Sentado en la mesa de Ravenclaw (Libre)

Después de apuntarme a varias clases de este año en el colegio (entre ellas Estudios Muggles, la cual elegía todos los años porque me ayudaba a no olvidar aquella parte de mi en la que no podía pensar mucho cuando me encontraba entre varitas y encantamientos) decidí acercarme al comedor.
La mesa de Ravenclaw no estaba muy llena, así que no tuve ningún problema en encontrar un sitio libre.
El Gran Comedor era uno de los lugares que más me gustaban de Hogwarts, sobretodo cuando miraba hacía arriba y podía disfrutar de las vistas gracias al curioso hechizo que tenía el techo. Aún recordaba la primera vez que llegué y entré en la gran sala; no había alumno de primer año que no mirara hacía arriba ensimismado, incluído yo, por supuesto.
Me encontraba mirando el cielo, rememorando todo esto, cuando mi estómago decidió hacer acto de presencia, de pronto recordé el hambre que tenía así que me puse en frente del plato que se encontraba delante mío y pensé en lo que más me apetecía en ese momento (con los ojos cerrados, una costumbre), los abrí y allí estaba. Creo que esta era una de las partes que más me gustaban de la magia.

Llegue al gran comedor con un libro entre mis manos y leyendo me dirigi a mi mesa o eso era lo que pensaba por que estaba tan entretenida leyendo que no me habia dado cuenta de que me habia sentado en la mesa de Ravenclaw junto a un chico que no conocia.
Mientras seguia leyendo estire mi mano para alcanzar un pan que estaba alli pero no lo alcanzaba ya que no veia lo que hacia, asi que quite el libro de mi cara y tome el pan entre mis manos, voltie a mi alrededor y me di cuenta de donde estaba sentada.
-oops creo que me equivoque

Estaba terminando de comerme un trozo de tarta de manzana cuando me fijé en una chica que se acercaba a la mesa con paso decidido y un libro entre las manos. El libro, supuse, es lo que le impedía darse cuenta de que ese uniforme rojo y dorado no pintaba mucho entre los azules y bronzes y las águilas bordadas que ocupaban la mesa.

Por un momento me sentí tentado a decirle que si no pensaba sentarse en la mesa de Gryffindor, ya que acababa de sentarse a mi lado, seguramente estaria buscando a otra persona, pero me pareció descortés interrumpir su lectura; o esa al menos era la excusa perfecta para no reconocer que me daba una vergüenza horrorosa y me sentía incapaz de empezar cualquier tipo de conversación.

Durante unos segundos, que se me hicieron interminables, la chica anónima estuvo tanteando los panes sobre la mesa sin suerte. Por fin se dió por vencida y alzó la vista del libro, por la cara de sorpresa entendí que ella estaba tan confundida como yo por el hecho de no estar rodeada de los ruidosos leones que poblaban el otro extremo del comedor.

- No te preocupes.- noté como se me secaba la garganta y miré nervioso a la copa con agua que tenía a mi derecha- Al menos aquí podrás leer mucho más tranquila, es como la biblioteca pero se puede comer. Bebí agua impulsivamente y pense en lo éstupido que sonaba eso último.

Voltie a ver al chico que me hablaba y me sonroje por mi estupida confucion, segui escuchando con atencion lo que me decia y parecia nervioso por alguna razon que no entendia, ya que en todo caso yo deberia de ser la nerviosa en lugar de el, pero no lo estaba - mmm si tienes razon ya que en mi mesa nunca dejan de hacer alboroto, ya me preguntaba yo el por que de tanto silencio - le sonrei un poco timida - pues si no te importa que me quede aqui...prometo no ser una molestia

Bueno, al parecer no le pareció tan estúpido como pensaba, no daba muestras de querer salir corriendo. Punto para mi. Sí, no tengo mucha confianza en mí mismo cuando mantengo una conversación, siempre creo que voy a decir una tonteria que haga que la otra persona salga huyendo. Aunque ahora que lo pensaba mejor, todo esto implicaba que debía decir algo más, para no parecer maleducado y eso. Por suerte ella trae un libro y supongo que tenga interés en leerlo. Yo también tengo un libro. Un libro bastante grande e interesante, mmm sí, me mantendrá ocupado también para que no parezca que quiero largarme y dejarla ahí. Era una buena idea.

