En la torre (Teshar)

Llegamos a la torre. Había empezado a oscurecer y había amainado, las nubes se iban poco a poco dejando ver un cielo algo oscuro y con algunas estrellas. Todo estaba en calma, estábamos los dos solos allí. Con lo que no había contado es que allí hacía un pelin de frío.
Me giré hacia Teshar sonriente.
- ¿Qué hacemos? - ¿Qué podríamos hacer los dos aquí solos? Ni idea, se lo dejaría a su elección.

La verdad es que las vistas eran magnificas, salvo por la temperatura, que era un poco mas fria que en la entrada, debido a que la torre estaba en lo alto del castillo y carecia de las numerosas antorchas que provenian de una temeperatura agradable a la planta baja.

-Bueno, si quieres, puedo enseñarte alguno de mis trucos con la magia.-dije con una sonrisa.-Eso si, te advierto que son bastante complicados, pero una vez le pilles el truco podras hacer cosas como estas.

Chasquee un dedo, sobre mi hombro aparecio un pequeño tigre blanco, un cachorro mas bien, que salto hacia Lilieth.

Caí al suelo con el pequeño tigre entre mis brazos, parecía un peluche. Era tan mono... me puse a jugar con él un ratito, le hice cosquillas y luego el pequeñín con sus patitas delanteras intentaba cogerme del pelo. Yo reía.

Me levanté con el tigre entre mis brazos y me acerqué a Teshar, le di un pequeño beso en la boca y le sonreí.

- ¿Puedo quedármelo? - pregunté con ojos de cordero, sabía que iba a ser difícil que me lo quedara, pero por intentarlo...

Me encanto ver como Lilieth jugaba con el cachorro de tigre blanco, y por lo menos, al ser creado por magia no creceria nunca, asi que no llegaria a ser un peligro para nadie. Correspondi su beso, dios, eran como una especie de droga, cada vez que los tomabas sabian mejor que antes y siempre queris mas.

-Claro que si, es tuyo.-dije con una sonrisa, dandole otro beso.

Dejé al tigre en el suelo y me lancé hacia Teshar, abrazándolo.

- Gracias - susurré cariñosamente, apoyé mi cabeza sobre su pecho mientras el pequeño tigre andaba entre nuestras piernas, solté una risita. Me había hecho cosquillas con la cola. Miré al pequeñín que intentaba captar nuestra atención, conmigo lo consiguió. Lo cogí y le di un pequeño beso en una pata, y se lo acerqué a Teshar.

- ¿Cómo has hecho para que aparezca? ¿Crecerá? ¿Le puedo poner nombre? ¿Cuántos meses tiene? - y empecé a hacer preguntas sin parar.

-Te mereces todo y mas.-dije con una sonrisa.

Luego como si fuera un fusilamiento disparo una rafaga de preguntas, parecia que le gustaba y que queria saber todos los datos posibles del pequeñin.

-No, no crecera, a menos que quieras tener un tigre de dos metros y medio como mascota.-bromee.-Puedes llamarle como gustes, cuando le pongas el nombre, respondera a el, y tendra un mes y medio, puede que dos.

Pero como siempre me deje la pregunta mas importante para lo ultimo.

-Con magia todo es posible, hasta crear un cachorrito tan mono como este, pero lleva horas y horas y horas de entrenamiento.

Sonreí a lo de tener un tigre de dos metros y medio, ni loca podría tener un tigre tan grande... - Hum... ¿qué nombre le podría poner a un tigre? - pensé, solo se me ocurrían nombres cursis que me daban vergüenza de solo pensarlos. Ya se lo pondría después de consultarlo con la almohada, me reí de mi propio chiste imaginándome ahí...

Un mes y medio o dos... y no crecería... eso me gustaba, poder tener un animalito que se quedara así, sonreí ampliamente.

Al terminar de hablar le di un inesperado beso y le pregunté - ¿Tantas? Muéstrame algo que sea difícil.

Aquel beso me pillo de improviso, pero me ruborice levemente, mientras escuchaba su peticion, pedia algo muy dificil y complicado y eso tendria. Suspire y cerre los ojos, habia un tipo de magia realmente dificil, y que no se me daba del todo bien con cosas grandes.

Un pequeño aire se formo junto a mi, rodeandome y haciendo una especie de danza, luego se formo una pequeña bola de aire y de ella salio un pequeño colibri dorado.

-Esto es lo mas dificil que hay en la magia para mi.

Aunque podia parecer de risa ese pequeño colibri no era ni muy letal ni muy amenazador pero cumplia su funcion, un leve toque desencadenaria una reaccion en cadena bastante complicada.

Miré maravillada al colibrí dorado, era precioso. El pequeño tigre saltó de mis brazos e intentó coger al colibrí que volaba lo suficientemente alto, sonreí al ver los intentos de Kokoro... ¿Kokoro? - ¡Me gusta! - salté de repente con una gran sonrisa, no se me daba muy bien poner nombres, pero Kokoro me gustaba, así que decidí que se mi tigre pequeñito se llamara así. Volteé para ver a Teshar, no me extrañaría que se hubiera sobresaltado al oírme. Me dieron ganas de reír así sin más.

Conseguí que se me fuera la risa tras un buen rato, me sujetaba el vientre, me dolía de tanto reírme.

