Personalidad de Hielo (Evelin Beckinsen)

Clac, clac, clac ese era el ruido de la escarcha al romperse bajo el peso de mis pies al subir las escaleras. No podía controlarme necesitaba saber cuanto faltaba, cuando sería, cuando podría entrar en acción yo también quería seguir la línea de mi familia, yo también quería ser un mortífago. Me agarré con mas fuerza a la baranda que corría al lado de la escalera, procurando no caerme. Juraría hacer mi movida en silencio nadie debía enterarse y menos después de la aparición de la marca tenebrosa cerca del castillo, los demás se estaban apurando no debía quedarme atrás.
Agarré la carta y la até fuertemente a la pata de Philip.-Amigo, si la pierdes yo pierdo la cabeza.- susurré al animal. El me miró atentamente como si comprendiera la gravedad del asunto y antes de largarla recordé las líneas mas importantes de la carta.
" Escuchame Bellatrix, no hay tiempo que perder, cada vez hay mas de nosotros aquí, necesito saber si el señor tenebroso ya sabe cual va a ser su plan, pero date prisa la marca ya ah aparecido y la sangre sucia de Granger ah visto todo... "
-Ve...- le dije soltandola con un poco de brusquedad para que se diera prisa, pero justo alguien mas entró y me volví con una ferocidad que solo los de mi raza tenían, mirando al nuevo individuo con un odio mesclado con temor y mostrando levemente los dientes.

Nueva carta para mi padre, necesitaba hacer algo sobre él... Llevaba enfermo varias semanas y yo, logicamente, estaba preocupada.
Terminé de escribir la carta y salí de la sala común, suspiré guardando la carta en el bolsillo interior de mi capa, y me puse la capucha cubriendo así parte de mi rostro.

Recorrí lentamente los grandes pasillos del castillo hasta llegar a la lechucería, esperaba que no hubiese mucha gente allí. Subí las escaleras y me paré en seco al ver que ya había allí alguien.
Se giró, y me miró de una manera que me dio bastante miedo, di un paso hacía atrás, y resbalé con la escarcha que había en las escaleras haciendo que perdiese el equilibrio, por suerte, pude agarrarme a la barandilla antes de caer.
Le miré fijamente, en silencio, mi lechuza voló hasta mi hombro al verme, haciéndome una caricia en la mejilla.

-Hola...-Dije en un susurro, sin moverme.

Suspiré y relajé mis músculos, deberas pensé que sería ese cretino de Finnigan molestándome otra vez. Pero no, era solo una muchacha, a la cual evidentemente habia asustado y parecía que mucho. Me acerqué hacia ella lentamente imaginaba que después de tal recibimiento debía querer echarse a correr, pero que mas daba si quería irse que se fuera. -Hola?-dije levantando mis cejas divertido-Lo lamento eh estado peleando con mi padre, perdon si te asusto mi expreción....-susurré tranquilamente, quitándole importancia-Te has echo daño?-Le pregunté cuando ví que ella había resbalado hasta casi caer.
Caminé despacio pisando con cuidado sin caer y le extendí una mano sonriendo suavemente luego subí mi mirada y volví a sonreir aunque mas abiertamente a la hermosa lechuza.-Hola amigo...- extendí mi otra mano y con cuidado me acerqué para acariciarle las plumas, pero como tal vez a ella le molestaría pensé que sería mas correcto hablar directamente con la dueña, saqué un paquete de golosinas para lechuza del bolsillo y le pregunté-Esta bien si le doy uno?

Le miré fijamente cuando se acercó y negué con la cabeza ante su disculpa.. Dios, Evelyn, eres demasiado paranoica -No tiene importancia...-Dije mientras desviaba la mirada hasta el suelo -Estoy bien, no te preocupes-Me mordí el labio inferior.

Se acercó un poco mas y acarició a mi pequeña lechuza, volvió a hablar, y le miré, directamente a los ojos -Si, claro... Además, seguro que le encanta-Sonreí un poco mas tranquila mientras seguía mirando al chico

Sonreí calidamente y le alcanzé un dulce a la lechuza sonriendo. Y si, parece que le gustaban por que ululó felizmente. Me percaté de que la chica me estaba mirando así que la mire un poco de manera profunda con mis ojos azules y le dije-Disculpa te eh visto por aqui?- sonreí con un solo lado de la boca.
Su cabello castaño se mesclaba con el viento y unas gotas de nieve se le habían quedado enredadas en el cabello, comenzé a sacudirselas sin darme cuenta de lo que estaba haciendo-diablos. Apresuradamente me aparte de ella y la miré fijamente.
-Lo lamento- me apresuré a decir- es que eh pensado que podrías resfriarte sabes?-sonreí tocandome el cabello ^^

Me miró con sus bonitos ojos azules, sonreí -Bueno, puede ser... Quizás me has visto por los pasillos- Noté como su mano acariciaba mi pelo, con suavidad, eso hizo que me sonrojase ligeramente... En seguida se apartó y se volvió a disculpar.

Negué con la cabeza, quitandole importancia y caminé hasta la ventana mientras ataba la carta a la pata de mi lechuza. -Vamos pequeña, lleva la carta a casa-Susurré mientras soltaba a mi lechuza, miré como se alejaba y cuando la perdí de vista me giré hasta el chico.

-Por cierto... Me llamo Evelyn-Dije con una sonrisa

-Evelyn...-Evelyn...-Suena muy musical sabes? del estilo de las canciones de las sirenas.-luego me di cuenta-Ojo de las sirenas abajo del agua-reí.-Soy Tyson, todo un placer conocerla señorita.-me incliné eh hize como si me sacara un sombrero en señal de respeto.
Luego le hice señas para que me siguiera mas dentro de la lechuzería ya que parecía que se iba a largar a llover en cualquier momento y donde estabamos nosotros ibamos a parecer mas esponjas que humanos.
-Y dime que te ah alejado de tu cálida sala común en un día tan... nublado como este?

Reí levemente ante su comentario ¿Muy musical? Nunca me habían dicho eso, pero, supongo que para todo había una primera vez.
-El placer es mío,Tyson-Yo también incliné mi cabeza levemente, respondiendo a su caballeroso gesto.
Caminé junto a él hasta el centro de la lechucería -Bueno, tenía que enviar una carta...-Suspiré y apoyé mi espalda contra un muro -¿Y tú? ¿Qué hacías por aquí?-Dije mientras le miraba