Sobre hielo { Lyra Greed }

Habían pasado algunos días desde que el lago se había congelado, y yo como siempre, tenía que ir a hacer mis locuras allí. Salí muy temprano por la mañana del domingo, ya que no había clases, con una remera junto a un sweter además de una bufanda. Todos en tonos rosas, con una falda.. ¡Una falda! de color entre negro y gris, además de unas pantys obviamente, no quería congelarme. Llevaba botas normales, y en la mano unas especiales para patinaje, pues en mis tiempos de ocio en las vacaciones practicaba patinaje artístico. No era extraordinaria como una experta, pero tampoco era una principiante. Al llegar a la orilla del lago me senté en la nieve, me quité las botas y me puse las otras. Me importaba la nada mísma que me diera frío.

Avancé luego, hasta el comienzo de la capa sólida de agua, fijándome en que no se quebrara, pues no quería caerme al agua. Me cercioré de que todo estuviese en orden y comencé a hacer equilibrio. Lo siguiente era pan comido, y ahora, mientras esperaba a Lyra -pues le había mandado una cartita para encontrarnos aquí, a ver si seguía o no enfadada conmigo- comencé a patinar, sin ninguna especie de pirueta o cosa extraña aún..

- ... Lonely.. kaze ga fuite.. Feeling.. kiga tsuita yo.. kotaewa doko ni monai kedo.. Call me.. wakaette ru wa.. With you.. ai wa itsumo.. Ataetau mono.. for you~ .. - Comencé a cantar en voz baja mientras giraba, recordando una canción que me gustaba en cuyo video aparecía una chica haciendo patinaje artístico. Di un pequeño giro sin saltar, continuando la canción. - Kitto kimi wa itsu no hi ka, kono sora wo toberu hazu dakara.. Nando tzuma zu ita to shitemo for you.. Taisetsu na koto wa hitotsu.. yume miru koto.. kokoro dake wa tozasa nai de ite~ .. -

Finalmente, acabado de cantar el coro, di un salto en el aire, con un giro, cayendo perfectamente.. Satisfecha de mi victoria, levanté ambos brazos, exclamando con energía un "Whooooaaa~".

Spoiler:

Se supone que hoy debía ir al lago a patinar con Ayame, ella me había escrito para ello. Sinceramente, aún no la había perdonado por lo que pasó la última vez. Aunque había sido muy tonto... Pero patinar me encantaba (y lo hacía desde los 5 años de edad), además amaba la nieve y el frío. Me puse una remera negra y arriba una chaqueta de color violeta, junto con una pollera negra de las que se usan para patín artístico y medias transparentes, me puse el primer par de zapatillas que encontré, si me las quitaría pronto... Esperaba no tener frío.

Agarré mis patines y me dirigí al lago, no habíamos acordado una hora exacta, así que no sabía si llegaba tarde o temprano. Desde lejos podía ver un movimiento en él, así que supuse que Ayame ya estaba allí. Cuando llegué vi como saltaba y daba una especie de grito de victoria... Como siempre, estaba jugando. Aunque yo no sabía que mi amiga tenía la habilidad de patinar.

Me senté en la blanca, hermosa y fría nieve para sacarme las zapatillas y ponerme los patines.

Mantuve los brazos arriba aún, sonriéndole a la nada, deslizándome en el filo de los patines. Me giré para hacerlo de espaldas y al hacerlo noté que Lyra ya estaba aquí.

- ¡Lyra~! - Exclamé sin dejar de ir en reversa, saludándole con una mano, mientras la otra estaba siendo usada de altavoz... es decir, junto a mi boca. Me detuve, y tras darme un pequeño impulso avancé hasta llegar cerca de ella. - Ya pensé yo que no vendrías.. ¿sigues molesta? - Pregunté con cierta curiosidad, aunque si aún lo estaba ¿por qué vino? Le sonreí viéndola ponerse los patines. Sabía que ella también patinaba así que no habría problema, aunque para ser sincera, hubiese sido divertido patinar con alguien inexperto y ver sus caídas. Qué mala soy.

