A por un nuevo uniforme

Ya casi tenía todo, y una de las cosas que me faltaban era la túnica nueva. Había crecido considerablemente, ya no me servía la antigua.
Entre en la tienda, sonriendo al notar la típica campanilla. "Como en las tiendas muggles", pensé. Esperé cerca de la puerta, esperando a que alguien me atendiese.

Era un día caluroso con un sol radiante pero habíamos hechizado la tienda para que sea agradablemente fresca. Llevaba puesta una remera de mangas a medio hombro de base blanca y con rayas irregulares en colores azules, rosas, celestes y verdes junto con una minifalda de jean azul oscuro y unas sandalias negras con taco y plataforma de corcho - el taco de 7 centímetros y la plataforma de 1 - haciendo composé con una cartera negra a la moda.

Luego de atender a una joven Slytherin había ido a terminar con el desorden de túnicas cuando escuché nuevamente la campanilla. Por lo tanto dejé el desorden y fui a atender a la nueva clienta que era una chica de unos dieciséis años nuevamente.

- Buenas tardes - le dije amablemente - Dime que necesitabas - le dije esbosando una sonrisa.

- Hola- dije antes de nada-.
El atuendo de la chica me sorprendió considerablemente, era muy llamativa para trabajar en Madame Malkin, con esa ropa estilo muggle...
- Quisiera un uniforme completo de Gryffindor, por favor- pedí educadamente-.

- Muy bien, los uniformes de Hogwarts están por aquí - le dije con una sonrisa a medida que avanzaba hacia donde estaban los uniformes. Agarré uno que supuse que le quedaría bien y se lo tendí - . Yo creo que este te va a quedar bien - le dije con amabilidad - .Los probadores están por allí - y le indiqué adonde debía ir.

- De acuerdo, gracias- le respondí a la chica-.
Fui hasta los probadores y allí me probé el uniforme que ella me dio. Si, me quedaba bien salvo por un defecto.
Salí con el uniforme puesto.
- Me queda bien, pero el jersey del uniforme me queda un poco holgado, ¿no lo tienes en una talla un poco más pequeña?- le pregunté-.

Esperé a que se probara el uniforme y cuando la ví salir me di cuenta del problema.

- Déjame que me fije... - le dije y fui a ver a la trastienda, enseguida volví sin nada - No han quedado más pero puedo arreglarlo de otra manera - le dije con una sonrisa.

Hice un movimiento bastante complicado con mi varita y el jersey le quedó ceñido pero no demasiado para que le sea más cómodo.

- Así está bien ? - le pregunté.

Me ajustó el jersey del uniforme con magia, ni muy holgado ni muy ceñido. Tal y como a mí me gustaba, perfecto.
- Así está de maravilla, muchas gracias- respondí-. ¿Cuánto es?

Sonreí complacida de mi hechizo.

- Serían sesenta galeones - le informé.

- Muchas gracias, aquí tiene- le entregué el dinero-. ¡Nos vemos por el colegio!- le grité mientras me marchaba.
No sabía a ciencia cierta si iba o no a Hogwarts, pero lo supuse por su aspecto, al fin y al cabo no parecía mayor que yo.

- Adios - le dije sonriente.
Luego de pensarlo me quedé con la duda de como sabía que yo también iba a Hogwarts, puesto que yo nunca se lo había dicho.