Palabras olvidadas... ((Completamente libre^^))

Cuando entró no venia buscando nada en especial.
Era tan solo que le gustaban las bibliotecas, con su luz tenue, su olor cargado y su silencio.

Paso a la sala casi de puntillas, procurando enturbiar lo menos posible con su presencia aquel lugar, y ya de paso, tratando de esquivar la atención de la bibliotecaria, y así la típica pregunta de ¿Puedo ayudarla en algo? No soportaba aquello en las bibliotecas, para ella, los libros no se buscan se encuentran, o en todo caso ellos te encuentran a ti.

Se perdió enseguida entre los altos estantes, y recorrió los pasillos desiertos sin apenas tocar el suelo, rozando con la punta de los dedos los lomos envejecidos que cubrían todas aquellas palabras.

Sonrió imaginando un autor por cada volumen, un nombre que yacía ya en el olvido, pero cuya esencia seguía durmiendo en aquellas historias contadas hace siglos.

Como escritora, apreciaba cada palabra sobre el papel y soñaba en silencio conque algun dia alguien abriera un libro suyo, y aunque no recordase su nombre, recordase, y valga la redundancia, su recuerdo.

ESTABA SENTADO EN LA SILLA, BUSCANDO EN UN LIBRO. QUIERIA ENCONTRAR INFORMACION SOBRE UN PROYECTO QUE TENIAMOS PARA LA HISTORIA DE LA MAGIA, PERO NO ME PODIA CONCENTRAR... ESTABA DEMASIADO CANSADO COMO PARA PODER CONCENTRARME. RECUESTO MI CABEZA ENCIMA DE LA MESA PARA DESCANSAR UN POCO. TODAVIA NO ME PODIA IR A MI CUARTO YA QUE TENIA QUE TERMINAR EL PROYECTO.

Helena iba a doblar una esquina para cambiar de pasillo cuando descubrió que alguien se había quedado dormido encima de una mesa.

-Patetico- murmuró.

Se acercó un poco más al muchacho y le dio unos suaves golpecitos en la espalda.

-Perdona, pero la biblioteca es para leer, no para dormir. Quizá deberías irte a la cama.

Ni siquiera sabía porque le había despertado, al fin y al cabo no era cosa suya, pero le había dado lástima verlo derrotado sobre el libro.

No quieria dormirme, pero habia cerrado los ojos un poco, cuando una chica me dio un golpecito en la espalda. Me levanto y la mire. -¡Perdón! Le dije. Era una chica que no habia visto antes, seguramente era nueva. Como vi que me miraba y estaba demasiado frágil, decidí cubrirme disimuladamente la cara con mi mano. No quieria que la gente me mire como objeto de museo. -¡Lo sé! Sonrio. -Es que tengo un proyecto que entregar para la historia de la magia y tenia que terminarlo. Me levanto y recojo mis libros. -Pero ya creo que me iré a descansar. ¡Gracias!

-¿Historia de la magia?- No solía hacer esas cosas pero hoy se sentía extrañamente amable.- ¿Y en que curso estas? Quiero decir, La Historia no se me da mal, quizá pueda darte un par de ideas para que te vayas a dormir más tranquilo.

¿Ella ofreciendo ayuda? Si no fuera porque estaba en la biblioteca seguramente se habría echado a reír.

Parecía una chica amable. Sonrio. -¡Gracias! Me sería de gran ayuda.

-¿Yo? Soy de 7 año. Le dije. Tampoco podía hacer un desaire como eso, y más, cuando necesitaba la ayuda más que a nada. -¡Gracias! ¡Pues yo encantado! Sonrio. -Asi lo puedo terminar más rápido. Añadí.


off: me voy a dormir que caigo aqui xD... mañana seguimos ^^

-Estupendo- Helena le devolvió la sonrisa- Tampoco te prometo ninguna maravilla pero dos mentes trabajan mejor que una y más si una de ellas es una Ravenclaw.

Tomó asiento al lado del muchacho y le echó un vistazo al trabajo.

-mmm... No parece muy complicado, quizá solo un poco aburrido. Pero no te preocupes, terminaremos pronto y podrás irte a dormir.

-Bueno, tienes razon! ¡Gracias! Sonrio.

