Comprando una varita

Entré en la tienda y me dirigí hacia el mostrador. Iba a comprar una varita nueva, pues se podía decir que la mía había sufrido un pequeño accidente... Miré desde detrás del mostrador esperando a que el señor Ollivander saliera de entre las estanterías de varitas. Nunca me podría olvidar de lo que me sorprendió la primera vez al ver tantas varitas juntas. Realmente debía ser dificil fabricarlas.
Me di cuenta de que no había dicho nada al entrar ...- ¡Buenos días!- Esperé a que me contestara

Estaba fabricando una varita en el estudio cuando oí un saludo en la parte principal de la tienda. Me debía de haber concentrado bastante en mi trabajo, porque no había oído a nadie entrar...

Dejé lo que estaba haciendo y pasé a la otra habitación, mirando a la joven chica que parecía esperar a que algo o alguien saliera de entre las estanterías.

- ¡Hola! - la saludé alegremente - Yo te atenderé, ¿En qué puedo ayudarte?

Una chica salió de entre las estanterías. No esperaba encontrarme a una mujer y menos joven, pero lo importante era ahora mi varita.
Le sonreí y asentí cuando dijo que ella iba a atenderme.
.- Me gustaría comprar una varita.- Bueno eso era lo que se hacía allí, comprar varitas...

Reí un poco por su respuesta.

- Bueno... eso lo suponía - contesté, sonriendo divertida - ¿Te gustó algún modelo de varita en concreto? - le pregunté.

Sonreí, cuando ella se rió por mi respuesta. Ella había preguntado..

-Pues el diseño 4 me gusta bastante, así que creo que me quedaré con ese.- Dije asintendo