Mi varita nueva

Estaba tan nerviosa, iba a elegir mi varita o mejor dicho ella también me escogeria a mi. Estaba muy excitada, me quede embobada mirando el escaparate, decidi entrar.
La campanilla sono al abrir la puerta era un ruido que me parecia acogedor.
La tienda estaba muy oscura, hi habia un monton de cajas de varitas por todos lados, me quede observando las cajas y me acerque al mostrador

-¿Hola?- salude con vergüenza

Aquel día estaba ordenando un montón de cajas llenas de varitas cuando oí la campanilla que anunciaba la llegada de un nuevo cliente. Me dirigí a la parte principal de la tienda para atender a la recién llegada.

- ¡Buenos días! - la saludé alegremente, con una amplia sonrisa dibujada en mi rostro - ¿En qué puedo ayudarte?

La dependienta parecia ser muy simpatica de modo que me senti mas comoda y se me quitó la vergüenza de encima

-Sí... mmm... ya sabe.. necesito una varita i me havia interesado en la varita nº1...

No se me daba muy bbién expresarme y cuando acabé de decir la frase me sentia un poco tonta.

Reí un poco. La chica se veía algo tímida, pero estaba segura de que era muy simpática.

- Oh, por Merlín, ¡No me trates de usted! - le pedí risueña - Si tendré tu misma edad...

- Y sip, ahora mismo voy a traerte alguna varita de ese modelo, un momento - le dije, marchándome al almacén a buscar lo pedido.

Tras unos minutos entre montones de cajas, regresé con un par de estuches que coloqué sobre el mostrador, abriéndolos para mostrar su contenido.

- Mira - le indiqué - Esta primera varita mide 27 centímetros y está hecha en madera de acebo y núcleo de pelo de unicornio.

- Y esta segunda - señalé la otra - Mide 28 centímetros, está hecha en madera de fresno y núcleo de pluma de fénix.

- Pruébalas a ver qué tal te van - la animé sonriente.

Tenia razón, no se porqué la trataba de usted, supongo que por el respeto de que sea la dependienta. Al darme cuenta me sentia aún mas estúpida.
Miré las dos varitas entusiasmada y decidi coger la segunda, no se porqué..

-Gracias! provare con la segunda dije algo nerviosa.

*puuuuuffffff* la bombilla se fundió, suerte que era de dia.

-Wow! -exclame- lo, lo siento mucho de verdad sera porque no es la adecuada

Cogi rapidamente la primera varita, cuando la cogí senti una extraña sensación, como una conexion entre la varita y yo.

-Creo que esta es la mia -dijo con una sonrisa de oreja a oreja y con cara de asombro.

Observé sus pruebas. Como era común, la primera varita que cogió, en este caso la segunda, no funcionó.

- Tranquila, no te preocupes, suele pasar - la tranquilicé al ver que había fundido la bombilla.

Luego probó con la siguiente y pude percibir que, efectivamente, esa era la suya.

- ¡Genial! - exclamé felizmente, mientras iba a mirar los precios.

- A ver... esa cuesta 55 galeones - le informé después.

Estaba tan contenta, ya tenia lo basico, la varita.

*contando los galeones*

-Aqui tienes 55 galeones- le di los galeones feliz y me sentia como si hubiera hecho la mejor compra del mundo.

Cogi la varita con delicadeza y dije con una sonrisa de satisfacción dibujada en mi rostro:

-Adiós. y hasta la próxima.

Cogí los galeones y los guardé.

- Vale, ¡Hasta la próxima! - me despedí igual de alegremente, antes de retomar el trabajo que había dejado a medio.



[[Te resto los galeones y pongo la varita en tu baúl ^^]]