Me acomodo en la silla y le enseño los libros y las hojas para que pueda mirar mejor. -Dificil ¿no? Pregunté, cuando me dí cuenta que ya había mirado por encima y le pareciera fácil. Yo, ni en 100 años y lo terminaba.

-¡Gracias! Sonrio. -De verdad que eres mi ángel de la guarda. Le dije. -Te debo una! Cuando necesites cualquier cosa no dudes en pedirmelo! Le ofrecí mi ayuda. Para mí, la amistad es lo primero.

Helena se centró en los pedazos de pergamino y en el libro que tenía delante y subrayó un par de párrafos con la pluma del muchacho.

-En realidad todos los conceptos importantes están aquí, a partir de eso lo demás te resultará sorprendentemente sencillo, ya lo verás.

Escuchó en silencio los agradecimientos.

-Eres muy amable, aunque veo difícil que vayas a poder devolverme el favor algún día.- Esbozó una media sonrisa- Además, esto no me cuesta nada, ya te he dicho que la Historia se me da bastante bien.

Noté la rápidez con la cual leía y subrayaba los párrafos importantes. Yo, ni en siete vidas lo podía lograr. -¡Wow! ¡Gracias! Admiré su rápidez. -Yo, la verdad, ni en siete vidas lograba hacerlo tan rápido. Le dije. -Si quieres, mañana te invito a Hogsmeade a tomar o a comer algo ¿qué dices? Le pregunté.

-Mm... y eso ¿por qué? Le pregunté. -En algo debo servirte. Le dije. -Aunque sino, pues te invito mañana a dar un paseo por Hogsmeade y así tomamos o comemos algo. ¿Qué dices? Le pregunté. -Aunque mi oferta sigue en pie! Añadí.

A ella le gustaba la historia. Y de eso no tenía ni la menor duda. -¡Ohh! Entonces voy a aprovecharme de eso jejeje... a mí no se me da para nada. Reí en tono de broma.

-¿Mañana en Hosmeade?- Se lo pensó unos instantes, pero luego sonrió.

- Esta bien, aunque espero por tu bien que no sea nada parecido a una cita chico desconocido- Su sonrisa se hizo más amplia al darse cuenta de que acababa de quedar con alguien que ni siquiera sabía como se llamaba, aunque eso tampoco le importó demasiado.

Primero pensó la idea a la invitación que le hize y luego contestó. Al principio pensé que tenía que estudiar y que seguramente iba a rechazar la propuesta.

Escuché su respuesta y sonreí. -¡Noo! ¿Cómo crees? No estaba para citas amorosas. Núnca he conocido el amor y no creo conocerlo algún día... ya que no soy buena compañia para nadie, que todos siempre me enseñan con el dedo. -Yo no tengo ni creo tener pareja algún día. Suspiré. Apenas me dí cuenta de que no nos presentamos, ni mucho menos sabía su nombre. Aunque ella seguramente sabía quien era. Al llevar esa cicatríz todo el mundo me conocía. -Por cierto, todavia no nos hemos presentado. Sonrio ampliamente. -Aunque tú seguramente ya sepas quien soy. Le dije.

Helena frunció el ceño y se esforzó por recordar de que se supone que tenía que conocer al muchacho, no era muy buena para las caras.

-Esto.... ¿Vamos juntos a alguna clase?- Probó suerte, aunque por la cara que puso él quedó claro que no era de eso de lo que tenían que conocerse. - Ni idea, lo siento, estas cosas se me dan fatal.

Por primera vez en mi vida - bueno, segunda - me sentí felíz de que la gente no me miraba como objeto de museo. No se había fijado en mi cicatríz.

-Ehh... no sé. Sonrio. -Yo soy de septimo año, de Gryffindor. ¿Y tú? Pregunté. -No creo que seas de la misma casa que yo, que no te ví en la sala común. Añadí. -¡No te preocupes! No nos conocemos. Sonrio. -Soy Harry. ¿Y tú? Hace mucho tiempo que no dije esto. Y me sentía bien. Pero no por mucho tiempo. Quizás por mí nombre y apellido - que aún no se lo dije - ella se dé cuenta.


off: voy a comer, ya vengo

-Yo soy Ravenclaw, y ahora que lo dices Harry, si que me suena tu cara. ¿Juegas en el equipo de quidditch del colegio? Alomejor es por eso- concedió sin dejar de sonreir.