Miré a Ayame cuando gritó mi nombre, con una mano me saludaba y la otra estaba en su boca. Sin saludarla volví la vista hacia mis patines mientras ataba los cordones. Cuando ya iba poniéndome el segundo patín Ayame llegó hasta donde yo estaba.

-Claro que iba a venir... Amo patinar y son casi escasas las oportunidades de hacerlo en Hogwarts... Además patinar solo es un poco aburrido.- le contesté eso, evadiendo la pregunta de si seguía molesta. Estaba enojada, para mí perdonar a alguien no era algo precisamente sencillo y sin embargo no me gustaba ser mala con mis amigos.

Terminé de atarme los cordones y me paré sobre la nieve, dejando mis zapatillas allí tiradas y descuidadas.

- Pero qué amargada.. - Susurré para mí, mirando a un lado, para no llamar su atención. Había traído sus patines como le pedí, y me hizo gracia que aún así, actuara como si estuviese enojada. Bueno, lo estaba pero aceptó mi invitación, lo que me alegraba ya que seguramente quería reconciliarse conmigo.

- Si me dices que me perdonas te regalo una rana de chocolate.. - Dije ofreciéndole un premio, nuevamente con tono juguetón, mientras me echaba hacia atrás con los patines, invitándola a unirse.

¡¿Qué clase de respuesta era esa?! De esta chica no podía haber prejuicios, siempre me sale con lo que no me espero.

-No voy a dejar que me sobornes.- le contesté con un tono frío, pero en seguida me acerqué a ella patinando... ¿Hacía cuánto no lo hacía? Qué linda sensación, dejarse llevar por el impulso...

Tenía que calentar antes de intentar hacer algo, pero patinar hacia adelante iba a ser aburrido. Me di la vuelta y comencé a patinar despacio para atrás, luego aceleraría.

-Por ahora.- hablé con un tono más cálido y una mueca de sonrisa apareció en mi rostro. No sabía si había entendido, ya que le había dicho esto último mucho más tarde de después de contestarle tan frío.

Escuché el "no dejaré que me sobornes" y reí, pues sabía que diría eso. No con las mísmas palabras, pero la idea era esa. Me hice a un lado para que pasara avanzando hacia atrás como yo lo estaba haciendo hace un par de minutos atrás. La imité, pero fui hacia el lado contrario. Una vez que llegué a la orilla, me incliné hacia adelante tomando impulso para después deslizarme a gran velocidad yendo directo hacia ella.

- ¡Y aquí viene el león! ¡Raaaaaaaawwwrr~! - Dije gritando, a punto de estrellarla, pero en el último momento me giro y paso por al lado de ella, rozándola. Seguí avanzando de espaldas, sin fijarme bien en donde terminaba el lado, por lo que al toparme con la tierra cubierta de nieve, me fuí de espaldas cayendo en ella.

Ayame también patinaba para atrás y luego fue para adelante bastante rápido, viniendo hacia mí. No sabía si chocaríamos o se movería, pero seguí tranquila para atrás sin correrme del lugar.

-Deja de jugar...- susurré cuando escuché que venía el león, aunque era cierto: ella era Gryffindor. Probablemente no había escuchado esto último que dije ni lo anterior.

Dio la vuelta cuando estaba cerca mío y llegó a rozarme. Mirar para atrás cuando uno patina en esa dirección es importante, pero Ayame no lo estaba haciendo. El impulso de girar era bastante fuerte y sería difícil detenerse, estábamos cerca de la orilla y... Si, se había caído. Suspiré y frené girando el pie para que el filo rozara el hielo en frente de ella.

-Andar distraída es peligroso, ¿nunca te dijeron que mires por dónde ibas?- le tendí la mano para ayudarla a levantarse. No le pregunté si se había lastimado, la caída fue cerca del suelo y la nieve seguro amortiguó el golpe.

Ahí estaba, apoyando mis manos en la nieve, estando sentada en ella. - Mi trasero se congela.. - Fue lo único que se me ocurrió decir antes de que la chica Ravenclaw se aproximara hacia donde estaba.