Me acordé de que hacía rato que le quería preguntar una cosa- Cuéntame algo de ti - no sabía casi nada de él...

-Sera mejor que no lo to...-dije antes de que el cachorro lo hiciera.

Habia tocado al colibri con su pequeña pata, y eso no era lo peor, era que el colibri se multiplicaria en dos, y con un suave destello lo hizo, habia pasado de ser de uno pequeño pajarillo dorado a ser dos.

-Creeme, podrian multiplicarse cuanto quisieran.-dije preocupado.-Cuanto mas lo hagan, mas traviesos se volveran.

Suspire cuando dijo su pregunta, realmente mi historia era como un libro no escrito, como un cuaderno de dibujo sin dibujos, mi historia estaba vacia.

-Digamos que cuando me has visto hoy en la entrada ha sido el comienzo de mi vida, no se como llegue hasta aqui, ni si tengo familia o no, ni donde naci, simplemente solo recuerdo de mi pasado mi nombre.

Miré hacia Kokoro, el colibrí se multiplicó en dos y volví mis ojos hacia Teshar, sorprendida. Luego comprendí. Fui hacia Kokoro y la cogí, la pequeña me miró desilusionada, al parecer quería seguir jugando con el colibrí. Negué con la cabeza, Kokoro saltó y se quedó en el suelo, mirándonos.

- Oh... ¿nada de nada? - fruncí el ceño - Solo tu nombre... - susurré - ¿Quieres recordar tu pasado o tienes miedo de que sea...? - no terminé la pregunta - Lo siento... yo... no sé que decir en estos casos...

-Nada de nada.-repeti.

Escuche su pregunta, Lilieth, siempre daba en la pregunta del millon, y no sabia siquiera yo la respuesta, espere un par de segundos hasta hablar, mientras que el cachorro de tigre, conseguia darle dos toques a los colibri, ahora en vez de dos eran cuatro y hasta ellos le provocaban para que les tocase.

-No lo se, es un poco de ambos, vivir sin saber quien fui no me gusta nada, pero si en mi antigua vida fui una mala persona o algo peor, no sabria como actuar ahora, el pasado forma el futuro.

Me acerqué a él, no sabía muy bien que podía decir, debía de ser horrible no poder recordar nada de tu pasado, pero también el miedo de se haber sido alguien con un pasado un tanto oscuro... haber hecho cosas horribles, algo que a cualquiera que no pudiera recordar le sentaría bastante mal. Un pequeño rugido me hizo volver la cabeza hacia los colibrí y Kokoro. Negué con a cabeza, cansada, al ver a los colibrís provocándola. Volví a mirar a Teshar, sentía una pequeña opresión en el corazón, sabía que no era la más indicada para sentir aquello, pero cuando conocía a alguien que le pasaba algo... algo como esto, me sentía mal a pesar de que yo no tuviera nada que ver.

- Espero que no fuera muy malo tu pasado... - apenas se podía ver la pequeña sonrisa que tenía, la sonrisa no era muy sincera - A veces soñando uno recuerda cosas, aunque al despertar no se acuerde uno de lo soñado - susurré recordando a una amiga de la infancia. - ¿Hasta que parte recuerdas, de la entrada, antes de que apareciera yo y nos cayéramos al suelo, que pasó, no sé, alguna cosa resonaba de fondo en tu cabeza, alguna voz o algo, una imagen borrosa o sin sentido?

Cerre los ojos, forzandolos a indagar en mi inconexa mente, en busca de algo que me dijera que fui, quien era, o alguna imagen sin sentido, no veia nada, todo oscuro, de repente un pequeño destello que rodea la sala con una luz bastante potente, estoy....¿en un bosque?

Me encuentro mirando mis manos, llenas de sangre, no me duele nada, asi que no era yo el que estaba herido, intento mirar hacia los lados, no veo nada, me doy cuenta que estoy sobre algo, o mas bien sobre alguien, una chica de pelo rubio, sus ojos eran frios y oscuros, sin duda estaba muerta.

Tras ese pequeño recuerdo volvi a donde estaba, las manos me temblaban, ¿fui un asesino? ¿Quien era? ¿Porque la mate? ¿Porque senti aquella sensacion que me parecio bella?

-Li...lilieth....no te acerques mas a mi.-dije como una amenaza, quizas asi surgiria efecto, no queria hacer daño a nadie y por mi cabeza aparecian deseos de ver a Lilieth como quien fuera aquella persona.

Salte por la ventana, sin temor a hacerme nada, desapareci a pocos metros del suelo, en un pequeño destello blanco.

¿Que haria ahora?

A Teshar le temblaban las manos, ¿había recordado algo? Si era así, no parecía ser algo agradable. Iba a acercarme a él cuando dijo que no me acercara, lo miré confundida ¿acaso era tan malo lo que había recordado? Di un paso hacia él, pero saltó por la ventana. Intenté detenerle aunque ya había saltado, llegué a la ventana y vi como desaparecía en un pequeño destello blanco.

- Te-teshar... - susurré, miraba con los ojos como platos hacia donde él había estado hacia unos segundos. Oí un pequeño chasquido por detrás de mí, los colibrís habían desaparecido. Busqué a Kokoro, pero no la veía.

¿Qué narices había pasado aquí?