-Mi nombre es Helena. Helena Bryne. - No solía decir su nombre completo pero esta vez, sin saber por qué, se lo dijo.

[off: Yo también tengo que irme, luego sigo =)]

off: ok ^^ yo tmb me voy, pero ya vuelvo xD

-Sí... Sonrio. Me reconoció del Quidditch. Era lo que más amo. Pero por mi cicatríz nada... y eso me hacía sentir súmamente bien. -¡Seguro! Lo afirmé.

Le doy dos besos. -¡Mucho gusto, Helena! Bueno, y para añadir mi apellido... Harry Potter. Me presenté por mi nombre y apellido. No me gustaba decirlo entero ya que todo el mundo se daría cuenta, pero hize una excepción ya que se trataba de mi amiga... o por lo menos la consideraba mi amiga.

Harry Potter. Joder.
-¿Harry Potter?- Helena se sorprendió a si misma de lo tonta que había sido al no darse cuenta- Mi hermana pequeña tiene una foto tuya pegada en la puerta de su armario y no te he reconocido, soy un desastre.

Se llevó una mano a la frente y sinembargo sonrío.

-Casi mejor ¿Sabes? No me mola demasiado el rollo de la fama asi que voy fingir que no se como te apellidas. Vas a ser solo Harry, ¿Que te parece?

Ya sabía que era demasiado sueño para ser verdad. Me había reconocido. Ahora sigue que le de un autografo (?). Sí que me sentía como objeto de museo. Escuché lo de su hermana. -¡Ohh! ¡Gracias! jeje Sonrio. -Pero tampoco soy un cantante rock famoso. Sonrio apenado. La verdad me llenaban tantas atenciones. A veces quiería ser sólo un niño normal que disfrute de su infancia, de su adolescencia.

-Bien... Sonrio. -La verdad es que para mí también es incómodo ir por la calle y que todo el mundo me mire como si fuera objeto de museo. Le dije. -Está bien, así será! Sonrio y le doy la mano para cerrar el pacto.

-Estupendo. Entonces si mañana nos miran por la calle cuando estemos en Hosmeade, ten claro que sera por lo guapa que soy y no por esa cicatriz que tienes en la frente - Helena le guiñó un ojo al muchacho -Es una broma, solo intento quitarle importancia al hecho de que seas mundialmente conocido.

Le estrechó la mano para cerrar el pacto e intento animarle con una sonrisa. No debía de ser nada fácil ser Harry Potter.

-Jejeje... pero sí es cierto! Eres muy linda! Sonrio, mirandole los ojos. -De eso no tengo la menor duda! Le miro. -¡Ya sabía jeje! Capté su bromita. -Ya me acostumbré a ello! Le dije.

Le estreché la mano y la abrazé. -Bueno, ¡gracias por tu ayuda! Sonrio. -¿Vamos a tomar algo? Le pregunté.

-Si que has recuperado la energía rápido Harry- comentó ella sorprendida - A lo mejor no tenías tanto sueño como parecía y tu problema era que la historia de la magia no es lo tuyo...

Helena se levantó de la silla y recogió un poco los apuntes y los libros que él había dejado sobre la mesa.

-¿Y eso? Le pregunté. -Bueno, pues sí estoy un poco cansado, pero aunque quiera puedo dormir...! Le dije. -Sí... la verdad es que también la profesora es odiosa. Le dije. -Todos opinan lo mismo.

-¡Permíteme! Me levanto y recojo los apuntes, los pergaminos y los libros que había utilizado. -¡No te puedo dejar que los recojas tú! Sería poco caballeroso. Le dije. Terminé de recoger y los cogí. -¿Tienes algo que hacer? Le pregunté.

-La verdad es que no. Había venido a la biblioteca solo para pasar el rato- Helena sonrío- Sí, soy una persona rara a la que le entretienen las bibliotecas...Pero bueno, la verdad es que por ahora tengo la tarde libre. ¿Por qué lo preguntas? ¿Tienes algún plan?

Meto las manos a los bolsillos. La miré tímidamente. Al fondo era una persona tímida... y más, ante las chicas lindas. -Ehh... no sé... pensé que podríamos ir a tomar una cerveza de mantequilla (?) Pregunté tímidamente.

-¿Una cerveza de mantequilla?-Ella se lo pensó unos instantes- No parece mala idea, si invitas tù claro.- añadió mientras le guiñaba un ojo.