- Claro que me lo han dicho, pero tengo de obediente lo que tú de risueña.. sin ofender.. - Respondí a su pregunta con una sonrisa, sujetándome de su mano para volver a estar en pie. Cuando estuve parada, me acomodé la ropa, además de pasar mi mano rápidamente por mi trasero sacudiéndolo un poco. - No te vayas a enojar más con eso, ¿eh? - La miré momentáneamente, mientras me agachaba a acomodarme las botas.

Bueno... Tenía razón, las sonrisas y risas no eran muy frecuentes en mí. Luego de ese comentario sujetó mi mano y se levantó, sacudiéndose la nieve de la ropa.

-La verdad no ofende, ¿sabes?.- contesté a su pregunta y ella se acomodaba los patines.

Comencé a tomar impulso con el pie y comencé a patinar hacia adelante muy rápido. Si me caía no iba a hacerme mucho daño y tampoco sería la primera vez, comencé con algo fácil. Hice paloma, la figura que implicaba sostenerse en una pierna, con los brazos hacia atrás al igual que la otra pierna. Luego paré y me acerqué donde Aya estaba.

-A propósito, yo no sabía que tú patinabas.- le dije, era cierto, o al menos no recordaba que ella lo hubiera mencionado en algún momento...

- Claro que lo sé, pero ofende cuando no quieres asumir que eres lo que te dicen.. - Agregué sin saber por qué lo dije. Mientras me acomodaba las botas pude apreciar su paloma, y lentamente volví a levantarme. Sonreí al verla hacer eso, pues sabía bien de que se trataba, además de que me fascinaba el patinaje artístico. Además me la imaginé vestida para la ocasión, y con su cabello amarrado. Se vería bien así, y más si utilizaba un traje azulado, pues combina con su cabello rojizo.

- Hay muchas cosas que no sabes de mí.. - Dije presumiendo un poco, como si realizara maravillas de las cuales poca gente sabía. Comencé a deslizarme hacia adelante, con las manos detrás de la espalda, como si jamás hubiese caído. - ¿Sabías que canto también? - Continué con una sonrisa, deteniéndome en cierto punto del lago, lo suficientemente lejos de ella, para que se esforzara al intentar oírme.

Saqué mi varita, para usarla como micrófono mientras comenzaba a cantar una canción que poco quedaba en el ambiente en el que estábamos.. pero era mi momento de gloria, mi momento de presumir. [ xD ]

Spoiler:

Me sorprendió un poco su respuesta, vi como patinaba lentamente hacia delante y luego se detuvo. Sacó su varita y... ¿fingía que era un micrófono? Si, eso...

Aya comenzó a cantar. Me acerqué un poco a ella patinando despacio para escuchar mejor... El ritmo era bastante rápido, y ella cantaba bien, tenía bonita voz.

Aunque miraba anime de vez en cuando en vacaciones, no sabía nada de japonés, así que no pude entender la letra. Me di cuenta de que me había quedado quieta en el lugar durante más de un minuto, me despabilé y comencé a patinar alrededor de ella mientras la escuchaba.

La canción era larga, cuando terminó de cantar me acerqué más a ella y volví a quedarme quita en el lugar.

-No entendí ni una palabra, pero era japonés, ¿verdad? ¿Has estudiado canto?- me había sorprendido mucho. Bueno, Ayame era sorprendente en sí...

Estaba cantando en medio de un lago, qué curioso. Comencé a moverme hacia atrás con estilo, moviendo una pierna y luego la otra siguiendo el ritmo de lo que cantaba. Sabía de mi talento para el canto, no por nada mi madre al escucharme cuando pequeña se dio el lujo de inscribirme en una escuela de canto, para que me ayudaran sin preguntarme siquiera. Posiblemente ese hecho sea el culpable de que ahora sea una chica que no conoce el significado de "pánico escénico".. o "vergüenza". Después de todo, cuando cantas, y más si es solo, debes tener cierta gracia, y nada de pudor.

Ví que se quedó parada por unos minutos, y seguí en lo mío para luego verme rodeada por Lyra. Iba a cantar solo parte de la canción, pero decidí a terminarla. Una vez hecho, se acercó más a mí, preguntándome si era japonés, por lo que asentí, pero la otra pregunta tuve que responderla con palabras. - Pues sí, todo por culpa de mi padre, así que si odiaste mi voz.. odialo a él.. - Le respondí bromeando una vez más.

