero que vi fue el Bosque Prohibido, pues, haya iré. Cuando por fin me adentre en el bosque prohibido, se estaba tranquilo, y relajado... Me apolle en el tronco de un árbol, mientras escuchaba los cantos de algunos pajaros.

En unos segundos, me paré a pensar. "Y si...¿el cambio de Kyle tambien me hubiera afectado a mi?. La verdad, no me gusto mucho escuchar lo que me dijo Kyle en el Callejon Knockturn. Aunque... despues... lo que paso en el bar. Era como si yo tambien hubiera cambiado sin darme cuenta... Pero, solo tengo que descubrir si he cambiado. Aunque, me he fijado en muchas cosas, me gusta ahora muchisimo más la sangre que antes, y muchas otras cosas, que me estaba dando cuenta de que no me solian pasar ... " Pensé.

Fuese lo que fuese lo que me pasaba, creo que me iba a durar toda la vida, asi, que antes deveria saber por donde van los tiros...

Leía completamente enfrascada en el libro que había sacado de la biblioteca "Mi vida como muggle" de Daisy Hookum. La verdad, la vida muggle no era tan complicada como les parecía a algunos, pero eso era a causa de usar la magia para hacer las cosas, para mí, por lo menos no lo era. Terminé el libro y lo dejé encima del baúl, había leído mucho hoy y me dolía un poco la cabeza.

Me asomé a la ventana, el aire fresco me sentaría bien, era lo que necesitaba, aunque... tenía un poco de hambre...

Negué varias veces con la cabeza. Cuando sea la hora, ahora ni se te ocurra comer. Sonó una vocecita en mi cabeza. Suspiré, ciertamente no debía de comer ahora, así que hice caso a la vocecita y caminé tranquilamente fuera del castillo. Iba tatareando una canción que había compuesto el otro día y que no conseguía quitarme de la cabeza.

Me di cuenta de que estaba frente al bosque prohibido, me encogí de hombros y me adentré en él. Seguí caminando por él perdida en mis pensamientos.

Semana de examenes y tenía un dolor de cabeza por estudiar que ni a mi peor enemigo podría desearle... , sentía que las paredes de mi habitación se estaban haciendo cada vez más pequeñas..., una sensación de claustrofobia me invadía por momentos y no lo podía aguantar más, tenía que salir de esa habitación rápido o acabaría maldiciendo al primero que apareciera por mi puerta.

Como no tenía ganas de toparme con nadie me aparecí en los jardines de Hogwarts , pero despues de un tiempo de pasear por allí me di cuenta que nisiquiera eso me tranquilizaba... de la nada empecé a recordar los ratos que pasaba con mi profesor de encantamientos en Durmstrang, siempre que estaba con él en los malos momentos ya que sabía como sacarme una sonrisa, para mi era como un hermano mayor en el que siempre podía confiar y nunca me falló...Bueno... excepto el día en que me comunicaron que mi hermano estaba muy enfermo.

Me pasé ese día buscandolo por todo el colegio pero justo esa semana faltaba por asuntos personales... poco despues me enteré que sus padres habían muerto..., cuando volvió se lo veia muy afectado así que para tratar de distraerle le propuse que me enseñara animagia, el aceptó por lo que me pasé los siguientes meses practicando y él enseñandome a dominar este arte.

Y un buen día... lo logré, me transformé por completo en un Puma , la sensación fue tan sublime..., ´me sentia libre, como si no importaran las cosas , como si solo fuera yo y nadie más, no me medio tiempo a pensar... nisiquiera quería pensar que estaba haciendo, corrí con todas mis fuerzas por los bosques de los alrrededores y no volví a la escuela hasta el día siguiente por lo que me llevé un gran castigo por parte de mi profesor pero aun así pude ver su sonrisa de orgullo por conseguido.