- Uhm, claro que no me importa. Puedes quedarte el tiempo que quieras aquí. No suelo sentarme con nadie de mi casa, así que no habrá problema. - le sonreí levemente. - Además... - Le dije mientras me agachaba y cogía mi libro (grande e interesante) del banco - Yo también tengo un libro - Se lo enseñé - Un libro grande que me llevará tiempo. - Esto último también me sonó estúpido pero pensé que a lo mejor hoy era mi día de suerte.

Estaba escuchando lo que decia, pero parecia preocipado por lo que diria asi que le sonrei amablemente me dispuse a contestarle - pues gracias, aunque no entiendo porque nadie se sienta contigo, pareces un chico agradable, por lo menos a mi me lo pareces - despues saco un libro y me lo mostro - pues parece que a ti tambien te gusta leer tanto como a mi lo cual me parece perfecto, casi nadie de los que conosco disfrutan de una buena lectura, se la pasan peleando lo cual me parece inutil e innecesario

Pensandolo bien era lógico y comprensible que se sorprendiera de que la gente no se sentara conmigo, aquí en Hogwarts todo el mundo hace amigos en su primer año, los mas retraídos en el segundo, y no hace falta mirar dos veces para ver los grupos de tres o cuatro personas que se amontonaban en los pasillos del colegio y se sentaban juntos en el comedor tirándose trozos de pan o dejándose los trabajos cuando ningun profesor miraba.

En mi caso se me hacía bastante más complicado, cierto es que no soy peligroso mientras no haya luna llena y que estando la directora al tanto de mi licantropía ya se habían tomado medidas más que suficientes para que no causara ningún problema; pero estaba seguro de que a mis compañeros les daría miedo saber que comparten cuarto con una bestia en potencia. Les asustaría, de eso estoy seguro, y prefiero su indiferencia a oler su miedo. En cualquier caso, es evidente que los Ravenclaw somos muy inteligentes y en mi casa captaron el mensaje a la primera, "al chico solitario no le gusta demasiado hablar con los demás".

Claro que, siempre podría llegar una Gryffindor un poco atolondrada para hacerme hablar más que mis compañeros de cuarto en los últimos cuatro años.

- Leer y jugar al ajedrez mágico es lo que más me gusta hacer en mi tiempo libre, tu por lo que dices debes ser muy valiente o tiene que gustarte mucho el rojo, porque si disfrutas tanto los libros suenas a Ravenclaw - sonreí, más por el tópico "águilas-ratas de biblioteca" que por otra cosa y me fijé en como en la mesa de Gryffindor Sir Nicholas mostraba una vez más a los alumnos de primero su cabeza casi decapitada, es curioso que sea al único fantasma de Hogwarts al que llaman por su nombre...- Por cierto, me llamo Knox MacFarlane, ¿y tu?

-pues que buenos pasatiempos tienes, pero sabes mi color favorito es el azul - si es cierto, aveces me preguntaba por que habia quedado en Griffindor si sueno mas como Ravenclaw - pero soy muy valiente y siempre trato de defender a los que quiero supongo que por eso estoy en Griffindor - le sonrei de lado - oh claro que mal educada soy, yo soy Mei Lupin un placer conocerte - le dije extendiendo mi mano hacia el y dandole una calida sonrisa

En cierto modo siempre envidié el valor y la actitud resuelta de los Gryffindor, no es que no me sintiera agusto en mi casa, y sabia perfectamente que Ravenclaw era el mejor lugar para mí, pero también sabía que tras el retrato de la Señora Gorda había toda una sala común llena de alumnos dispuestos a morir los unos por los otros mientras que en la nuestra tan solo mueren estudiando y se matan por escribir el pergamino más largo.