Esta vez sonreí en serio y una risilla salió entre dientes, luego volví a la expresión de siempre.

-No, no odio tu voz. Tampoco sabía que cantabas, ¿haces algo más, superdotada? esta vez yo había bromeado. Escasas ocasiones... Empezaba a sentir un poco de frío, así que opté por moverme más.

-Tengo frío...- le comenté distraída y en seguida comencé a patinar hacia atrás rápido, pensando en hacer algún salto... O tal vez la mariposa para atrás... Mejor las dos:

Disminuí un poco la velocidad, sería peligroso hacer la mariposa tan rápido, si me caía me lastimaba. Estuve un rato en esa posición y luego tomé mayor velocidad, que había disminuido (ya que uno no se impulsa mientras hace figuras) e hice un pequeño salto de una vuelta, cayendo bastante bien...

Observé a Lyra, que me acababa de llamar superdotada, y mi cabeza ya comenzaba a buscar algo con qué sorprenderla. - ¿El dormirme en cada clase de Historia de la Magia cuenta?.. - Pregunté tras oír su risa, bromeando otra vez. No se me ocurría otro de mis dones, pues para el dibujo ya sabía que tenía talento.

- Yo estoy a temperatura estable.. - Comenté cerrando los ojos avanzando hasta quién sabe dónde, dejando que el frío viento golpeara mi cara. Amaba esa sensación, y era fantástico que al abrir los ojos sólo viese nieve, y el lago congelado.

-No creo que cuente, también puedo hacer eso.- y era cierto, la única materia que no soportaba era Historia de la Magia...

Con la velocidad que había tomado, me dejé deslizar por el hielo, iba disminuyendo poco a poco. De todas formas, daba vueltas por el mismo lugar siempre...

-¿Y tú cómo llevas el tema de los TIMOs?- le pregunté entrometiéndome, ahora que habíamos sacado el tema de clases. Pues con ella parecía que todo era problemas y diversión... Yo seguía delizándome y dejándome llevar en círculos, de vez en cuando daba un empujoncito, no quería parar y ya estaba yendo bastante lento.

Iba girando, con una sonrisa boba en el rostro, sin dejar de prestar atención a la peli-roja, quien me había dicho que también detestaba Historia de la Magia. Reí avanzando con gracia hacia delante, moviendo los brazos de vez en cuando para poder darme más impulso.

- ¿Los TIMOs? - Repetí. La miré con una sonrisa casi apagada, pensando en qué responderle. Aún quedaba bastante para dar esa difícil prueba, y como yo era la persona más relajada del mundo, no me había detenido a pensar en eso. - Supongo que tendré que comenzar a estudiar dentro de poco.. ahora sólo he escuchado las clases y nada más.. hago los trabajos a veces, ya sabes, si vamos al mísmo grado.. - Le respondí avanzando hacia atrás disminuyendo la velocidad para no caer.

(Off: Impulsándote con los brazos sobre ruedas puede ser, pero en el hielo creo que te caerías xD. Da igual :3)

Supuse que ella no se alegraría con ese tema y tenía razón, la sonrisa de su rostro se había apagado un poco. Como yo seguía yendo para atrás y ya empezaba a incomodarme giré para aprovechar y tomar más velocidad, además de patinar hacia adelante.

-Aún no has comenzado a estudiar. Guau...- le comenté, aunque seguro que había muchísimas más personas como ella; pero a mí me gustaba prepararme con mucha anticipación, quería sacar buenas notas en los TIMOs. Seguí patinando con un poco más de velocidad sin hablar más, tal vez ella sacara un tema que le gustara, que no sea el estudio.

Di un giro, sin perder la vista a Lyra, que se sorprendió de escucharme decir que aún no comenzaba a estudiar. ¿Y de qué se asombraba? Se supone que debería saber que soy un fracaso... - ¿Tan extraño te parece? Soy una alumna irresponsable, pero me va bien de todos modos - Respondí confiada, yendo de espaldas. Estiré mis brazos hacia ella y comencé a saludarla, como si ella apareciera recién.