Al poco tiempo me tube que mudar y desde que estaba en Hogwarts no me había transformado..., mientras recordaba todo esto no me di cuenta que mis pasos me habían llevado hasta los limites del bosque prohibido y sorprendentemente ya no me dolía la cabeza, medité por un momento pero no me lo pensé dos veces, mi dolor de cabeza y todo ese cansancio habrían desaparecido pero necesitaba experimentar esa sensación una vez más.

Me transformé en un Puma y al igual que la primera vez salí a correr por el bosque hasta que todo mi cuerpo me pidiera a gritos parar...o ese era el plan hasta que despues de media hora de correr , trepar por las ramasy perseguir a los pequeños animales de ese bosque me topé con un alumno, por el uniforme era de Slytherin y me hubiera acercado a saludar si su olor no me hubiera llamado la atención...olía raro...mis sentidos salvajes me dijeron que era mejor salir de allí sin ser visto, pero mi curiosidad pudo más..*¿ Que hará aquí ?* me pregunté.

Me subí a una rama algo alta y me volví a convertir en humano , desde allí dije -Sabes que el bosque prohibido está Emmm.. como se dice... a sí, ¿Prohibido?.... de allí su nombre...Creo- dije sonriendo.

Mientras seguia sentado en el suelo apollado en el tronco, olí algo... Como el olor de un humano, pero aun estaba muy cerca de mi posicion, y no tenia muchas ganas de moverme. Pasado un rato, volvi a oler algo, pero, esta vez se iba acercando a mi. Seguia oliendolo, hasta que al cabo de un rato, escuché una voz, seguramente seria el olor que habia olido posteriormente, aunque ami no me parecia un olor de alguien humano, si no... de un animal.

-Si, yo tambien creo que esta prohibido, pero tu no eres el más indicado para hablar, ya que tu tambien estas aqui, en el bosque prohibido. -

Dije mientras miraba al frente, sin molestarme en buscarle con la mirada. Aparte del olor de aquella persona que me hablaba, tambien podia oler otro. Aunque, aun no sabia donde se habia metido el olor del animal...

-Sabes que, al principio, parecia que iba a aparecer un animal por aqui, pero valla desgracia, seria divertido jugar con un animal. Aunque, tambien... ¿No seras tu el dulce animal que paseaba por el bosque prohibido?

Seguí caminando y caminando sin rumbo fijo por el bosque, últimamente hacía mucho eso, caminar si un destino fijo, solo a donde me llevasen mis pies. Miré los árboles, tenía muchas ganas de subirme a uno y quedarme allí sin hacer nada, relajarme o simplemente echarme una siesta en la que despertaría en el suelo, como una vez hace unos años que me caí mientras dormía, luego me había llevado una buena reprimenda porque había estado toda la noche fuera de casa y hacía frío. Una mueca se extendió por todo mi rostro al recordar aquello.

- Mm... ¿por qué no?- dije acercándome a él.

Comencé a treparlo, llegué a una zona en la que el árbol era muy resbaladizo, pero seguí subiendo, en algunos momentos me resbalaba un poco, pero enseguida volvía a subir como si nada. Llegué a una rama lo suficientemente gruesa y resistente para que pudiera soportar mi peso, me senté en ella apoyando la espalda contra el árbol.

Un árbol entre los que había a mi alrededor, que eran muchos, me llamó la atención. No estaba lejos, más bien, estaba cerca, tenía la sensación de que había alguien apoyado en aquel árbol, me incliné un poco hacia la izquierda...

- ¡AH!- grité al caerme.

Ya en el suelo, puse los ojos en blanco y me reprendí a mi misma, a ver si aprendía de una maldita vez a no hacer eso cuando estaba subida a un árbol.

- Seré idiota- dije poniéndome en pie, me sacudí la ropa quitándome las hojas secas que se habían quedado en mi ropa. El cuello me escocía un poco, lo toqué, tenía un arañazo, seguramente me lo habría hecho en la caída con alguna rama.

Bufé y me puse a caminar de nuevo. Esta vez en dirección al árbol, tenía curiosidad por saber si había alguien ahí o no.

- Mm... hola...