mi nueva varita

habia ido a olivander´s pues mi anterior varita s eme habia perdido, algo extraño un mago perdiendo su varita, sonaba muy tonto pero yo tenia la culpa era un poco despistado, entre a la tiende y con una sonrisa en mi rostro mire a todos lados buscando a la persona que me atenderia, al no ver a nadie rei ligeramente pensando en como habia perdido mi varita, me acerque a unas varitas y comence a mirarlas de cerca necesitaba un modelo nuevo y muy padre no queria una varita muy comun o una qu etuvieran los demas magos

mire a la chica que salio de la parte de atras, vi su cabello mojado aligual que ella - ho...la - dije mirandola con intriga, reaccione a los pocos segundos y sonrei - me gustaria comprar una humedad - dije viendo su cabello - digo una varita - sonrei apenado por lo qeu habia dicho

- espero no tener la mala suerte de quemar tu tienda ya que tendria qu epagar todo - rei ligeramente y dije sonriendo un poco sonrijado - me ha gustado el modelo numero 10 es parecido a mi antiguo modelo de varita - sonrei amable

Negué con la cabeza, divertida.

- No, no te preocupes, nunca te haría pagar las reparaciones - lo tranquilicé mientras caminaba hacia la puerta del almacén - Ahora mismo regreso.

Entré y comencé a buscar entre las cajas alguna varita que me pareciera buena para él. Al cabo de unos minutos regresé a la tienda con un par de cajas bajo el brazo.
Las coloqué sobre el mostrador y abrí la primera de ellas.

- A ver... ésta mide 28 centímetros, está hecha en madera de fresno y núcleo de pelo de unicornio - le informé, abriendo entonces la segunda - Y esta mide 27 centímetros, en madera de carpe y núcleo de corazón de dragón.

- Pruébalas y veamos qué tal te van - lo animé, sonriéndole.

sonrei y espere a que regresara con la varitas, vi como dejaba las cajas y la abria una por una escuchando atento su explicacion - muy bien creo que probare la segunda primero por lo poco que se es mas usal - tome la varita y realice el hechiso accio para aparecer una de mis maletas, cosa que no sucedio en vez de eso sali expulsado callendo al piso, despues de unos minutos me levante y sonrei apenado por lo sucedido

Cuando el chico probó la segunda varita salió despedido por los aires. Rápidamente corrí hasta él, preocupada.

- ¿Estás bien? - le pregunté - ¿Te hiciste daño?

- Uff, últimamente no acierto ni una con las varitas, lo siento... - me disculpé apenada.

sonrei y la mire sonrojado - si estoy bien, no te disculpes tu no tienes la culpa por lo que he escuchado la varita es quien escoje al mago - sonrei amable y tome la otra varita, cerre los ojos y nuevamente hice el conjuro para llevar a mi lado mi maleta, esta vez funciono mi maleta se encontraba a mi lado abri los ojos y sonrei - vaya creo que es esta

Asentí al simpático chico.

- Ya, pero se supone que yo tengo que tener la habilidad para deducir más o menos cuál va a ser tu varita indicada - respondí, sonriendo.

Luego probó la primera varita y esta vez su conjuro si dio resultado, ya que una maleta apareció al lado suyo.

- ¡Genial! - exclamé feliz - Es esa - confirmé sonriente.

Entonces miré los precios.

- A ver.... cuesta 93 galeones.

- pues en mi opinion ya es mucho que atiendas una tienda, y andar deduciendo si es o no mi varita es algo muy agotador - dije sonriendo y sonrojado - escuche el precio de la varita - muy bien dejame buscar - meti mis manos a los bolsillos buscando el dinero, al encontrarlo lo saqu ey comence a contar - muy bien aqui esta 93 galeones - dije extendiendo la mano para entregarselo en la mano

Me eché a reír.

- ¿Ya es mucho que me encargue de una tienda? - pregunté divertida - Pues trabajo en unas cuantas más - le conté, sonriendo con gracia.

Cogí entonces el dinero que me daba en mano, guardándolo y girándome después hacia él.

- Por cierto... ¿Te encuentras bien? - le pregunté, observando de cerca su sonrojado rostro para ver si le pasaba algo - Llevas bastante rato así de rojo... ¿O es que tienes calor?

me sorprendi mucho al escucharla - trabajas en mas tiendas? vaya deberias aprender alguna pocion para multiplicarte - comente pues mi abuelo me habia enseñado varias, escuche loq ue me decia de estar rojo y baje la mirada rapidamente - s..si es...toy bien, solo que.... tengo mucho calor, si eso calor tengo mucho - dije un poco nervioso

- No sería mala idea aprender, la verdad - comenté, refiriéndome a lo de las pociones - ¿Tú sabes hacer?

- ¿Y no te habrás puesto malo? - pregunté entonces - Porque la verdad es que tanto calor no hace... Bueno, quizás sea porque yo aún ando fresquita por la lluvia de antes - reí.