- ¿Dónde pasarás la navidad? - Pregunté finalmente, deteniéndome un momento para tomar aire. Yo aún no estaba segura de que mi padre iba a estar en casa durante esos días, y no quería estar sola.

Di un giro y volví a patinar para atrás. Ayame estaba confiada de si misma y eso me parecía genial, ¿aunque cómo podía sentirse así si no había estudiado nada? Quién entiende a los demás... En un momento se puso a saludarme, ¿a qué rayos estaba jugando ahora? Volví a girar y me acerqué yendo para adelante hacia ella cuando preguntó lo de la Navidad.

-Esto... Aún no lo sé, tengo que enviarle una lechuza a mis padres...- dije pensativa mientras daba vueltas en el mismo lugar.

Ya había respirado lo suficiente, así que seguí avanzando haciendo círculos quién sabe como, marcando el congelado lago. Había hecho una pregunta a Lyra, pero ella no estaba segura de dónde pasaría las festividades, tal como yo.. pero a diferencia mía, la Ravenclaw podía consultar con sus padres a través de lechuzas, yo sólo podía recibir respuestas de mi padre cuando escribía.. y eran pocas.

- Comprendo.. tienes suerte - Dije con una sonrisa algo apagada, pero enseguida volvería a mi rostro esa energía característica mía. Saqué mi varita y comencé a girarla entre mis dedos apuntando finalmente el hielo. Tenía deseos de hacer todo más interesante, y fijándome en el rostro de Lyra, susurré un hechizo que hizo que la zona del hielo a la que apunté se trizara, y finalmente cediera, dejándonos caer a la fría agua. Lo último que de seguro vio ella antes de caer, fue mi "diabólica" mirada y mi sonrisa traviesa.

Estaba distraída, pensando y dando vueltas sin fijarme, pero siempre para adelante. Escuché la contestación de Ayame, pero no le di respuesta. Pocos segundos después escuché un sonido extraño, como si algo se rompiera y súbitamente caí dentro del agua, ya que el hielo se había... Un segundo, ¡Ayame estaba sonriendo! ¡¿Y esa mirada qué significaba?! ¡Había sido ella!. Con los patines era difícil nadar, o al menos impulsarse con los pies. Además estaba congelada. De todos modos pude salir a la superficie, viendo que mi querida, traviesa y molesta amiga estaba ahí.

-E...eres d...e lo pe...peor.- le dije como pude, ya que mis dientes castañeaban sin parar.

OFF: Siento mi dramático post xD pero escuchaba esa canción y tenía que ponerla (?)

OFF

Spoiler:

Cuando vi a Ayame ella no tenía la sonrisa traviesa y bromista de siempre, así que preferí pasar esta. Nadé junto a ella hasta que llegamos a la nieve, blanca y hermosa... Pero fría. Y mi ropa completamente mojada y encima helada, argh...

-La pró...xima vez me avisas, a ver si me traigo el bañador...- le comenté bromeando. Mis dientes todavía castañeaban, pero no tanto, como ya habíamos salido del agua... Lo único seco de mi ropa ahora eran mis zapatillas, que había dejado tiradas descuidadamente en la nieve. Los patines tardarían bastante en secar la parte de adentro... Me senté en la nieve para sacármelos, lo primero que se me helaba eran los pies.

Ya estaba junto a la orilla, y sacando fuerzas de no sé dónde -ya que el agua en mis ropas hacía que pesara más- logré salir del frío líquido. Me lancé a la nieve boca abajo, y después me giré mirando el cielo claro que se presentaba en ese momento. Después de todo, la sonrisa traviesa volvió a mí.

- Con el bañador sí que te congelarías.. - Le respondí en el mísmo tono bromista que ella había utilizado. Mis dientes castañeaban por el frío, pero intenté relajarme y no pensar en ello. Me senté para quitarme los patines mientras daba una miradita a Lyra, para ver qué expresión tenía ella en aquel momento. - ¿y..? ¿Ahora me odias más que antes? - Seguí jugando, retirándome el segundo patín.