- Los Gryffindor parecen buena gente y me caen bien, mucho mejor que las serpientes - de hecho, dudaba que en Hogwarts hubiera simpatizantes de Slytherin mas allá de los muros de su sala común- bueno, me caes bien, lo cierto es que no conozco ninguno más -sonreí un poco inseguro-.

Me dijo su nombre y me tendió una mano que yo me apresuré a estrechar mientras pensaba en lo que ese apellido podía significar.

- ¿Lupin? ¿Eres familia de Remus Lupin? -lo más probable es que se tratara de una coincidencia, pero no perdia nada por intentarlo-. ¿El que fue profesor de Defensa contra las Artes Oscuras?

-No todas las serpientes aon iguales, unas son muy amables y tengo un par de amigos de esa casa - le verdad era que a mi no me importaba mucho eso de la rivalidad entre casas, se me hacia una tonteria - pues gracias tu tambien me caes bien - le dije con una sonrisa - pero por que no conoces a nadie mas?

-Eres el primero que nota mi apellido, pero no, no lo soy aunque me gustaria serlo, seria genial ser pariente de alguien como el - le dije sonriendo y era verdad ya que creia que era una persona admirable

- Es que me cuesta un poco entablar conversación con los demás y solo conozco a gente de mi casa, pero esta bien, tampoco soy un antisocial que odia a la gente ni nada parecido...solo un poco tímido.

Le pregunté su nombre y la emoción que disparó mi adrenalina durante un momento cuando escuché su apellido cayó de golpe al oir su respuesta. Entonces si que era una casualidad...me fue difícil disimular la decepción al entender que tampoco podría hablar con Mei sobre mi condición. Si al menos hubiera sido pariente de Lupin, aunque fuera una sobrina o una prima lejana, quizás habría comprendido lo que es estar junto a un licántropo, pero no lo era. Y por el momento era mejor que no supiera que tenía uno más cerca de lo que podía imaginar.

- Lupin era un profesor excelente, o lo fue durante el poco tiempo que estuvo en Hogwarts, a mi me enseñó a hacer mi patronus -un patronus un tanto excéntrico, pero un patronus al fin y al cabo-. aunque estoy seguro de que si me enfrento a un Dementor saldré corriendo antes de sacar la varita.

-Pues no deberias de ser tan timido - le dije sonriendo - Si me hubiera encantado estar aqui cuando el daba clases, decian que el era un licantropo - le dije susurrando lo ultimo - y no me hubiera importado, siempre e tenido una tremenda fascinacion por las criaturas magicas y me encantaria conocer alguno en persona, aunue dicen que son peligrosos yo solo creo que son criaturas incomprendidas

- Oí algo de que el profesor era licántropo pero no sabia si era cierto - por supuesto que lo sabía, me lo dijeron el año que me dió clase pero el también lo mantenía en secreto para no perjudicar la imagen del colegio. Yo decidí hacerme el tonto para saber lo que Mei pensaba realmente- ¿Tú te lo crees? quiero decir, si hubiera sido un hombre lobo de verdad no le habrían dejado dar clase en Hogwarts...

Me fijé en que poco a poco la gente empezaba a llegar al Gran Comedor y la mesa estaba empezando a abarrotarse de alumnos alborotados con las manos grasientas y hablando con la boca llena de pudding.

- Este no parece el sitio ideal para hablar de cosas así - dije bajando la voz para que nadie más me escuchara. - Si quieres podemos ir a otro sitio con menos gente.

-Si lo creo, despues de todo el director de ese tiempo era Dumbledore - le dije como si fuera lo mas obvio del mundo y vi que poco a poco se llenaba mas el comedor - si sera mejor que nos fueramos a otro lado

off: abres tu en otro lugar o seguimos aqui o que?

He vuelto ya! Si no has abierto tu puedo abrir yo en los jardines o en el lago

en cualquiera de los dos esta bien